-Entonces volviste a hablar con Kai.
-Lo necesitamos. Esto es muy fácil, él nos dará información, voy hacia Ken, lo chantajeo y nos deja en paz. Es peligroso pero nada de otro mundo.- intentó hablar con calma, aunque calma era lo menos que NamJoon tenía en ese momento, Yoongi elevó una ceja creyendo que bromeaba mientras que Hoseok mordía sus uñas con ansiedad.
-NamJoon, esto no es una película de La Roca o Jackie Chan.- gruñó el pelinegro acercándose al menor.- ¡Esto es real!,¿¡A quién mierda piensas darle información, a la policía!? No seas inocente.
-¿Crees que soy un idiota?, Ya todo está planeado, ustedes solo deben quedarse aquí. Yo me encargaré.
-Yo me encargaré, yo me encargaré.- remedó Yoongi golpeando la mesa a su lado con fuerza.- No eres el maldito hombre araña. ¡Eres solo un niño de 20 años que cree tener razón, pero no es así!
-Dejen de gritar, mierda.- se exasperó Hoseok golpeando el hombro de Yoongi. -Esto me tiene demasiado mal, tu plan no tiene ni pies ni cabeza, NamJoon. Estás arriesgándote mucho por alguien que ni siquiera te tiene en mente.
-Él es mi novio, Jung. Y Ken no nos dejará tranquilos sin llevárselo.- el par de amigos se miraron entre sí suspirando larga y pesadamente.- Yo no les estoy pidiendo nada difícil, solo quiero que estén a salvo aquí. Yo, creo que lo amo.
-¿En serio arriesgarás tu vida por él?- volvió a preguntar Hoseok sentándose sobre la cama con cansancio.- ¿Vale tanto la pena?
-Si vale o no la pena no tiene discusión cuando sé que el podría morir.- Contestó seguro de sus palabras.
-Si es tan malo como dices no puedes chantajearlo con la policía.- bufó Yoongi apoyándose en la ventana.- Eso es muy estúpido, que hayas vuelto a contactarte con Kai es muy estúpido.
-Debemos de hablar todos juntos sobre esto.- dijo NamJoon caminando a la puerta para llamar a los demás, dejando a solas al par de amigos.
-Voy a explotar.- masculló Hoseok quitándose la chaqueta y abriendo un par de botones de su camisa mientras caminaba por la habitación intentando tranquilizarse. -¿Crees que Kai nos ayude?
-Fue un buen amigo de NamJoon, supongo que después desaparecer por tanto tiempo quiere compensarlo.
-Aún me fastidia escuchar su nombre.
-Superalo, Jung. Eso pasó hace tanto tiempo ya.- un chico de cabello rubio y piel brillante entró de un salto a la habitación a través de la ventana, quedando justo al lado de Yoongi quién lo miró con odio alejándose de él.
-Kai.- sonrió forzadamente.- A los años.
-Tan lindo cómo siempre, tú no envejeces, Lil meow meow.- Yoongi apretó los dientes mirando a Hoseok listo para golpearlo. El aire se volvió pesado, y las miradas de enojo se fueron intensificando una a una.
Quizás deberíamos recordar, ambientarnos.
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Después de la pelea, la expulsión de aquellos tres chicos era evidente. Los primeros dos por iniciar una pelea y el tercero por divulgar tan atrevidos rumores por la institución.
El trío de chicos se encontraban sentados en un salón vacío esperando a por los resultados y las sanciones que discutían en esos momentos su padres, mirándose con odio la tensión era pesada en ese lugar.
La luz del sol al atardecer les pegaba directo a la cara cuando una sombra interrumpió en medio, una risa socarrona se escuchó retumbar en las paredes y seguido de eso un golpe en la mesa.
-Mi querido NamJoonie, te peleaste en el colegio con tus amiguitos.- dijo divertido, apretando la mejilla del menor quién gruñó a cambio quitando su mano de un golpe.
-Esos imbéciles que se creen tan machitos.
-Uy. ¿Qué pasó aquí?- sonrió el muchacho acercándose al par de amigos que se miraban estupefactos con la interrupción del chico ese.- Mi nombre es Kai, un gusto señoritos.
-No le hables, se te puede pegar lo gay.
-Oye, yo soy gay.- chilló el chico golpeando a NamJoon en la cabeza.- Y hasta donde sé tú también dudas sobre eso.
-Cállate, imbécil.
-¿Y bien?, ¿Cómo se llaman?
-Que te...- comenzó Hoseok.
-Importa...- concluyó Yoongi rodando los ojos frente a él.
-Uff, trabajo en equipo.- dijo fingiendo estar ofendido.-Como sea. Vamos, NamJoon. Mañana es la fiesta de graduación de Jisso y quiere que le ayudemos con el vestido. Ya sabes, su alteza manda.
-Bien, sácame de este mugroso lugar.- sonrió cambian do hacia la ventana con rapidez.
-Oye, no puede irte. Aún no nos dieron una sanción.- habló Hoseok enojado parandose frente al moreno.
-Me importa una mierda, mi padre arreglará eso, y si no lo arregla pues ni modo.- lo quitó de enfrente de un manotazo haciéndolo caer al suelo.
-Que te pasa, imbécil.- gruñó Yoongi por detrás empujándolo también listo para golpearlo cuando sintió un dolor intenso por un lado obligándolo a doblarse hacia adelante.
-Niños, no quiero pelear. Quédense a recibir su penitencia, yo me llevo a NamJoon.- dicho esto salieron ambos por la ventana, desapareciendo entre las calles de la concurrida ciudad, dejando a dos jovencitos con el orgullo herido.
-Esos idiotas.- gruñó Hoseok ayudando a su amigo.- Ah, esto... Es mi culpa, no debimos seguir con este jueguito. Yo, lo siento.
-Cállate, ya no me gustas, no tienes que sentir nada. Ahora solo quiero terminar la maldita secundaria e ir a la universidad.- rodó los ojos revisando si tenía algún moretón en el costado a causa del golpe que le había propinado Kai.
El silencio volvió a reinar en el salón, está vez con Hoseok mirando preocupado a Yoongi, y Yoongi rodando los ojos con fastidio.
Ese día no hablaron mucho, ni ese, ni el siguiente, ni el siguiente, ni el siguiente y así una par de semanas enteras. El colegio decidió no suspenderlos a cambio de una jugosa donación a la infraestructura y en lugar de eso recibieron horas de detención en la parte trasera del jardín.
Claro está que NamJoon no había asistido a ninguna de esa horas extras, lo que dejaba con más trabajo a el par de chicos, pues a estos los habían puesto a limpiar el cobertizo hace ya unos días.
-¿Hoy llevarás manzanas verdes al jardín?- preguntó una voz tímida a Yoongi quién lo miró con diversión.
-No, las llevaré rojas, tu trae verdes está vez.- respondió a Hoseok quién le sonrió de vuelta.
Pues sí, luego de una sesión de perdón entre ambos su amistad se restableció con tranquilidad, ambos iban y venían juntos de las horas de castigos, y ahora hasta almorzaban juntos en el comedor. Su relación se fortaleció y los días enojados se esfumaron como nieve fría en verano.
-¿Crees que el desgraciado ese venga hoy?- preguntó Hoseok dejando los paños húmedos sobre el suelo del gimnasio que debían limpiar esa tarde.
-No lo creo, y que preguntes todos los días no hará la diferencia.
-Deberiamos decirle al director.- Yoongi se encogió de hombros quitándole importancia.
-Ya llegué, cariño. Deja de llorar por mi.- se escuchó una voz en la entrada del lugar.
-Vaya, si vino.- murmuró Yoongi ignorándolo por completo, al igual que Hoseok quién ni siquiera volteó a verlo. Tomó uno de los trapos del suelo y lo tiró hacia donde venía el muchacho.
-Limpia las gradas.- masculló dirigiéndose a las ventanas, mientras que Yoongi se encargaba de hacer brillar el suelo.
Parecía irreal lo que ocurría en ese momento, NamJoon, Hoseok y Yoongi trabajaban juntos en silencio, como si ya supieran que tenían que hacer y cómo hacerlo. Moviéndose en su espacio con cautela precisión, sin rozarse o mirarse, pero casi hablando con su trabajo.
-No hay cera en la parte atrás.- dijo NamJoon mirando el lugar en específico, Yoongi asintío y fue hacía ese lugar haciendo lo que le faltaba en el suelo.
Las horas pasaron y el día terminó, los tres se levantaron y guardaron sus utensilios, caminaron en silencio y cada uno se fue a su hogar. Había sido agradable, odiaban al menor, pero este resultó no ser pedante cuando limpiaba en silencio. Las cosas parecían mejorar con el tiempo. Limpian callados, un cómodo silencio, Hoseok bromeaba de vez en cuando con Yoongi, y las risas disimuladas de NamJoon se dejaban oír en el salón que tocaba asear. NamJoon de vez en cuando traía comida y la dejaba en una mesa abierta, nadie debía preguntar si podían comer o no, simplemente lo hacían. En silencio, así es como se formó el primer rastro de amistad en sus vidas.
-Saben, deberíamos ir de fiesta.- comentó NamJoon desempolvando unas repisas en el salón de maestros.- Nos haría bien relajarnos.
-Puedo relajarme sin beber alcohol.- rebatió Hoseok pasando un trapo húmedo por los pupitres.
-De todas formas no podría, mi madre no me deja ir a esas cosas.- comentó sin interés Yoongi barriendo el suelo.- Ve con Kai, el siempre parece dispuesto a bebé y coger.
-Pues sí, pero quería ir con ustedes.- se encogió de hombros sorprendiendo al par que voltearon a verlo.- Ya casi como que me caen ligeramente bien.
-Gracias.- rodó los ojos Hoseok exprimiendo su trapo.- Pero mejor no.
Y fue cierto, durante mucho tiempo solo se lograron ver en las horas de castigos, hasta que aquel terminó. Ya habían cumplido sus tres meses de sanción y ahora estaban libres y no tendrían que verse la cara obligadamente todos los días.
Pero ahora no era obligado, Hoseok almorzaba todos los días con Yoongi, y después caminaban junto a NamJoon hacia la casa de el mismo. Su padre nunca estaba en casa pues tenía algún asunto en el hospital que en ese momento ellos no sabían, Kai siempre llegaba con algo interesante que degustar. Bebidas, cigarrillos, chicos, chicas, música... Drogas.
En cada pequeña fiesta improvisada en la casa de NamJoon podían ver aquello, a Kai le encantaba tomar aquellas sustancias, lo hacían volar y le gustaba lo ligero que se sentía. Yoongi y Hoseok no lo aprobaban, ellos estaban bien con la cerveza, eso era suficiente. Y poco a poco NamJoon también se unió a ellos, él no tomaba esas sustancias, pero tampoco las prohibía en su casa. Jimin, su nuevo amiguito, odiaba que hubiera tanta gente a su alrededor, por lo que NamJoon terminaba las fiestas temprano para que todos se fueran y él pudiera pasar un poco de tiempo con el juguetito de la semana, algo que fastidiaba mucho más a Kai, quién le hacía la vida imposible a ambos.
-No probaré eso, estás chiflado.- chilló Hoseok bebiendo de su botella de cerveza sintiéndose algo mareado ya.
-Vamos, un poco te hará bien.- intentó meterle aquella pastilla a la boca a la fuerza cuando NamJoon detuvo al chico.
-Dijo que no, pedazo de mierda, vete de mi casa. No quiero enfermos aquí.- gruño NamJoon echando a tipo del lugar, Kai lo miró ofendido golpeando su hombro con fuerza.
-¿¡Estás loco?!, Él me traía eso. Ahora no querrá darme nada.
-El loco eres tú, ya te dije que consumir esa mierda atrofiará tu cerebro.- Hoseok se levantó sonriéndole agradecido a NamJoon mientras buscaba a Yoongi con la mirada para ya marcharse de ese lugar.
-Ahora todo es malo para tí. No beber, no fumar, no drogarse. ¿Qué sigues?, ¿Dejo de matar personas para vivir?
-Es una gran idea.- contestó tomando las botellas vacías de la mesa.- Yo podría ayudarte a sustentarte mientras buscas algo mejor que eso.
-En serio estas loco. ¿Desde cuándo te importa lo que esta bien o mal?, Estos dos chiquillos llegaron a arruinar mi diversión contigo.- gruñó apuntando al par que se hallaban poniéndose sus zapatos al ver que ya el ambiente relajado se había ido por el drenaje. Los demás invitados se habían ido horas atrás, quedando solo ellos cuatros y el chico que había sido expulsando antes por NamJoon.
-No nos jodas a nosotros, idiota. Ya nos vamos, Kim.- dijo Yoongi tomando su chaqueta y con el cigarrillo en los dedos salió de su casa seguido de Hoseok, que después de hacer una exagerada venía también se fue.
- Los odio.
-Cálmate, Kai. Y vete también, Jimin dijo que vendría a jugar en unas horas, no quiero a nadie aquí.- batió las cejas empujando al muchacho fuera de su sala.
-Esa otra rata, como es posible que te tenga más rápido que yo.
-Solo vete.- rió NamJoon sacándolo al fin fuera de casa.
-NamJoon, está vez hablo en serio. Ese par no me agrada, y en este momento quiero que decidas. Son ellos o yo.
-Vamos, no seas dramático. Todos son mis amigos, ahora ve a dormir y tira tu maldita droga que podrías ir preso, adiós.- cerrando de un portazo dejó a Kai fuera de la casa.
Estaba arto, hacia tanto tiempo que enfurecía de esa manera, aquel par de chicos parecían querer quitar a NamJoon de su vida, cada que se veían limpiaban un poco más a su chico. Ya no lo ayudaba con sus trabajos, ya no quería salir con él, había dejó tirada a Jisso, no quería armas, ni drogas, ni mucho alcohol, ni nada de tabaco. No quería chicas, no quería chicos. No quería dinero, no quería absolutamente nada que ver con Kai, en palabras más resumidas.
Y eso alimento su odio.
-¡¿Quieres decirme que mierda es esto Yoongi!?, ¿¡Estás usando drogas, hijo, dios, qué te pasa?!, ¡¿Que hice mal!?, ¿¡Qué hice mal contigo?!
Las alarmas de la policía despertaron a Hoseok de sus dulces sueños, su cabeza dolía por la resaca y su madre golpeaba su puerta con insistencia.
-Mamá, ¿Qué pasa?
-¡Drogas!, ¡Te encontraron drogas!- un golpe en su mejilla hizo su rostro arde en rojo cuando al mismo tiempo su padre entraba para llevarlo a la sala en donde un par de policías lo esperaba.
-Yoongi, Yoongi, ¡¿qué haz hecho?!
-Papá, no entiendo, ¿¡Qué dices!?
-¡Drogas, bastardo, hablo de drogas! La maldita policía vino a buscarte. Baja ahora mismo antes que yo terminé matandote.
Y fue así como ambos chicos fueron llevados a la cárcel esa noche, Kai se esfumó con una nota de molestia a NamJoon, diciéndole que como amaba tanto a sus nuevos amigos que los salvara de ir a la cárcel por años, NamJoon hizo lo que pudo y con ayuda de una dolida Jisso lograron limpiar los expedientes de los dos chicos.
Lo detalles ni NamJoon los recuerda, Kai nunca más volvió, Jisso le dijo que gustaba de él y la rechazó, Jimin se fue de viaje con su familia el último año y Hoseok junto a Yoongi decidieron irse a vivir juntos para comenzar su renovada vida universitaria.
NamJoon se quedó solo en la secundaria, no tenía muchos amigos y el par de universitarios no podían visitarlo seguido. Se alejó de la vida de calle, con su madre fallecida ya el dolor en su pecho se aliviaba al saber que no estaba sufriendo, su padre quien esperaba su egreso del colegio depositaba en su cuenta dinero para pagarle un departamento y él al fin mudarse con su nueva esposa y sus hijos. Al final del ciclo decidió ir a vivir con el par anterior, rentando los tres un piso mucho más modesto en el centro del barrio, cabe recalcar que los padres tanto de Yoongi como de Hoseok nunca perdonaron la falta tan grave que habían cometido, por lo que el dinero para tomarse tal modestia debía salir de sus bolsillos, todo iba bien. Demasiado bien.
NamJoon se mudó al fin con sus amigos, tomó todo el dinero y pago aproximadamente cuatro meses de renta en lo que buscaban algún ingreso, recorrió la universidad buscando algún trabajo para un estudiante de primer año que ingresó con honores cuando le dijeron que hablara con el presidente, tal vez aquel muchacho necesitará un asistente pues solía tener demasiado trabajo en épocas exámenes. Eran sus verdaderas intensiones. Lo encontró, y encontró vida en sus ojos, encontró una razón más para seguir e insistir.
Y ahora...
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-Las drogas fueron demasiado imbécil, ¿¡Sabes lo mucho que mis padres me aman!?
-Nada supongo, cosas que pasan. Ya los perdoné por el daño que me causaron, ahora soy alguien maduro que puede hacer cosas como perdonar, saben.
-Eres un...- Yoongi cubrió la boca de Hoseok tirándolo un poco hacia atrás.
-Solo no nos hables.
- Como digas, Lil meow me-
-Te dije que dejarlos a solas luego de su historia no era buena idea.- susurró Jin hacia NamJoon quién veía con hastío los bruscos golpes que se tiraban Jimin y Kai en el suelo.- ¿No vas a separarlos?
-Ya sabes cuál es mi filosofía sobre las peleas físicas sin fundamentos. Aunque Jimin parece no comprender aún...
***
Yo no sé ni como ni cuándo ideé esto pero aquí está. Son casi las 1a.m. y les traigo capítulo nuevo, amenme.
JAJAJAJ
NOS LEEMOS PRONTO
<3