¿Para qué dos si hay uno?

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Louise y Rafa se encontraban en la sala de espera del hospital. Louise por fin había terminado con su llanto y ahora pasó al enojo por no haber podido ayudar a Brandon, por lo de su padre y porque ningún doctor le quería decir qué estaba pasando con Brandon.

— ¿Qué tal si ahora me cuentas dónde estabas antes de que vayamos a la Casa Blanca? –Dijo Rafa.

—Es cierto, olvidé contarte –dijo Louise—. Por alguna razón, Willa, Kleimann... o Felton... bueno la verdad que no sé su nombre, digámosle "padre de Willa"... Bueno entonces, el padre de Willa y otro hombre más, lograron entrar en mi apartamento, me llevaron a lo que parecía ser su casa y me dejaron allí amarrada a una silla y con una cinta en la boca, pero no sé cuál fue el punto.

—Quizás sólo querían ponerte miedo... No lo sé –dijo Rafa.

Ambos estuvieron media hora más sentados, mirando las noticias.

—Explícame por qué estamos viendo las noticias de Irlanda –dijo Rafa molesto. Su estómago estaba haciendo mucho ruido y atraía la atención de más de una enfermera.

— ¿Cuándo podremos ver a Brandon? Me estoy muriendo aquí –dijo Louise molesta.

Pasaron quince minutos, Louise y Rafa estaban a punto de caer dormidos hasta que un doctor llamó por sus nombres.

— ¿Alguien aquí está por Brandon Benning? –dijo el doctor.

— ¡Nosotros! –Gritaron al unísono y se dirigieron rápidamente hacia donde el doctor se encontraba.

— ¿Alguno de ustedes es pariente de Brandon? –Preguntó el doctor.

—Somos sus primos –dijo Rafa y el hombre los miró dudoso.

—Está bien... Bueno, quería informarles que, lamentablemente, Brandon no podrá oír por su oído izquierdo.

— ¿Nunca? –Preguntó Louise.

—Sí, lo lamento, pueden ir a verlo si quieren. Es la primera habitación a la derecha –dijo el doctor y luego se fue.

Rafa y Louise entraron en la habitación y se encontraron a Brandon acostado en su camilla y con una banda blanca cubriendo su oído izquierdo.

—Brandon, lo siento tanto –dijo Louise acercándose a su oído sano—, debí haberte ayudado antes. No sé cómo dejé que esto te ocurriera.

—Louise, esto no es tu culpa, hiciste lo que pudiste, al menos ahora sabemos que George está en la cárcel –dijo Brandon y la tomó de la mano para luego darle un beso en ella.

—Todo muy lindo, niños, pero yo casi pierdo a un amigo ahí dentro –dijo Rafa y Louise le soltó la mano a Brandon para que luego Rafa se acercase a él y lo abrazara.

—Solo perdí la audición izquierda, no pasa nada, Rafa –dijo Brandon riendo al ver que Rafa no lo soltaba. Cuando este se apartó, suspiró.

—BB, si yo supiera dar golpes hubiera entrado en esa habitación vestido como Uma Thurman en Kill Bill y los asesinaba a todos –dijo Rafa.

—Demasiada sangre nos hubiera costado algunos dólares, pero gracias –dijo Brandon divertido.

Los tres continuaron charlando por una hora entera. La enfermera le había traído comida a Brandon, pero el estómago de Rafa rugía tan fuerte que le terminó dando toda su comida a él, quien lo devoró en 3 minutos.

Cuando estaban viendo una telenovela en la televisión del hospital, el celular de Rafa comenzó a vibrar en su tono de llamada, así que él se alejó un poco de sus amigos para contestar.

—Hola, jefe –dijo Rafa.

—Dunter, ¿todo bien por allí? ¿Cómo está Brandon? –Preguntó Jonathan con preocupación.

—Sordo y ciego.

— ¡¿Qué?! –Gritó Jonathan —No puede ser, eso es terrible, Dunter –Rafa rio—. ¿De qué te ríes?

—Fue una broma, señor, Brandon está bien, sólo no puede escuchar de un oído.

—Muy gracioso, Dunter, lo quiero ver en mi oficina ahora –dijo Jonathan.

— ¿Me despedirá? ¡Pero fue sólo una broma!

— ¡No es por eso, Dunter! Hay que discutir sobre el tema de Willa Felton, ¿comprendes? Trae a Shepard contigo, los veo en 10 minutos –Y dicho esto, Jonathan colgó.

Rafa se acercó a Louise y Brandon de vuelta.

—Lamento decir esto, Louise, pero Jonathan dijo que tenemos que ir a verlo para hablar sobre Willa –dijo Rafa.

Louise miró a Brandon. No iba a dejarlo solo, no después de todo lo que pasó, quería tenerlo cerca, saber que se encontraba bien.

— ¿No puedes ir sólo tú? –Preguntó Louise.

—Jonathan dijo que fuésemos los dos.

—Ve, Louise, yo estaré bien –dijo Brandon y le sonrió.

—Rafa, ve tú y dile a Jonathan que preferí quedarme con Brandon, luego me cuentas sobre lo que vamos a hacer, ¿de acuerdo?

Rafa asintió, se despidió de sus amigos (a Brandon volvió a darle un gran abrazo) y luego se fue.

Brandon se hizo a un lado y dejó que Louise se recostara junto a él en la camilla. Brandon acariciaba el largo cabello rubio de Louise, ella estaba exhausta, sentía que estaba a punto de dormirse, pero una enfermera apareció en la habitación y ella se levantó.

—Quédate junto a él, no pasa nada –dijo la enfermera con una sonrisa y Louise volvió a recostarse—. Sólo quería informarle a Brandon que se le dará de alta mañana por la mañana, pero tendrá que hacer reposo, ¿de acuerdo?

—Está bien –dijo Brandon.

Louise sonrió pero luego sintió un dolor fuerte en su pierna, la enfermera fue a revisarla y vio varios golpes en sus brazos, estómago y piernas.

—Tú te encuentras muy herida, jovencita, ¿por qué no has dicho nada?

Louise, de lo preocupada que estaba por Brandon, ni siquiera notó las heridas que tenía en su cuerpo.

—Estoy bien –dijo ella mientras la enfermera la ayudaba a bajar de la camilla.

—Déjame ponerte algunas vendas y podrás irte, ¿de acuerdo?

Louise asintió y antes de irse con la enfermera le dio un beso en los labios a Brandon, él sonrió y le susurró un: "Adiós, nos vemos mañana".


Double Life.Where stories live. Discover now