Capítulo 79

64 3 0
                                    

~Relata __________(tn)

*Un mes y medio más tarde*

-_______________(tu apellido), ¿Me puedes decir la respuesta?

-Ah… ¿Qué pregunta?

-No estaba poniendo atención, ¿Cierto?

Negué con la cabeza, avergonzada. Javier volteó para susurrarme alguna tontada que no entendí, pero igual me reí. 

-Todo tonto, Javy.

-Bien, ahora nos vamos a unir en un equipo de 6 personas para discutir sobre la lectura en la página 78 y las preguntas en la 79, y de tarea el proyecto de la página 83. Yo pondré los números. –Comenzó a señalar gente por filas, comenzando por Javier y yo. –Uno, dos, tres, cuatro… -Unas filas más tarde, Fernando pronunció el número dos, al igual que yo.

-Buena suerte tórtola –Me sonrió Javier irónicamente.

-Cállate cretino.

Me fui a sentar en aquél equipo que me había tocado. Estaba sola frente a cuatro compañeros, él y su amigo, y yo. Esa hora fue sumamente incómoda: ni él ni yo nos dirigimos la palabra ni ahí ni en el mes y medio atrás, lo cual me hizo sentir un poco triste. 

Más tarde, en casa, recibo a mi celular una llamada de un número desconocido. Siempre que eso pasaba, la primera idea era Fernando, y en el mismo segundo la descartaba. Su número aparecía desconocido porque lo había borrado en el segundo en que decidí cambiar mi vida. Pero cuando contesté…

-¿Bueno? -Definitivamente era su voz, no estaba alucinando.

-Erm… yo… tengo que colgar…

-No, no, alto –Me detuvo. Su voz sonaba calmada pero nerviosa a la vez –Solo… Yo solo quería hablar porque tenemos casi dos meses sin dirigirnos la palabra, y ahora que estamos haciendo este trabajo juntos, yo… -Suspiró –Quiero disculparme. –Me quedé callada. –Bueno, ¿Qué opinas?

-Te perdono, Fernando.

-Gracias –dijo aliviado.

-Pero no lo olvido. -Aguardé. -Me enteré que te enteraste sobre lo del suicidio.

-Yo… -se excusó, -Lo siento. Eres tan importante para mí, lo fuiste desde el momento en que te conocí y el momento en que te conocí por segunda vez afuera del consultorio de Delia, la psiquiatra, ¿Recuerdas? ¿Cuándo nos quemamos en la banqueta ardiendo hasta que se incendiaron nuestros traseros? –Me reí por su comentario, tenía razón. Y lo recordaba como si hubiera sido ayer. -¿Lo ves? _________(tn), Tu no arruinaste mi vida. Tú la mejoraste. Antes de ti era miserable y cuando te conocí, cuando por primera vez toqué tus labios… olvidé porqué vine a la tierra solo para concentrarme en ellos. –No podía respirar para cuando terminó esa oración. –Te quiero, te extraño. Solo quiero que seas mi amiga por ahora porque comprendo lo que sentiste. Solo… quiero oírlo de tu boca.

Me callé un rato.

-Realmente te perdono, Fernando. Gracias, sin ti no pudiera haber experimentado muchas cosas, incluyendo… lo que es el amor. ¡Y yo también te extraño, Fer!

-¡YES! –Reímos juntos por el teléfono. Pasamos las siguientes tres horas hablando sin parar sobre los últimos días, hasta que colgamos con un cálido “Te quiero”. En ese momento me sentí realmente feliz de haber recuperado a un viejo amigo.

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora