-Maggie-
Hoy era al gran día, mi madre se casaría con el amor de su vida Eleazar Morgan, un exitoso empresario, padre de tres hermosos hijos, un hombre alto, atlético, humilde, inteligente, una maravillosa persona, el hombre ideal para mí madre, la cual había estado llorando amargas noches por un hombre que nunca supo valorar su amor, dañando su familia por la ambición, peligrando con sus negocios sucios a la que alguna vez fue su esposa y a su pequeña niña.
Me desperté temprano esa mañana, tenía que tener todo listo y ayudar a mi madre a arreglarse, me senté a comer junto con mi madre.
Eleazar estaba con Connor en un hotel, no podían verse antes de la boda, aquellas creencias que todo el mundo sostenía sobre la mala suerte al ver a la novia con el vestido antes de la boda.
-Nana, adoro tus panqueques. -Halague la comida de aquella mujer que siempre nos trata con mucho cariño y amor.
-Gracias mi niña. -Me dio un beso en la frente. -Voy a esperar a que terminen de comer para ir a la peluquería. -Dijo mirando su reloj, hizo una mueca.
-¿Vas tarde?. -Le pregunte.
-Me faltan pocos minutos para ir, me costó mucho conseguir la cita y el dinero para aquella peluquería, quiero verme hermosa para la boda de mi reina. -Mi madre le sonrió, se levanto y la abrazo.
-Pero no tan hermosa ¿Ok?.
-No quiero opacarte en tu día. -Soltamos una carcajada.
-Nana, vete tranquila. -Le dije. -Yo me encargo de lavar los platos y acomodar todo en su lugar.
-Ese es mi trabajo.
-Hoy nadie trabaja. -Le dijo mi madre. -Anda, ve.
Nana sonrió, nos agradeció y se fue. Mi mamá y yo terminamos de comer, por alguna razón hoy estábamos más unidas que nunca, limpiamos la casa, los platos, las habitaciones mientras escuchamos músicas y nos reímos de nuestros bailes raro, nos preparamos aquel helado que tanto nos encantaba, de fresa y vainilla con trozos de fruta, chocolate y lluvia de colores, nos sentamos a contar a anécdota de todos nuestros viajes, mientras le dábamos un baño a Manuel, le colocábamos un pantalón color beige y una camisa blanca con un moño azul, se veía tan adorable.
Mi madre dejo el pequeño dormido en su cuna mientras las dos nos dábamos un baño, me coloqué el vestido color azul oscuro que mi madre había elegido para mí, me maquillaje después de largas pijamadas con Emilia y Jazmín aprendí a maquillarme perfectamente.
Entre a la habitación de mi madre, ella estaba saliendo justo de la ducha con una bata de baño y una toalla en su cabello, sonrió al verme.
-Te ves tan hermosa. -Sonrío orgullosa. -Manuel y tú son mi más hermosa creación. -Dijo mirando a mi hermano dormir tranquilamente.
-Vamos arreglarte mamá.
Mi mamá no quería que nadie más le arreglara que no fuera yo, así que mi madre le pidió a la estilista que supuestamente se iba a encargar de su maquillaje y peinado, que me enseñara, así pase una o dos semanas aprendiendo todo para este día.
Fue una de las mejores experiencias, arreglar a mi madre para su boda no tiene precio, no quería separarme de ella tenía un extraño presentimiento de que algo iba a pasar, así que abrazaba y besaba mucho a mamá, lloré un poco al verla ponerse su vestido, se veía tan hermosa.
-Me encanta. -Me trague mis lagrimas, si me veía llorar, ella lloraría.
-Foto. -Pidió mi mamá, sacando su cámara.
Nos tomamos como cinco fotos, tome a Manuel, baje las escaleras y lo coloque en su cochecito, Nana llego y nos sonrió.
-Que hermosa se ven. -Dijo mirándonos a mi mamá y a mí.
-Y tú no te quedas atrás nana.
-Bueno, el carro está afuera, nos está esperando.
Buscamos las cosas de Manuel y nos subimos al coche negro que nos estaba esperando, mire hacia atrás y la camioneta blanca como siempre se encontraba ahí, hice una mueca.
-¿Todo bien?. -Me preguntó mi mamá y yo asentí.
-Todo perfecto.
Llegamos al lugar donde sería la boda, ya todo estaba perfectamente listo, me baje con Manuel y nana, mi madre se iba a quedar en una pequeña cabaña antes de salir.
-Que hermosa. -Sentí las manos de alguien en mi cintura, sonreí al reconocer la voz de mi novio, me volteé y coloque mis brazos en su cuello. -Debería ser un delito verse tan hermosa.
-Rodee los ojos. -Dramático. -Le di un beso. -Te amo. -Juntamos nuestras frente y cerré los ojos. -Te amo tanto.
-Yo te amo más muñeca, ¿Dónde está tu mamá?.
-En la cabaña. -Le explique. -Voy a pedirles a todos que se sienten para que ella pueda venir, las chicas están empezando a atacarla. -Reí, al no ver ni a mis amigas, ni a mi suegra, cuñada en ningún lado.
-Tienes que salvarla. -Me dio un beso. -Annie y Sandy se divirtieron tanto anoche que no durmieron nada. -Señaló a mi hermano y a su hermana las dos estaban dormidas sentada su apoyándose en la otra.
-Que bellas se ven. -Sonreí enternecida. -Estoy segura que pueden dormir un poco en la cabaña.
Jackson tomo a su hermana y Connor después de saludarme y decirme lo hermosa que me veía tomo a Annie, caminamos hacia la cabaña, entramos y efectivamente todas las chicas estaban ahí, adulando a mi madre y arreglándole el pequeño velo que cubría la mitad de su rostro.
-¿Qué le pasó a esas dos criaturas?. -Preguntó mi madre acercándose a Annie y dándole un beso a la mejilla.
-Están agotadas. -Dijo Karla. -Maratón de películas de Disney, Doritos, helados y papas fritas, se parece a alguien que conocemos. -Todos me miraron y yo sonreí.
Recuerdo haber hecho eso una o tres veces con las niñas, cuando Sandy se quedaba en la casa.
-Se volvió tradición. -Me encogí de hombros.
Dejamos a las niñas en dos sofás blancos.
-Te ves hermosa Margaret. -Le dijo Connor. -Mi padre es muy afortunado.
-Gracias Connor.
-Me aclare la garganta juguetona. -Tu también eres hermosa hermanita, es más tengo la mejor y más hermosa hermana del mundo, te quiero Maggie.
-Y yo tengo a la mejor y más hermosa novia. -Dijo Jackson tomándome de la cintura.
-Yo los quiero mucho a los dos. -Sonreí ante la escena.
-Tenemos que empezar con esto. -Dijo Karla. -Vamos.
Karla era la dama de honor de mi madre, así que ella se quedara, tome la mano de Jackson y caminamos hacia nuestros asientos, la música empezó a sonar y mi corazón acelerarse, Eleazar estaba muy guapo y se veía nervioso, jugaba con el reloj en su muñeca.
No pude creer que Eleazar al ver a mi madre empezará a llorar, se limpiaba las mejillas disimuladamente, pero todos notamos esas pequeñas lágrimas rodar por sus mejillas y sus ojos rojos. Suspire, cuando amor se veía en sus miradas.
Sentí como Jackson apretó mi mano, lo mire y sonreí, apoye mi cabeza en su hombro y el beso mi cabello.
-En el futuro, yo seré el que esté llorando a mares por tener a una hermosa mujer a mi lado y tú serás aquella hermosa mujer de blanco. -Sonreí.
-Anhelo ese futuro.
La boda fue muy hermosa y mi madre estaba muy feliz, ahora estábamos en el salón donde sería la fiesta, los invitados estaban llegando y yo estaba con mis amigos, sentía una rara necesidad de compartir con cada uno de ellos como si no volviera a verlos.
-Andas a extraña y más cariñosa de lo normal. -Dijo Julieta. -¿Sucede algo?.
-Nada.
Suspire, la música lenta empezó a sonar, Eleazar tomo a mi madre y empezaron a bailar, sonreí al verlo. Mi madre sería muy feliz a su lado, después de un rato cada quien tomó a su pareja, Jackson me tomó por la cintura y yo sonreí, lo acompañe a la pista.
-Me encanta compartir cada momento contigo. -Me susurró Jackson. -Nunca pensé que llegaría a querer a alguien tanto como te quiero a ti, te amo, te adoro, eres mi mundo.
-Jackson. -Cerré los ojos y una lagrimas traicionera rodó por mi mejilla. -Mi Jackson.
Al abrir los ojos me di cuenta de algo que me dejo impactado y confundida, Amelia y Britney estaban ahí, buscando algo o alguien, fruncí el ceño.
-¿Qué hacen aquí?. -Pregunte alejándome de Jackson, el miró a donde yo miraba.
-No tengo ni idea.
Caminamos hacia ella.
-Queremos hablar contigo Jackson. -Dijo Britney sería. -Tiene que ser ahora.
-Jackson. -Emilia lo llamo. -Yo necesito...
-Lo que tú necesitas es mentirle a Jackson. -Alce una ceja, ¿De qué hablaban esas tipas?.
-No sé que está pasando, pero no pueden venir a un lugar donde no la han invitado. -Dije sería. -No hagan escándalos.
-Esta bien, iré hablar con ustedes pero se largan después. -Dijo Jackson, me dio un beso en los labios y algo me decía que ese sería el último. -Regreso en un momento.
Mire a Emilia, ella se veía preocupada y me hacía señas para que no dejará ir a Jackson con ellas, lo tome del brazo.
-Te amo. -Le susurré. -Te amo mucho.
-El sonrió y se acercó, dándome un beso largo. -Yo te amo más, ya regreso.
Tragué saliva nerviosa y Emilia se acercó a mí.
-Ellas saben. -Me dijo. -Ellas nos escucharon hablar a Julieta y a mí del tema Maggie, le van a decir.
-Jackson-
Camine con las dos víboras a un lugar apartado, me cruce de brazos serio que saber que carajos querían, ¿Qué hacían ahí?.
-No tengo tiempo, hablen. -Dije seco.
-Tu novia, a la que besaste con tanta pasión hace unos minutos te estuvo engañando todo este tiempo.
-¿De qué hablan?. -Pregunte confundido, ¿Tenía otro? No, no creo Maggie no era así.
-Te utilizo, para ganar una apuesta con Emilia y Jazmín. -Solté una fuerte carcajada.
-¿Creen que le creería a ustedes dos?. -Me iba a dar la vuelta, cuando la voz de Jazmín y Emilia en una grabación detuvo mis pasos. -¿Ahora nos crees? Me llamaste perra, manipuladora, víbora, pero yo jamás aposté por ti, pero tú nerd, tu princesa, tu novia, te apostó, eres como un objeto para ella, todo ese amor que decía tenerte, mentira, puras mentiras.
No dije nada, camine hacia la fiesta nuevamente con lágrimas en los ojos. Mire a Maggie que estaba hablando con Emilia y Jazmín, se veía nerviosa. Emilia y Jazmín me miraron provocando que Maggie me mirara, Dios mío, a pesar de toda esa confesión la amaba, la amaba tanto y yo pensé que ella lo hacía, su mirada tan sincera cuando me decía te amo, sus besos, sus caricias, Dios... Aquella noche en mi cumpleaños, en mi habitación, cuando hacíamos el amor y ella mirándome en los ojos y diciéndome que me amaba, no sé cuántas veces la escuche esa noche en decírmelo pero no me cansaba de escucharlo.
-Jackson. -Ella se acercó, intentó tocarme pero me aparté. -Jackson escúchame.
-¿Qué me vas a decir?. -Grite. -Me usaste, apostaste mis sentimientos como si no valiera nada, como si fuera un puto objeto, Maggie la niña dulce, tierna que valía la pena se encontraba jugando con los sentimientos de las personas por ¿Cuánto?. -Le pregunte, quería saber cuando valía mi amor para ella.
-Jackson...
-¿Cuánto?. -Grite nuevamente llamando la atención de las personas.
-Tranquilízate. -Me pidió. -¿Podemos hablar en privado?.
-¿Tienes miedo de que todo el mundo se entere de tu pasión por las apuestas?. -Se que estaba siendo irónico y sarcástico, odiaba ser así, odiaba ver que los ojos de Maggie empezaban a enrojecerse y llenarse de lagrimas, cerré los ojos con fuerza.
-Solo quiero explicarte, sé que estuvo mal. -Connor, los chicos, mi madre y la madre de Maggie empezaron acercarse. -Se que no debí y no sabes lo arrepentida que estoy y no puedes decir que no intenté decírtelo porque lo hice. -Gritó. -Intente hablar contigo y tú solo me decías que el pasado no importaba y no me digas que no insistí porque lo hice, me dijiste que nada cambiará, que no importaba el pasado si no el presente y nuestro futuro, prometiste que sin importar que tú y yo seguiríamos juntos.
A mi mente llegaron todas esas veces que Maggie me suplicaba hablar sobre el pasado, bufé, esto era mi culpa debí dejarla hablar pero igual, no le daba derecho apostar mi sentimientos.
-Eres una... -No, no podía insultara, no podía decirle nada malo porque a pesar de todo ella para mí seguía siendo perfecta, era mi amor, mi vida, ni todo, apreté los puños molesto, no podía odiarla ¡Carajo!. -No quiero verte nunca más en mi vida, no quiero saber nada de ti, desaparece de mi vida para siempre. -Escupí esas palabras como si no me hiriera pedirle que se alejara de mi.
Me di la vuelta y salí de ahí enojado, mire de reojo y vi como ella se derrumbó en los brazos de Emilia y Jazmín sus cómplices, vi como lloraba desconsoladamente y me sentí mal, odiaba verla llorar, odiaba ver su hermosa carita triste, quería regresarme pero no lo haría, estaba dolido y mi corazón hecho polvo, me subí a mi coche y antes de ponerlo en marcha, alguien abrió la puerta del copiloto y las de atrás, mire mi coche y mi a mis amigos subirse a mi auto.
-No te dejaremos solo en esto Jackson. -Dijo Alex, suspire agradecido aunque quería estar solo, necesitaba desahogarme y que mejor que hacerlo con estos cuatro babosos.
-Maggie-
Me sentía una perra, una sucia perra, me odiaba, me detestaba pero odiaba a Amelia y a Britney por decirle algo que a me correspondía a mí y solo a mí decirle a Jackson, verlo llorar fue lo peor, mi amor estaba llorando mi corazón y la causante de ese dolor en sus ojos era mi culpa, todos me miraban, a pesar de escuchar todo Karla se acercó a mí.
-Eso era lo importante que querías hablar con él ¿Cierto?. -Me dijo entregándome la taza de té, me encontraba en la cabaña.
Asentí, no podía hablar no quería hablar, me dolía, me sentía avergonzada.
-Dios mío. -La escuche susurrar. -Estoy segura de que cuando Jackson se calme hablara contigo, podrás explicarle todo.
-No creo que quiera escucharme. -Mi voz sonó ronca, hice una mueca.
-Deja que se calme. -Me dijo.
-Maggie. -Emilia se acercó a mí, tenía los ojos rojos.
Connor le grito y termino delante de todos antes de salir corriendo atrás de Jackson junto con James, Alex y Mario, ella lloró conmigo y me pidió disculpa una y otra vez.
-Tu madre nos pidió que te lleváramos a casa, mientras ella despide a los invitados. -Me explicó.
-Voy a ayudar a tu madre. -Karla acaricio mi mano. -Todo está bien, sé que mi hijo te ama y tú a él, no importa que haya pasado antes, ustedes ahora se aman. -Recalcó la palabra "ahora" me sonrió y se fue.
Camine junto con Emilia hasta el coche de Julieta, ella suspiro al vernos, sus dos mejores amigas estaban rotas y se sentían mal. Nos subimos al auto y ella manejo hasta mi casa, subimos a mi habitación.
-Voy a buscar a Amor. -Me dijo Jazmín y salió de la habitación dejándome con Emilia.
Me quite el vestido, me di una ducha y me coloqué la pijamada, suspire había una camisa de Jackson en mi habitación, la tome y me la puse me quedaba enorme, sonreí al recordar que el me había dicho que se me vía hermosa y sexy, suspire. Emilia me ayudó a quitarme el maquillaje, peino mi cabello mientras tarareaba una canción.
-No debí hablar de eso con Jazmín. -Dijo Emilia pasando delicadamente el cepillo por mi cabello. -No debí ni siquiera sugerirte hacer una apuesta.
-Yo no debí aceptar. -La culpa era de las tres. -Pero, si no hubiese aceptado esa apuesta no, me hubiese dado cuenta de que Jackson es el amor de mi vida. -Me quede callada unos segundos. -O lo era.
-Ustedes son una hermosa pareja y se aman, van a regresar estoy segura.
-Connor y tú también.
-Ella sonrió y negó. -Connor me odia y nunca me va a perdonar lo que le hice a su mejor amigo y está bien, lo entiendo... Yo, yo me hubiese comportado de la misma manera si le algo así le hicieron a Jazmín, ella es mi hermana y odiaría a quien le hiciera daño.
-Emilia, Connor te ama y yo sé que él va a perdonarte aparte conozco a Jackson y sé que va a estar encontrar de lo que Connor hizo.
-Ella empezó hacerme una trenza en el cabello que comenzaba desde la raíz. -Jazmín y yo teníamos el presentimiento de que ustedes eran el único para el otro, queríamos ser cupido y juntarlos pero ¿Como? Tú no tenías interés en el y él estaba más que interesado en la perra de Britney. -Bufo. -Herir un poco de orgullo con un par de palabras y aceptaste la apuesta, pensamos que nadie se daría cuenta o que tú se lo dirías pero que su amor era tan grande que no le importaría. -Termino de hacerme la trenza. -Lo siento Maggie, siento mucho que hayas tenido que pasar por todo eso por nuestra culpa, te quiero mucho ex cuñada. -Me abrazo, intentó bromear con esa situación pero yo sé que le dolía tanto como a mí me duele saber que Jackson ya no me quería en su vida.
-Emilia, llora. -Le dije abrazándola con fuerza, necesitaba consolar a alguien para no tener que consolarme a mí misma.
Y así lo hizo, empezó a llorar en mi hombro y yo en el de ella, más tarde Jazmín entro junto a Amor, nos abrazo y nos pidió disculpa.
No sé en qué momento pase a mi cama, ni en qué momento me quede dormida, me desperté por un peso que sentí en la orilla de la cama y luego una mano acariciando mi mejilla. Abrí los ojos lentamente, estaban hinchada y rojos de tanto llorar, mi mamá me sonrió, ella se quitó la parte de abajo de su vestido de novia, dejado un vestido un poco más corto, cambió su peinado por algo más fresco, se veía hermosa.
-Lo siento.
-No es a mí a quien le debes una disculpa. -Me recordó.
-Lo sé. -Me senté en la cama. -Pero tú no me criaste así.
-Lo sé. -Acaricio otra vez mi rostro. -Emilia y Jazmín me explicaron todo, se lo orgullosa que puedes llegar hacer y aunque eso no te justifica, está bien sé que estas arrepentida y sé también que amas mucho a Jackson y que él te ama a ti, Karla no está molesta contigo y dijo que trataría de hablar con Jackson para que hable contigo.
-No quiero que lo obliguen. -Suspire limpiándome otra lágrima. -¿No te ibas a Italia?.
-Eleazar dijo que lo mejor era quedarnos aquí contigo, cuidarte y yo estoy de acuerdo con él, aparte Manuel está muy chiquito y... -La interrumpí.
-Tienes que ir, arruine tu fiesta no voy arruinar tu luna de miel. -Tome su mano y la bese. -Te amo muchísimo. -La abrace con fuerza.
-Yo también mi niña, descansa y no llores más. -Me pidió.
Asentí, aunque las dos sabíamos que era imposible.
(***)
Cada vez más cerca del final, ¿Ansiosos?. ❤️