Second Chances. {Justin Biebe...

By StratfordJustin

144K 4.9K 470

More

Second Chances. [Sinopsis]
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32. - Final.
Epílogo.

Capítulo 28.

3.5K 141 14
By StratfordJustin

[Canción del capítulo: B.o.B - Nothin' On You [feat. Bruno Mars] (también en multimédia)]

No habíamos dormido demasiadas horas esa noche entre los sucesos pasados, sin embargo creo que Justin despertó con mucho más color en su cara, sonriente. Había desayunado muy bien pese a la comida del hospital e incluso me había obligado a darle el yogurt. Fue gracioso y demasiado tierno. 

Estaba intentando peinarle con las manos mientras él me daba pequeños pellizcos en la tripa que me hacía dar pequeños botes. 

El doctor Fernández entró y nos saludó. 

-¿Has desayunado bien? Debes comerte todo lo que pongan, el alcohol te afectó mucho mas debido a que llevabas más de dos día sin comer. Necesitas una buena alimentación. 

-Lo sé, doctor. –dijo Justin-. Estoy comiendo bien, lo haré a partir de ahora. –sonreí hacía él. 

-Perfecto, probablemente mañana puedas irte a casa. Hoy debes pasar el día aquí. 

-Esta bien. 

-Que tengáis un buen día. –dijo, me dedicó una ultima mirada y se fue. 

Le miré alzando una ceja divertida. 

-Parece que el chico estaba de mal humor. –me reí. 

Justin alzó una ceja. 

-El chico no te quitaba la mirada de encima. Vaya imbécil. –me reí al verle algo celoso. 

Puse una carita coqueta y una mirada con demasiado tonteo que él correspondió. 

-Anda, ven aquí. –palmeó el hueco vacío en la pequeña cama. 

-¿Por que debería hacerlo? –alcé una ceja. 

-Porque necesito mimos. –hizo un puchero demasiado gracioso que me recordó a las fotos que él mismo me enseñó hace tiempo de cuando era pequeño. 

Me tumbé a su lado y el comenzó a jugar con mi pelo mientras yo acariciaba su mano con la mía. 

No quería sacar el tema de porque habíamos llegado hasta aquí, debido a que estábamos teniendo un muy buen tiempo, pero necesitaba hablarlo con él. 

-Justin... yo creo que debemos hablar de todo lo que ha pasado. Tú... has estado mal. –me miró-. Si te molesta hablamos de otra cosa, pero a mi me gustaría saber porque... porque estabas así. 

Él asintió y cogió una bocanada de aire. 

-No estaba bien sin ti, Melissa. De verdad, me afectó mucho. Solo necesitaba olvidarte, olvidarme de ti un rato y caí en una rutina algo mala. Cuando viniste a aquel bar a verme... eso fue la gota que colmó el vaso. Te necesitaba y no quería reconocerlo. Ya sabes... –parecía incomodo-. bebí demasiado y no sé ni como, pero me caí.

Respiré profundamente. Jamás sería capaz de juzgarle sabiendo que yo tenía la culpa de lo que le había sucedido.

Él cogió mi barbilla para que le mirase.

-Sé que no somos nada, que no te tengo que dar explicaciones o que probablemente no te importe... –parecía dolido en estos momentos. Pero más me dolió a mí que pensara que no me importaba.

-Me importas Justin. –le miré a los ojos-.  ¿Crees que no? –él agachó la mirada y eso dolió. Lamí mis labios y esperé a que él me volviese a mirar–. Nunca has dejado de importarme... –agaché la mirada sintiéndome algo débil-. y nunca lo harás. 

Él miró hacia un lado durante un segundo, suspirando, después agarro mi rostro y beso mi frente haciéndome saber que todo estaba bien. Me sentí mucho mejor después de ese gesto. Después me miró y continuo lo que anteriormente me intentaba decir. 

-De todas formas, dejando a un lado lo que tenemos, lo que somos... lo que sea. Solo quería decirte que no volveré a cometer los errores que he tenido últimamente. No quiero hacerte más daño a ti, ni tampoco a mi mismo. 

Me sentí realmente orgullosa de esas palabras, pero después de todo no confiaba en él plenamente. 

-Eso es lo que debes hacer. –asentí, con una mueca. 

Él metió un par de mechones por mi oreja mientras observaba mi rostro atentamente. Sabía que quería besarme, yo también quería. Comenzó a acercarse, pero ese no era nuestro momento de privacidad. Ryan y Sara entraron por la puerta y yo me incorporé de la cama. Le di un fuerte abrazo a Sara mientras Ryan saludaba a Justin. Después Sara fue y le dio un pequeño abrazo a Justin. 

-¿Como estás Bieber? –preguntó Sara. 

-Estoy bien, ya sabes, soy de piedra. –bromeó. 

-Ten más cuidado, la próxima vez que nos des un susto así te pegaré. De verdad, lo haré. –todos reímos. Sara sabía poner su toque gracioso en todas las situaciones. Adoraba eso de ella-. Oh Dios Mel, ¿has dormido en esa piedra de sofá? –Sara señaló el sofá que había al lado de la cama de Justin. Yo solo pude ponerme roja mientras Justin carcajeaba. 

-Verás Sara –empezó Justin, con una gran sonrisa graciosa a la que se unió Ryan–, no podía dejar que mi rubia durmiera ahí. –alzó las cejas divertido. Sara, con todo lo dramática que era, abrió la boca a lo grande. 

-Espero que no te hayas pasado con mi amiga, Bieber. –le señaló mi amiga, amenazante. 

-He dormido genial, la verdad. –me guiñó un ojo, haciendo que me sonrojara. 

Estuvimos toda la mañana bromeando y teniendo conversaciones entretenidas los cuatro, a pesar del sitio aburrido y monótono en el que estábamos. Cuando la enfermera trajo la comida de Justin, Ryan y Sara decidieron marcharse diciendo que volverían por la noche o quizás mañana. 

Justin me miró con una sonrisa burlona que incitaba a reírse.

-Bueno, ¿me das de comer? –ambos echamos a reírnos. 

[...]

-Eh, no te quejes, tú por lo menos estas comiendo esta asquerosidad, yo no he comida nada. –me quejé, divertida. 

-¿No has comido nada? –frunció el ceño. 

-No. –hice una mueca. 

-Ve a la maquina y compra algo o baja a la cafetería. No puede estar sin comer. –sonreí por su preocupación y asentí, él tenía razón.

-Esta bien, voy. 

Me levanté de su cama. 

-Espera, voy contigo. Me vendrá bien andar un poco. -se levantó de la cama y no pude evitar reírme de su atuendo. 

Él rodó los ojos sonriente. 

-Lo sé, es la ropa más sexy que me has visto. –dijo con sarcasmo, haciéndome reír aún más. 

-Anda vamos. –caminé a su lado por el pasillo del hospital. 

Caminábamos por el extenso pasillo del hospital con las propias características de estos sitios. Miraba a Justin de reojo, el cual intentaba colocar su pelo hacía arriba de nuevo, sin embargo no se daba cuenta de lo sexy que quedaba cuando su pelo rebelde volvía a caer sobre su frente. Después miré aquella enorme bata blanca que llevaba y me volví a reír de su atuendo. 

Él me miró alzando una ceja con esa sonrisa coqueta que siempre nos dedicábamos en nuestros pequeños piques. 

-Sí, ríete rubia. Pero ni a ti te quedaría tan sexy. –alcé una ceja provocandole como solo yo sabía que le encantaba, le tentaba. Él pensó un segundo lo que había dicho y rectificó–. Bueno, vale, a ti sí. –me reí descaradamente de su confesión y él pasó su brazo por mis hombros estrechándome unos segundos junto a él. 

Todo eran risas y sonrisas hasta que algo tubo que estropear el momento. Al final del pasillo, justo a lado de la maquina de comida, apareció Carter con el ceño fruncido. Se acercó a nosotros y ni siquiera me saludó. 

-He venido a por ti –dijo en un tono normal-. me han dicho que él ya esta bien –le dirigió una rápida mirada a Justin-, ¿Te llevo a casa? –preguntó. 

Sinceramente, en esos momentos tenía ganas de rodarle los ojos con descaro. Parecía que siempre se empeñaba en estropear los momentos en los que yo era más feliz. Pero claro, eso él no lo sabía. 

Justin se aferró a mi mano, entrelazando nuestros dedos sin ser demasiado descarado y supe que no fue un gesto para llamar la atención de Carter, sino que me estaba pidiendo indirectamente que me quedara. Y lo iba a hacer, no le iba a dejar solo en estos momentos ni aunque él ya estuviese más o menos recuperado. Quería realmente estar junto a él. 

-No. –respondí a la pregunta de Carter, tajante. 

-¿Que? –frunció el ceño. 

Mordí mi labio y Justin dio un suave apretón en mi mano. 

-Que no quiero que me lleves a casa Carter. Me voy a quedar aquí, con él. Al menos hasta que le den el alta. –dije. 

-Vamos Melissa, él ya esta bien, no es necesario que estés aquí. 

-Bien, me da igual, me voy a quedar con él. –Carter apretó la mandíbula-. Te llamaré cuando este en casa. 

-Esta bien, haz lo que quieras. ya hablaremos. –dijo, seguidamente se dio la vuelta enviando miradas poco cariñosas, y se fue. 

Justin volvió a entrelazar los dedos de nuestras manos con más delicadeza una vez que Carter se había ido. Bajo la mirada hacía mí y me dedicó una sonrisa suave debido al geste que había tenido quedándome junto a él. Seguidamente inclinó su rostro y deje un suave beso en mi mejilla, haciéndome sonreír tontamente, a pesar de que no me encontrara bien con lo que acababa de pasar. 

Había comido algo mientras el doctor hablaba con Justin, después llegó su amigo Khalil, que había venido a verle. No quise entrometerme en su conversación, a parte de que su amigo no me caía muy bien, así que así del cuarto y aproveché para llamar a mi madre y preguntarle como iban las cosas por New Port, después de tener una pequeña conversación con ella, también llamé a Sara para decirle que mañana temprano estaría allí, ya que a Justin le darían el alta y Ryan vendría a por él en su coche. 

Me distraje en la conversación cuando vi la puerta del cuarto de Justin abrirse, de allí salió Khalil, que se despidió de mi cordialmente con una "Hasta luego"  el cual correspondí amablemente. Miré la hora, las nueve y media, bostecé. Necesitaba realmente dormir. 

Entré de nuevo a al cuarto de Justin, quien hizo una mueca mientras sostenía el teléfono junto a su oreja. 

-Ey, mamá, te prometo que estoy bien, de verdad. –rodó los ojos sonriente-. En serio, no hace falta que vengas desde allí, mañana salgo de este sito tan... –le dio una mirada a la habitación-. repelente. –se rió. Adoraba ese rasgo de buen humor que había vuelto a él. Y me sentía completamente feliz de que quizás fuese por mí. Él tenía el mismo efecto en mí-. Que sí, sí. –volvió a sonreír, esta vez mirándome-. Además, estoy en buena compañía. –me ruboricé-. Sí, estoy con ella. –se despegó del teléfono y me miró-. Quiere hablar contigo. –sonreí y me acerqué hasta él.

-Hola Pattie –saludé. La escuche reír de alegría. 

-Oh Dios mío cariño, me alegra tanto saber que estás cerca de él. –sonreí con añoranza-. Por favor cuídalo, él te quiere, lo sé, lo conozco Melissa, soy su madre y sé que no hay sentimientos más sinceros que los que siente por ti. –me empecé a sentir entre sentimental por lo que estaba diciendo y incomoda por saber que estaba Justin cerca, aunque sin tener ni idea de lo que hablábamos. 

-Yo Pattie, verás... él, esta aquí cerca y... –me reí algo nerviosa. 

-Oh sí, sí cariño no te preocupes, tendremos más ocasiones de hablar. Espero verte pronto. Y por favor, cuídalo. 

-No te preocupes, la voy a cuidar muy bien. –sonreí hacía Justin, él cual me correspondió con ternura-. Espero verte pronto Pattie, un abrazo muy fuerte. –sonreí recordándola. Ella se despidió de mí y le pasé el teléfono a Justin. 

-Sí, mamá, yo también te quiero, me tendrás allí en una semana, por navidad. Te cuidado y dales un beso a Jazzy y Jaxon de mi parte.–sonrió-. Buenas noches. –y colgó. 

Para entonces yo ya me había sentado en aquel incomodo sofá, sin poder evitar sentirme mal conmigo misma. Todo y todos parecían empujarme a Justin, pero yo sabía que realmente no debía. 

Jugueteaba con mi pelo, algo nerviosa, mientras notaba la mirada de Justin puesta en mí. 

-Melissa... –me llamó, nuestras miradas ardían y no sabía descifrar muy bien porqué-. ven aquí. –lo pidió en un murmuro tan inexplicable y profundamente bonito que ni si quiera tarde tres segundos en levantarme y tumbarme junto a él. 

Me apoyé sobre su pecho con cuidado, mientras el colocaba mi pelo a un lado y lo acariciaba, estremeciéndome. Entrelazó nuestras manos delicadamente, dejándolas encima de su tripa y suspiré, sin pensar en nada, y sintiéndome realmente tranquila de estar donde estaba,  y donde quería estar en ese preciso momento. 

-Gracias por quedarte conmigo. –susurró. 

Me aferré aún más a su pecho. Él daba pequeñas caricias sobre mi espalda. 

-No tenía intención de irme. Quería estar contigo, Justin. –musité, débilmente. 

Él dio un beso lleno de ternura en mi frente y yo aproveché el momento cuando vi que estaba apunto de dormir para besar con cuidado su mejilla y susurrar un "Buenas noches cariño" que necesitaba decir. 

Su dulce sonrisa fue todo lo que vi antes de dormir. Aunque el remordimiento de saber que mañana, cuando le dieran el alta, ya no tendría motivos para estar cerca suya me torturaba. No quería volver a distanciarme de él. Añadiendo que tenía practicas, lo cual era igual a una discusión severa con Carter. 

Narra Justin. 

A la mañana siguiente, cuando desperté, Melissa ya se había ido. No es que fuera mi gran ilusión que se tuviera que ir, pero entendía que tenía que ir a las practicas y volver a su casa. 

Me había vestido con unos vaqueros básicos y una de mis camisetas blancas junto con una chaqueta para no coger demasiado frío, debido a la época navideña en la que nos encontrábamos. Cogí los últimos papeles del hospital y me despedí del doctor Fernández con una sonrisa. Ryan me esperaba en el aparcamiento trasero del hospital, ya que toda la entrada central del hospital estaba llena de paparazzis debido al escándalo que había formado estos últimos días, aún más añadiendo mi accidente. 

Me puse una de mis gorras y crucé corriendo la calle para meterme en el coche de Ryan, unos segundos después no podíamos ni avanzar debido a la avalancha de fotógrafos que habían rodeado el coche en el que íbamos. Me puse las gafas y habé con Ryan normalmente, mientras, aún desde fuera se escuchaban sus estúpidas preguntas: "¿Que hay de Anna Breslin?" "¿Estás de nuevo con Melissa Tress? La hemos visto por aquí." "¿Como te encuentras Justin?" ¿Es cierto que has estado en el hospital por drogas?" 

Bufé y miré a Ryan al cual le parecía divertida la situación. 

-Acelera. –le dije. 

Mantuvimos una pequeña conversación de camino a Calabasas en la que no dudé de pedirle perdón por mi actitud con él estos últimos meses. Y actuó como si no pasara nada y yo agradecí interiormente tener un amigo como él, que estaba en las buenas y en las malas. 

Sin embargo, de mi mente no salía la gran idea que tenía para estas fiestas Navideñas, en las cuales pretendía tener a Melissa cerca de mí en todo momento. Al menos lo iba a intentar. No quería volver a presionarla, iba a ser más pausado, pero sabía que ella me quería tanto como yo a ella y por lo tanto no la iba a dejar ir. 

Estaba realmente ilusionado a pesar de lo que acababa de pasar. Saber que ella se había preocupado de mí, que había estado conmigo, que me había demostrado tantas cosas... eso simplemente me hacía olvidar todo lo demás. 

Me encantaba la navidad  y la época navideña, más aún si todo salía como yo esperaba. 

Un mensaje llegó a mi móvil, lo abrí. 

De Anna Breslin: Baby, me he enterado de que has estado mal, no nos pudimos ver. Ey, te echo de menos, quiero verte pronto. Llámame cariño, sabes que estoy dispuesta a cuidarte muy bien si estas mal ;) 

Ignoré el mensaje totalmente, ya que ahora mismo no tenía cabeza para tonterías. 

Sin embargo, sí tenía cabeza para ella. 

Para Melissa: Creo que me voy a volver a poner malo nada más que para que estés cerca mía. Nos vemos pronto rubia. 

Más pronto de lo que tú crees, pensé.

______________

Siento tardar girls, pero estoy en época de examenes y eso es lo primero, entenderme pls. 

Espero que os guste, y el adelanto que os doy del proximo es: Canadá - Navidad. 

Continue Reading

You'll Also Like

240K 23.7K 64
𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇 . . . !! 𖥻 ִ ۫ ּ ִ 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈 𝗁𝖺𝗋𝗀𝗋𝖾𝖾𝗏𝖾𝗌 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 . . . En donde el regreso de Cinco trae co...
7.8M 467K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
92.7M 8.6M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...