—Eres la decepción de esta familia —con repulsión dijo su "padre" mirándola con el mismo semblante frió y duro que lo caracterizaba, mientras agarraba a su esposa y a su hijo abrazándolos que la miraban con cara de asco.
—Gracias —fue lo único que dijo mientras sentía que millones de dagas se clavaran en su corazón
Al recordar eso, se limpió una lágrima que corrían en su mejilla rápidamente. Se iba a vivir a Alemania sin tener a nadie, no tenía donde llegar y solo cargaba con ella 100 euros en su bolsillo. Estaba acabada. Durante el vuelo solo dedico a ver películas y dormir, el vuelo era Latinoamérica / Madrid / Madrid / Alemania, Quería ir a Dortmund o Múnich esas dos ciudades le sonaban como nunca pero su afición o por cosas del destino escogió la ciudad que se vestía cada fin de semana de amarillo y negro.
Al llegar a Madrid, camino mientras escuchaba música hacia la puerta de embarque para tomar el vuelo de conexión hacia Alemania. Eran las 18:00 y el vuelo salía a las 19:00, se sentó y saco su cámara para hacer algo que la divertía. Puso su cámara en su cara e hizo Zoom, se divertía viendo a las personas haciendo cosas mientras ella le podía notar los poros de los burlados por una menor; reía mientras veía a las personas.
—Creo que eso no algo de modales —dijo una persona que estaba a su lado.
—Lo lamento —se sonrojo y guardo su cámara.
—Un gusto —estiro su mano para que la morena la tomara y lo hizo. —, mi nombre es Calvin.
—Un gusto —dijo después de tomar la mano del adulto atractivo que tenía al frente, que por alguna extraña razón se le hizo conocido. —, creo que te he visto en alguna parte.
—No lo creo —negó con su cabeza—. Soy de los medios pero mi cara nunca sale —sonrió.
—¿Eres camarógrafo? —pregunto mientras lo miraba dudosa.
—Sí, así es —acepto con la cabeza y de un momento a otro la sala se empezó a llenar de policías pero él no presto atención mientras la morena los miraba extraña y un poco asustada—. Tranquila vienen por un jugador con el que estoy trabajando.
—¿Trabajas con personas de futbol?
—Básicamente —levanto los hombros restándole importancia.
La hora se pasó rápido, y los parlantes se llenaron de las voces que indicaban que las personas de primera clase podían seguir. Se despidió y abordo su avión con nerviosismo; se sentó en su respectivo asiento junto a la ventana y miro por aquel pedazo de plástico mientras sus pensamientos la capturaban, después de un tiempo dedico una mirada alrededor del avión, que ya estaba casi lleno "Ya vamos a despegar" pensó.
Se subieron dos personajes a los cuales miro con curiosidad, reconoció al hombre con el que se había topado en la sala de espera pero a el otro no le dedico mucha atención, más miro que tenía unas gafas oscuras y una gorra un poco peculiar. Volvió su vista donde la tenía antes y luego sintió a alguien sentarse a su lado, No presto mucha atención como la mayoría de veces, ya estaba distraída por el trabajo que hacían las personas en la pista de aviones.
Despegaron y se repetía una y otra vez "Vamos por una mejor vida, vamos por una mejor vida" Pero el pensamiento negativita de la joven se llenó de una frase que hizo que empezara a desesperarse "a quien puedo engañar; no tengo ni mierda en Alemania", llevo sus manos a su rostro, mientras traba de regular su respiración y calmarse.
—Disculpa, ¿te sientes bien? —pregunto una voz varonil.
Repitió sus la palabras dos veces tratando de darle sentido, hablaba alemán, luego siguió indagando rápidamente en su cerebro de donde esa voz se le hacía tan familiar, recordó y su sangre se helo al recordar una imagen, volteo su mirada suavemente con nerviosismo pues la persona a la que se le había venido a la mente, la ponía con los nervios al máximo. Sus ojos se conectaron y definitivamente era él.