Bueno, esta nota es para advertirles que el capítulo está lleno de diálogos y de que es una conversación bastante larga de Dustin y Raquel donde en algunos momentos se tratan temas delicados para algunas personas. Como acoso y abuso sexual, manipulación, bullying, cáncer y violencia doméstica.
Diría que si eres sensible no lo leas, pero son detalles relevantes que justifican algunas conductas de los personajes y los temas solo se sugieren suavemente. Así que prepárense mentalmente para esos detalles.
—¿Qué haces? —pregunté señalándole con el control remoto de la televisión.
Dustin estaba acostado de espaldas en mi cama con total naturalidad, como si el lugar fuera su habitación y no la de un desconocido. Tenía un pie sobre el otro y los balanceaba constantemente, sus brazos estaban elevados sobre su rostro sosteniendo su teléfono móvil y entre tanto sonreía y reía mientras respondía mensajes, o al menos eso creía yo.
—Hablo con Zack —respondió sin siquiera mirarme, como si sonreír de esa manera fuera algo completamente común cuando hablabas con tus amigos.
Le eché una mirada cómplice que muy probablemente él no notó.
—¿Cuál es la cosa entre tú y él? —curioseé tomando palomitas del tazón y volviendo a señalarle con el control. Dustin me observó con incredulidad.
—No hay una "cosa" entre nosotros. Solo somos amigos. No pienses cosas desagradables —declaró volviendo a echarse de espaldas a la cama.
Exhalé un jum sin poder creérmelo del todo.
—Nunca pensé en nada desagradable. Solo te pregunté cuál era la "cosa", si tu quisiste pensar que por "cosa" me refería a algo romántico o algo sexual, es porque ya algo te habrás imaginado o algo te habrás planteado para reaccionar de esa manera...
—¿Podemos cambiar el tema? No quiero pensar en cosas por el estilo con Zack. Estoy bien solo teniéndole como amigo, ¿sabes? No tengo muchos. No todo en esta vida consiste en el amor romántico.
—Que eso no te detenga de experimentar lo que sientes... —solté con la intención de que considerara lo que yo estaba diciendo, ya que cuando le veía hablar con el rubio lo notaba estúpidamente feliz, de esa forma que solo te hace esa persona. Pero a Dustin pareció molestarle que siguiera tocando el tema y me lanzó una almohada—... Está bien, está bien. ¿Entonces cuál es la "cosa" con el cretino de Dominik?
Esta vez tensó la mandíbula.
—No hay una "cosa". Ni siquiera somos amigos —contestó encogiéndose de hombros—. Este interrogatorio se está haciendo aburrido para mí, ¿qué tal si dejas de preguntarme cosas? o ¿qué tal si te pregunto yo a ti?
—Adelante —accedí dándole una bocanada a las palomitas y apagando la televisión—. ¿Y bien? ¿Qué quieres preguntar?
Dustin se quedó atónito, quizá porque no esperaba mi respuesta. Después de todo yo nunca había sido muy amable con él, ni le había demostrado mucho entusiasmo por responder cuando me preguntaba algo. Era bastante probable que no quisiera responderle en este momento tampoco, pero en ese instante veía como un trato justo que si yo quería respuestas, también tenía que darle mis respuestas a él.
—Bien —articuló acomodándose en mi cama boca abajo y apoyándose en sus codos—. Entonces empezaré con algo simple para que no te des la vuelta y me digas "qué te importa, idiota" —pronunció engrosando la voz, como si mi voz fuera mucho más gruesa que la de él. Enarqué una ceja pero no dije nada—. ¿Cómo le hiciste para hablar con Jennifer de nuevo? He visto que últimamente siempre están juntas.
—Que te... —inicié a la defensiva, pero antes de completar la frase me detuve. Dustin se echó a reír porque era evidente cuál iba a ser mi respuesta—... Intenté imitar las buenas actitudes de Billy.
—"Intenté imitar" —remedó mirándome con una expresión de burla—. Suena a que los estás analizando... Además eso no me dice nada, ¿qué tiene que ver Billy en esto? ¿A qué te refieres con "sus buenas actitudes"?
Suspiré.
—Bueno, Billy es una buena persona dentro de lo que cabe. No se puede esperar mucho de adolescentes orgullosos, egocéntricos, que tienen suficiente dinero como para no trabajar el resto de su vida y aún así vivir cómodamente —parloteé y mis palabras aparentemente confundieron mucho más a Dustin—. Nunca esperé que para una persona como él lo más importante fuera la amistad. A pesar de su orgullo y sus prejuicios, Billy hizo todo a un lado para hablarme con naturalidad aún cuando yo le gustaba y no correspondía a sus sentimientos. Prefirió preservar nuestra amistad. Entonces me dije a mí misma que Jennifer me necesitaba y que si yo realmente la amaba me iba a quedar a su lado aún si ella no correspondía mis sentimientos.
Dustin no dijo nada, se quedó en silencio observándome como si comprendiera la situación.
—¿Y tú qué, niño bonito? —cuestioné volviendo a comer palomitas—. Eso quiere decir que ahora sería mi turno de preguntar.
Él asintió.
—No entiendo la situación pero me gustaría saber qué piensas de Zack y Dominik —pregunté echándome de espaldas en el sofá donde estaba sentada—. Ahora sí responde con completa sinceridad. ¿Qué piensas de esos dos?
—Eso serían dos preguntas porque son dos personas —contestó frunciendo el ceño.
—Bueno, da igual. Cuando respondas vas a poder seguir preguntándome todo lo que quieras.
El castaño rodó los ojos. Giró en la cama y nuevamente se acostó boca arriba mirando hacia el techo. Él no me miraba, pero podía decir perfectamente que en ese instante tenía un semblante pensativo y estaba seriamente preguntándose qué era lo que pensaba acerca de ellos. Quizá la pregunta ni siquiera había pasado por su cabeza hasta que yo se la pregunté. Quizá él ni siquiera se había planteado o se había hecho una impresión de Zack y de Dominik y en ese momento se encontraba muy ocupado creándola.
—Pues... —dijo pero su voz se volvió un hilo cada vez más delgado—... Me gusta Zack —inició y yo iba a interrumpirlo, sin embargo, vio venir mi reacción y me interrumpió antes de que hablara—. Gustar es sinónimo de "me agrada", ¿sabes?
—Comprensible —admití observando al techo igual que él.
—Me gusta Zack y me gusta estar con él. Me agradan nuestras conversaciones y de algún modo siempre me hace reír porque... No sé si lo conozcas o hayas hablado con él lo suficiente para saberlo, pero Zack es muy estúpido y bromista. No le digas que estoy diciendo todas estas cursilerías sobre él porque eso lo haría más feliz de lo que yo podría soportar —se rió—. Todo lo que sale de su boca es un mal chiste. Y se siente bien estar con él...
—Pero te gusta Dominik —le interrumpí ya que veía que se avecinaba el amigo más temido. Un "pero".
—Yo... No estoy seguro —vaciló—. Tampoco estoy seguro de si Zack me gusta de esa manera... Pero hay algo en Dominik que me hace querer estar cerca de él, algo que me hace querer... No sé, suena ridículo, lo sé. Pero quiero... Protegerlo. Hay algo en él que me hace querer saber más de él.
—Tu fijación por los idiotas —respondí observándolo con una ceja alzada y el pareció sentir mi mirada porque se giró a mirarme.
—Lo triste de eso es que no puedo negarlo —confesó echándose nuevamente de espaldas.
—¿Alguna vez me vas a decir qué fue lo que sucedió con Sebastián?
—Esa es otra pregunta y ahora es mi turno de preguntar, mi estimada Raquel —declaró sentándose con las piernas cruzadas sobre la cama—. ¿Cómo te enteraste?
Junté las cejas sin entender muy bien a qué se refería.
—¿Enterarme de qué?
—De que te gustaban las chicas también —interrogó tomándome por sorpresa.
—No es cuestión de género, Dustin.
—Lo sé, lo sé. Pero entiendes mi punto. Solo responde la pregunta... Tipo, ¿cómo fue la primera vez que te gustó una chica? O algo por el estilo. Nunca he estado interesado en una mujer.
—Ni lo vas a estar —comenté echándole una mirada, pero luego me retracté—. O puede que sí, no se sabe. Él mundo es impredecible.
—Si te gustan chicas y chicos podemos probar —sugirió en tono burlón y yo le lancé una almohada en respuesta.
—Ni siquiera lo pienses. Sinceramente nunca me ha gustado un chico —exhalé encogiéndome de hombros—. Nunca quise etiquetarme o encasillarme diciendo que era lesbiana porque solo me habían gustado mujeres y nunca había tenido sentimientos románticos hacia un hombre. Tampoco quise denominarme bisexual porque sentía atracción sexual y física hacia chicos y chicas por igual. Simplemente dejé que fluyera y que mi corazón eligiera por mí, mediado por el cerebro porque no siempre te puedes dejar llevar por un solo órgano. Aunque siempre me ha parecido curioso que el corazón siga trabajando aún cuando una persona tiene "muerte cerebral". Pero son cosas que no sé.
Dustin sonrió.
—Tienes razón, pero nunca respondiste a mi pregunta... ¿Y entonces? —inquirió sin estar del todo satisfecho con mi respuesta.
Rodé los ojos.
—La primera vez que me gustó una chica tenía doce años. Era mi mejor amiga, pero yo quería hacer con ella lo que los "novios hacían". Intenté besarla, pero al parecer eso "le dio asco". "Que una chica besara a otra chica no era normal". Me dijo que no se lo diría a nadie porque yo era su mejor amiga y me apreciaba aún si yo no era "normal"... "Por que no puedes culpar a los mendigos por no tener dinero ni al ganado por la enfermedad de la vaca".
—¿Seguiste siendo su amiga? —curioseó cruzándose de brazos e inclinándose hacia adelante.
—Le pedí a mi padre que me cambiara de escuela cuando ella se lo dijo a todos.
Dustin bajó la cabeza y yo sonreí.
—No es la gran cosa. Ha pasado el tiempo suficiente como para que ahora las opiniones ajenas me importen una mierda. Y como para que la gente se lo piense dos veces antes de decirme o hacerme algo... Pero volviendo a lo nuestro. ¿Te das cuenta de que hiciste tres preguntas?
—No, la verdad. Aunque tu acabas de hacerme una así que tienes dos.
—Muy astuto —admití cruzándome de brazos. Él soltó una risita y se acomodó nuevamente para escuchar mi pregunta, yo sabía que era algo de lo que no le gustaba hablar, pero aun así quería saber porqué—. ¿Qué pasó entre tú y Sebastián?
Inhaló sonoramente y luego exhaló.
—El momento ha llegado —declaró a manera de burla—. Pues... Esa es una larga historia. Pero en resumen me dejé engañar por un hetero curioso que quería probar cómo se sentía con un hombre, ¿sabes? Sebastián siempre fue un imbécil y yo muy ingenuo e idiota como para creer que él y yo teníamos algo. La típica historia del que constantemente repite "que dejará a su novia por ti". Tú sabes que no es así, pero quieres convencerte de que tienen algo y realmente va a hacerlo. Aunque muy en el fondo de ti sabes que no es cierto.
—¿Entonces realmente tuvieron "algo"?
—Él no lo llamaría así si le preguntaras —rió—. Pero definitivamente lo hicimos más de una vez, en más de una postura. Rotando en roles, si sabes a lo que me refiero. Incluso me envió imágenes y videos de su miembro que no pedí, no quería, ni necesitaba, aunque en ese momento era muy idiota como para decir que no.
—¿Te trató bien al menos? —pregunté ya bastante enojada porque sabía lo que el imbécil de Sebastián había hecho.
—Me "trató bien" mientras éramos amigos, claro está. Por algo fui su amigo y por una razón me gustaba... Pero si a lo que te refieres es que si hizo todas las preparaciones necesarias para lo que conlleva tener relaciones sexuales —manifestó echándose hacía adelante y observando sus manos para no mirarme—. No, no lo hizo. Hizo de la primera vez un infierno mucho más grande de lo que me imaginaba, sobre todo porque él nunca lo había hecho "por ese lado" —continuó y apoyó su espalda a la pared. Estaba mirando al techo y su voz sonaba temblorosa en algunos puntos—. Aunque después mejoró. Diría que las primeras tres veces no fueron nada satisfactorias para mí, pero luego mejoró, mejoró lo suficiente como para que yo pensara que solo había sido porque eran las primeras veces. Nunca consideré que podría haber sido culpa de la desinformación de Sebastián. Al final yo siempre hice mucho más por él que lo que hizo él por mí. Me di cuenta cuando yo se lo hice a él.
Suspiró y se frotó el rostro con las manos.
—Luego terminó con su novia y consiguió otra, en ese momento todo cobró bastante sentido y en ese momento fue que tomé el valor para decir que no —confesó exhalando el aire de sus pulmones. Luego me observó—. Es extraño porque nunca en mi vida había hablado de esto con nadie porque nunca creí que valiera la pena mencionarlo y tampoco pensé que alguien quisiera escucharlo.
—Si alguna vez necesitas hablar acerca de...
—Ya te lo he dicho todo. Gracias por escuchar.
Asentí aunque no estaba del todo de acuerdo con él. Dustin no quería hablar más sobre eso y yo no podía obligarlo.
—Gracias a ti por decirme.
Después de eso, Dustin se levantó de mi cama y se dirigió hasta el sofá para sentarse junto a mí. Se sentó a una esquina, se recostó en el apoya brazos para observarme directamente, sacó una manotada de palomitas de mi tazón y luego habló.
—Pero bueno, suficiente de mí. Ahora hablemos de ti. Creí que te llevabas mal con tu padre, no pensé que él supiera que te gustaban las chicas.
—Oh, bueno. Nuestra relación es complicada.
—Ya no vamos a hacer nada del proyecto hoy así que tengo de aquí hasta que llegue tu padre para escuchar.
Quería negarme a hablar sobre ello, pero sentía que si no lo hacía iba a estar en deuda con él porque Dustin me había contado cosas a mí que no le había dicho a nadie. Se sentía en un lugar seguro donde podía hablar y me había demostrado que confiaba lo suficiente en mí como para hacerlo. Así que igual que antes, sentí que lo oportuno era pagarle con la misma moneda.
—En algún momento fuimos cuatro, evidentemente. Dos niños no salen de la nada. Supongo que en algún momento mi madre y mi padre se amaron, supongo que en algún momento él fue un buen hombre también. Ahora no es un mal hombre tampoco, es solo que mi hermano no lo ha perdonado y probablemente no lo hará nunca. A él le enoja mucho que nuestro padre pretenda "redimirse de sus pecados" haciendo lo que hace mejor. Ayudando a la gente: sanando enfermos y curando heridos porque ese es su trabajo. Ser un médico.
»Siempre ha intentado enseñarme tanto como puede porque opina que todos deberíamos saber un poco de medicina. Pero bueno, mi hermano aún no le ha perdonado. Mi madre era una mujer muy saludable, no la recuerdo mucho, pero era bastante animada, activa y cuidaba muy bien de mí y de mi hermano. Siempre hay ventajas de ser el menor porque tus padres ya han experimentado lo que es tener un hijo. No fue mi caso.
Mi padre, al ser médico conoces muchos expertos en distintos campos dentro del hospital que trabajas. Por desgracia un día escuchó un pequeño comentario y desde entonces se obsesionó con la idea de que yo no era su hija. Le demandó a mi madre el permiso para hacernos una prueba de ADN, sin embargo, para mamá, la sola mención de la idea le causaba bastante ira. Mi hermano y yo tuvimos que soportar más peleas de las que debíamos a nuestra edad. Ambos eran bastante violentos.
Luego mi madre fue diagnosticada con cáncer y eventualmente murió. Era bastante joven, pero quizá los golpes, los gritos y estar constantemente enojada y siendo amenazada no era bueno para su salud, así que no soportó demasiado. Mi padre se sintió responsable de su muerte ya que él no pudo ayudarla a pesar de que era uno de los mejores en el campo y, a partir de ese momento mi hermano y yo nos quedamos absolutamente solos con él. O como nos gustaba llamarlo en ese entonces: "el monstruo", porque solo aparecía en las noches.
Todo fue bastante bien después de eso. Sorprendentemente. O al menos tan bien como puede irle a dos huérfanos de madre a una edad muy temprana, con un padre que nunca estaba en casa. Y aún cuando estaba no había mucha diferencia. Después crecimos y mi hermano se transformó en un ebrio. Las peleas volvieron. Esta vez el único que discutía era mi hermano. Estando ebrio siempre hizo desastres, pero mi padre nunca volvió a levantar la voz después de que mi madre murió. Ni siquiera a mi hermano.
Nunca nos golpeó a nosotros tampoco. Excepto esa vez que le conté que casi había besado a aquella chica. Fue lo primera vez en toda la vida que me golpeó. Y entonces llegué a pensar que lo que había hecho estaba realmente mal aunque no fuera así. Mi padre se disculpó, pero el daño ya estaba hecho «
—Somos una familia que podría ser imposible de reparar. Amo a mi hermano y no odio a mi padre. Pero aún así hay veces que no los puedo soportar. Entre ellos está claro que cruzaron la línea hace mucho tiempo. Mi hermano probablemente muera odiando a mi padre y mi padre probablemente muera siendo odiado. ¿Algo más que quieras saber?