Second Chances. {Justin Biebe...

By StratfordJustin

144K 4.9K 470

More

Second Chances. [Sinopsis]
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 32. - Final.
Epílogo.

Capítulo 31.

3.2K 134 3
By StratfordJustin

Regresé a casa a la mañana siguiente, costandome más que nunca alejarme de aquel chico, el cual me volvía loca, con el que había pasado las navidades. Y el cual se había quedado enredado entre las sabanas, con la espalda descubierta y el pelo revuelto más sexy del mundo. 

Pero me fui, y le dejé ahí. 

Me despedí de Jeremy únicamente, ya que los niños seguían durmiendo, y prometí volver a verles pronto. 

Tenía la cabeza hecha un lío, y seguir cerca de Justin no me ayudaría en estos momentos. 

Tras pasar dos días en familia con mis padres, volví a Los Ángeles justo para la noche de fin de año. Ya en casa, Sara esperaba ansiosa por verme y yo ansiaba contarle todo lo que había pasado estos últimos días. 

Su única reacción tras contarle con detalles todo lo que había pasado, fue dar un chillido tremendamente molesto y empezar a tirarme cojines diciendo: "¿¡Qué, que!? Oh Dios míos."  en el buen sentido, ella estaba hasta más contenta que yo. 

-O sea que... ¿lo hicisteis? su boca estaba completamente abierta y comenzaba a ponerme nerviosa. 

Asentí, con los ojos cerrados, ya que estaba toda colorada. 

-¡Pero que bien! chilló. Entonces yo me quedé mirándola con el ceño fruncido. Parecía una fanática loca por nuestra relación-. A ver, me refiero, no está bien del todo. Pero espero que después de eso, empieces a tomar buenas decisiones y... su móvil empezó a sonar-. Oh Dios, es él. 

Fruncí el ceño. 

-¿Quién es?

-¡Es Justin! cogió su teléfono antes de que le dijera que no debía hacerlo. 

No había contestado a las llamadas de Justin, ya que por un lado me sentía avergonzada de lo que paso entre nosotros esa ultima noche. Se supone que yo tenía novio, por eso me resultaba algo incomodo. 

Ella puso el altavoz y descolgó. 

-Sara, soy Justin, ¿Esta por ahí Mel? No me coge el teléfono. dijo él.

Abrí los ojos con ternura, y a la vez nerviosismo.

-Nonono, dile que no estoy. –le dije en susurros a Sara.

-Dice que no está. le dijo ella.

Oh sí, gracias querida amiga. Rodé los ojos.

-Hm, bien. ¿Puedes decirle a la niñita inmadura que tienes por amiga que se ponga? dijo en tono burlón.

Cogí el teléfono y suspiré. 

-¿Niñita inmadura? ¿Eres tú? dijo con ese tono burlón que siempre utilizaba.

-¿Justin loco de la cabeza egocéntrico Bieber? ¿Eres tú?

-No, soy Justin loco por ti sexy Bieber. ambos nos reímos, yo poniéndome roja aún sabiendo que él no me veía-. No, en serio, te llamaba porque sabes que tenemos que hablar. 

-Sí, ya. me mordí el labio-. ¿Que vas a hacer esta noche? Es la ultima noche del año. 

-Pues no sé, iré a alguna fiesta o algo así. noté risitas a su alrededor. No me gustó saber que se iba por ahí de fiesta, pero decidí ignorarlo. 

-Bien, pues... ya nos veremos. dije. 

-Espero que sea pronto. dijo y segundos después finalicé la llamada. 

Después de que Sara se calmara, estuvimos hablando un rato de ella y de sus avances con Ryan, que cada vez eran más, y no dudaba en mostrar lo enamorada que estaba. 

Esta noche era indecisa, no sabíamos si íbamos a salir a alguna fiesta, si tal vez nos quedaríamos en casa... Lo que sí sabía era que tenía que ir a ver a Carter. Llevaba dos semanas sin verle, y lo más extraño es que él ni siquiera me había llamado. 

Me vestí casualmente y le prometí a Sara que estaría en casa antes de las once. 

Tras coger un taxi, y esperar a que avanzara entre el gran trafico que había en este ultimo día del año, llegué al ático de Carter. Subí por el ascensor y toqué a la puerta un par de veces. Él abrió la puerta, mirándome de arriba a abajo como si no me conociera, como si le diera asco. 

-Hola. dije. 

-Ey. –se río, algo falso-. Pasa, cielo. 

Pasé a su apartamento y dejé mi abrigo junto a mi bolso en el sofá. 

No tenía muy claro a que había venido, simplemente tenía la necesidad de dar la cara por algo que él ni siquiera sabía. No sabía qué hacer o qué decir, pero cada vez tenía más claro que esto no tenía ningún sentido. Nosotros en sí no teníamos ningún sentido. Mis sentimientos no se correspondían con lo suyos hacía mí, y eso cada vez era más difícil de ocultar. A los hechos me remitía. 

Estaba de espaldas, y noté como el frío tacto de Carter rozaba mi nuca y bajaba lentamente por mi columna, trasmitiendome un escalofrío horrible. 

Me giré, dándole la cara. 

-¿Que tal las navidades? sonrió de lado-. Tienes muy buena cara, estás tan guapísima como siempre... casi se quedó empanado mirándome. 

-Bien. murmuré-, Han estado bien. 

Empezó a reír y reír descaradamente, mientras yo le miraba con el ceño fruncido. En una mirada rápida pude ver la encimera de la cocina una botella de cristal medio vacía y un vaso de cristal roto y esparcido por el suelo. En ese momento algo empezó a olerme mal. 

-¿Has saludado a Justin de mi parte? susurró en mi oído-. ¡Eh... zorra! 

Contuve el aire y tragué saliva. 

-¿Has disfrutado restregándote con ese idiota todas las navidades cuando a mí no me has dejado ni tocarte una sola vez? ¿¡Has disfrutado!? 

No quería creer lo que él decía. Mis manos temblaban y las lagrimas de culpabilidad salieron de mis ojos. Pero yo sabía que había estado con Justin porque le quería, porque era lo que sentía. 

Agarró mis mejillas con una sola mano y me hizo mirarle, sus ojos destellaban ira. 

-He estado contigo. He aguantado cada ve que sabía que estabas mal por él, te vi llorar por él y aún así estuve contigo. ¡He aguantado lo inaguantable y nunca me he quejado! Y aún así... Aún así me traicionas y te vas con él... como una cualquiera... como la zorra que eres. estrellé mi mano en su mejilla, sintiéndome herida. Pero eso solo sirvió para desatar su ira aún más. Agarró mi muñeca, retorciéndola y haciéndome gemir de dolor-. ¿¡Como te atreves a pegarme después de todo!? ¿¡A caso he dicho alguna mentira!? ¿Que pasa, cielo? ¿Te duele que te digan zorra? apretó mi muñeca-. ¿¡Te duele que te digan lo que eres!? chilló. 

-Carter, suéltame. ¡Suéltame! Me estas haciendo daño. lloré. 

-Bien, porque tú también me lo has hecho a mí. empujó mi cuerpo sobre el sofá y se tiró encima. 

No esperé ni un segundo para empezar a patalear y forcejear. 

Él se resistía a coger mis muñecas una y otra vez mientras yo las movía con rapidez. Mordí su mano y no dudó en estampar su otra mano en mi mejilla. 

-¡Eres una zorra! su cara estaba roja, llena de rabia. 

-¡Qué me sueltes! le chillé. Levanté mi rodilla y la impulsé con toda mi fuerza hacía su zona más sensible y me levanté corriendo, recogiendo mis cosas y yendo hacía la puerta. 

-No pienso volver a tu estúpida oficina, y escúchame bien dije, en tono autoritario. Yo no tengo la culpa de que no le hayas llegado ni a la punta del zapato a Justin Bieber. 

Cerré la puerta de un portazo y pude escuchar como algo se estampaba tras ella. 

Me sentía exausta y a la vez tranquila. Haber terminado con Carter me quitó un gran peso de encima. Pero aún me sentía mucho mejor al saber que ya no tenía nada que ver con alguien como él. Nunca me imaginé que llegaría hasta estos extremos. 

Este suceso era inevitable, eramos una cuerda floja que tarde o temprano se rompería, y se rompió gracias al amor. Al amor que yo sentía por Justin y que siempre perduró dentro de mí. Ni siquiera Carter, el cual en un principio parecía el chico perfecto, logró que olvidara a Justin, que le alejara de mí. No hice bien desde un principio, lo sé, pero en determinadas situaciones me encontré entre la espada y la pared y tal vez no tomé las mejores decisiones... hasta ahora. 

Todo había acabado con Carter, y a pesar de que me sentía mal por haberle engañada este tiempo, ahora me sentía muy bien de por fin haber zanjado este tema que me había torturado en miles de momentos. 

[...]

Llegué a casa exhausta, cerca de las once de la noche. Sara se encontraba duchándose, así que ni siquiera me dio tiempo a contarle lo que había pasado. Estaba a punto de meterme en la ducha cuando el timbre sonó. 

En mi mente se formuló una pregunta: ¿Quien llama a la puerta en la ultima hora del año?

No le di muchas vueltas y abrí la puerta. En un principio no vi nada que se encontrar a la vista directa con mis ojos, sin embargo solo me hizo falta bajar un poco la mirada para ver un enorme ramo de flores rojas preciosas junto con una nota de color violeta que solo podía ser de una persona. 

Me acerqué hasta el ramo y cogí la nota. 

"Feliz año nuevo rubia. El único deseo que tengo para este año es pasarlo junto a ti. Te quiero."

Quería seguir y seguir contemplando esas preciosas palabras cuando me vista se vio oscurecida por unas manos que en un principio, debido a la sorpresa, me hicieron dar un pequeño saltito. 

-Te quiero... escuché el diminuto susurro que salió de los labios de Justin, los cuales se encontraban especialmente cerca del lóbulo de mi oreja. 

Entonces todo fue como un impulso guiado por el corazón, me giré repentinamente, chocando cara a cara con Justin, y enlacé mi brazos en su cuello, sin dejar que ningún tipo de distancia cupiera entre nosotros. 

Solo me hizo falta una centésima de segundo para fijarme rápidamente en el brillo de sus ojos miel, en las características de sus rostro, y en sus carnosos labios. En estos últimos, fue en los que me centré cuando le besé. 

Un beso entre sonrisas por parte de los dos, un beso que parecía no tener fin y en que quería demostrarle todo lo que sentía por él. Un beso lleno de cariño y amor. Su lengua jugaba con lamía de esa manera tan suya y tan malditamente mortal para mí. 

-Yo también te quiero, Justin. confesé, después de tantísimo tiempo deseando decírselo de nuevo. Y entonces fue cuando el sonrió, de una manera tan cautivadora y real que casi me hizo estallar de felicidad. Como una carcajada, enseñándome sus bonitos dientes y su perfecta sonrisa, con sus ojos inundados y iluminados de felicidad. 

-¿Me... dejas terminar el año contigo? preguntó. 

-Por supuesto. sonreí. 

Ambos entramos en mi casa y nos situamos en la cocina. Puse el gran ramo de flores en jarrón. Los dos comenzamos a preparar algo de cenar cuando Justin me dijo que dentro de un rato también vendría Ryan, y que los cuatro pasaríamos aquí la noche de fin de año. 

Entre risas y besos robados casi se nos quema la cena más de una vez. Pero todo lo que sentíamos estaba en el aire y era imposible frenarlo. Cada vez se desataba más y más. 

Logré deshacerme de Justin por un segundo y me adentré en el baño para darme una ducha rápida, ya que se me estaba haciendo tarde. 

Me desnudé lo suficientemente rápido y me metí a la ducha de un salto, encendí el agua caliente, muy caliente, cómo a mí me encantaba y en menos de cinco minutos el baño estaba lleno de vapor. 

Fue demasiado excitante ver como Justin contorneaba mi silueta a través de la mampara de la ducha. Se había colada en mí baño, y ni me sorprendió. 

-¿Estas bien ahí dentro, rubia? sabía que sonreía. 

-No sabes cuanto. jugué, con voz melosa. 

-Tal vez te debería enjabonar la espalda. 

-Si tú entraras aquí no nos daría tiempo a finalizar el año nuevo. me reí. 

-¿Y que? No me importaría entrar en el año nuevo haciéndote el amor. sabía que él no podía contemplarme, pero toda la sangre de mi cuerpo subió a mis mejillas. 

-Has llegado tarde, solo pásame una toalla, anda. sonreí. 

-Ven aquí. pasó una toalla por encima de mi cuerpo y me cargo en sus brazos. Se sentó encima del váter y a mí con él encima.

-¿Tienes frío? asentí. Me abrazó más contra él y frotó mis brazos. 

Sus pequeños y cortos besos, pero continuos, sobre mis labios me hacían olvidar poco a poco el frío. 

Capturé su labio inferior y ambos nos reímos. 

-¿No echabas de menos esto?, dormir juntos, quedarnos dormidos en el sofá, ver películas, besarnos, llamarnos a todas horas... dejo un pequeño beso en mi cuello-. ¿no me echabas de menos?

-Te echaba... besé su labios-. mucho... besé su mandíbula-. de menos... 

Él sonrió contra mis labios. 

-Y yo a ti. Pero ya no tenemos que hacerlo más. No me pienso separar de ti. 

Un rato después los cuatro nos encontrábamos en el sofá de casa en el que tantas veces habíamos estado juntos como ahora mismo lo estábamos de nuevo. Habíamos pasado una cena increíblemente divertida rememorando muchos de los momentos en lo que tan bien lo habíamos pasado, así como también planeábamos todo lo que podríamos hacer en este gran año que nos esperaba. 

Me sentí tan bien, tan jodidamente bien, que sentí que todo estaba en calma, que el río volvia a su cauce y que todo estaba exactamente como debía estar. Sentí realmente que las Segundas Oportunidades sí eran buenas. Y estaba feliz de haberlo comprobado. 

Justin pasó su brazo por mi hombro y me apoyé en su pecho. 

-Sabes que dicen que... 

-¿Con quien pases la noche vieja pasarás el resto del año? seguí su pregunta. 

-Exacto. me besó con dulzura-. Entonces quiero que sepas que yo estoy dispuesto a pasar toda una vida contigo, Melissa. 

____________________

¡¡El próximo capítulo será el ultimo!! 

Lo sé... es un poco triste, pero esta historia ya esta llegando a su fin. ¡Ha sido un gran placer escribirla y espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo!

Pero no penséis que esto es el fin, estoy escribiendo una nueva fanfic, también de Justin, de la cual estoy segura de que os enamorareis tanto o más que de esta. Se llama "Love in New York" y esta en mi perfil. (esta noche subiré capítulo)

Ante todo, agradeceros a todas las que leéis mis fanfic y me apoyáis con vuestros votos y comentarios. ¡¡Mil gracias y... nos vemos en el ultimo capítulo!!

Continue Reading

You'll Also Like

198K 24.1K 48
Por un caso que esta investigando la aurora Hermione Granger llega a la mansión Malfoy en busca de su ex compañero, llevándose la sorpresa de que el...
7.8M 467K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
377K 35.9K 61
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...