Capítulo 40

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~Relata Fernando

Entramos al restaurante, Kirs. Yo ya conocía a todos ahí, y a ________(tn) se le hacía gracioso. La recepcionista me saluda, deseándome feliz año nuevo, y se le queda viendo fijamente, no como celos, si no como una novedad, un chisme nuevo. La recepcionista es joven: a veces nos quedamos platicando cuando voy muy temprano a desayunar y no hay nada mejor que hacer más que quedarme en el buen clima dentro del establecimiento. 

Nos sentamos en la mesa de hasta el fondo. Cuando pasamos por la ventana de la cocina, el chef me saludó y ____________(tn) volvió a reír. 

-Me impresiona con qué frecuencia vienes –me dijo, todavía riendo. –Y hasta en año nuevo no te decepcionaron.

-Ya sé –repongo –Me da un poco de lástima por ellos y todos los que trabajan hoy, de veras.

-Ya séeeeeee. –Me responde en cuanto termino y nos quedamos un rato viendo el menú. Yo ya me lo sabía de memoria, pero esperé a que ella terminara de escoger y así mandar llamar al mesero.

-Ey Fer –Me dijo Kevin, el mesero. Él tiene como 20 y tantos años, es muy buena onda. Sus padres murieron cuando él tenía 11, en un accidente de auto. Sus hermanas son casi 8 años mayores que él, ya están casadas y tienen hijos, viven en Canadá, y solo vienen para las fiestas. –Feliz Año nuevo.

-Igual a ti –me levanté para darle un abrazo. -¿Cómo te ha ido? ¿Cuándo se van tus hermanas?

-Todos se van mañana –me dijo –Ya sabes, el trabajo y así. Pero es bueno que vinieran, ya sabes.

-Claro bro.

-Hey, ¿Quién es esta hermosa dama que te acompaña hoy? –Volteo a ver a _____(tn) y ella sonríe de punta a punta. Últimamente mucha gente la ha alagado, pero siempre los supero. Claro, porque es mía. Mía, mía mía mía. 

-Ella es ___________(tn), mi… -“Chingado. Casi digo mi novia. ¿Lo digo? No, no puedo… Pero si lo digo ahora tal vez lo seamos. No, no puedo…” –¿Mi preciosa? Digo, mi preciosa. Lo afirmo. –Imito su sonrisa, y ella no la deshace, pero si voltea a otro lado. Me hizo bajar un momento la mirada a mí también. 

-Pues que bueno que lo acompañas hoy, siempre viene solito –Ellos rieron y solo sonreí. –¿Ordenarás lo de siempre, Fer?

-Deja que ella ordene primero. –Me sonrió.

-Em… -dijo, poniendo de nuevo la mirada en el menú –Un… ¿sándwich? De aguacate. Por favor. Y jugo de manzana de tomar.

-Yo pediré lo mismo –dije. 

-Bien, enseguida se los traigo. –Kevin se alejó a la ventana de la cocina, colgó la orden, y se fue a otra mesa en la otra punta del lugar. Esperamos a que él llegara para hablar de nuevo.

-¿Sabes? Creo que estos son los mejores días de mi vida. Contigo toda la noche y toda la mañana, en año nuevo. Simplemente lo mejor.

Me levanté y empujé un poco a la derecha a ________(tn) en su sillón, y me senté. Puse mi mano en su cintura y le dí un largo beso en la frente: Fue como si pudiera sentir su amor y su sonrisa en mi interior. 

-El mejor de todos. 

Ella me sonríe y yo no tengo de otra más que responderle igual. Sus ojos me recuerdan sus cortadas, me recuerdan al día en que la conocí. Éramos pequeños, yo recién entraba a la nueva escuela, y ella fue la primera en hablarme. “Te pareces a Harry Potter pero con frenos y sin lentes”, me dijo. En realidad no me parezco, no tengo idea de porque lo dijo, pero de ahí empezamos a jugar que ella era Hermione y yo Harry, con varitas construidas con bloques de ‘Lego’. 

Si miro sus ojos más profundo, me recuerdan al día del reencuentro: El sol quemaba mi cara y por eso yo salí apresurado de mi casa porque tenía cita con la doctora. Pero luego me encontré con mi mejor amiga de la primaria, la niña que me acompañó muchos momentos donde, mientras en mi escuela la pasaba bien, en mi casa la pasaba mal. No pude evitar quedarme a su lado, consolarla. Y cuando vi las cortadas, fue como sentir todas las veces que me he querido ir del mundo pero no me he atrevido. Fue como si yo mismo me las hubiera hecho. Fue el reencuentro de los sentimientos que estuvieron ocultos tanto tiempo.

Me dio un beso en la nariz, y yo también sentí como por primera vez, me ruborizaba. Sé que es una persona que muy difícilmente daría su confianza, su amistad, su amor, su lealtad, su fidelidad. Nunca sentí amar a alguien así en mi vida: Puedo amar mucho a mi mamá, a mi hermana, a mi abuela, a mis amigas, incluso a Lucie, pero a ella la amaba con un sentimiento puro, sentía que si algo le pasaba a ella también repercutía en mí, sentía que cada cortada era una más dentro de mi alma, como si cada vez que ella estuviera triste, yo lloro el doble; cada vez que ella está feliz, yo casi me desmayo del paro cardiaco que me da. 

Me da todo el calor que puedo pedir, me da toda la vida que pudiera desear. Con ella me siento en casa, aunque esté en medio desierto, en medio polo. Con ella pudiera bailar y cantar aunque no me guste hacerlo, solo porque ella me lo pide. Cada vez que la veo, es como si quisiera tocarla y besarla porque quiero que siempre sea mía. No la comparto porque quiero ser su dueño, para siempre.

Quiero ser el dueño de su corazón, para siempre.

Enferma e Inteligente / NovelaWhere stories live. Discover now