MARIA CELESTE Y LOS ALEKSEEV. ( Serie Poliamorosa )

Capitulo 16. Lo resolveremos. (C.)

Celeste

Esperaba las semanas pues sabía que pronto llegarían los malditos rusos; aunque estaba como obsesionado con esto.

Ya tenía sobornada la niña de recepción, con una gama de dulces y postes que le llevaba casi a diario.

Estaba en clase de introducción a los generos literarios, cuando un mensaje de  la niña de la recepción del corporativo Alekseev.

— “ Nena los señores Alekseev están todos en la oficina principal.” — decía el mensaje de mi nueva amiga e informante.

Salgo rápido de clases inventando una excusa al profesor, corro por los pasillos y tomo un taxi al corporativo, ya cargaba las pruebas y los exámenes de sangre donde salían un gran positivo.

Llegó corriendo y mi amiga me guía y me ayuda a subir, la verdad no tenía claro que haría pero mi furia no pasaba, así de simplemente.

pero cuando llegó al último piso de este gran edificio la chica de afuera me impedía el paso, estaba a punto de empujarla y pasar, pero en realidad no sabía cual era la oficina, pues habían varias puertas.

—Déjame pasar, exijo ver a los hermanos Alekseev.—

— señorita lo siento están ocupados—

Ya tenía rato en esto, pero estaba cada vez más furiosa y alzaba mi voz.
Me imaginé que en cualquier momento me sacaría seguridad del edificio, pero me solprendo al escuchar un carraspeo  y volteo.

— Ejem, ejem.     Señorita Gutiérrez yo me encargo hagála pasar—  le dice el hombre de ojos azules penetrante a su se retaría, es alto y muy fornido, aún con su traje se le nota un físico increíble, pero mi ira era más que un simple coqueteo, mi.mirada era penetrante y furiosa.

Cuando entro lo hago segura de mi misma, con la berraquera al mil y la  arrechera al 500, carajo y soy santanderiana.

Se quedan callados, voy al.escritorio y saco las tres pruebas y el examen de sangre.

— Son unos malditos.— les digo; viéndolos a los ojos.

— Me drogaron y violaron y ni siquiera pudieron usar protección. —   el tipo de tatuajes viene y ve las pruebas y los exámenes...

— No te violamos, tu lo hiciste con gusto. Hasta te corriste muchas veces.— me dice el tipo grande que me abrió la puerta, Pero mi ira se pone grande, como se le ocurre decirme eso cuando fue claramente.

— Maldita sea, me drogaron....( Grito) Y ahora estoy embarazada.— ( Al terminar mis palabras las lágrimas me salen, pues estoy desesperado no se cómo haré esto.) —

—Y como sabremos que es nuestro, si eres una puta que se acuesta con cualquiera.—  el que lee los exámenes me dice puta y yo niego; tengo rabia.

— Son unos malditos como dices eso ....ERA VIRGEN  Idiota ..— les recuerdo.

— Basta.— grita el más grande, el mayor creo.

Veo como saca un fajo de dinero es bastante; dice.

— Todavía tienes tiempo; toma el dinero y hazte el aborto y asunto arreglado.— abro mis ojos  No podía creer lo que me dice este tipo.

— A- Asunto arre-gla-do— tartamudeo, esto me desestavilizas.

— jajaja.  Que esperabas, tonta, no tranquila ya caze un Alekseev y quien sabe de quién será ese hijo.— me dice el de los tatuajes; veo al chico lindo que no ha dicho nada, está petrificado y aún no ha participado para nada en esta conversación.

Reúno nuevamente mi valor, pues no soy una puta y estoy muy segura que es de uno de ellos, pues no he estado con mas nadie.

— Les puedo asegurar que es de uno de ustedes. Son unos malditos desgraciados rusos.— lo digo con altanería y mi rostro alzado.

Miro al hombre de ojos azules penetrantes, el más fornido, que me tiró el dinero.

— No voy a abortar, malditos desgraciados, rusos hijos de xxxx— el de los tatuajes me toma del cuello y me alza, me está axficiando, con mis manos lucho para que me libere, pues es grande y fornido, a mi cuerpo pequeño.

Saco la berraquera que nos caracteriza y mientras este hombre aprieta fuertemente mi cuello, logro darle un gran puntapié en su hombria, este me suelta de inmediato y no me dejó caer, al contrario de lo que el hace, yo aprovecho el desorden y salgo rápido, estos malditos rusos no me ayudarán nunca, estoy sola.

Salgo y tomo el ascensor pero este se demora pues es un edificio muy alto y de mucho servicio.

Llegó al lovi y me despido de mi nueva amiga, Mary y salgo cuando estoy llegando a la esquina del edificio, voy lloroza, la verdad no sé que hacer.

—Hey dulzura espera.— escucho.. me detengo en seco pero sigo, cuando el chico el ruso me tiene de un brazo, respira fuerte por la carrera.

— Espera dulzura, podemos hablar.— me dice el, Pero yo niego estoy asustada y rabiosa.

— Que quieres vienes a proponerme abortar también, me ofreces también dinero.— le digo furiosa, hago a irme pero el Lee mi pensamiento y justo cuando voy a dar el paso dice.

— ¡¡No...!! Yo quiero que nazca mi hijo dulzura.— me detengo, pues en realidad lo que necesito es un apoyo, un amigo o lo que sea, siento y me derrumbó.

Lo veo a sus ojos, y veo sinceridad.

— Ben podemos ir a otro lado y hablamos si.— me pregunta este hombre de manera dulce y yo acepto.

Me toma de mi mano, y me lleva a una heladería que hay como a dos cuadras, cuando estamos sentados, me dice que que sabor deseo y me trae un helado gigante, de café y chocolate.

Estoy con mi cara roja por las lágrimas, el me ve el rostro, pues decidió sentarse a mi lado y no en frente.

— Dulzura lamento lo de allá arriba.— se refiere a sus hermanos.

— Dulzura como te llamas, eres hermosa.— me dice este bello hombre.

— María Celeste Naranjo.— le contesté.

— Bonito nombre celeste.— me dice, el chico.

— Soy Kael Alekseev. Un gusto conocerte dulzura.— este toma mi mano y le da un beso a mi dorso.

— Kael, que hago, estoy asustada. — le digo. Pues en realidad sentí, la empatía y confianza de decirle esto.

El respira profundo, me ve sonríe, toma mis manos y al final me dice.

— Dulzura tranquila, lo resolveremos, no te prometo matrimonio pero este bebé lo tendremos y criaremos; seremos los mejores padres; ok.— me dice el y yo solo asiento, pues mi cara está roja y con lágrimas.

Luego de eso el me hace preguntas al azar, sobre mi edad y donde vivo, le cuento, que estudio y un sin fin de información, luego el me da la suya y intercambiamos números de teléfono, pues el desea que balla a un doctor obstetra y me revise.

Yo asiento confiada, el me dice que lo espere en la heladería, que va por su auto para llevarme a casa, lo hago.

Luego de 15 minutos llega un Audi Azul muy bonito, y con una hermosa sonrisa.

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