13. "Es tut mir leid"

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Era sábado, la semana se paso volando en un abrir y cerrar los ojos ya estaba preparada para ir a la exposición, un vestido azul francia hasta arriba de la rodillas sin escote y espalda descubierta más unos tacones negros y una colita alta en mi cabello era el atuendo para esta noche, agradecía mentalmente que papá estuviera en un operativo todo el finde semana y no me viera salir así esta noche.
El sonido del timbre hace que reaccione, seguro que es él, ya es tarde para arrepentirse me digo a mi misma, bajo las escaleras con cuidado tratando de no romperme el cuello por estos odiosos zapatos altos que elegí para la ocasión, cuento hasta tres y abro la puerta ahí se encontraba con un hermoso traje negro a medida y su cabello rubio peinado para atrás, su sonrisa enamora a cualquiera.

- Buenas noches Meg - dice escaneando sutilmente mi vestimente. - Estas hermosa -

Mis mejillas se tiñen de rojo al escuchar su halago.
- Buenas noches Christopher, tu no te quedas atrás - digo inconscientemente no puedo creer que eso haya salido de mi boca.

- Gracias - pone su brazo para que lo tomé. - Es hora de marcharnos. - me guía a su auto. El camino hacia el lugar donde será la exposición es las afueras de la ciudad lo que implica un viaje de unos 45 minutos sin hablar porque sinceramente no se me ocurre muchas cosas de las cuales platicar con él.

- Lorenzo esta encantado con lo que le enseñaste - rompe el incómodo silencio.

- Sólo le enseñé lo básico cuando vea algunas formas de pinceladas y el resto se volverá loco -

- Eres especial Meg -

Esa tres palabras hacen que frunza el ceño. - Eso es mentira soy una chica común y corriente no tengo nada de especial -

- Tu no te das cuenta pero tenes una luz , no se como explicarlo pero tú sonrisa deslumbra mucha tranquilidad - lo que dice me toma por sorpresa porque yo misma me consideró una desastre para cualquiera encima no se como tomar su comentario sólo ganó  que me sonrojara como una idiota.
Gracias a Dios llegamos justo porque no tenía idea que contestar cada una de sus palabras me hizo sentir un zoológico en mi estómago, como todo un caballero se apresura a abrir la puerta, nos conduce hacia el gran Museo donde se expone a esas magníficas obras de arte, al entrar mis ojos se iluminan sin dudas parezco una niña en una tienda de golosinas.

- ¿Te gusta? - pregunta con diversión.

- Es joda me encanta - lo abrazo creo que me estoy pasando con eso de abrazarlo.
- Gracias por invitarme - digo en su pecho pasaría todo el día apoyada ahí si fuera posible esto genera mucha tranquilidad.

Una hermosa e impecable sonrisa se forma en su rostro.
- No agradezcas nada es un placer que me acompañes esta noche -

Otra vez me sonrojo ante su voz seductora hasta su mirada es distinta esta noche la veo más iluminada.
- Christopher sigamos recorriendo - propongo tratando de zafar, asiente y caminamos mirando cada una de las obras, le explicó un poco de su historia pero algo hace pensar que él sabe mucho más que yo de arte, me llevó grandes halagos de varias personas que nos escuchan, sin dudas es la mejor noche.

- Creo que es hora de marcharnos - habla en mi oido y su mano se apoya en mi espalda descubierta su toque quema mi piel.

- Claro - es lo único que respondo y otra vez me guía a su costoso auto negro.
Comienza a manejar silenciosamente pero noto que toma otro rumbo empiezo a ponerme nerviosa
-¿a donde a vamos? -

- Espero que tengas hambre vamos a cenar - me guiña el ojo.

- Hiciste cerrar todo esto para nosotros - consulto al no ver nadie a nuestro alrededor.

Mi Decisión (1° PA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora