Chef Reservado.

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Al sonar la campana de la última clase Louise guardó todas sus cosas rápidamente para asegurarse de no perder de vista a Nicholas, quien estaba esperándola en la puerta.

—¿La has pasado bien en tu primer día? –Le preguntó él cuando Louise se le acercaba mientras se colgaba su bolso.

—He tenido días mejores. –Dijo ella mientras ambos emprendían su camino fuera del lugar.

Mientras caminaban hacia la salida, Louise comenzó a preguntarse si Brandon y Rafa seguirían en la camioneta después de tanto tiempo. Quizás estarían dormidos o comiendo en ella.

—¿Sabes qué sería bueno para ti, Alicia? –Le dijo Nicholas deteniéndose una vez que se acercaron a la fuente de agua. —Conseguirte una amiga.

Louise fingió sorpresa y luego indignación.

—¿No te he caído bien? –Le preguntó ella cruzándose de brazos.

—No, no, por favor, lo que menos quiero es que llegues a pensar eso. –Dijo Nicholas poniéndole una mano en sus brazos como gesto tranquilizador —Sólo pienso que deberías de comunicarte con chicas, ¿sabes? No hablo mucho con ellas, pero parecen agradables.

Louise se descruzó de brazos y se quedó pensativa. No había tenido en cuenta el hecho de que en algún momento iba a necesitar una amiga como cualquier adolescente normal.

—Tienes razón, quizás consiga una... -Dijo Louise para luego observar a una chica que estaba sentándose en la fuente un tanto alejada de Nicholas y ella —Quizás consiga una más rápido de lo que piensas –Dijo Louise volviendo su mirada a Nicholas.

—Eso espero. –Dijo Nicholas para luego hacer una pausa y mirar el reloj que tenía en su muñeca —Ya es algo tarde, mi madre está esperándome para que la acompañe a un evento. –Dicho esto, Nicholas se acercó a Louise y depositó un beso en su mejilla izquierda para luego alejarse. —Te veo mañana, Alicia.

—De acuerdo. –Dijo Louise observando como Nicholas se alejaba. Una vez que notó que ya estaba bien lejos, comenzó a correr hacia la camioneta.

—Tengo una idea. –Dijo Louise luego de abrir la puerta de Lulú.

Se encontró con que Rafa y Brandon estaban dormidos. Rafa dormía sobre el regazo de Brandon como si él fuese su almohada personal. Louise bufó y notó que había una botella de gaseosa en el suelo junto a ellos. La agarró para luego quitarle la tapa y tirar todo el contenido de la botella sobre Brandon y Rafa. Ambos se levantaron sobresaltados y Louise volvió a dejar la botella, ya vacía, de vuelta en su lugar.

—Este es un traje de primera calidad, Louise. –Dijo Brandon levantándose de golpe haciendo que la cabeza de Rafa se golpeara contra el suelo de la camioneta. Brandon, sin importarle el estado de Rafa, comenzó a limpiar su traje.

—Bueno, gracias, BB. –Dijo Rafa mientras intentaba levantarse del suelo.

Louise, quien observaba la escena impaciente, decidió interrumpir:

—Si ustedes, par de idiotas, hubiesen estado despiertos haciendo su trabajo, yo no hubiese tenido que hacer lo que hice. –Dijo mientras Rafa y Brandon se acomodaban su ropa —Ahora escuchen. Nicholas hizo que me diese cuenta de que necesito una amiga.

—¿Y recién ahora te das cuenta? –La interrumpió Brandon y Louise lo miró con mala cara.

—Necesito una amiga para esta misión, BB, alguien para aparentar que soy una adolescente normal. –Dijo Louise.

—¿Alguna idea? –Preguntó Rafa.

—Yo tengo una idea, y ya se las habría contado si ustedes dos no hubiesen estado dormidos. –Louise suspiró y prosiguió —Hay una chica que estaba sentada junto a la fuente dentro de la escuela, pensé en pedirle a ella si quería estar conmigo.

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