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Capítulo dedicado a afrodi74
Gracias por todo el apoyo y el mensajito todo hermoso, dulzura. *le envía un beso* ❤❤

•••

—No puedes hablar en serio, Adelin —Engel quiso levantarse de la cama, pero Tiago lo hizo detenerse con tan solo levantar la mano.

Estos dos se miraron detenidamente por varios segundos.

Apreté los labios y me ordené no cambiar de tema. Estaban pasando tantas cosas que yo no comprendía, pero por más curiosidad y teorías que tuviera, debía abordar cada punto por separado. Porque si me ponía a exigirles una explicación de cómo parecían acoplarse el uno al otro y de la conversación que hace poco escuché, lo más probable era que no hubiese un desenlace y me quedara con las mismas dudas.

—Empieza contando por qué razón mataste a tu madre y no vuelvas a repetir que era ella o yo.

—Ella... —desvió la mirada— ella quería; me dijo que lo hiciera.

No pude aguantar y solté una risa.

—¿Es en serio? —cuestioné, poniéndome seria—. ¿Ahora sigues los consejos de Tiago o qué?

Engel arrugó el entrecejo en confusión.

—La otra vez te dije que ella mencionó que esa gente era peligrosa, al principio no lo entendí, pero con lo que pasó hace un rato creo que he llegado a una conclusión.

Asentí.

»Antes de ir a la casita ella me ordenó que si me ponían a elegir entre otra persona y ella, que no lo pensara y le quitara la vida. Obviamente me negué, ¿cómo iba a matar a mi madre? Pero me dijo que algo malo iba a pasar en ese lugar, que si yo mataba a la otra persona y no a ella todos íbamos a morir. Me hizo jurar que no dejaría que mis hermanos murieran. Matarla a ella era la única forma de poder salir de allí.

—¿Qué más?

—Supongo que es como un juego, dos rivales; los fieles devotos a la religión de Serfol y los ascendentes.

—¿Entonces en qué momento entro yo? Lo que dices no tiene sentido, Engel —le dije, poniéndome más cómoda en el sillón.

—Concuerdo contigo —me secundó Tiago—. Pero Carla dijo que los ascendentes son personas que están de tu lado, el pastor andaba tramando algo en tu contra y ellos actuaron para ayudarte. Lo que deja claro que dos personas te envían cartas, como ya antes lo había dicho —Rodó los ojos—, los fieles de Serfol quieren joderte y los ascendentes te resguardan.

—Carla dijo que yo tenía respuestas, supongo que sabía lo que mi madre me había dicho —siguió Engel—, o quizás mi mamá sí te ayudaba.

Tiago frunció el ceño, luego miró a Engel.

—No. Carla se dio cuenta que sabías algo cuando mataste a tu madre. Haber arrebatado su vida perdonó la tuya. En este caso, la idea de que todo esto literalmente es un juego, no suena tan ilógica.

—Tiago...

Al mencionar aquello, una pregunta llegó a mi mente. Pero él pareció saber lo que iba a decir, porque de inmediato se apresuró a responder. 

—Cuando te dije que si me matabas le ibas a dar puntos, lo hice porque ya había deducido esto. Si te fijas en los acontecimientos, parecen ser fieles a seguir las reglas, Engel se ganó la vida y ella intentó proteger ese premio.

Después de pensarlo un momento, parecía que las cosas eran así. Me había pasado todo este tiempo diciendo que lo que me pasaba era un juego enfermizo, pero hasta ahora, nada de aquello parecía tener sentido.

El misterio que me persigue ©Where stories live. Discover now