Nathan despertó perezosamente sintió que había dormido por horas, miró cuidadosamente a su alrededor tratando de saber donde se encontraba pero la oscuridad de la noche no le permitió distinguir nada con claridad, se alarmó un poco al sentir unos brazos rodear su cintura, se movió incómodo
- Por fin despiertas
La voz algo ronca de William resonó por toda la habitación
- ¿Dón... dónde estamos?
- En casa... te quedaste profundamente dormido al volver, duermes como una roca Nathan
- ¿Qué hora es? - musitó por lo bajo
- Muy noche... date prisa y vuelve a dormir
- No... no tengo sueño
- ¿Que propones hacer?
El rubio apretó violentamente a Nathan contra su cuerpo
- !Huh! no... no lo sé - demonios Nathan -se reprendió así mismo- estuviste a punto de lanzar un gemido
- Hmm... ¿Qué fue eso?
- ¿Qué?
- Quiero volver a oirlo
William volvió a aprisionar a Nathan contra él, lo tenía demasiado cerca permitiendole aspirar el suave olor del menor... lo estaba volviendo loco, quería probarlo
- ¿Lo sientes?
Nathan abrió los ojos grandemente al sentir el duro miembro de William sobre su trasero... tenía que buscar la forma de escapar, sabía a la perfección cuales eran las intenciones del rubio
- Quiero comer... tengo hambre
Se escuchó un suspiro molesto por parte del más alto
- Nathan... arruinaste el momento
El menor río por lo bajo
- Es... es la verdad, tengo hambre
- Puedo darte algo de leche
Nathan distinguió el tono de perversión en la voz de William...
- ¿Leche? ¿Fresca?- susurró tratando de llevarle el juego
- Fresca y caliente
- ¿Caliente? La... la prefiero fría
- ¿Eres consciente de que me estás provocando demasiado?
- Pero si estamos hablando de comida
- !Hmm! Te queda bien el papel de inocente Nathan...me tragaría todo el cuento si no te hubieras revolcado con tantos hombres
Nathan se sintió terrible ¿Revolcarse con tantos? lo correcto sería Violado por tantos....Le atormentaba el hecho de saber que el rubio pensaba así de él ¿Como podría contarle los abusos que había sufrido? le daba miedo, el simple hecho de recordar provocaba que sus lágrimas involuntariamente se reunieran en sus ojos.
- ¿Nathan?
- Vol... volveré a dormir
- ¿Qué sucede?
- Nada... dormiré
Era obvio que algo le ocurría, ¿Se había molestado el menor por lo que había dicho? pero si era verdad, Nathan se había revolcado con varios y el solo hecho de pensarlo y recordarlo hacía que se pusiera de muy mal humor, pero ahora eso no importaba - o bueno, eso creía - Nathan era su juguete sexual por lo tanto tenia que obedecerle y pertenecerle sólo a él.
- Mientes, dime que no sucede nada mirándome a los ojos
- No sucede nada - dijo algo alterado
- !Uy! ¿Te enfadaste?
El rubio en un hábil movimiento logró que Nathan girara en la espaciosa cama y quedara frente a él.
- Lo mencione antes... no me gusta que hablen dándome la espalda
Un nudo se formó en la garganta de William al ver como algunas lágrimas descendían del rostro del menor.
- Nathan ¿Qué sucede? no llores por favor... ¿Tienes mucha hambre? Mandaré a que te traigan la que desees ahora mismo... pero no llores.
El menor negó ¿Como el rubio podía ser tan tonto? Claro que no tenia hambre.... había recordado todos los abusos que recibió, así que era algo inevitable frenar sus lágrimas.
- Dime por favor que te sucede... Nathan
- Nada...
- Estas llorando, eso no es nada
William sintió la necesidad de consolar al menor, lo atrajo a sus brazos y levantando su mentón suavemente le dio un beso cálido.
- No me gusta verte llorar, no lo hagas
Entonces no menciones que me revolcaba con hombres - pensó Nathan. Quería decirle al rubio que jamás volviera a decir algo así.... pero simplemente no podía , si le contaba todo al rubio ¿Quien podría asegurarle que este le creería y no se mofaría de su desgracia?
- ¿Por que no dices nada? habla por favor
- Durmamos... durmamos juntos por favor - susurró Nathan por lo bajo
William se sorprendió por la repentina petición del menor... ¿Dormir juntos? lo que él quería era follar al menor, pero tampoco podría negarse a tan exquisita invitación.
- Esta bien puedo esperar otro día más queriendo follarte
DIstinguió a la perfección como el menor se sonrojaba entre sus brazos, no imaginaba cuanto le gustaba verlo así,lo acurrucó aún más y dándole otro beso ambos cayeron nuevamente en los brazos de Morfeo.
La impertinente luz del día provoco que cerrara fuertemente los ojos y los abriera suavemente pestañeando varias veces, miró a su alrededor y se encontraba sólo en aquella inmensa habitación, recordó la petición que le había hecho al rubio la noche anterior ¿Dormir juntos?... ¿Como pudo decirlo? quizás sólo se dejo llevar por el momento. Pero ahora se encontraba solo ¿Donde estaba William? Escuchó que llamaban a la puerta.
- Nathan ¿Puedo pasar?
Era Lucía, sonaba muy animada.
- Pa... pasa
Vió como la mujer entraba con una gran sonrisa en el rostro.
- Nathan! ¿Como amaneciste? Te trajeron mucha ropa
- Bi... bien ¿Ropa? - preguntó confuso
- Sí, acaba de llegar demasiada a la mansión, es sorprendente
El menor recordó que Tom había prometido enviar toda la ropa a la mansión, sonrió levemente.
- El joven William desea que bajes a desayunar
- ¿Bajar?
- Sí, quiere que desayunes con él, anda apresúrate, ve a darte un baño mientras tanto subiré un par de prendas
Nathan asintió, fue presuroso a la ducha terminó muy rápido y al salir Lucía lo esperaba con un conjunto en manos.
- Esto te quedará perfecto Nathan, pontelo... Te esperare fuera para conducirte al comedor principal
- Gra... gracias
Por primera vez en toda su corta vida, Nathan se sintió hermoso luciendo aquella ropa, el reflejo que le mostraba el espejo le agradaba, así que salió muy seguro de si mismo.
- Te ves muy bien Nathan
Recibió un halago de Lucía y se sonrojo involuntariamente.
- Gracias
Vio la sonrisa humilde en el rostro de aquella mujer que le simpatizaba.
- Ahora sígueme
Siguió a Lucía atravesando el grande pasillo, descendiendo las incontables graderías y dando vuelta por un pequeño salón... por fin pudo observar el gran comedor frente a él y sobre todo distinguió al rubio sentado en el asiento principal leyendo atentamente el periódico.
- Joven William, como ordenó Nathan ya esta aquí
El rubio levanto la cabeza dejando de lado él periódico observando cuidadosamente a Nathan.
- Gracias Lucía, puedes irte
- Como ordene
La mujer salió del inmenso comedor.
- Que esperas, ven
Nathan caminó algo inseguro hacia el rubio, mientras se iba acercando observó que este llevaba un traje plomo muy elegante, se veía demasiado atractivo. Se detuvo a unos pasos lejos de él.
- Siéntate aquí - señaló su regazo
¿Sentarse sobre William? Observó la mirada coqueta y burlona del rubio ¿Qué cara estaría poniendo ahora mismo? De seguro estaba todo rojo y sorprendido
- Obedece y siéntate aquí Nathan
Volvió a negar ¿Cómo podía hacer eso? jamás se imaginó en una situación así.... Antes de que pudiera percatarse el rubio lo jaló provocando que cayera en su regazo.
- Te vez muy bien hoy ¿Qué deseas desayunar?
- Lo... lo que sea
- Trato de consentirte... déjame mimarte bebé
Esa fue la gota que rebalso el vaso las emociones de Nathan salieron dispersadas por todo lugar. William lo había llamado bebé... bebé.
- Tú cara podría ganar un oscar ahora mismo
Nathan hizo un puchero algo enojado
- !Hmm! Qué linda expresión, podría tomarte una foto ahora mismo pero jovencito usted tiene que desayunar
- No... no es gracioso
- Para mi lo es y mucho - sonrió perversamente - bien abre la boca y prueba esta deliciosa ensalada
- Me... me estás tratando como un bebé. Puedo comer yo sólo
- Pero yo quiero dar de comer a mi bebé
Seguro William estudió clases de como seducir y atrapar a la gente, porque ahora mismo Nathan se encontraba muy sonrojado.
- Tendrás todo el tiempo del mundo para observarme y desearme Nathan pero ahora necesito que abras la boca para darte de comer así ahorraremos mucho tiempo
- ¿Por qué la pri... prisa?
- Buena pregunta... nos vamos a un gran tour por los Ángeles cariño
¿Bebé? ¿Cariño? - sin duda alguna el rubio sabia robar el corazón de la gente.
- ¿To... tour?
- Exacto quiero darte un tour personalmente Nathan - suspiró en el cuello del menor - quiero que conozcas la ciudad donde vivirás ahora y por mucho tiempo...
- ¿Huh? ¿Mu... mucho tiempo?
- ¿Crees que te dejare escapar?... ¿Sabías que me estás atrapando en tus redes bebé?
Nathan sintió un cosquillo en el estómago, en este par de días le había pasado muy seguido ¿Qué era lo que sentía?... Recordó que la doctora había dicho que sufría de un pequeño cuadro de desnutrición, de seguro era eso, tenía que comer para dejar de sentirse así. Bajó la mirada y abrió la boca lentamente atrapando la cuchara que seguía siendo aún sostenida por el rubio.
- Buen chico Nathan - sonrió - me agradan las personas que comen bien