ÉRICA
Judas entró antes del amanecer a la habitación de Érica, la chica estaba extrañada de que la hubiese dejado sola teniendo que encargarse de los dos cuerpos ella sola. Érica simplemente los levantó y los tiró por la ventana. Nadie había tan siquiera investigado lo que había pasado. Al parecer en Casa Solariega el asesinato entre Los Reyes era muy habitual.
--Te tomaste tu tiempo.—Dijo Érica.—¿Al menos descubriste una pista del paradero del Brayan?
--Así es.—Respondió Judas. –Tenemos que irnos ya, El Brayan no está lejos.
Érica se levantó de la cama de golpe y tomó sus armas, se volvió a tapar el rostro y los dos salieron de la taberna.
--¿Y en donde está?—Preguntó Érica.
--Hay un burdel en el centro, El Brayan frecuenta a una prostituta en la interior llamada La otra María.
"El Brayan en un burdel, no me sorprende en absoluto, el tipo siempre ha sido un cerdo." Pensó Érica.
--Y como es una noche de celebración probablemente esté ahí.—Respondió Érica.
--Así es.—Dijo Judas.—Fareeha me dijo que El Brayan esperaba vender información sobre Ashton a María Reyes a cambio de su mano.
--Un burdel sería el lugar perfecto para acabar con él, se nota que no les importa mucho lo que ocurra entre ellos, nadie ha ido a preguntar o tan siquiera investigar los dos cuerpos que aventé por la ventana.—Dijo Érica.
--Un asesinato entre Nahuales es muy común entre los Reyes. Entre todos los contingentes de la familia Reyes hay un poco más de 100, 000 personas. Y está ciudad no está diseñada para mantener a una población tan grande.
Entonces vieron el burdel, tenía que ser ese, era el único edificio que tenía mujeres en paños menores llevando hombres hacia el interior. A Érica le recordaba a un burdel del viejo oeste. Sin embargo parecía que era el único lujo en la ciudad.
--¿Cómo es posible que este sea el único edificio medio decente en toda la ciudad?—Preguntó Érica.
--Los burdeles están bajo la jurisdicción de Margarita Reyes, ella se encarga de que sus establecimientos estén en óptimas condiciones, de lo contrario los hombres no se sentirían seguros para empezar a contar sus secretos.
--¿y como mujer esa es la única arma que tiene para oponerse a los demás miembros de la familia Reyes?—Preguntó Érica.
--No todos los Reyes son malos, Pedro Reyes es un buen hombre, siempre ha odiado la violencia, y Jessica Reyes veía por qué todos los niños Reyes que quedaron huérfanos sean bien recibidos y cuidados. –Respondió Judas.
Los dos entonces esperaron en una callejuela a que pasara alguien, cuando Érica lo vio, el hombre con sus cadenas de oro falsas, con sus pantalones cayéndose, con el copete salvaje y las sienes rasuradas. Era él, El Brayan. El hombre entró en el establecimiento.
--Okey Judas este es el plan, lo que haremos será emboscarlo tú irás por...--Érica trató de explicarle el plan, pero Judas no estaba prestando atención, el hombre mantenía su mirada fija hacia la calle, un hombre en silla de ruedas era protegido por tres imponentes hombres. El hombre se veía nervioso. –¿Judas...?
--Tengo que irme.—Respondió Judas.
--¡Qué! ¡No!, ¿Qué hay de la misión?...
--Ese hombre de ahí es Fernando Reyes, es el hombre que asesinó a mi esposa y a mi hija, Teniente Gallen. No puedo dejarlo ir.
Entonces Érica le sujetó por la manga de su levita de cuero.
--¡Nuestra misión!
--Estoy seguro que usted podrá con la misión de acabar con el Brayan, pero yo...él es la razón por la que regresé aquí. Estoy destinado a acabar con él de una u otra forma. Una vez que lo mate teniente debe salir de aquí, sin mí. No importa lo que ocurra, usted debe regresar a Ashton.
--¿Qué hay de ti? Eres nuestro consultor.—Preguntó Érica.
--Regresaré a Ashton, tiene mi palabra teniente.
--Eso no significa nada.—Respondió Érica. –También tenía la palabra de El Brayan.
Entonces Judas se retiró el pasador de su cabello, y se lo pasó a Érica, no tengo nada más preciado en el mundo que esto. —Dijo Judas. –Si no confía en mi palabra, al menos confié que regresaré por esto.—Entonces el muchacho le dejó el pasador en las manos a Érica.
--¡Judas! ¡Judas!...—Trató de decir Érica, pero Judas no hizo caso y salió a la calle persiguiendo al hombre en la silla de ruedas. Érica entonces guardó el pasador en su bolsillo y se quedó observando hacia el burdel.
Cuando una media hora después salió El Brayan del burdel, el hombre comenzó a caminar en dirección a una callejuela. Esa era la oportunidad que Érica estaba esperando. La mujer le siguió de cerca. Hasta que entró al callejón.
Entonces sintió que alguien la empujó contra la pared, era El Brayan el hombre comenzó a golpear a Érica en el estómago.
--¿Crees que no me di cuenta que me andabas siguiendo? ¡Puta!—Gruñó El Brayan y le dio otro golpe a Érica Gallen.--¿Crees que no me di cuenta que ese hijo de puta de Judas me andaba siguiendo, el imbécil usaba la misma levita de cuero. Entonces Érica le dio una patata en la entrepierna al Brayan, el hombre la soltó mientras se sostenía los testículos de dolor.
--Eres un cerdo.—Exclamó Érica. Y la chica entonces tomó la pistola y entre jadeos apuntó hacia El Brayan, pero antes de que pudiera disparar, el hombre se abalanzó sobre ella.
Los dos cayeron en la tierra, Érica soltó la pistola cuando cayó y esta se derrapó hasta golpear con una pared. El Brayan comenzó a lanzar puñetazos a la cara de Érica, la chica trataba de bloquearlos protegiéndose la cara. Érica entonces vio una piedra, la tomó y golpeó la cara del Brayan con ella el hombre se cayó.
--Aún después de todo lo que hicimos por ti, tú simplemente nos traicionaste.—Dijo Érica.
--¿Traicioné?, fue la puta de tu hermana la que me tomó prisionero en el Yermo, ¿Crees que quería una vida...de que? ¿Crees que no lo notaba como es que todos ustedes se me quedaban viendo, como si fuese un mero criminal?, ¿No importa cuantos de los míos matara? Ustedes simplemente se me quedaban viendo como si fuese un animal rabioso.—Respondió El Brayan.—Y la tuya, fue la mirada más brutal de todas.
--Lo se.—Respondió Érica.—Que te puedo decir, más que te odio. Y te odio por lo hipócrita que eres, Ashton te dio un hogar, te dio alimentos y seguridad y tú...lo dejas por que...¿Por esto?
--¡Por respeto maestra!, Aquí me respetan, no ve ven como un criminal.
--Eso es porque estás entre criminales.—Respondió Érica. La chica comenzó a arrastrarse hacia su pistola, El Brayan aún tenía problemas para reincorporarse, el golpe en la cabeza lo había dejado aturdido.
--No somos criminales, somos conquistadores.—Dijo el Brayan. El hombre gateó hacia una pared y comenzó a levantarse poco a poco.—Eso es lo que tu no entiendes, la era de Los Reyes está por comenzar.
--Sigue creyendo eso...--dijo Érica, entonces vio la pistola ya estaba cerca de ella.
--¡Oh pero sí lo creo!, María Reyes ya sabe de Ashton, ella me ha nombrado su segundo al mando, y pienso marchar con los Reyes hacia Ashton.
--Como digas "Pendejo"—Respondió Érica, diciendo el único insulto que sabía en español. Llegó al arma, entonces sintió que El Brayan le tomó del tobillo y la arrastró por la tierra. El hombre tenía en sus manos un tubo oxidado.
--¡Esto se terminó puta! —El Brayan alzó el tubo por encima de su cabeza, pero antes de que pudiese dar el golpe Érica alzó la pistola y disparó justo en medio de la cabeza del Brayan, la bala penetro la frente del hombre como si fuese papel y se impacto en la pared por detrás salpicándola de sangre. El hombre cayó como tabla a la tierra.
Érica Gallen se levantó de la tierra, y se limpió el vaho sanguino que le corría por la ranura de la boca. Notó que esta tenía un extraño color entre rojo y anaranjado. Entonces escuchó como un grupo de hombres se movilizaba corriendo por la calle, Érica pensó que iban tras ella por lo que decidió huir.