Primera vez

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El carro de Niall era un máximo desastre y todo era por su culpa. 

Me había tomado de la cintura y nos había sumergido en el lodo y que para refrescarnos, eso fue lo que me dijo y yo le dije que de todas maneras el tenia que lavar su carro él solo. 

Pero como yo soy una tipa buena, le daré una oportunidad y si la sabe aprovechar, eso tendrá sus beneficios. 

De todos modos Harry nos dio toallitas húmedas -mejor dicho, un paquete completo- disque para quitar el barro por lo menos de la cara, las manos y el cuello -lo que fue perfecto para lo que tenía en mente-

El transcurso hasta mi casa estuvo realmente comestible, no piensen mal, viejas. Yo me había traído unos cupcake de donde Harry y le daba de comer a Niall ya que él estaba manejando, mejor prevenir que lamentar, ¿no? Aunque debo de admitirlo, me gustaba el movimiento de sus labios la forma en la que se movían, la forma en la que pasaba su lengua por su labio inferior. Cosa que es demasiado para mí.

-Para el carro-. Giro el volante para  estacionar a un lado de la carretera. -Si logro que Willy se levante -a punta de besos- te irás a casa y no te daré el gusto a que te bañes en mi casa ni que duermas en ella.

Ahí si pude desatar al otro lado comestible. 

 Después de haberme quitado el cinturón, quite el apoya brazo de por medio y busque la palanca para el asiento reclinable que estaba del lado de la puerta de Niall. Si me montaba encima de él me iba a aporrear el volante, así que, ¿qué manera más fácil que hacerlo acostados? La moví. Esa mierda estaba dura, tuve que colocar mis dos manos para moverla, que bello. Ya acomodada encima de él, lo comencé a besar, poco a poco metiéndole la lengua hasta lo más profundo de su ser y esto es el mejor tour de la vida, sabe a puro dulce, el dulce del cupcake. Ya estábamos agitados y yo me frotaba lentamente de Willy ¡Estoy haciendo trampa! Y Niall se dio cuenta.

Niall se alejo de mí jadeando: -¡Tramposa! Me medio controlaba muy bien con los besos. Ahora es mi turno. Si logro sacarte un solo gemido, dormiré en tu casa, en tu cama para ser exactos.

Cambiamos de posiciones, el arriba y yo abajo. Algo torpe, pero se disfruto al final. 

El rubio me comenzó a besar sin restregarme nada, sus manos estuvieron todo el tiempo la cabecera del asiento. Hablemos de que por yo querérmela dar de viva no me dio tiempo de hacer lo que él estaba haciendo, besarme el cuello. 

Los gemidos me los tragaba uno a uno, era increíble las hormonas se hacían presente dando a entender que estaban vivas. 

Iba a explotar si no soltaba los gemidos ahora, pero si lo hacía, iba a perder y seria rendirme -o no- porque yo quiero que se quede en mi casa y que duerma conmigo. Además, él no está haciendo trampa. Solté un gemido fuerte y muy lleno de placer, me había mordido casi que tocando el pezón.

Subió de nuevo a mi boca y sonrió, -perdiste. 

Coloque cara de asombro -. ¡No me digas!

 -Yo no hice trampa y te gane, viste. 

-Vamos a casa, -salí del con cuidado, pero no sin llevarme con el culo el posa brazo. Tenía mi cara de «no me gusta perder» pero por dentro sonreía como una loca. 

Por suerte la policía no paso en ningún momento, si hubiera pasado nos ganaríamos el peo del año.

Al llegar a casa le pregunte a Niall si quería bañarse primero, me dijo que fuera que él esperaba.

Willy por detrás. (Niall y tú) *HOT*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora