Mis Malditos Vecinos

By amandytaaa

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Los hermanos DiSalvo llegaron a mi vida como llegan las cosas que van a durar para siempre: sin manuales, ni... More

PRÓLOGO
•Capítulo 1•
•Capítulo 2•
•Capítulo 3•《Parte 1》
•Capítulo 3•《Parte 2》
•Capítulo 4•
•Capítulo 5•
•Capítulo 6•
•Capítulo 7•
•Capítulo 8•
•Capítulo 9•
•Capítulo 10•
•Capítulo 12•
•Capítulo 13•
•Capítulo 14•
•Capítulo 15•
•Capítulo 16•
•Capítulo 17•
•Capítulo 18•
•Capítulo 19•
°Capítulo 20°
•Capítulo 21•
•Capítulo 22•
•Capítulo 23•
°Capítulo 24°

•Capítulo 11•

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By amandytaaa




"Tal vez el amor de tu vida es un alíen y está esperando a que lo robes del Área 51"

Cuando el suspiro escapa de mis labios, no pasa mucho para que se torne blanquecino como si hubiese estado fumando cigarillos.

La tarde está cayendo y desde el ventanal de mi cuarto aprecio como, poco a poco, las nubes rojizas ocultan los restos soleados, dejando a su paso grumos irregulares de hielo.

Octubre está en sus días finales y a pesar de ese simple hecho el clima es una basura.

No estaba en los pronósticos la llegada de un frente frío, pero según se ve la cosa, su visita se ha hecho más que oficial.

-––Otra vez mirando fijamente por la ventana,––lo dulce en su voz me hace volcar el rostro y deshacerme del ovillo que había formado con mi cuerpo.––empiezo a creer que el estampado de florecitas de las cortinas está colaborando a que planees un buen crimen premeditado.––sonrío confundida, mostrándole mi intacta línea de dientes.–– Abejita, ¿está todo bien?––-inquiere, el colchón hundiéndose por el peso de ambos.––Si tienes algún problema lo puedes hablar conmigo, lo sabes, ¿no?

-––Si, lo sé, sólo...

No me deja terminar de hablar en el momento que toma uno de los mechones que ha escapado del lado izquierdo de mi mal llamada coleta, lo pasa cuidadosamente por detrás de la oreja, y acariciándome un poco dice:-––Puede que no te ayude cariño, pero me encanta el chisme.

––¡Papá!

No sé ni siquiera por qué me sorprendo.

Él, más sarcástico y no nace.

Su risa estruendosa se cuela por las aberturas de mis oídos, y aun cuando termina de deshacerse de ella, escupiéndola como si fuesen espasmos, se me hace perceptible. Él silencio que se había formando en las cuatro paredes de mi territorio ha desaparecido y en su lugar unas enormes JA, JA, JA brotan por encima de mi cabeza.

Pero, en parte (en una pequeña, como la cuña de cake que me dieron en el último cumpleaños al que fui), sé que lo que dice no es mentira.

Apuesto a que cuando estaba en la Universidad, su asignatura favorita y en la que sacaba sobresalientes como caramelo, era el chisme.

Aunque no puedo juzgar, después de todo, un chisme al año, no hace daño.

-––Vamos abejita, si pareces una de esas personas que regresa a casa luego de participar en Supervivencia Al Desnudo, no podrías verte peor ni revolcándote en estiércol de caballo.––un pequeño empellón en el brazo me trae de regreso a la realidad.--Pero no te preocupes, papi te levantará el ánimo,–– asegura, inclinando la comisura de su boca en una sonrisa retraída, ganándose a su vez el arqueo de mis cejas oscuras y delineadas.––quítate ese pijama de conejitos y baja, te llevaré a un lindo lugar a cenar.

¿Es producto de mi delirante imaginación o el hombre sentado justo a mí dijo que me iba a llegar a comer?

Me le quedo viendo como si le hubiese salido otra cabeza.––¿Hablas enserio?

––¿Por qué tan desconfiada, Emmyta?

––Bueno,––encojo los hombros, la rigidez formándose en la piel de mis brazos.––quizás porque la última vez que pasó eso fue hace como doce años,––le recuerdo, sin dudas ese día fue el peor de mi vida, ya que las cosas no terminaron de la mejor manera.––y nunca olvidaré como terminé en emergencias siendo cargada por un enfermero de setenta años que casi me tira sobre cualquiera superficie plana, ese hombre tenía menor coordinación que un burro bailando twerking.––escupo sintiendo un vomitivo desagrado subirme hasta la garganta.––Mi cara se hinchó como uno de esos peces globos y mamá...mamá sollozó por horas, No la había visto así desde el día que prohibieron la venta de servilletas de triple hoja en el supermercado, aunque bueno, tú como era de esperar no te quedaste atrás...fuiste la cereza del pastel cuando le preguntaste a la enfermera que me colocaba la intravenosa a que hora iban a dar la merienda.––suspiro.––¿Te acuerdas de la enorme aguja arrastrándome la vena?

-––Pero, hija,––sus grandes y callosas manos tantean su cara hasta llegar a la frente, una vez ahí la soba soltando un soplo lento y pausado.––¿cómo se suponía que iba yo a saber qué eras alérgica al cacahuate?

-––Claro, es cierto, tienes toda la razón, ¿por qué mi padre iba a saber qué soy alérgica al cacahuete?––el tonito sarcástico desbaratándose dentro de mi boca como una pequeña porción de helado. ––Al menos tengo suerte, nunca me dejaste sola en el centro comercial, oh, espera...––hago una pausa y rasco mi barbilla aparentando pensar.––si lo hiciste.-––-mis redondos ojos lo fulminan.

El tacto despreocupado de sus dedos recorre mi antebrazo.––Di todo lo que quieras Emmy, pero tu mamá no va a llegar hasta tarde, así que paso de una cena con huevos fritos quemados y agua hervida con azúcar.––lo veo poniéndose de pie, el contacto de sus zapatos grises de vestir con las tablas del suelo resuenan junto con él; con el pomo de la puerta entre los dedos, encoje sus ojos sobre los míos, detonando un diminuto brillo paternal.––Además, un poco de grasa extra no te vendría mal, estás tan delgada que si murieras, ni que Dios lo quiera, y volvieras a nacer, rencarnarías siendo una bicicleta.

-––¡Papá!

✦•······················•♡•······················•✦
Hace cerca de siete horas, Jaden me dejó en la puerta de mi casa. Y por si se lo preguntan, no, no dijo nada luego de su frase chocante; sé limitó a conducir su pickup oscura, sonreír impasible y sumergirse en un espo denso silencio, aunque no fue incómodo, fue ese tipo de silencio, más bien, necesario.

¿Lo malo? Que pasaron horas antes de que pudiese salir de él.

Mi vida, desde es punto hasta la llegada de papá a la casa, parecía una especie de película silente, pero no de esas divertidísimas que te harían babear de risa por semanas. ¡NO!. Esta es terrible como un dolor estomacal en medio de un concierto de tu grupo favorito.

Ninguno de mis progenitores estaba en casa, y a menos que la escurridiza araña que se pavoneaba por el techo de mi cuarto llevara como nombre Charolotte, no tenía con quién hablar.

Pero bueno: A falta de humanos, libros.

Un libro es relajante, digo, ¿qué es lo peor que me podría pasar?

Si yo no fuese Emma-el imán de mala suerte andante-Hadel probablemente nada, pero como soy ella, recordé que hacía sólo tres días había terminado de engullirme todos y cada uno de mis libros físicos de mi pequeña biblioteca, así que me vi obligada a recurrir a otras técnicas.

Navegando por Facebook hallé un perfil que ofrecía libros de...piratería.

Gracias a ellos estuve disfrutando (odiando con todo mi ser) de un PDF (que antes de acabarlo, aseguré, me provocaría más cataratas más grandes que las del Niágara)

¿¡Por qué tienen que ser tan diminutas las letras!? ¿¡Es acaso un parámetro que deben seguir con el objetivo de molestar a los lectores o cómo!? Porque si es así, señoras y señores, declaro que...¡Los PDF son cosa del Infierno!

-––Por fin...––la sonrisa aliviada baila por la boca de papá cuando me ve descender por las escaleras, se apresura a coger las llaves de su Cadillac y caminar a la salida.

-––-Diculpa por la demora.––expectoro, sabiendo secretamente que no siento ni una mierda.

Esa hora que pasé sobre la cama sin vestirme y jugando a Krazy Kart Racing a través de mi teléfono sólo para molestarme no ha valido tanto la pena. Pensaba que una vez que bajara lo hallaría echando fuego por la boca como el dragón de Shrek y negándose rotundamente a salir, pero no, este tipo luce fresco y dispuesto como una lechuga.

––-Pasó algo mi linda? ¿Nuevamente una cuchara se coló en tu cuarto y te impidió salir?––bromea.

-––No papá,––me dejo caer en el asiento de copiloto––es sencillo, no quería bajar, ni salir.

✦•······················•♡•······················•✦
Las gotas de lluvia empieza a desplomarse por el suelo cuando el auto estaciona frente a Kenneth, una cafetería relativamente grande y sombría; de paredes en tonos grises y oscuros. Una pantalla fluorescente nos da la bienvenida al lugar, incitándonos a pedir la especialidad de la casa, que se reduce a hígado de cerdo frito con limón, ajo y cebolla. Producto al efecto de los cristales me es imposible mirar a la gente que está dentro, por lo que si quiero saber qué tipo de gente frecuentan un sitio así, necesitaré descubrirlo entrando por mi propia cuenta.

-––¿Te gusta?––indaga una voz, sutilmente ronca y calmada, a mis espaldas.

Desvío mis ojos en su dirección parpadeando frenética.

––Gustar es una palabra muy fuerte, papá.

Y sé exactamente a qué me refiero.

Lo sigo hasta la entrada y una vez en el interior mis instintos de peligro se activan, es como si el lugar representara por sí mismo la propia representación de la tragedia.

Un amasijo frenético recorre todo el torrente sanguíneo dentro de mi entidad y el poco aire que lucha por salir de mis pulmones se estanca por mi garganta dolorosamente, igual a un desconocido con una navaja en mano que desea por una razón desconocida hurgarme negligentemente dentro de la piel.

No lo sé, pero lo siento, algo va a pasar y no estoy segura de que sea bueno...

-––-Señor Hadel, los inversionistas que ha citado, ya lo están esperando en una de las mesas del fondo,––habla un pastoso tono varonil––¿desea que los conduzca a ambos hasta ahí?––el chico que sirve como mesero nos da una rápida mirada antes de tamborinear los dedos alrededor del anillo plateado yacente en su anular.

––-No, ella no irá conmigo.

-––¿Cómo que no iré contigo?––achico los ojos y mis labios articulan lentamente la última palabra en un énfasis de hacerla sobresalir––¿Por qué me trajiste? ¿Con quién se supone que cenaré si no es contigo?

-––-Bueno...

Sin tiempo para su respuesta y para el inicio de mis chaquetas mentales, mi móvil ronroneo en el bolsillo delantero de mis vaqueros desgastados y rasgados -fabricamente-por las rodillas; con su dulce tonillo característico.

Cuando apenas hago con él siento la acción repetirse por mis dedos una vez, y otra, y otra Y OTRA.

Vale, sea quien sea que se tome un clordiazepoxido y se me relaje.

Una vez desbloqueada, la pantalla principal tiene la notificación de los cinco nuevos mensajes entrantes, aparentemente, de la misma persona. Me apresuro a leerlos, juro que lo hago, pero la llegada agitada de alguien al local me detiene.

-––Joder,––la maldición escapa de los labios de aquella persona entre jadeos––Thomas lamento la demora.

Esa voz...

Girando sobre mi propio eje recibo el flujo de electricidad que se desliza con sutileza por mi médula espinal, los pies me flaquean y los músculos se me estumecen.

¡Que alguien me explique que él hace aquí! ¡Quiero una explicación y exijo que sea rápida!

Su melena rubia, como fibras textiles de oro, luce lisa y agradable al tacto, recogida cuidadosamente en una especie de tupé. La barba de varios días, la cual sé que no se ha quitado por el simple hecho de ser un vago de lo peor, se abre camino en su perfiladísimo mentón, otorgándole esa pisquita de elegancia, refinamiento y sofisticación capaz de estancar hasta la última gota de oxígeno de mi sistema. Sobre sus brazos, piernas y cuello se marca la musculatura acicalada y salvaje, como consecuencia de las secciones privadas de ejercicio que paga la tarjeta dorada American Express de su padre. Aquello dulce, cálido e inocente en el fondo de su iris claro me detalla, de arriba hacia abajo, con la peligrosidad de un suicida que disfruta autonfluyéndose dolor.

||Inicio del Flashback||

––Ey rubio de mentiritas, ¿qué tienes?––agarré sus manos hasta depositarlas tiernamente en mi regazo y sonríe, su rostro se contrajo ante mi gesto.

-––-No puedo seguir mirándote y aparentar que no me pasa nada,-––-confesó luciendo por primera vez ante mis ojos, introvertido y asustado.-––-Me cansé de acumular palabras y sentimientos sólo para no hacerte sentir incómoda, pero ya han sido dos años y medio, y no creo poder seguir soportándolo por mucho más tiempo."él no está bien" repitió mi cabeza y me vi tentada a apretar más duro de sus articulaciones, sin embargo, no lo hice cuando tomó la desesperada bocanada de aire y prosiguió.––Estoy enloqueciendo de incertidumbre cada segundo que pasó a tu lado porque, demonios, me gustas...no...Te amo.––recuerdo como esas palabras escaparon de su boca sin tener el tiempo suficiente para morderse la lengua y amarrarlas; yo lo solté como si mi vida dependiera de aquello, apesta de mi sorpresa ante la confesión, no expresé emoción alguna en la cara.––Y siento que es tiempo de que me permitas ser más que el necesitado al que recurren cada que te sientes sola.--su pulgar quiso tomar mi cara, pero retrocedí.––Quiero estar contigo, quiero caminar a tu lado, quiero ser tu novio. Dime Hadel, si te pidiera que fueras mi novia, que salieras conmigo oficialmente, que fueras mi chica, en este momento, en este lugar, aquí y ahora, ¿aceptaría?

-––-Rubio,––la galaxia escondida en sus pupilas gravitó, haciéndome comprender que siempre albergaría una pequeñísima parte de él conmigo, aún cuando nuestro lazo amigo se desanudara; aquello me hizo sentir como la peor persona; peor que la madrastra de Blanca Nieves por envidiar su belleza, que la de Cenicienta por obligarla a trabajar exhaustivamente, que bruja de Hansel y Gretel por engatusarlos con el único fin de servirlos como cena, yo no era mejor que ellas, a pesar de que mis armas no eran varitas mágicas, castigos infernales, pociones o asesinatos, no, lo mío era el sacrilegio de las verdades, iba a romper su corazón sin importarme un pepino el sentir de sus palabras, y luego, recibiría mi merecido final, el karma entraría en mí con todo su derecho de destruirme.––creo que has estado confundiendo las cosas, sé que eres el mejor chico que va a pasar en mi vida, pero, yo simplemente no siento lo mismo,––arrugó su frente dolido como solía hacer con las cosas que lo lastimaban, una expresión herida le recayó en la mirada.––perdóname.-––-imploré, preparada para correr lejos.

-––No te vayas,––suplicó, pero ya era tarde, mis pies adquirían vida propia.-––Emma, por favor.

--Eres mejor que esto, rubio. No sufras por mí, yo no lo merezco. Sé que un día te darás cuenta y me lo agradecerás.

||Fin del Flashback||

Unos dedos se chasquean sobre el puente de mi nariz, pero yo continúo en un estado de anonación.

¿Cómo puede aparentar felicidad mirando a quien en el pasado le hizo sentir miserable? Quizás es porque lo entendió y cerró el ciclo, al fin y al cabo, cerrar un ciclo, también es avanzar. O al menos eso dice mi madre.

-––Vaya, vaya, alguien parece contenta con su sorpresa.––canturrea mi padre, su aliento calienta mi cara y yo lo miro como diciendo: lo planeaste todo, maldito.Supongo que mi función como el chico en pañales con arco y flechas acabó, mesero––se dirige al chico–– guíeme a mi mesa y luego ponga una linda para ellos,––-aclarando con pura maldad:––cenarán juntos.

Cuando se va, me siento tonta y aturdida.

––Hola Emma.

Ese nudo en la garganta, ¿lo escupes, lo tragas o lo masticas?

-––-Kyle...

¡Una cena con Kyle Morrinson, el hermano de Kendall, la chica que bajo toda costa me ha tenido metida entre ceja y ceja por años!

Vaya, si este no es el ingrediente faltante para una desgracia no sé que lo sea.

Pero ya me conocen, si la mala suerte fuera dinero, yo estaría nadando en billetes.

¡Recorcholis!

✦•······················•♡•······················•✦

––¿Y cómo has estado?

Echo por duodécima vez un vistazo a mi reflejo a través del cuchillo poco afilado con oxidación, desde el mango hasta las hojas, que hay encima de la mesa. Por una extraña razón, sólo atino a pensar en la cantidad exacta de comensales que han pasado sus babas por ahí. La simple idea me obliga a fruncir los labios, bloqueado el hambre de mi estómago. También se me cruza la idea de si necesitaré o no clavármelo en alguna zona de mi cuerpo, con tal de librarme de las mirada furtivas (para nada furtivas) que me dispara Kyle.

––Hablas como si lleváramos siglos sin vernos.––replico, deseando internamente que las chuletas de cordero a la plancha lleguen rápido. Si pueden salir volando de la cocina a mi plato, mejor.––¿Olvidaste el otro día? Llevé un par de hamburguesas a tu casa y me diste cinco dolares de propina.--sonrío rememorando el roce del dinero contra mi piel.––Nunca lo olvidaré, al final, no todos los días eres cinco dólares más rica.––bromeo.

Una mueca surca su cara.

-––No me refiero a eso.

––Entonces, ¿a qué?

––A que solíamos tener algo lindo hasta que lo rompiste.––menea los labios, ensanchando sus lindos hoyuelos en una áspera sonrisa.¿Romper? Yo ni siquiera rompí mi fuente, decir que nací antes de tiempo y por cesárea lo resume todo.––Me hiciste sentí que moría...––la expresión de aquel chico quebradizo y asustado parece no haber cambiando en lo más mínimo.

-––Pero no lo hiciste, Rubio,––le recuerdo, mi boca se ladea con inconsciencia–– porque el amor no es morirse por nadie, ni que se mueran por ti. Eres un chico listo, Kyls, ¿cómo pudiste permitir que te rompiera el corazón tan fácil? ¿Y cómo puedes permitir que lo siga haciendo? Las personas no merecen tener tanto poder sobre ti.

––No se trata de si es fácil o no, se trata de ti...de tu manera errática de llegar a mi vida, de conocerte, de cambiarme y de no quedarte. Fuiste una estrella fugaz, y las estrellas fugaces nunca se olvidan, Emm.

Mi trasero plano se remueve en el asiento.

Ves los problemas que causas papito Dios, si no me hubieses hecho tan linda estas cosas no pasarían.

––Kyle...––intento decir, pero él me pone un dedo en los labios.

––Nunca podré olvidarte.––afirma–– ¡Jamás!––dice, mirándome muy fijamente.––¿Lo sabes?

––Te estás equivocando horriblemente, ponte a pensar, tal vez el amor de tu vida no soy yo, sino un alíen y está esperando a que lo robes del Área 51...

Me da una mirada severa, se esas que dictan: o te callas o te callo, y yo, como soy toda obediencia cierro el pico.

––Si tuviese que vivir una vez más, sin dudas trataría con cada molécula de mi cuerpo encontrarte mucho antes y procurar que las cosas salieran bien porque quizás si seas la persona correcta para mí, lástima que este no parezca ser nuestro momento.

Una corriente de aire frío se instaura dentro de mis huesos, con el dolor desvaneciéndose en su mirada y los deseos frustrados de llorar.

Seamos realistas.

Ni en otra vida, ni en otro momento, ni con otra oportunidad podría amarlo, y no es por él, sino por mí.

––Lo siento,––digo con la voz baja, procurando mostrarme tranquila.––pero creo que lo mejor será que me vaya.––me apresuro a coger mi móvil sobre la mesa y es cuando él me toma de la muñeca con la fuerza suficiente para impedir mi huida, por segunda vez––¡Suéltame!

––No

-––Por favor.

-––¿Me darías un beso?

Mi vista viaja a sus labios gruesos, que a diferencia de los de su hermana son naturales.

Le veo morderlos para luego lamerlos cuidadosamente con la punta de la lengua.

¿Lo besaría?

Probablemente si estuviese una fiesta y la ansiedad por compartir saliva me carcomiera sería una opción, porque es un chico guapo, y eso generan los chicos guapos, lástima que haya sido tan iluso como para fijarse en alguien tan básica como yo.

––No lo hagas más difícil, Kyle.––jadeo.

Gruñe, forzando sus dedos a aflojar la prisión que han formado alrededor de la articulación conectora de mi antebrazo y mano.

Su nariz respingada comienza a torcerse mientras aparenta pensar acerca de algo.

Lo próximo que veo es como sus grandes manos toman mi rostro en un intento por acercarnos y lo caliente de su aliento se esparce por mi cara.

––¡Somos humanos!––suelta un susurro alto, probablemente más alto de lo que había planeado mentalmente, sus músculos y mandíbula se contraen ante esa acción.

Lo miro confundida y el lugar poblado por mis cejas se arquea.––¿A qué te refieres?

-––No tenemos ni en lo más mínimo el control de nuestros sentimientos. Sentimos, a pesar de no desearlo.

Si buscara en el diccionario una palabra exacta para describir a este hombre sería:herido.

Apenas sé explicar cómo de un segundo al otro decido sacar sus manos de mi cara con todas mis fuerzas hasta liberarme y salir por la puerta dando grandes zancadas; tampoco cómo a pesar de los estragos que la lluvia ha empezado a crear me replanteo la posibilidad de meterme bajo ella y correr hasta llegar a casa, lo único que me frena es algo que tengo metido en medio de mis pantalones, y no, no hablo de mi holgada ropa interior al estilo señora de la tercera edad, sino a mi móvil, quien sorpresivamemte zumba en mi trasero.

La puerta de Kenneth se mueve abruptamente y antes de probablemente saber si se trata o no de Kyle, me ocultó en el pasillo oscuro que da a los botes de basura del restaurante.

Bien, al menos para alguien será de utilidad que el dueño tacaño del local no haya optado por poner iluminación, y ese alguien soy yo.

Bajo el brillo del dispositivo y me dedico a leer los mensajes:

Gatita, me duele la espalda, ¿xq no vienes y me das cariñito?

■Emma, se puede saber que mierda estAS HACIENDO!?

■PSS NOVIO ESCRIBIEN2

■OYEEEE

■No me hagas usar la llave que me dio tu papá y enseñarte por qué se dice que los problemas de pareja se resuelven en un cuarto.

Jordan.

A veces ni presto atención en los exámenes y ¿Jordan quiere que se la preste a él?

, iluso.

Él: Estás en línea, no me dejes en entregado.

Yo: No estoy en línea, es sólo una ilusión óptica.

Él: Jajaja, muy simpático de tu parte, está bien, no me contestes, pero cuando nos casemos no te voy a dar de mi cobija.

Yo: ¿Casarnos? Cuando eso pase tú pasarás el resto de tu vida durmiendo en el sofá.

ÉL: Eso significa q aceptarás ser la señora de Jordan DiSalvo algún día???

Yo: Eso significa que si no dejas de acosarme por mensajes no vivirás para celebrar junto a Jaden y Jules el próximo día del niño.

Él: Puedo saber por qué me dejaste en visto y no me respondiste los mensajes hasta ahora?

Yo:No tengo q darte explicaciones, limitate a saber qué ya estoy d camino a casa.

Él:¿Dónde estabas?

Yo: Fui a comer, tenía mucha hambre.

Él:Y q? Todavía tienes hambre? No me quieres comer completito, gatita?

Este hombre es exasperante. Ya no sé si tengo ganas de reír, llorar o pegarme tres tiros por una pierna.

✦•······················•♡•······················•✦
Regresar caminando a casa no fue tan fantástico como creí que sería.

Las calles estaban empapadas y las suelas de mis zapatos resbalaban como si hubiesen recibido un baño de aceite.

No caerme resultó toda una Odisea.

-––¿Por qué traes esos pantalones tan apretados?––pregunta alguien a mis espaldas tan inesperadamente que emito un repentino saltico en el lugar.

Dando una vuelta, mis ojos ubican un torso desnudo, tonificado y duro, tan delineado que siento la estrepitosa necesidad de deslizar mis dedos por ahí y comprobar si es real. Un golpe mental aterriza en mi cara obligando a que reaccione y enfoque mi atención en la incoherente belleza de sus ojos, se ven el doble de dilatados por la oscuridad y el del brillantes que los conjuntos de una reina d belleza.

-––¿Qué haces aquí afuera?––una nota demasiado aguda sale inesperadamente de mi garganta, la disimulo cuando aparento toser––¿Me estabas vigilando?––entrecierro los ojos.

-––¿Vigilarte?––se toca el pecho ofendido––Claro que no.

Me cruzo de brazos.––¿Entonces?

-––Trabajo de custodio en una empresa.

-––¿Una empresa?

-––"Cuidando los alrededores". Probablemente hayas oído hablar de ella.

Pongo los ojos en blanco.––Si tú lo dices.

Me acerco a la puerta dando por concluida nuestra conversación.

––Piensas irte sin responderle a tu novio el por qué traes unos pantalones tan ajustados.

Lo fulmino.

––Mi novio no merece una explicación, sólo debe conformarse con saber que lo único capaz de prohibirme usar algo son mis inseguridades, no in idiota, si él no entiende eso, lamento decirle que está perdiendo su tiempo. ––deslizo el picaporte, dejando entrar más de la mitad de mi cuerpo al interior de la casa y volteo–– Ahhh, y te desearía buenas noches Jordancito, pero no las puedes pasar conmigo.––y pego un portazo sintiéndome extrañamente valiente.

El retintín de mis pies con el suelo parece llamar la atención de alguien, ya que una cabeza se inclina desde el sofá y unos ojos avellana me reciben.

-––¿Cómo te fue en la cena, hija?

Si supieras.

––He tenido mejor, ––le aseguro–– ¿Dónde está papá?--que lo voy a matar.

-––En la cocina, hablando con la abuela por Spyke.––una tétrica sonrisa se extiende en su cara.

-––Te noto muy feliz, ¿sucedió algo?

––Lo hizo, me mandaron saludos en la tele.

––¿Algún paciente?

Niega.

-––El presentador dijo, un saludo a todos nuestros televidentes, y yo lo estaba viendo.

Y ahora lo de mi papá también se trasladó a mi madre.

El mundo acaba de perder a otro de sus soldados.

Tierra, ¿por qué no me tragas de una vez?


***************************
Hello, la peor escritora del mundo está de regreso (inserta emoji de angelito)

Espero que sea de su agrado y lo disfruten💙

Nos leemos prontito,

No olviden votar y comentar.

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