Donde un hombre empieza a recibir unas extrañas notas pegadas a la silla de la cafetería de siempre.
¡ATENCIÓN!
No es necesario haber leído "su hombre", que la puedes encontrar en mi perfil, para entender esta historia, ya que esta es paralela a esa...
-¿Pero cómo deja la nota así? -Exclamé levantándome del sofá.
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Ian y Katie se reían en el otro mientras bebían unas cervezas.
-Es una chica mala. -Dijo Katie con diversión y la miré.
-¿Cómo sabes que firma así las notas? -Le pregunté extrañado.
Ella miró a Ian y mi amigo señaló el tablón con los post-its pegados en la pared de la sala.
-Además, una vez nos enseñaste una. Cuando Katie dijo que iba a pasar las navidades solas porque es una chica solitaria. -Mi amigo la miró pero ella solo agachó la cabeza.
-Es verdad, en unas semanas es navidad. ¿Qué vas a hacer? -Pregunté sentándome de nuevo.
-Yo... Nada. Estar en mi casa con el pijama, leer un libro con música de fondo y... Ya. -Katie se encogió de hombros.
-No. -Sentencié.
-¿Cómo que no? -Se rió.
-Me niego a que pases la navidad sola. -Le dije y su rubor creció un poco.
-¿Y tus hermanos o tus padres? -Preguntó Ian despacio y con cuidado.
-Mis hermanos con sus parejas. -Tragó un nudo. -Mis padres... No lo sé. -Agachó la cabeza y reprimió llorar.
-Ven con nosotros. -Ofrecí. -La familia de Ian y la mía celebramos las navidades juntos, puedes unirte. -Le sonreí y una lágrima cayó de su ojo.
-¿Puedo? -Preguntó mirándonos y asentimos. -Gracias. -Se abalanzó sobre Ian abrazándolo y mi amigo suspiró pero se separó de ella.
Katie se levantó y, literalmente, se lanzó sobre mí haciendo el mismo proceso, lo que me llevó a abrazarla más fuerte y cerrar los ojos sintiéndome bien teniéndola entre mis brazos.
