12. Inquebrantable.

597K 16.4K 3.3K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Liam llegó temprano como prometió. Sentíamos una urgente necesidad de no separarnos, queríamos permanecer tocándonos o besándonos todo el tiempo. Fuimos por mi auto y lo llevamos a casa como habíamos prometido a mi madre. Después caminamos a paso tranquilo por «nuestra playa». Así comenzamos a llamarla a partir de entonces. Era poco visitada y no existía prácticamente ninguna construcción a su alrededor. Estaba escondida por la arena, así que debíamos acercarnos al límite de una montaña para acceder a ella y ver el tronar de las olas. Una de las razones por las que nos gustaba ese lugar; nadie podía vernos, éramos solo él y yo. Por otro lado, en ese sitio todo había comenzado, y por lo mismo lo sentíamos nuestro.

Después de un rato sacó una frazada del auto y la tendió sobre la superficie. Me atrajo riendo contra su cuerpo recostándonos.

—Te amo tanto, Kya —susurró pegado a mi oído. Sonreí al escuchar su tono medio ronco.

—Y yo a ti, más que a nada, Liam —Me recargué sobre su pecho para poder verlo. Me estudió entornando los ojos.

—¿Por qué sospecho que algo ronda en tu cabeza? —A veces no era tan genial que me conociera por completo. Me mordí el labio girando hacia el mar, tomó mi barbilla y me devoró de inmediato—. ¿Me lo dirás? —preguntó arrugando la frente.

—Mamá habló hoy conmigo —enarcó una de sus rubias cejas expectante—. ¿Recuerdas el día que vino mi padre? —asintió con los ojos, no me seguía.

—¿Qué pasa, Kya? —resoplé torciendo la boca.

—Dicen que lo nuestro es... demasiado fuerte —seguía mirándome sin entender, resoplé—. Mi padre se fue preocupado, cree que lo nuestro rebasa lo normal. Mamá cree que no sabemos manejarlo, ¿eso... es malo?, digo, no sé, estos días fueron horribles, pero qué, ¿acaso ellos no reaccionarían así ante una situación como esa? Enamorarse es así ¿no?, bueno, lo cierto es que no tengo nada con qué compararlo... ¿Crees que es como para que mis padres se preocupen? ¿Piensas que tienen razón? —deseé saber desconcertada. Se sentó frente a mí con las piernas cruzadas, hice lo mismo. Reflexionó sobre lo que dije.

—Tampoco tengo nada con qué compararlo, Kya. Tú eres la primera persona de la cual me he enamorado. Supongo que en parte tienen razón, por lo menos no veo a ninguno de mis amigos sentir algo como lo que siento, incluso les parece absurdo pensar en una relación tan seria y formal a nuestra edad. Lo cierto es que es así; te amo, me amas, esto no es algo de secundaria. Sé, siento que trascenderá —pasó una mano por mi cuello y me acercó a su rostro, cerré los ojos al sentir su aliento tan cerca, me encantaba—. Y tú, ¿qué piensas?...

—No sé, creo que a veces... tengo miedo... —confesé. Apenas me salieron las palabras debido a su cercanía. En ese momento su expresión cambió. Cerró fuertemente los ojos y cuando los abrió parecía culpable.

—Kyana, no sé explicar lo que sucedió estos días, ni yo mismo lo entiendo. Pasé horas sentado frente al mar pensando en ti. Me sentía tan... vacío, tan solo. Cuando noté que ambos la pasábamos igual, imaginé que era porque no sabíamos estar el uno sin el otro, lógico, por lo que sentimos. De verdad no sé qué sucede, qué me pasa contigo, probablemente no lo sepamos manejar como dice Irina. ¿Quién podría?, es fuerte, abrumador, pero... definitivamente es y eso no va a cambiar. La certeza está en tus ojos cuando te miro y en lo que siento cuando te toco, en lo que tus palabras logran en mí —acarició mi mejilla intentado buscar las frases adecuadas—. Eres lo más especial que hay en mi vida, lo único por lo que me levanto cada mañana, sin ti me falta el aire... es como si no funcionara nada... Y sí, tienen razón, somos muy jóvenes y aunque ese es nuestro punto en contra, no me importa, nada me importa... Solo tú, y eso no tiene nada de malo. Así que te suplico no tengas miedo, no hay razón, los dos sentimos lo mismo, extraño o no, así es, estaremos juntos, no hay manera de que las cosas sean de otra forma —acerqué mis dedos a su frente e hice a un lado uno de sus cabellos para tocar su piel, definitivamente él era la razón de mi existencia, y sin Liam la vida no sería jamás la misma.

Muy profundo © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora