Capítulo 55

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~Relata _____________(tn)

Abrí los ojos de golpe, esperando estar en la oficina del director –ya que no había enfermería-, o por lo menos, en mi casa reposando. 

Me tomó unos segundos enfocar y deshacerme de la vista borrosa para poder enfocar aquella figura enseguida de mí, que pudiera ser… él. Aparté su mano de la mía, pero levantó la mirada. Ví que estaba en el hospital, maldita sea.

-A la mierda –Dijo Javier, lo había asustado. Al ver que era él, volví a tomarlo de la mano: espero que no le haya importado. –Despertaste. 

-¿Cuánto llevo acá? –Exigí saber, no quería explicaciones. 

-Solo unas horas. –Solté un gemido, no quería volver a saber nada de nada. 

-¿Quién está afuera? –Volví a exigir. 

-Em… La subdirectora, creo que acaban de localizar a tus padres. –“Mierda”. –Y alguien más, no recuerdo quien.

-¿Está aquí Fernan… do? –Me costó pronunciar su nombre, empezó a dolerme la cabeza, y sentí náuseas. 

-Mierda, mierda –susurró Javier –Ten. –Sacó un balde especial y lo tomé rápidamente, vomitando todo lo que traía en el estómago. Su mano estaba apoyándome en la espalda. -¿Estás mareada? –Asentí, no podía pensar con claridad. –Llamaré a la enfermera y le diré que despertaste. 

-No, no –logré exclamar, antes de que llegara a la puerta -No la llames. Contesta… contesta mi pregunta. –Me llevé la mano a la frente para sostener mis pensamientos y me di cuenta de que estaba ardiendo en fiebre. –Mierda, ¡Qué me está pasando!

-¡Sh! –me interrumpió los quejidos –¡Hay más gente acá! –Solté el gemido de dolor y el rugido a regañadientes. 

-Contesta.

Javier regresó unos pasos hacia mi camilla, y no había notado que estaba en una. Ni siquiera había notado que me quitaron la blusa escolar, y me pusieron una bata. Por suerte, aún traía los pantalones puestos. Sus ojos, llenos de furia escondida –pero notoria-, me examinaron lentamente los rasgos de la cara. Mis mejillas ardieron más de lo que ya.

-Dime que pasó en realidad.

-Contesta primero mi pregunta. –repuse. 

-Dímelo y lo sabrás. 

-No necesito de tu ayuda. –Destapé la sábana y al darme vuelta para sentarme, noté que estaban un poco llenas de sangre. Sacudí la cabeza, me bajé en calcetines sin importarme que estuvieran mis zapatos enseguida. Javier corrió a mi encuentro, tapándome la entrada.

-¡______(tn)! ¡Me encargaron que no tuvieras mucho movimiento! 

-¡CONTESTA ENTONCES MI PREGUNTA! –Mi furia en la voz me recordó a la pelea de hace unas horas, y entonces se mojaron mis ojos. 

-… ¿_________(tn)? –Dijo Javier despacio, y puso sus manos en mi cintura, casi cargándome. No pude evitar llorar. –Shh, Sh… Todo estará bien… -Me consoló cuando me atrajo a su pecho; No podía parar de sollozar. –Todo está bien. Necesitas descanzar. –Tomó mis piernas y me puso de nuevo en la cama, donde agarré con fuerza a Javier para que se quedara conmigo por varias razones como que no quería que fuera por la enfermera, ni llamara a Fernando, que supe por su obvias reacciones que estaba allí fuera. Lloré hasta quedarme dormida por el mareo y más náuseas.

Enferma e Inteligente / NovelaWhere stories live. Discover now