MARIA CELESTE Y LOS ALEKSEEV. ( Serie Poliamorosa )

Capitulo 41. Disculpas. (C)

Celeste

Hoy iniciaba mi curso de idiomas y literatura, eran un grupo de cursos cortos que tenía que hacer para obtener mi titulatura; este era el primero de siete, pero podría cursar dos o tres por semestre si tenía el tiempo, en este se mezclaban varias facultades, pues era prácticamente un curso intensivo de inglés.

No conocía a nadie, pues prácticamente cada quien lo hacía cuando podían y la mayoría de mis compañeros ya lo habían hecho, pues yo el año pasado no estube tanto tiempo lleve mi embarazo y luego los primeros meses de mis nenas el tiempo se me hizo imposible.

En fin ya mis princesas no tomaban tanto ceno ya era solo dos veces al día, en la mañana y tarde.

Por esta razón tendría más tiempo para mí, pues la señora Lucia se encargaba de cuidar a Sacha y Milana.

Cuando entro no miro a nadie casi venía corriendo, pero al buscar mis apuntes mi lápiz resbala callendo al piso y cuando iba a recogerlo mi compañero que aún no he visto me lo pone en mi mesa.

Susurro un Gracias, con una sonrisa sin verlo, pero me es inevitable no verlo, cuando me contesta con esa voz y lo más importante acento ruso.

- Con gusto preciosa. - abrí mis ojos como nunca lo habia hecho.

No soporto mi inconformidad con su presencia y le digo fuerte.

-¿ Que haces aquí?- lo digo molesta y fuerte.

Mi profesor voltea a verme y termino regañada y sentenciada.

- Señorita Naranjo hay algo que le moleste de mi clase, compartalo con el grupo o a la próxima le pediré que se retire de mi clase.- me dice mi profesor y yo asiento y pido disculpas.

- lo siento profesor no volverá a pasar. - me siento en mi puesto y volteo a ver a Andrey quien sonríe con una risa ladída.

En los siguientes 90 minutos, pues teníamos doble clase, no volteo a verlo, pero me es imposible ya no hacerlo cuando siento como mi compañero empieza con su mano a tocar mis piernas, aunque tengo pantalones, no se cómo o en que momento el se pegó a mi pero está prácticamente pegado a mi lado, con la llema de sus dedos hace movimientos suaves.

De inmediato volteo a verlo pero la clase aun no acaba y ya estoy en la mira de mi profesor, no puedo decirle nada pero con mi mirada, se lo digo todo.

Respiro profundo y con mucho cuidado le tomo fuerte su mano para retirarla de mis piernas, pero el se aprovecha, y toma mi mano.

Con su otra mano empieza acariciarme, yo hago fuerza para soltarme pero el no lo hace,y sigue con sus caricias pero ahora con mis brazos.

Cómo no puedo soltarlo, bajito pero enojada le digo.

- Suéltame...- esté con su rostro muy risueño me niega con su cabeza.

Prácticamente me toca aguantarme hasta que por fin se acaba la clase y el profesor sale.

Rápidamente el salón se desocupa, pero este no me suelta todavía.

Me levanto aún, desido ahora sí enfrentarlo, pues no le huire, no le temo y tampoco le debo nada.

- Sueltame que haces aquí. - le digo molesta y rapando mi mano de su agarre.

- Hola preciosa, tiempo sin verte, cada día más hermosa. - me dice el con una sonrisa muy coqueta.

Pero en realidad me da rabia pues no se me olvida lo bastardo que fue conmigo, cuando los enfrente en su oficina.

-¿ Te hice una pregunta que haces en mi universidad, es que no tienes nada más importante que hacer ? - le pregunto molesta, tomo mis libros y acomodo en mi bolso, listo para irme.

- Quiero verte, hablar contigo, saber cómo estás mis hijas.- me contesta, este hombre sinicamente, mi ira crece y solo logro decirle.

(Niego)

- eres un cínico; imbesil.- le digo y salgo.

Pero no alcanzo a dar un paso cuando esté ya me a tomado de mi cintura y jalado a el...

No se cómo lo hace pero en segundos ya estoy pegada a la pared y el en mi frente sosteniendone fuertemente de la cintura.

- Este cínico, imbécil te a pensado mucho, no he podido sacarte de mi mente preciosa.- me dice y estampa sus labios contra los míos, no le respondo pero con la mano que me sostiene la cintura aprieta muy fuerte mi nalga y yo abrí mi boca por la impresión, y el introduce su lengua en mi.

Solo logro gemir pues este me sujeta fuertemente a el, sin dejarme escapatoria hasta que por fin pienso, y lo beso intensamente, veo una sonrisa de su parte, prácticamente le como su boca y cuando lo veo distraído aprovecho y le muerdo fuerte su labio inferior sacándole sangre.

Este; por la impresión me suelta y se queja, yo aprovecho lo empujó y salgo corriendo.

Voy a mi siguiente clase, gracias al cielo ya no está.

Voy a casa, hoy traje mi Audi pues estoy molesta con Fedyenka, ayer me lastimo mucho mi brazo y me duele, e incluso tengo un hematoma, Kael, no ha podido traerme o llevarme está en un proyecto en un risor y tiene demaciado trabajo, pues quiere terminar esto antes de viajar a Rusia por la boda de la señora Milenka mi suegra.

Gracias al cielo después de nacer mis nenas; ella y Kael se contentaron pues no se hablaban, ,pero ahora la que vivo esa situación soy yo pues hace un mes exactamente saque coraje y le confesé a mi madre que soy madre de dos nenas preciosas y que me sace, con un ruso sexy y guapo, pero mi madre se enojo mucho, pues ella deseaba que primero me graduará.

En fin no me hablan; ni ella ni mi hermano.

Pero cuando salgo mi sorpresa es grande pues veo a Fedyenka en su Ferrari esperándome afuera, pero soy orgullosa no pienso permitir que me maltrate o me trate como lo hizo, además el no es mi esposo.

Camino rápido y llegó a mi Audi el llega rápidamente a mi auto antes de arrancar pero tengo el vidrio arriba, lo toca.

Decido bajarlo, y con una falda sonrisa decido saludarlo.

- Hola Fedyenka que haces aquí.- le pregunto algo risueña, pero por dentro tengo mi enojo a mil.

- Hola pequeña sabor caramelo, déjame llevarte a casa por favor. - me dice el, algo carísbajo.

Miro sus bellos ojos tan verdes y hermosos, me encanta verlos.

- Gracias Fedyenka pero hoy traje mi auto, ya no deberías molestarle, en buscarme tu tienes cosas más importantes que hacer. - le contesto, pero Fedyenka niega y me contesta tocandome mi rostro para que lo vea.

- Pequeña, nada para mí es más importante que tú o mis hijas. - lo veo pues, no entiendo el amor tan fuerte de Fedyenka por mi nenas, su celo por mi, prácticamente parece ni esposo y el padre de mis nenas.

- pero mi auto Fedyenka, además estoy molesta contigo, me lastimaste mi brazo.- el me ve igualmente abre el auto para que yo salga, me dice.

- lo siento pequeña, no fue mi intención lastimarte, no se justifica mi comportamiento; dejame llevarte a un sitio como muestra de mi arrepentimiento y asi pedirte unas verdaderas disculpas.- me dice.

Yo asiento; aunque todavía estoy molesta, pero me encantan los paseos con Fedyenka siempre es mágico los sitios donde me invita.

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