-Angioletto, párate derecho -El platinado obedeció mientras tomaba de mejor forma el violín-. Cada día mejoras más, estoy orgullosa
La preciosa rubia felicitó a su hijo después asentir.
Martia La Porta, la signora dei fiori de la familia La Porta preciosa de manera exgerada, y con la mirada más fría que las demás familias podían jurar haber visto, elevó ligeramente el mentón del platinado, y después de que este le diera una mirada entre desinteresada e iluminada que delataba el gusto de que su madre estuviera orgullosa de él, la mayor sonrió asintiendo.
-Creo que ya practicaste mucho, podríamos comer algo, ¿Qué opinas?
-Si es la caponata de nuevo, no pienso comerla
-Tu hermana se está tomando muy en serio esto de volverse vegetariana -La mueca de asco que hizo el menor, solo hizo sonreír a la mayor-. Podemos pedirle algo a Clemenza, dudo mucho que te diga que no
-Al único que le niega comida es a Alessandro -La mujer sonrió pero no respondió, realmente era verdad, su chef no cocinaba mucho de lo que su hermano mayor pidiera, Alessandro La Porta era el más quisquilloso con la comida, así que el chef había dejado de querer complacerlo.
-¿Acaso lo que escuché fue traición, Mu Qing? -El rubio mencionado apareció con los ojos entrecerrados y después de que Mu Qing rodara los ojos, su madre solo negó-.
Mu Qing, también conocido como Massimo La Porta, era a ojos de los demás, hermoso a una manera ni siquiera explicable, sus rasgos eran delicados pero marcados, y el platinado cabello le daba un toque aún más llamativo, la piel porcelana del menor volvía más remarcados sus ojos, estos tan oscuros que si no eras lo suficientemente valiente, terminabas desviando la mirada.
-No dije ninguna mentira
-Bueno, olvidemos eso -El mayor enrolló uno de sus brazos por su cuello y caminó junto a su madre-. ¿Si irás conmigo a la fiesta de Laeticia?
-Es muy desagradable
-Por favor, dijiste que lo pensarías -El menor miró a su madre que solo suspiró-.
-Tu padre te pidió terminar un asunto, ¿Lo hiciste? -Alessandro rodó los ojos mientras asentía-.
-Por favor, Mu Qing, si vas prometo q-
-Massimo -La voz del primo de estos dos apareció, Renzo La Porta caminaba por el largo pasillo hacia ellos, con una ligera sonrisa ladeada-.
-Pediré algo para que comas, angioletto -Su madre habló mientras le daba una mirada acusadora a su hijo mayor y se retiraba, haciendo sonar delicadamente sus tacones-.
-Tienes que pasar menos tiempo con ella, y convivir más conmigo
-¿Y con Pazzo?
-¿Por qué no, primo? -Mu Qing miró de reojo a su supuesto primo, Renzo La Porta era atractivo, tal vez no tanto como Alessandro o incluso él, aún así tenía lo suyo, pero su mirada no dejaba de ser escalofriante, la piel del platinado se erizaba cuando este lo miraba demás-.
Porque Renzo La Porta no lo miraba con cariño familiar, el deseo brillaba en su mirada cada que lo veía, y aquello le resultaba asqueroso, no tenían la misma sangre, y era consciente de eso, pero eso no volvía menos asqueroso aquello.
Claro que de toda su familia, el único que lo notaba era él y su preciosa hermana Stella La Porta, quien apareció de la nada con el ceño fruncido y una mordaz mirada hacia el recién llegado.
-¿No deberías estar en Roma? -Pazzo era regularmente al que enviaban a mediar y resolver asuntos, si, las familias vivían en Sicilia, pero los asuntos de la bella Italia siempre estaba en sus manos-.
-Volví para la fiesta de Laeticia
-¿Y siquiera te invitó? -Mu Qing preguntó, y el mayor le miró con los ojos entrecerrados-.
-¿Y mi padre? -La más chica de los presentes preguntó al único castaño, y este solo elevó los hombros distrayéndose por aquello-.
-Stella, la mia sorella, ¿Irás con nosotros a la fiesta de los Pavan? -La rubia miró a Mu Qing, tan solo un año mayor a ella, Mu Qing recién cumplía los diecisiete la siguiente semana, y faltaba un mes exacto para que la menor de la familia cumpliera dieciséis, y cuando el platinado rodó los ojos, ella suspiró-.
-Ahora tenemos que buscar disfraces -Alessandro tomó de la mano a sus dos hermanos mientras salía de la enorme casa con Pazzo caminando tranquilamente tras ellos.
Probablemente cualquiera que supiera de los pensamientos del primo de los herederos La Porta, pensaría que era un degenerado, asqueroso, las escenas sexuales en las que imaginaba a Mu Qing eran demasiado, pero no le importaba, algún día tendría al platinado para él, su plan lo llevaba ideando desde hace tiempo.
Y aunque no estaba seguro de si funcionaría o no, el platinado sería feliz con él, tenía que serlo.
Terminaron en el centro comercial más grande de la ciudad de Palermo, Mu Qing insistió en esperar en el auto, el usaría solo un antifaz, pero la preciosa rubia prácticamente lo empujó dentro del lugar para escoger un disfraz que combinara con él, a palabras de su hermana.
Su cabello que regularmente usaba en una coleta alta de cabello, esta vez lo usaba en un alto moño, así evitaba que a su hermana le costara trabajo escoger ropa para él.
A diferencia de los dos hijos biológicos de los La Porta, Mu Qing, o Massimo, era más reservado, físicamente era igual de extravagante que sus hermanos, pero, Alessandro y Stella podían coquetear incluso con el diablo si este subiera a verlos, Mu Qing se ponía nervioso en cuanto se trataba de coqueteo, y se molestaba volviéndose sarcástico o grosero, por supuesto que ahuyentaba.
-Yo ni siquiera le agrado, no sé porque debería de ir
-Alessandro solo te escucha a ti, si queremos evitar alguna discusión o que termine llevándose a la cama a media fiesta
-A ti tampoco te agrada
-No es necesario que me agrade para que vaya a su fiesta -Aunque Mu Qing rodó los ojos, una ligera sonrisa apareció en su rostro mientras terminaba de acomodar un sombrero sobre su cabeza-.
La mañana tarde pasó rápido, cerca de las cinco, se encontraban de regreso en la mansión principal de los La Porta, Pazzo fue el primero en desaparecer, su habitación quedaba lejana a la casa principal, así que los tres hermanos caminaron notando el silencio total, aquello indicaba una cosa.
Bruno La Porta, su padre, había vuelto ya.
Los tres se miraron entre sí, podían pasar de largo por el largo pasillo hacia las escaleras, o hacer una parada en la oficina principal de su padre cercana a estas.
Después de que Alessandro tocara la puerta y un sonido de aprobación sonara, los dos rubios empujaron al platinado primero, y aunque este rodó los ojos, se compuso aclarando su garganta, Mu Qing sabía que aquello lo habían hecho por algo simple, si estaba de mal humor, al único al que no le diría nada sería al platinado, todos en la familia, sabían quien era el favorito, y no había nada malo en aquello.
-¿Tus hermanos siguen usándote como conejillo de indias? -Mu Qing elevó ligeramente las comisuras de sus labios, sin que su padre le mirara aún, y se sentó frente a él sosteniendo su rostro con ambas manos-.
-¿Qué haces?
-Mataron a uno de mis associatos, es difícil encontrar gente leal hoy en día -Después de suspirar, elevó la vista, se veía cansado, las ojeras adornaban orgullosamente los azulados ojos del mayor-. Son problemas para después "la famiglia prima della famiglia" -Mu Qing elevó muy ligeramente las comisuras de sus labios en lo que el Don volvía a suspirar sin un ápice de emoción-.
Aquello era un chiste siciliano, "la famiglia prima della famiglia", "la familia antes que la familia", a diferencia de la mafia rusa que tenía un dicho muy similar, el de los rusos era referido a que primero la organización antes que la sangre, los italianos siempre han considerado aquello banal, si no hay familia, no hay mafia, así que ellos si anteponían a la sangre, claro, si esta no los traicionaba, la venganza siciliana era de las más temidas a nivel mundial.
-Llama a tus hermanos, escuché que irán a la fiesta de la niña Pavan -El mayor solo elevó la vista para ver al platinado rodar los ojos, internamente sonrió, pero solo esperó a que el menor dijera algo-.
Los dos rubios, que si no fuera porque Alessandro si se veía más grande, fácilmente pasarían como mellizos, entraron, entre nerviosos y sonriendo, los dos, se acercaron a besar su mejilla, que aunque Mu Qing a veces lo hacía, esta vez prefirió no hacerlo por si el mayor estaba enojado.
Una hora después, el platinado salía de la ducha secando su cabello con una larga toalla, y veía su disfraz de ángel sobre la cama, claro que Stella no podía pasar la oportunidad de vestirle como su apodo si tenía la oportunidad.
Así que ahí estaba, atando su cabello en media coleta alta después de que hermana planchara este, y lo maquillara apesar de los reclamos del mayor, tal vez exageró, solo pintó sus pestañas para volverlas más largas, añadió un poco de brillo blanco sobre su rostro, y coloreó sus labios en un tenue carmín que realzaba de manera exagerada sus oscuros ojos.
Mu Qing si parecía un ángel, con la aureola en su cabeza que parecía una guirnalda dorada, y sus alas que parecían totalmente reales por los detalles en las plumas, se veía, precioso, etéreo.
Eran los noventa, lo "grunge" estaba en todo su esplendor, pero, Madonna seguía siendo la reina para Stella, por supuesto que no dudó en disfrazarse de ella, y gracias a la cultura americanizada que Italia ya había comenzado a adoptar, Alessandro iba vestido de Batman.
Al estar listos, Mu Qing se quitó las enormes alas para poder entrar al auto, llevaría estas en sus piernas y las colocaría hasta llegar, Pazzo apareció vestido de Tony Montana, el protagonista de "Scarface", usando un traje y una pistola falsa idéntica a la del personaje.
Y aunque Mu Qing quería evitarlo, como siempre, el chofer de estos solo pudo obligarlo a ir en el asiento de enfrente mientras los tres hermanos iban atrás.
La fiesta en la mansión de los Pavan ya había iniciado, era extravagante, escandalosa, y con personas que Feng Xin jamás había visto, las luces bajas destacaban los adornos neón por todo el lugar, y aunque apenas llevaba solo un vaso de alcohol, había decidido no tomar más, vigilaría a Carlo para que el mayor no se metiera en problemas.
Feng Xin había improvisado su disfraz, lo había olvidado por completo, unos jeans negros acompañaban su camisa de algodón roja y los cuernos de demonio que su madre le dio antes de salir de su casa, Carlo en cambio, había pensado demasiado su traje, no se necesitaba ser un genio para notar que era un "Ghostbuster", de la película con el mismo nombre que Feng Xin no había visto aún.
Carlo hizo un ligero drama al llegar, Laeticia, por supuesto, no había escatimado en gastos.
Al entrar a la mansión tenían que usar un antifaz, al menos hasta media noche.
La preciosa cumpleañera iba vestida de Cleopatra, y era la única que no usaba antifaz, para no dañar su maquillaje y porque era su cumpleaños, su idea no era mala, quería causar emoción y que sus invitados solo se concentraran en los disfraces de los demás para el concurso, no en si era de alguna familia o algo parecido, hasta eso, no era tan egoísta, pensó Feng Xin.
-Quiero fumar algo, ven -Carlo interrumpió sus pensamientos, y Feng Xin caminó junto a su animado amigo que ya había comenzado a hablar, mientras salían al jardín principal del lugar, los dos eran lo suficientemente flojos como para quitar su antifaz, así que Feng Xin encendió su cigarrillo justo después del mayor-.
Recién había cambiado la canción, que comenzaba a subir de volumen por los acordes de esta.
-Francesco, ¿Desde cuando somos mejores amigos? -El menor lo miró entrecerrando los ojos-. Acabo de notar que no tenemos un aniversario de amistad
-Porque no existe
-Debería de, así que piensa un día, te dejaré escogerlo -Feng Xin sonrió ligeramente, mientras la canción entraba justo en el coro-.
Iba a responder, en serio iba a hacerlo, pero tanto la música, como todo a su alrededor pareció detenerse cuando lo vio.
Jamás creyó ver a alguien tan, precioso, ni siquiera podía decir si esa era la palabra correcta, ni siquiera sabía si era posible que él existiera.
El largo cabello blanco que llegaba a su cadera parecía brillar con cada paso que daba, sin siquiera voltearle a ver, tal vez era efecto de las luces nocturnas, pero Feng Xin podía jurar que aquel chico brillaba por si solo.
Feng Xin levantó su antifaz para decirse a si mismo que tenía que recordar su rostro, iba a dar un paso hacia él, cuando el platinado giró a verle, y aunque su fría y oscura mirada parecía no mostrar más, la sorpresa apareció en sus ojos, al igual que un ligero brillo en su mirada.
Así que a eso se referían con "fuegos artificiales".
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Quiero contarles algo gracioso que me pasó, en la madrugada cuando me comentan, suelo seguir sus comentarios, y ps todo iba tranquilo.
Y en mi otra fic que estoy escribiendo, alguien empezó a leerla, y derrepente me siguió y fue de a bueno, grax de antemano, y derrepente llegó a la parte donde establezco las parejas, JSJSJS y cuando vio que no había Niencest me dejo de seguir JSJSJSJS me dio mucha risa porque fue en minutos. Pero en fin.
Estoy en cierto conflicto, a mi se me hace más fácil escribir con guiones pequeños, pero si consideran que sería más fácil para leer con comillas podría cambiar a comillas, lo que sí es que no esperen guiones largos, porque son un dolor de cabeza, primero porque ni siquiera se como ponerlos en la compu, y segundo, porque de todas formas, si wttpad tiene ganas, los cambia a cortos jsjs.
"La mia sorella": Mi pequeña hermana o mi hermanita
"Caponata": Es una ensalada a base de berenjenas
"Angioletto": Ángel
OMGGG antes de que se vayan JSJS quiero invitarlos a que se den una vuelta a mi perfil, acabo de subir el primer cap de una mini fic sirenas AU de mi poderosísimo "Fengqing", no serán más de diez caps espero, ojalá puedan darse una vuelta, lo apreciaría muchísimo.
Ahora si, es todo, muchísimas gracias por leer, en serio lo aprecio muchísimo, perdón por las faltas de ortografía y gramática que encuentren en el proceso.
Les ama.
-Alessi.