CAPITULO 3: SLUT

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Un ruido proveniente de la cocina provocó que Abbi frunciera el ceño y levantará el rostro de las frías sabanas de la cama. Con cuidado se levantó y descendió las escaleras, se detuvo en el umbral de la habitacion observando a su padre teclear rápidamente a través del ordenador.

- ¿William? - Murmuró desconcertada.

- Cariño, veo que has despertado -  Sonrió pacíficamente - Pero aún no pareces estar preparada para ir al colegio.

- ¿Qué haces aqui? - Ignoró la observación del hombre.

- No sabía que debia tener una excusa para venir a casa.

- Sinceridad, padre - Expresó las palabras con disgusto - Matarías  por dormir en la calle antes de estar en esté lugar y tomar el riesgo de que Alexandra este cerca, estár aquí no es algo que quieras voluntariamente. 

- Una chica inteligente e indulgente - William suspiró - Necesitó un favor de ti y de tu madre.

- Te escuchó - Abbi mencionó con interes, William usualmente odiaba estar en el mismo aire que respirara la mujer - Aunque tal vez, Alexandra desaparezca en el momento que te escuche hablar.

- Necesito que seamos una familia - El hombre parecía disgustado - Es un asunto de negocios.

- ¿Qué estúpido negocio requiere de una idea aún más estupida?

- Eso no es lo importante, lo importante es que necesitó tu ayuda y Alexandra no se negará si aún quiere dinero en sus cuentas bancarias.

- Exacto, Alexandra te necesita, yo no - Abbi hizo un ademán desinteresado - No veo el benefició que pueda lograr en este asunto.

- Por favor - Hizo una mueca - El empresario de este asunto cree que una familia unida es la base de un buen negocio.

- ¿Hacemos negocios con aspirantes soñadores, ahora? 

- Es un hombre lo suficientemente influyente en lo que se refiere al Reino Unido - William se veia nervioso.

Usualmente le importaria una mierda los asuntos de la empresa de su familia pero ver al hombre desesperado causaba una exasperación en Abbi, él después de todo, era su padre. Su iluso e idiota padre.

- Bien, lo haré - Contestó después de un minuto.

- Gracias - La expresión de William podria asemejarse al alivió.

- Pero necesitó que encuentres a alguien que arreglé mi motocicleta - Me encogió de hombros y comenzó a caminar en dirección a las escaleras.

- ¿Qué le ha sucedido? - Replicó el hombre. Abbi lo ignoró mientras regresaba a su habitación. 

(…)

En la clase de Anatomía, Abbi escuchaba a Christopher hablar sobre el por qué era malo para la salud consumir demasiada comida en un solo momento del día, la chica creía que estaba relacionado con el hecho de que una de las compañeras del hombre lo llamara gordo. Hannah no tomaba está clase con ellos por lo que debia permanecer con el chico la primera hora del dia solitariamente, era ciertamente irritante.

- ¿Mala noche? - Christopher cuestionó después de un momento.

- Cállate -  Abbi murmuró.  El chico sonrió divertido mientras negaba con la cabeza.

Kendall hablaba a su costado con una de las chicas de su clase, a veces, Cristopher y ella imitaban los gestos que hacían o contaban cuantas veces se tocaban el cabello en el espació de un minuto. En esta ocasión, para Hagenn era evidente que la perra malvada hablaba sobre ella y pudo concluirlo por las miradas lanzadas en su dirección junto con las escandalosas risas que las precedian. 

- Silenció - Replicó la profesora. El ruido disminuyó - La clase anterior compartimos algunos datos curiosos acerca del cuerpo humano. Christopher - Lo llamó. El chico  levantó la mirada.

- ¿Sí?

- ¿Puedes decirme un dato del cuerpo humano?

- Uh - Dudo por un momento - Bueno, al momento de estornudar se sabe que todas las funciones de tu cuerpo se detienen durante un corto período de tiempo. Incluso el corazón deja de latir.

- Perfecto - La mujer pareció satisfecha - Kendall, ¿Cuántos huesos tiene el cuerpo humano?

- ¿Treinta? - Se mordió el labio dudosa. La clase rió.

- Necesita poner más atención en clase, señorita Barnes - La profesora la reprendió.

- Estupida - Abbi susurró.

- Vete a la mierda, Hagenn - Kendall contestó con rabia.

- ¿Ese es tu mejor insulto, Zorra?

- Señorita Hagenn - Abbi miró a la mujer mayor - ¿Le importaría contestar la pregunta anterior?

- Doscientos seis huesos - Ella contestó.

- Gracias.

- Idiota - Kendall susurró.

- Anorexica de mierda.

- Profesora Michael - La chica exclamó - Hagenn esta siendo despectiva y grosera en cuanto a mi persona.

- Señorita Hagenn - Ella frunció los labios - ¿Le molestaria salir de mi clase e ir a la oficina del director? Su conducta no es permitida en mi clase.

- Uh, bien, por que realmente estaba a punto de tirarme por la ventana - Tome mi mochila - Usted es una anciana aburrida.

- Malcriada - La mujer apretó los labios.

- Bruja - Replicó mientras salia del lugar.

Abbi miraba los extensos y solitarios pasillos de la institución mientras caminaba hacia la oficina del director. Se detuvo en seco al girar por la esquina y notar que Zayn Malik estaba sentado en una de las sillas junto a la puerta del mismo, frunció el ceño debatiendo el hecho de si deberia acercarse o largarse, Zayn comenzaría a parlotear cuando se aproximará.

Abbi podia verlo venir cuando decidió sentarse al lado del chico y éste le sonrió. El inició de un dia de mierda.

Yo te protegeré - Zayn Malik Donde viven las historias. Descúbrelo ahora