Chris respiró con fuerza.
- Estás muy tenso. Si no te relajas lo podremos avanzar. - Le dijo Sebastian apoyando la mano sobre su, hombro.
- Pero esto no tiene ningún, sentido. ¿Por qué tengo que estar tumbado para entrar en VIA, no quiero dormir.
- Para relajar la mente hay que relajar primero el cuerpo y el tuyo parece que va a romperse como el cristal si te parece toco.
Chris bufó, se volvió hacia Sebastian y exhaló todo el aire que tenía en su interior. Cerró los ojos y tras acomodarse de nuevo en el sofá cerró los ojos.
- Vale, tu ganas, como siempre. ¿Qué tengo que hacer?
- Primero deja de hablar y vacía tu mente. Escucha solo, mi voz y no pienses en otra cosa que no sean tus ganas de entrar en VIA y dominar tu mente mientras allí dentro.
- Parecen muchas cosas para hacer al mismo tiempo.
- Chris... Confía en mi, por favor. No estamos buscando pasar un buen rato, no vamos a tener una experiencia, no vamos a ser Ryan y Benjamin. - Chris dejó de respirar al notar las dos manos de Sebastián apoyadas sobre su pecho y sentir su respiración casi sobre su rostro. - Cuando entres, vas a estar solo, yo voy a estar aquí fuera, te voy a guiar y te voy a sacar, si me dejas y si estás concentrado. Pero si descubren lo que estamos haciendo, vas a tener serios problemas dentro de VIA antes de que puedas llegar hasta Tom o como se llame ese crío.
De pronto, las manos de Sebastian se posaron sobre sus mejillas. Le pidió que se quedara así, que no abriera los ojos bajo ninguna circunstancia.
- Concentrarse significa no dejarse influenciar por nada. - Al sentir un dedo sobre sus labios, Chris se puso tenso, pero mantuvo los ojos cerrados y se concentró en la voz del hacker. - Tienes que buscar una puerta trasera, porque si entras como todos los usuarios, te controlan, saben que has entrado y no les costará más que unos minutos dar contigo por muy profundo que te escondas.
- ¿No debería ponerme las gafas? ¿Cómo voy a encontrar la puerta si no tengo la llave?
Protestó al sentir un pinchazo en el brazo, una jeringuilla que le inyectaba algo. Pero por mucho que quería hacerlo, no abrió los ojos y decidió confiar en Sebastian.
- Buen chico. Te estoy poniendo una mezcla personal, algo que uso para vaciar la mente. También sirve para abrirla y que podamos encontrar la piedra antes de que sepan que la estamos buscando.
- Y no es peligroso.
- Es rápido y efectivo.
No hubo respuesta por parte de Chris. No hacía falta decir que tenía miedo, quien o estaba seguro de lo que estaba haciendo y que si no fuera porque Sebastian estaba allí con él, lo habría dejado estar.
- Siento algo de calor.
- Eso significa que está haciendo efecto y que pronto estarás listo para entrar. - Los labios del hacker se posaron sobre los suyos en un beso que apenas fue un contacto, pero suficiente para calmarlo, para darle el último ingrediente para encontrarse una puesta blanca, brillante y luminosa delante de él.
No tenía claro cuando había abierto los ojos, cuando había dejado el cuarto de estar y cuando había desaparecido Sebastian de su lado.
Miró a su alrededor. Allí no había nada, absolutamente nada más que luz. No se veía el suelo que estaba pisando, tampoco tenía un techo sobre su cabeza y la puerta, que apenas podía distinguirse con la luz, que lo rodeaba, parecía cantarle como una sirena para que se acercara y entrara.
- ¿Chris? ¿Chris puedes oírme? No me digas que te he dado una dosis demasiado grande de llave.
- Estoy aquí, donde quiera que aquí sea.
- ¿Ves la puerta?
- La tengo delante, creo. No es que pueda verla, la verdad, simplemente siento que está ahí y casi puedo escuchar todo lo que está ocurriendo al otro lado.
- Perfecto. Son unos jugadores increíbles. La puerta trasera está siemñre ahí, pero solo con la preparación adecuada es posible encontrarla. Ahora solo tienes que dar unos pasos y entrar. Vamos a hacer una pequeña prueba. Entras, cinco minutos y sales.
- ¿Y donde has ido tú?
- Ninguno de nosotros se ha movido. Es solo, tu mente la que ahora ve más allá. VIA siempre ha estado allí, no inventaron nada, por mucho que nos hagan creer. VIA es... Digamos otra dimensión que nos rodea. Lo único que ellos hicieron fue encontrar una mente, humana o artificial capaz de controlarla y ponérsela en bandeja.
- Tom.
- Exacto, Tom.
Desde que había comenzado a escuchar la voz de Tom en su mente y en sus experiencias, Chris había sentido una profunda pena y tristeza por el chico. Ahora solo quería dar con él, abrazarlo como un hermano mayor y decirle que todo iba a salir bien.
- ¿Qué voy a encontrar cuando entre?
- Es dificil de decir. La puerta trasera no forma parte de ninguna experiencia, la llamamos ciudad sin ley porque estamos hablando de ceros y unos, la antigua informática en su estado más puro, solo que mil veces más evolucionada. Además depende de cada uno. Cada mente que entra en ella se encuentra con cosas diferentes.
- ¿Qué encontraste tú?
- No tenemos tiempo que perder. Entra, quédate unos minutos y vuelve a salir por la misma puerta. No puedes perderla de vista, de lo contrario podrías quedarte atrapado allí dentro para siempre.
- Ah bueno, gracias por decirlo antes de que entrar. Aunque supongo que no tengo muchas opciones ahora mismo.
Respiró con fuerza, solo que al hacerlo se dio cuenta que no tenía un cuerpo con el que hacerlo. Intentó mirarse las manos pero estas no estaban allí, no había manos, brazos, pies, no había nada pero aún así, podía sentirlo todo sin problemas.
No dijo nada, si Sebastian no le había dicho nada al respecto, seguramente no quería asustarle más, porque aquello era algo normal.
- Voy a entrar.
- Bien. No dejes de hablar conmigo. Hasta que no sepas como controlar tu mente allí, necesitas un contacto firme fuera, alguien que pueda tirar de ti para sacarte si no puedes salir por ti mismo.
Chris asintió y se preguntó si su cuerpo se movía en el mundo exterior. Cuando Sebastian no dijo nada, imaginó que así era.
Era extraño moverte sin piernas y mucho más extraño sentir que caminaba sin problemas.
Atravesó la puerta invisible y cuando pensaba que no podía ver o hacer nada más extraño, se encontró en la entrada de una gran mansión.
- Bueno, no está mal para comenzar.
- ¿Qué es lo que ves? ¿Donde estás?
- Una casa, una casa muy grande, parece la mansión de los Xmen, pero se ve vacía, se siente vacía, como si no viviera nadie aquí.
- Eso es bueno. - Continuó diciendo la voz de Sebastian dentro de su cabeza. Sonaba tan raro tener otra persona en su mente, escuchar su propia voz y la del hacker. - Eso significa que hemos conseguido entrar en un sitio privado, lejos de donde entran los usuarios. Seguramente no muy lejos de donde estás te encuentras una puerta más, una que no tendrá que ver con el escenario en el que encuentras.
Chris miró a su alrededor, dio una vuelta al lugar donde se encontraba. No era más que un gran recibidor, oscuro, silencioso y del que salían varios pasillos y algunas puertas estaban cerradas.
- No veo nada que me llame la atención.
De pronto unas voces a su espalda le hicieron darse la vuelta. Sonaba jóvenes, no tanto como niños, pero si muchachos que corrían y reían. Los intentó buscar, pero no vio a nadie, la casa estaba completamente vacía.
- ¿Hay fantasmas en VIA?
- ¿Fantasmas?
- Estoy oyendo voces a mi alrededor, pero no veo a nadie.
- Chris, ten cuidado, eso significa que se se están separando los muros del sitio en el que estás con VIA general. Cuando se abran del todo perderás la conexión conmigo y tendrás que buscar una forma de salir por tus propios medios.
Chris asintió y de nuevo se preguntó si su cuerpo se estaba moviendo o permanecía tendido en el sofá, como si estuviera dormido o en coma. No quería imaginarse esa escena, porque se imaginaba a si mismo, casi como si estuviera muerto.
Sintió que se estremecía o por lo menos su mente lo hizo, pero hizo un esfuerzo para concentrarse en lo que estaba haciendo y en lo que tenía que hacer.
- ¿Qué hago ahora?
- Quiero que te muevas a tu alrededor, pero ten cuidado con no entrar en el bucle que te llevará directamente a VIA.
- ¿Cómo voy a distinguirlo? ¿Cómo voy a saber cuando salir corriendo en dirección contraria a ese bucle si no se como es o donde lo voy a encontrar?
- Lo sabrás, te aseguro que lo sabrás y lo sentirás.
Chris no se imaginaba que Sebastian pudiera ser uno de esos tipos crípticos que decían las cosas a medias o que no las decían. Algo le decía que no iba a conseguir más información y que Sebastian estaba usando aquel momento como si fuera una prueba, para enseñarle que moverse en VIA o sobretodo a los márgenes de VIA no era algo fácil.
- Muy bien, vamos a por ello, no puede ser mucho más difícil que moverse por un videojuego.
- Solo que en un videojuego, cuando te atrapa el vórtice vas al inicio; cuando te atrapa aquí... no quieres saber lo que eso.
Chris decidió hacer oidos sordos a lo que Sebastian acababa de decir y siguió con su investigación por la casa. Intentó alejarse lo más posible de las voces que iban rodeándole. Ya no solo sonaban como adolescentes que jugaban a algún deporte, también parecían adultos y coches, trenes y también aviones. Había una vida acercándose cada vez más rápido, rodeándole y todavía no había encontrado ni el bucle del que alejarse.
Subió las escaleras, la casa disponía de tres pisos, además de lo que parecía un ático. En la segunda planta tampoco había nadie, al menso no aparentemente, así que decidió investigar a su alrededor.
No tenía nada de diferente con una mansión abandonada, excepto porque allí todo estaba reluciente. Unos cuantos dormitorios, cuartos de baño y dos salones, uno que parecía una biblioteca y otro que podía ser un salón de te.
- ¿Eres de verdad?
Sobresaltado por la voz y sobretodo porque alguien que no era Sebastian dentro de su cabeza.
- Yo soy de verdad ¿Quien eres tú?
Como si de un verdadero fantasma se tratara la figura de un adolescente apareció delante de él. Era como lo había visto en las experiencias. Tom era igual, con un aspecto un poco más demacrado, que seguramente tenía que ver con el encierro en el que lo había visto mentalemnte.
- ¿Tom?
- Chris... Ryan.
- ¿Se supone que ahora estoy dentro de una experiencia tuya?
Tom negó con la cabeza y se acercó a él. Alargó mano y pareció que iba a darle un puñetazo en el vientre, pero su mano atravesó el cuerpo de Chris. volvió a ponerse recto, con los brazos pegados al cuerpo y se mantuvo en silencio, mientras Chris asimilaba lo que acababa de ocurrir.
Se había puesto pálido al pensar que el muchacho iba a golpearle, al pensar que todo había sido una trampa de VIA, incluso del gobierno como le había advertido Sebastian; pero cuando lo atravesó como si fuera Patric, Swazy en Ghost, empezó a entender como estaban las cosas.
- No estás aquí.
- No estoy en ninguna parte en realidad. No tengo un cuerpo o por lo menos no se donde lo han guardado. - A cada frase que decía el chico, a cada movimiento, Chris tenía más dudas sobre lo que estaba ocurriendo, pero prefirió guardar silencio y dejarle hablar para que le contara todo. - Siento todo lo que has tenido que pasar por mi culpa y no esperaba encontrarte aquí. ¿Han dado contigo ya? ¿La gente de mi padre te está persiguiendo?
Chris miró a su alrededor como si esperara, de pronto ver salir un ejército o unos cuantos agentes del gobierno que se le tiraban encima y lo detenían. Pero nada eso pasó, nada en realidad pasó.
- Ehm, no. Por el momento no me he encontrado nadie aquí, solo he oído voces lejanas.
Tom se puso tenso al escuchar aquello y como si un resorte en su espalda hubiera hecho efecto. Intentó coger de la mano a Chris, en un acto reflejo, olvidándose de que no podía tocarle.
- Vamos tenemos que escondernos, las voces solo es el principio de la sesión. Mi padre está a punto de comenzar una transmisión global de VIA y esas son las más peligrosas cuando algún hacker se mueve por aquí fuera, el vórtice crece y puede tragarse a cualquiera, te perderías para siempre dentro y si no has usado la puerta de atrás muchas veces, te perderías para siempre.
- Hablas como Sebastian. - Dijo Chris mientras corría detrás del chico y al final no pudo creerse que tras entrar en un dormitorio y que la puerta se cerrara por si sola a su espalda, Tom le hizo esconderse debajo de una mesa. - ¿Qué estamos haciendo?
- Estar seguros, esa gente no entra en mi cuarto nunca, mi padre me deja, al menos, tener este pequeño espacio, esta habitación es solo mía porque aquí ni siquiera mi padre lo que pasa.
Chris asintió porque no sabía lo que decir, no sabía lo que estaba ocurriendo y acababa de darse cuenta que había perdido la comunicación con Sebastian.
- Aquí no podrás oír a tu amigo que está fuera. Pero no te preocupes. el vortex se cerrará en unas cuantas horas y podrás volver al mundo de ahí fuera.
- Un momento, ¿Has dicho unas horas? ¿Tengo que pasar unas horas aquí, dentro de esta habitación mientras mi cuerpo está en una especie de coma ahí fuera y Sebastian no puede comunicarse conmigo?
Tom se encogió de hombros y sonrió. Para el muchacho parecía fácil, para el chico parecía simple y lógico. Tom lo entendía todo, mucho más que Sebastian incluso y parecía dominar la situación, probablemente es lo que pasaba cuando alguien pasaba toda una vida allí dentro, cuando nacía, creía y vivía allí.
- Tengo que hablar con Sebastian, se va a preocupar por mi. Debería ser algo fácil, entrar y salir. No debería quedarme aquí más de cinco minutos y desde luego no debía perder la comunicación con él.
Chris intentó salir de debajo de la mesa, pero Tom lo agarró, literalmente esta ve lo agarró del brazo y tiró de para que se quedara sentado debajo de la mesa.
- ¿Como es que puedes hacerlo ahora? Ahora puedes tocarme y antes no.
- Como te decía, esta habitación es mi mundo, aquí puedo hacerlo prácticamente todo, puedo verlo todo cuando quiera. - Tom señaló a varias pantallas que cubrían casi un pared entera. - Pero cuando salgo e intento ponerme en contacto con el mundo exterior, no tengo fuerzas para aguantar mucho tiempo y mi padre se enfada.
- ¿Desde aquí puedo comunicarme con Sebastian? ¿Podrías ayudarme?
- Podríamos intentarlo, pero nunca lo he hecho con otra persona que fuera yo mismo.