El Plan.

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George y sus ayudantes se juntaron en su guarida por la mañana, ya habían juntado todos los elementos que necesitaban para su plan.

—Vengan todos aquí –Dijo George haciendo que todos sus ayudantes se acomodaran alrededor de él—. Ya tenemos todo preparado, señores.

Los ayudantes dieron gritos de felicidad.

—Quiero que repasemos el plan, ¿de acuerdo? –Dijo George —Recuerden, entramos camuflados por una de las ventanas del segundo piso, ¿el arnés está listo?

—Sí, lo he probado y es 100% efectivo –Dijo Stuart.

—Tan leal como siempre, querido Stuart –Dijo George dándole un golpe amistoso en el hombro—. Bien, luego cuatro de ustedes secuestrarán a la Primera Dama mientras Stuart y yo robamos el diamante que están fabricando en uno de sus recónditos cuartos, ¿entendido?

Los ayudantes sonrieron.

—Perfecto –digo George—, ahora quiero que vengan a ver estos planos...

Mientras todos los ayudantes (y George) se dirigían a otro cuarto, Rafa, quien había observado todo desde las pantallas en su cuarto, escribió rápidamente todo lo sucedido y marcó apresuradamente el número de Jonathan en su celular.

—¡Señor! –Gritó Rafa al escuchar la respiración de Jonathan al otro lado de la línea.

—¿Qué carajo...?

—¡Señor, esto es urgente! –Dijo Rafa sin dejarlo terminar de hablar.

—¿De qué hablas, Dunter?

—Descubrí el verdadero plan de George, señor, y no es lo que pensábamos.

—Explícate –Dijo Jonathan mientras lo ponía en altavoz y rápidamente se cambiaba.

Luego de que Rafa le explicó todo, pasó por la casa de Jonathan y ambos emprendieron su camino hacia la Casa Blanca.

—No entiendo cómo es que saben sobre el diamante –Dijo Jonathan.

—¿Tú sabías sobre él? –Preguntó Rafa sorprendido.

—Es mi deber saber esas cosas al igual que el FBI.

—¿Y para qué lo están fabricando? –Preguntó Rafa.

—Eso es información confidencial.

—¡Oh, por favor!

—Conduce, cuando antes lleguemos, mejor –Dijo Jonathan y Rafa bufó.

(...)

—Tal parece que Rafa no vendrá –Dijo Louise con los brazos cruzados. Ella y Brandon se encontraban fuera del edificio esperando a Rafa.

—Así es –Dijo Brandon—. Aunque es muy raro, ni él ni Jonathan atienden sus teléfonos... Espero que no haya pasado nada grave.

—No creo –Dijo Louise y luego suspiró—. Bueno, tendré que pedir un taxi, ¿me acompañas?

Brandon asintió y ambos caminaron unas cuadras hasta llegar a una gran calle donde pasaban taxis velozmente. Louise se paró en el medio de la calle y frenó a uno para que luego ella y Brandon se metieran dentro del vehículo.

—Hasta The Dalton School, por favor –Le dijo Louise al chofer.

El trayecto fue rápido ya que el taxista se pasó varias señales de alto, pero ni a Brandon ni a Louise les importó, estaban acostumbrados gracias Rafa.

Una vez frente a la escuela, Brandon pagó (luego de discutir con Louise sobre que las mujeres pueden pagar sin necesidad de un hombre) y luego ambos bajaron.

Double Life.Where stories live. Discover now