Capítulo 30

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~Relata _____________(tn).

-Te estoy diciendo la verdad.

-Mentirosa. 

-¡Ya Basta! –le grité. Después todo quedó en silencio, y hasta desperté a los grillos que hicieron que sonara menos –o más- vacío. Él, con los ojos abiertos como platos, recostó la cabeza en el pasto. –Fer… -Se quedó callado, con la mirada en las estrellas. -¿Fer?

-¿Sí?

-Perdón.

Volteó a verme con la cara inexpresiva. Cerré los ojos y sentí sus labios en mi frente, pero cuando los abrí, de nuevo tenía la vista en el cielo estrellado. Me acerqué y rosé mi dedo en su mejilla, pero no hubo ningún cambio.

-Pensaba en que sería muy triste cuando te perdiera.

-Ya lo das por hecho –me dijo.

-No, es solo que… a veces pienso que esto es demasiado bueno para ser verdad. –Hubo silencio. Tal vez herí sus sentimientos.- ¿Fer? –Elevó la barbilla para representar que me oía –¿Por qué no quisiste… seguir? –Me miró por primera vez en unos 5 minutos viendo al infinito y levantó una ceja en forma de duda. Aún no quería hablar, pero que me mirara fue un primer paso. –Ya sabes. No… no quiero especificar.

-No te entiendo… -Me acerqué la poca distancia que había entre nuestras narices y lo besé. Pasé mi mano temblorosa por su cintura hasta llegar a su espalda baja, pero no metí la mano en sus bóxers. –Basta __________(tn), para.

Me alejé avergonzada, guardé espacio entre él y yo. Probablemente me puse roja, pero esperé que no lo haya notado en la oscuridad. Con la contrapalma de su mano, acarició mi frente.

-Estás que ardes.

-¿Perdón? –Osea, ¿en qué sentido?...

-Oséa –Empezó a carcajearse. –Me refería a que estas hirviendo, tienes fiebre. 

¿Fiebre? No mames… No pude evitar soltarme riendo. Tenía que ser una broma.

-Fer, no cambies de tema. Dime… -Se queda callado. Cobarde. ¿Es acaso que no soy sexy, o no soy atractiva, o estoy gorda, o…? ¡Lo que sea! ¡Solo quiero que me diga la verdad!

-___________(tn)… -Pronuncia cada letra con un inmenso detalle. Por más que traté de evitar su mirada, sus ojos me encontraron a medio camino. –No creo que estés lista… O bueno, no creo que sea el momento, o… no sé como decírtelo, no quiero que sea aquí ni ahora. Creo que debemos esperar más. Ni siquiera somos... ya sabes, algo formal. ¿Está bien? No te enfades. Te quiero. –Me besó la mejilla y atrajo mi cara a su pecho, que impedía que hablara. Sonreí tímidamente. No podía renegar: lo que decía era cierto: Ni estaba lista, ni somos algo formal. Creo que hay que esperar.

Le mordí el hombro y se alteró.

-¡AY! –Quitó su brazo y yo me reí. 

-Te quiero. –Le di un beso rápido y tierno. Si no iba a ser mío siempre, por lo menos quería aprovechar el momento.

Enferma e Inteligente / NovelaWhere stories live. Discover now