La hija de mis padrinos.|Camr...

By lil_p3c4s_

70.6K 3.3K 138

Se conocen de toda la vida pero cuando crecen comienzan a verse con otros ojos. More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capíulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40

Capítulo 27

1.1K 57 1
By lil_p3c4s_

Narra Camila:

Caminaba por los pasillos de la universidad con una sonrisa de oreja a oreja pero unas ojeras impresionantes que medianamente logré cubrir con un poco de maquillaje.

Iba saludando a mis colegas con un leve asentimiento de cabeza.

Los universitarios a los que enseñaba también me saludaban enérgicamente lo cual me hacía gracia.

-¡Profesora Camila!

Gritó Julián corriendo hacia mí, era un aplicado alumno de segundo año, su rostro pálido y pecoso. Cabello castaño casi rubio además de brillantes orbes azules.

-Dime, Julián, ¿Qué se te ofrece?

Pregunté amablemente.

-Oh, yo-yo olvidé mi informe, lo dejé en casa por accidente. Espero pueda entenderlo.

Sus manos temblaban y mantenía su semblante preocupado mientras agachaba la mirada.

Negué con mi cabeza mientras sonreía.

-Bueno, podrás traerlo mañana a primera hora. Estaré en mi salón.

Sus ojos se dilataron y asintió eufórico.

-Sí, sí. No volverá a suceder, se lo gatantizo.

Palmeé su hombro y asentí.

-Espero y sea cierto.

Dije para continuar mi camino hasta mi salón.

Aún la campana no hacía su acto de presencia por lo que no me preocupaba demasiado llegar deprisa.

Cuando ya estuve dentro de mi dicho salón, pude observar algunos alumnos sentados en sus puestos, los típicos que llegaban pronto y se dedicaban a escuchar música, chatear en sus celulares o terminar una tarea pendiente.

-Buenos días.

Saludé a los presentes mientras dejaba mi maletín en el escritorio, siquiera levantaron la mirada pero no me importó demasiado, estarán ocupados o yo que sé.

Me senté y descansé mi cabeza por unos momentos en el respaldo de la silla. Tenía muchísimo sueño.

Mis ojos se cerraron involuntariamente y decidí dormir hasta que tocase la campana.

Mi mente viajó hasta una dimensión desconocida y por lo que pareció solo un pestañeo, el ruidoso sonido de la campana me hizo saltar en la silla.

Sacudí mi cabeza tratando de espantar el sueño que me carcomía.

Me levanté y esperé a que todos hicieran ingreso para empezar mi clase.

La clase fluyó como fluye todo lo que te apasiona hacer, aunque el sueño me tenía un poco atontada y los chicos se percataban de eso.

-No vaya a estampar su cabeza en el escritorio, profesora.

Levanté rápidamente la mirada encontrandome a Erika, era de segundo año, bastante carismática, su cabello largo y liso se acomodaba sobre sus hombros, su tez morena pero no demasiado digna de una latina, hermosas curvas y sobre todo la de su sonrisa.

-Oh, lo siento. No dormí mucho anoche.

Confesé mientras bostezaba.

-Mmm, se nota. La habrá pasado muy bien.

Comentó y la miré confundida, ella señaló mi cuello y Dios santo, múltiples chupetones que Lauren dejó anteriormente relucían sobre mi piel, no quiero ni imaginar como habrá quedado su nevada piel de porcelana.

Me reí haciéndo reír a Erika y negué con mi cabeza.

-Muy observadora, Erika.

*

Mi jornada laboral había culminado y solo tenía ganas de algo, comerme a besos a mi prometida que la extrañaba como loca.

Salí de la universidad y el auto del amor de mi vida se encontraba estacionado mientras Lauren se apollaba en este de brazos cruzados. Malditamente sexy.

No aguanté las ganas y corrí hacia ella, me lancé a su cuerpo y nos fundimos en un abrazo cálido.

-Te extrañé mucho, mucho.

Le decía mientras me arropaba con sus brazos.

-Te extrañé demasiado también.

Me respondió y dejó un dulce beso en mi frente.

Me separé para tomar su cuello y acercar su boca a la mía, nuestros labios se tocaron y hambrientos se deboraron.

Nos separamos por la falta de aire y miré detenidamente esos orbes esmeralda que tanto me enloquecían.

-¿Nos vamos?

Me preguntó con una sonrisa y asentí.

Caminé hasta la puerta y Lauren se me adelantó para abrirla. Siempre tan atenta.

-Gracias, mi amor.

Le agradecí y subí.

Cuando estuvo instalada en su asiento partimos hacia la clínica.

-¿Cómo estuvo tu día, mi amor?

Me cuestionó mientras su mano se ubicaba en mi vientre acariciandolo lentamente.

-Mucho sueño ¿Y el tuyo cómo estuvo, bebé?

Le respondí y solté una pequeña risa. Acaricié la mano de Lauren sobre mi vientre y ví su sonrisa crecer, adoro ser la causante de eso.

-Lo mismo, también con unas malditas ganas de salir de la oficina y robarme a mi prometida para hacerle el amor.

Sonreí y mordí mi labio, las ganas de que me hiciera suya aumentaron pero debía controlarme, estabamos de camino a monitorear a nuestra criaturita.

-¿Quién es la salvaje ahora?

Pregunté con gracia y le señale mi cuello. Lauren lo miró de reojo y comenzó a reír. Amaba tanto su risa.

-Deberías ver esto.

Quitó la delgada bufanda que traía y ahí entendí el por qué la traía. Su pálido cuello estaba mil veces peor que el mío, siquiera se veían espacios entre los chupetones.

-Dios mío, Lauren ¿Te duele?

Me acerqué deprisa para acariciar con mis dedos los moratones.

-No demasiado, amor. Tranquila.

Trataba de calmarme pero ni yo misma podía creer lo que fui capaz de hacer.

-Lo siento tanto. No me dí cuenta de lo que hacía, amor.

Tomé su mano y acaricié sus dedos que se encontraban ahora en la palanca de cambios.

-No te preocupes, mi vida. Estamos a mano.

Me miró y ambas reímos.

-¿Cómo te has sentido?

Dijo volviendo a posar su mano en mi vientre.

-Bien, bien. No me ha dado mucho problema más que algunos mareos solamente.

Sonreímos y Lauren detuvo el auto, habíamos llegado.

*

-¿Nombre de la paciente?

Preguntó la secretaria de la clínica.

-Camila Cabello

Respondí y Lauren tomó mi mano, presionandola con nerviosismo.

-Muy bien. Esperen un ratito, la doctora no tardará en atenderlas.

Asentimos y nos sentamos en la sala de espera.

Lauren no dejaba de rascar su muñeca frenéticamente, eso solamente lo hacía cuando estaba nerviosa.

Tomé su mano entre las mías y le dí un cálido beso.

-Tranquila, amor.

Le dije y me acerqué, sus labios buscaron los míos besandose tiernamente.

La presencia de alguien nos hizo cortar el beso.

-¿Camila Cabello?

Preguntó una mujer de unos treinta, cabello rubio y tez clara con toques sonrojados.

-Acá.

Nos levantamos y nos acercamos.

-Adelante, adelante.

Nos instó amablemente y entramos.

La doctora cerró la puerta y se acomodó en su escritorio.

Nos señaló las sillas frente a ella y rápidamente nos sentamos.

-Buenas tardes.

Saludamos al unísono.

-Buenas tardes, chicas.

Nos regaló una sonrisa y tomó un informe médico vacío.

-Okey, ¿Qué tenemos por aquí?

-Mi prometida está embarazada.

Dijo Lauren apresuradamente mientras sonreía orgullosa.

-Bien ¿Están seguras de eso?

Cuestionó anotando mis datos en el informe.

-Cinco pruebas positivas.

Mencioné y sonrió para seguir anotando.

-Felicidades, entonces.

Asentimos con una sonrisa.

-¿Qué método utilizaron para llevar a cabo el embarazo?

Preguntó y miré a mi prometida.

-Esto, yo soy intersexual.

Le informó Lauren y la doctora asintió anotando más datos.

-¿Tus genitales funcionan con normalidad?

-Así es.

Afirmó Lauren.

-Muy bien, ¿Pasemos a ver su bebé?

Preguntó mordiendo su labio con una sonrisa.

Asentimos frenéticamente y nos levantamos aproximandonos a una camilla en la que me recosté.

La doctora se ubicó frente al monitor de ecografías.

-Descubra su vientre para que podamos monitorear al bebé.

Nos pidió y Lauren subió mi uniforme con delicadeza. Antes de alejarse de mí, la halé para besar cortamente sus labios lo que la hizo reír.

-Tortolitas.

Comentó con ternura la doctora y soltamos una carcajada.

-Por cierto, mi nombre es Katherine y estaré atendiendo todo su embarazo ¿Okey?

-Está bien.

Contestamos al unísono.

-Cuidado, está un poco frío.

Dijo mientras acercaba su mano cubierta con algún tipo de gel.

El contacto frío me hizo estremecer. Tomé la mano de Lauren y me percaté de que estaba temblando.

Besé su mano y le sonreí.

La doctora acercó el artefacto que nos permitiría ver a nuestro bebé. Lo deslizó por todo mi vientre mientras monitoreaba los botones.

-Mirenlo, acá está.

En la pantalla grande se vislumbraba la silueta de un bebé.

Era nuestro bebé.

-Oh, Dios. Es hermoso.

Logré decir mientras lágrimas brotaban de mis ojos.

-Será el bebé más lindo de la tierra.

Mencionó Lauren y pude ver como sus lágrimas caían.

La doctora presionó varios botones y sentimos como resonaban unos fuertes latidos.

-Escuchen ese corazoncito.

Dijo la doctora y nosotras no parabamos de llorar.

Lauren se acercó a mí y besó repetidamente mi mejilla mientras yo acariciaba su mano.

-Es tan fuerte.

Dijo Lauren y la doctora asintió.

Le mencioné a la doctora el hecho de que no habíamos podido concebir hasta ahora y rápidamente nos dió la explicación.

-Bueno, esto suele pasar cuando las ansias de concebir comienzan a estresar el sistema haciendo que dicha ansiedad imposibilite el hecho de concebir, ese problema se soluciona cuando el sistema nervioso se relaja permitiendo así relajar los demás sistemas.

-Ah, entiendo.

Dijo Lauren y ahí comrendí todo, cuando Lauren me garantizó que me amaría aún sin hijos mi sistema se relajó permitiendome quedar embarazada.

La doctora limpió los restos de gel que quedaban en mi vientre y me levanté de la camilla.

Volvimos al escritorio y Katherine se sentó.

-Bueno, niñas. Su bebé está muy sano, sus latidos son fuertes y se está desarrollando con éxito.

Nos informó con una sonrisa.

Anotó algunas cosas en el informe y nos miró.

-Su próxima cita es el próximo mes a esta misma hora ¿está bien?

-Perfecto.

Contesté.

-Una última cosa, aquí tienen la primera ecografía de su bebé.

Nos tendió un sobrecito y Lauren lo tomó.

-Muchas gracias.

Ambas le agradecimos.

-Antes de que se vayan les anotaré algunos consejos para que el embarazo fluya mejor.

Anotó rápidamente varios consejos en un post it y nos lo entregó.

-Gracias, hasta el próximo mes.

Nos despedimos con una sonrisa y salimos de la habitación.






















Continue Reading

You'll Also Like

107K 8K 24
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
6.8M 220K 52
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
353K 22.8K 37
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
60.4K 9.7K 38
Que pasaría si tienes 17 años y de quién pensabas estar enamorada no lo estás y sin embargo te sientes atraída por una mujer 8 años mayor que ella...