Di vueltas en la cama intentando dormir pero no podía. Eran las 3 de la mañana y solo podía pensar en ellas.
¿Qué les pasaría?
De Katie no tenía ni idea porqué a penas nos hablaba y de la chica de las notas, tenía una ligera impresión pero no quería creer que fuera verdad.
Me senté en la cama y encendí la luz de la mesita de noche.
Pasé las manos por mi cara y pelo varias veces hasta que acabé apoyando los codos en mis muslos y resoplando con tantas teorías e hipótesis en mi cabeza que creía que me iba a estallar.
Me levanté de la cama y salí de la habitación para entrar al baño y refrescarme un poco las ideas con el agua del lavabo.
Cuando estuve un poco más calmado, pasé por la cocina a beber agua y, con el vaso en la mano, fui hasta la sala encendiendo la luz y mirando el tablón de la pared con todas las notas, incluida la de hoy.
Alguien que le había hecho daño hacía tres años había vuelto, y al parecer, le estaba haciendo daño de nuevo.
Ella usaba maquillaje, lo que me llevaba a pensar que era para cubrirse de ese daño.
Daño físico.
Puse el vaso en la mesa de la sala con un golpe que resonó en el silencio de la noche e hizo que el agua saliera un poco y mojara la mesa.
Alguien le estaba golpeando y teníamos que impedirlo, pero ¿cómo?
Tenía que hablar con Ian urgentemente.
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Su chica.
Short StoryDonde un hombre empieza a recibir unas extrañas notas pegadas a la silla de la cafetería de siempre. ¡ATENCIÓN! No es necesario haber leído "su hombre", que la puedes encontrar en mi perfil, para entender esta historia, ya que esta es paralela a esa...