SAVAGES (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠)

By Alxssi

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Fengqing. Mafia. Modern AU. Las miradas pueden hablar más que cualquier otra cosa. Y la suya era todo lo que... More

Prólogo
Selvaggio
1. Radice
2. Girasole
3. Orchidea
4. Peonia
5. Gelsomino
6. Rosa
7. Ortensie
9. Lantana
10. Camelie
11. Margherita
12. Papavero
13. Cisto
14. Gladioli
15. Crisantemi
16. Giglio di cala
17. Fiore di loto
18. Belladona
Finale

8. Gigli

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By Alxssi

-¿Entonces irán tú y tu hermano? -Lorenzo le preguntó a Stella, mientras sostenía sus bolsas de compras, y ella asintió-. Por supuesto, Alessandro jamás se perdería algo así

-¿Por qué la pregunta? -Lorenzo solo elevó los hombros hacia Abigaíl cuando la escuchó, y miró de reojo a Carlo, el castaño sabía que el hermano de Feng Xin también iría a la fiesta-.

Y aquí venían los problemas más grandes.

Santino Bernardi, y Alessandro La Porta se conocían, incluso si habían olvidado el rostro del otro, se habían visto esa mañana en la junta. Eso significaba que si Francesco y Massimo se llegaban a acercar frente a sus hermanos, estos no dudarían en iniciar la tercera guerra mundial.

Las chicas entraron a una boutique de maquillaje mientras ellos dos esperaban afuera, y se sentaban junto a una fuente del centro comercial.

-¿Qué demonios vamos a hacer?

-¿Llorar?

-Pensé en romperle una pierna a Massimo, pero va a romperme una después -Carlo sonrió ligeramente-.

Su relación había mejorado mucho. Ellos dos no se agradaban anteriormente por sus mejores amigos, conocían la relación entre los La Porta y los Bernardi, y el exagerado odio entre familias, eran conscientes que si Francesco iba a un evento, Massimo no iba, o viceversa, incluso a veces le decían al otro al respecto para que no fueran.

Por eso mismo, ambos se preguntaban en que jodido momento los dos fueron a la fiesta de la idiota de Laeticia que en ese momento se probaba un vestido morado, esperando impresionar a Francesco.

Aunque, los dos debían de admitir, que convivir entre ellos era reconfortante, y que incluso tenían cosas en común, además de querer proteger a su mejor amigo a toda costa.

Ahora, incluso salían entre ellos, y convivían sin sentirse obligados, de hecho, la idea de salir a la Fontana di Trevi fue de Carlo, que al primero en decirle fue a Lorenzo, ya después se les ocurrió invitar a las adolescentes.

-Tenemos que pensar en un plan

-¿Y si ya es tiempo de que sepan la verdad? -Lorenzo miró de golpe a Carlo, con el ceño ligeramente fruncido-. Están cada vez más enamorados, si se enteran después, no creo que logren superarlo

-Habíamos quedado en decirles al final del verano -El pelirrojo miró a su acompañante con ojos de cachorro, y a este no le quedó más que suspirar-.

-Está bien, pero tenemos que pensar en algo para obligarlos a irse de la fiesta, o distraer a sus hermanos

Lorenzo sonrió grande mientras asentía, y Carlo sintió un ligero calor en sus mejillas, al parecer comenzaba a sonrojarse.

-¿Seguro que quieres ir? -Feng Xin preguntó después de que volvieran de su recorrido juntos, y aunque realmente Mu Qing no estaba convencido, asintió, haciendo sonreír a su acompañante-. Genial, ¿quieres que pase por ti?

-No, iré con mis hermanos, nos vemos allá -Feng Xin asintió, de todas formas, él también iría con su hermano-.

Mu Qing miró hacia los lados, y después de asegurarse que nadie más los estuviera viendo, plantó un largo beso en su mejilla, haciendo sonreír grande al más alto.

-Deja de sonreír así, luces estúpido -El mayor frunció el ceño, y antes de que el platinado pudiera separarse, Feng Xin lo atrajo hacia él, iniciando un lento beso, que terminó con el castaño dejando uno corto sobre su frente-.

-¿Quién luce estúpido ahora? -Y sin que le diera tiempo de responder, el castaño comenzó a caminar en dirección a su hotel, Mu Qing solo pudo rodar los ojos mientras caminaba hacia el suyo, lo golpearía en la noche, sin falta-.

Feng Xin sonrió sin poder evitarlo, le alegraba simplemente ver al castaño.

Por otro lado, Carlo y Lorenzo, volvían de su día de compras ayudándole a bajar las bolsas a la chicas, y viéndolas ir a su respectivo hotel, en lo que ambos se veían de reojo.

Los dos esperaron a que las menores entraran para mirarse entre ellos.

-¿Crees que ya deberíamos decirles? -Esta vez, el que preguntó algo desanimado fue Lorenzo, y Carlo, esta vez, si se atrevió a acariciar el dorso de su mano con su pulgar asintiendo después-.

-Si se llegan a enterar por sus hermanos, van a matarnos a nosotros, ¿lo entiendes verdad? -Lorenzo asintió, no quería ver la cara de decepción e su mejor amigo, pero tenía que, así que solo le quedó abrazar a Carlo-.

-Si mueres, nos veremos en la próxima vida, como héroes -El castaño sonrió ligeramente después de escucharle, y devolverle el abrazo-.

Carlo Tavani vio caminar al, algo atractivo pelirrojo de cabello largo hacia su hotel, y él entró al suyo, directamente a la habitación que Feng Xin compartía con su hermano.

Tocó tres veces, y fue Sony el que abrió la puerta sonriéndole ligeramente después de dejarle pasar.

-Supongo que no pueden estar separados por más de veinte minutos -El mayor bromeó ligeramente, y Carlo tuvo que sonreír en respuesta para que no sospechara con respecto a que Francesco le había mentido-. Iré un rato al sauna, fue un día estresante, había olvidado cuan exageradamente idiota es Alessandro La Porta -Sony realmente se veía fastidiado, así que Carlo solo volvió a sonreír mientras asentía, viendo al mayor salir de la habitación con una toalla en su mano-.

Feng Xin salió del baño después de darse su segunda ducha en el día, y sacudía su recién lavado cabello mientras veía a su mejor amigo con el ceño fruncido.

-¿Qué haces aquí?

-Tenemos que hablar

Lorenzo decía las mismas palabras al platinado, solo que él movía ansiosamente las manos, Mu Qing no lo había dejado pasar, Alessandro caminaba de un lado a otro fastidiado, y considerando seriamente si mataba al mayor de los Bernardi, en que clase de problema se metería.

Stella y el platinado habían decidido que era mejor que Alessandro se quedara en el hotel en lugar de ir al club, y Stella no iría para evitar que Alessandro hiciera una tontería. Mu Qing consideró cancelarle a Feng Xin al respecto de su salida, pero los dos prácticamente insistieron en que fuera, para informarles todo lo que ocurriría ahí.

Así que cuando Lorenzo se apareció en su puerta, Mu Qing prefirió salir de ahí y caminar a la habitación del pelirrojo de las pestañas más hermosas que el platinado admitiría haber visto.

Antes de que sus amigos pudieran decir algo, Carlo se enteró que Santino no iría al club, y Lorenzo, de que los hermanos del platinado tampoco, así que ninguno vio la necesidad de confesarles el secreto, aún, podían seguir con aquello.

Pero, como ninguno de sus hermanos iría, Carlo terminó yendo al club con el castaño, y Lorenzo prácticamente obligó a Mu Qing a ir con él.

Lorenzo cuidó que Santino no estuviera a la vista, y Carlo hizo lo mismo con los hermanos del platinado, y cuando notaron que solo eran ellos cuatro, se encontraron recién entrando al club.

A diferencia de las veces anteriores que habían estado en un club nocturno, en Roma eran incluso más llamativos, más grandes, y por supuesto con más personas, tal vez eso podría ayudar a que se perdieran de vista de la mayoría.

Solo que no esperaban que Laeticia apareciera a unos metros de ellos, afortunadamente, Lorenzo lo notó antes de que la castaña se acercara del todo, y tiró de Mu Qing hacia la zona del bar sin que pudiera decirle algo a Feng Xin, y cuando el castaño estaba por ir tras él, Carlo lo detuvo.

-¿Por qué haz estado actuando extraño todo el día? -El lindo ojiverde bajó la mirada, agradeciendo que no tuvo que responder cuando la niña Pavan apareció frente a Feng Xin con una sonrisa-.

-Creí que no vendrías, Francesco

-¿Qué demonios no me haz dicho que te tiene tan intranquilo? -El platinado preguntó por su parte, y Lorenzo suspiró profundo-.

Debido al bullicio, se acercó al menor, aunque él mismo quería aplazarlo, no podía con todos los demás conociéndolos, no podía exponer de esa forma a su mejor amigo.

-Tengo que decirte algo, que probablemente haga que quieras golpearme por no decirte antes, pero es que no creí que te enamorarías tan rápido -Mu Qing lo miró, comenzando a preocuparse, porque el rostro de su amigo solo indicaba problemas que probablemente no quería escuchar-.

-Laeticia, tengo que ser honesto contigo -Carlo la miró mientras tomaba la mano de su mejor amigo, y aunque Feng Xin lo miró completamente sorprendido y frunciendo el ceño, no dijo nada-. Francesco y yo estamos en una relación, y no te quiero cerca de él

La castaña se sintió tan avergonzada, que prácticamente salió corriendo y Feng Xin se soltó de golpe mirándole algo molesto.

-¿Y ahora que mierda te sucede?

Honestamente, era incluso poco, el decir que tenían el corazón en la garganta, tanto Carlo como Lorenzo, pero la suerte no siempre estaría del lado de sus amigos, y ellos dos debieron decirles desde hace tiempo.

Pero no era fácil, en esos pocos meses, tanto Carlo como Lorenzo, habían notado que la pareja era tan linda juntos, por supuesto que los espiaron en alguna de sus citas, bueno, específicamente en dos.

Solo que la segunda cita en la que los siguieron, fue solo para que reafirmaran que lo que sus amigos tenían, no eran solo acostones, era auténtico, de todos los años que Lorenzo llevaba conociendo al frío platinado, jamás había notado la mirada que en esos momentos le dedicaba a Francesco Bernardi, al igual que Carlo jamás había notado a su mejor amigo interesado realmente en alguien en algo más que sexo.

Una tranquila sensación los invadió en ese momento, pero también un creciente miedo por el odio natural entre las dos familias.

¿Qué tan cruel era el destino que el enamorado del otro, era por naturaleza su peor enemigo?

Ahora, Carlo tiraba de su mejor amigo fuera del lugar, mientras intentaba tomar aire para no colapsar y poder contarle más calmado al respecto.

-¿Ya me dirás que te sucede? -Carlo asintió y caminó con su amigo siguiéndole a una banqueta cruzando la acera-.

-Eres mi mejor amigo, y te amo como a un hermano, por eso debes de entender el porque no te lo dije -Feng Xin que no se había sentado, se sentó junto a él mirándole serio-. Pero es que te ves tan feliz que si pudiera aplazarlo más, lo haría, solo quiero que seas feliz con la persona que quieras sin importar lo demás

-Estás empezando a asustarme idiota -Carlo sonrió ligeramente, mientras asentía-.

-Deberías -Como pudo, encendió un cigarrillo, y después de darle una calada, lo miró de reojo-. Antes, quiero que sepas que lo más importante es que sigas tus sentimientos, y luches por lo que quieres sin importar que

-Ve al grano, maldita sea

-Mu Qing es Massimo La Porta, el segundo hijo de los La Porta

Y fue como si un gigantesco balde de agua helada le cayera encima. Feng Xin mentiría si dijera que inconscientemente no lo sabía, solo que quería albergar esa pequeña esperanza de que no lo fuera.

-Él no sabe que eres Francesco Bernardi, eso te da una ventaja, tu decidirás que hacer

Dentro del lugar se desarrolló una escena muy similar. Lorenzo en realidad, seguía hablando de la importancia de seguir tu corazón sin importar que, e incluso el que el amor es ciego en todos los aspectos.

No fue hasta que el platinado ladeó la cabeza con los ojos entrecerrados y esa mirada que podía congelar un país, que el pelirrojo tragó saliva, y lo miró.

-Bien, solo, entiende que si no te lo dije, fue porque me importa más tu felicidad que tu familia

-¿Qué hiciste?

-Yo nada -Después de un largo trago a su vaso de whisky, miró a su mejor amigo serio-. Eres tú el que sale con nada más y nada menos que Feng Xin, conocido por todos los demás, como Francesco Bernardi, segundo hijo de los Bernardi

Mu Qing ni siquiera pudo pronunciar palabra, sintió su garganta cerrarse de golpe, al mismo tiempo que intentaba tomar aire.

No se hizo de esperar, y corrió fuera del lugar con Lorenzo siguiéndole, y tuvo que sostener sus manos en sus rodillas mientras tomaba aire, y trataba de digerir aquello. Maldijo a Feng Xin y a sí mismo.

-Él no sabe que eres un La Porta, queda en tí si seguir con su relación o matarte con el amor de tu vida -El platinado se tiró de rodillas, sabía que tenía razón-.

Cerca de veinte minutos después donde la recién oficial pareja se calmó, decididos a enfrentar a su pareja, y terminar con su relación completamente prohibida, se encontraron mirándose cada uno de un lado de la acera, completamente serios.

Lorenzo y Carlo sentían cierta culpa en ellos, pero sabían que aquello había sido lo correcto.

Feng Xin supuso que Mu Qing no sabía aún de su apellido, y Mu Qing supuso lo mismo, así que tenían que tratarse con naturalidad, para poder terminar con el otro de manera que no lo sospechara.

Solo que, sus planes de dejarse se fueron al demonio, ya que solo hizo falta que Mu Qing rodara los ojos en su dirección y Feng Xin sonriera coqueto hacia él.

Si nadie más lo sabía, no expondrían en peligro al otro.

Además, que a estas alturas, ninguno de los dos podía despertar con la idea de que el otro ya no estaba en su vida.

Así que, en cuanto dejaron de pasar los autos, Mu Qing atravesó la avenida, y recibió el abrazo que necesitaba de parte del mayor, un reconfortante abrazo donde no se necesitaba decir palabra alguna, aunque aún creían que el otro no sabía de su identidad, si sabían que no querían estar separados.

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Holiwis, ¿Cómo están?

Mi teléfono murió y ahorita no tengo wa, ni nada, chale, lo extraño mucho jsjs.

Pero en fin, ¿cómo están ustedes?

Esta fanfic iba a ser más corta, pero ayer tuve una idea que me gustó más de lo que ya había pensado, y estoy muy feliz y emocionada por ella jsjsjs.

Espero estén bien, les mando mis mejores vibras, en serio.

Esto es todo por esta semana jsjs, muchísimas gracias por leer, lo agradezco muchísimo, y perdón por las faltas de gramática y ortografía que encuentren aquí.

Les ama

-Alessi.

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