"Las lágrimas no duelen, lo que duelen son el motivos que la hicieron caer..."
Continuación ...
Narra Drew
Habíamos regresado a la habitación discutiendo. Me había molestado que se haya ido y no haya avisado.
—¿Y que pasa si te digo que si quiero conocerte? ¿Que pase si te digo que no te tengo miedo?—agregó mientras la tomaba con fuerza de la cintura.
—Si me sigues molestando, este contrato se termina, tú y toda tú familia se van a quedar en la calle y de la salud de tu padre ni hablemos...—respondí muy molesto.
Ella no dijo más nada, hizo que la suelte y se encerró en el baño de la habitación. Me acosté a dormir bastante molesto, pero después me sentí mal por lo que le había dicho. Yo no era así, pero estaba tan molesto que no pensé en lo que le dije. Me volvía loco.
Narra Valentina
No podía creer lo que me había dicho ¿como podía ser tan cruel? ¿Él tenía derecho de salir con sus amigos y yo no? ¿Porque me trataba tan mal? Quería regresar con mi familia, no quería estar con ellos.
Adam apenas nos casamos y cumplí con mi parte del contrato, había transferido dinero a mi cuenta, de la cuál me fue útil para pagar los tratamientos de mi padre. Pero ahora debería de inventar una mejor excusa para pagar la hipoteca de la casa.
Al día siguiente me había levantado dispuesta a no discutir más con Andrew. Hacer todo lo que ellos quisieran.
Traté de ser lo más amable que podía con él, sin embargo seguía tratándome mal, no entendía porque se comportaba así conmigo.
Cuando estaba con los demás siempre estaba riendo, jugando, haciendo chistes, bromas, era todo lo contrario a lo que era conmigo.
Pasaron los días y fueron las primeras giras, los primeros show, y los primeros eventos a los que lo acompañaba. No me gustaba mucho tener las cámaras encima, todos los paparazzis me seguían, hasta incluso me había llamado de varios programas de Tv para estar en ellos, todos me querían conocer. Adam me había dicho que el me podía representar, que lo pensara, sin embargo no era un mundo en el que quería estar, no quería ser famosa y muchos menos por "ser la esposa de Andrew Taggart" solamente lo hacía por el dinero que necesitaba, solo por un año y después me tendría que olvidar de todos ellos.
Andrew era amable con todo el mundo, con sus amigos, sus fans, desconocidos. CON TODOS. Menos conmigo, intentaba complacerlo y ser amigable en todo momento con él para llevar la situación de la mejor forma posible, sin embargo siempre me trataba mal. Me humillaba y dejaba que lo hagan sus amigos. Y yo no podía decir ni hacer nada, el tenia todas las de ganar y yo al dinero lo necesitaba.
Un Mes después ...
Estábamos de gira con los chicos. Con el pasar de los días ya me había acostumbrado, ya sabia cómo comportarme. Cuando estábamos en público o en eventos estaba todo el tiempo encima de Andrew. Siendo la "esposa ideal" todo el tiempo a su lado apoyándolo.
Cuando estábamos a sola en la habitación de los hoteles no le dirigía la palabra ni el me la dirigía a mí.
Y durante el día él estaba con el grupo ensayando, en juntas o en algún que otro show.
Y con respecto a sus amigas, dejaba que me dijeran lo que quisieran, se me reían, jugaban conmigo y yo no decía nada. Me tragaba cada una de las cosas que me hacían.
Estábamos en Atlanta, aquella noche tenían concierto. Al medido día fuimos a un club a almorzar. Todos hablaban entre ellos y como siempre, había alguien que trataba de molestarme y Andrew solo reía de ello. Justo en ese momento mi teléfono había sonado, era mi hermano:
—Disculpen...—dije levantándome de la mesa para responder.
—Tomate todo el tiempo del mundo, si quieres puedes alejarte más...—gritó Andrew riéndose.
No le di importancia, apenas me aleje unas pocas mesas de ellos.
—¡Eu! ¿Que pasa?—respondí la llamada.
—Hola...—murmuró, note que su voz se sentía rara, hablaba entre cortado.
—¿Que pasa Lisandro?—pregunte preocupada.
—¿Donde estás?
—Estoy almorzando con Andrew ¿que sucede?—insistí.
—Tengo una mala noticia...—agregó y sentí que lloraba, fue ahí cuando solamente se me cruzaba una cosa por la cabeza.
—¿Que paso Lisandro?—dije apenas con un hilo de voz y las lágrimas invadiéndome antes de que él me respondiera. Sin embargo él se quedó en silencio y eso fue más mil palabras—¿¡Que pasa Lisandro!?—insistí nerviosa.
—Papá...—dijo llorando—Papá murió.
Había ocurrido aquello que más temía. Recuerdo que todo mi cuerpo había comenzado a temblar, las lágrimas me invadieron por completo, no lo podía creer. Estaba desesperada. No lo podía comprender. Era un dolor tan grande. Ya no había vuelta atrás. Ya no lo vería más. Miles de cosas se me cruzaron por ese momento. Fue el vacío más grande que sentí en mi vida.
—¡No! ¡No Lisandro!—dije llorando desesperada agarrándome de una mesa que estaba a mi lado dejándome caer al piso.
El dolor era inevitable. Sentía que todo se había acabado, que nada iba a ser como antes. Sentía que me habían arrebatado un gran pedazo de mi vida.
Narra Drew
Estábamos almorzando con todo el grupo. En un momento Valentina se había levantando para atender una llamada. Se había alejado unas mesas de nosotros. La miraba de reojo mientras hablaba con los chicos, hasta que en un momento su cara se petrificó, sabía que no se trataba de nada bueno, poco después comenzó a llorar se tiro al piso mientras lloraba desconsoladamente. Todos se dieron vuelta. Nadie entendí lo que sucedía. Nos miramos con Adam, él se levanto y fue hasta donde estaba ella. Trato de levantarla, pero ella no paraba de llorar, hasta que Adam la abrazo para calmarla.
—¡Mi papá!—gritó mientras lloraba. Estaba desesperada.
Nunca la había visto así. Mire a Adam, por la cara que me hizo, había sucedido lo que imaginaba. El padre de Valentina había fallecido.
La verdad que yo en aquel momento no sabía que hacer, los miraba de lejos y me sentía mal de verla así. Todos me quedaron mirando a mí. Me acerqué lentamente a ella.
—¿Que sucede...?—murmuré. Adam me miró y lo ayude a levantarla a Valentina, pero seguía llorando—¡Ey! Tranquila...—dije intentando calmarla—Tráeme un poco de agua Adam...
—Mi papá...—repetía desconsoladamente—¿Que voy hacer ahora?
—Tranquila...—murmuré, no sabía que hacer para calmarla, ella sola se acercó a mí y me abrazo. Fue la sensación más rara que tuve, me abrazaba tan fuerte que pude sentir todo el dolor que sentía, se había refugiado en mis brazos sin parar de llorar...—Tranquila...—repetía mientras la abrazaba y frotaba su espalda para intentar tranquilizarla. Yo siempre la trataba mal a ella, lo admito, pero verla así, me partió el corazón. Creo que nadie está preparado para aquellas situaciones, y menos cuando se trataba de tus padres.
Adam la alejo de mí y la llevo al auto para llevarla al hotel y allí poder llevarla hasta al aeropuerto para que regresara a Argentina.
Quede muy afectado de verla así. Todos me quedaron mirando. Yo no quería ver a nadie, quería por primera vez estar con ella, pero no podíamos suspender el concierto de la noche.
Narra Valentina
Por mucho que te prepares para la muerte de un ser querido, sepas y aceptes que algún día llegará...nunca estas del todo preparado. Sabía que aquello en algún momento pasaría, pero nunca imagine el inmenso dolor que me causaría. Me gustaría volver al pasado y no para cambiar las cosas, pero si para revivir la época en la que era feliz y no lo sabía. Para estar de nuevo con él. Ni siquiera pude despedirme de él, se murió creyendo toda mi mentira, ese remordimiento me iba a matar.
Adam había sido muy amable y comprensible. Hasta Andrew, demostró un poco de afecto, puso un avión privado a mis disposición para que me llevara lo más rápido a Argentina, Adam a pesar del show que tenía me acompañó. Estuvo todo el tiempo a mi lado tratando de calmarme y preguntando si necesitaba algo. Cuando llegamos el mismo fue el que se hizo cargo de todos los gasto del velorio y el entierro. La verdad lo apreciaba mucho, no tenía forma de agradecerle, siempre fue amable conmigo.
Narra Drew
Después de aquel show habíamos regresado a casa. Tenía pensando tomar otro vuelvo y acompañar a Valentina en aquel momento, al menos Adam me había pedido que lo reconsiderara:
Adam 🤙🏽
En línea
Hoy
¿Ya llegaron a Los Angeles?
07:05 a.m
¡Si! Estoy en casa ¿Como está ella?
07:08 a.m
Bastante mal. Pero ahora ya se encuentra más tranquila con su hermano y madre.
07:12 a.m
Yo sé que estás cansado por los show y viajes. Pero creo que debería estar aquí con ella. Al menos piénsalo...no te estoy obligando...
07:13 a.m
Había pensando en lo que me dijo Adam. Tenía razón "como su marido" debía estar allí. Sabía que no éramos cercanos en temas personal y no, nos llevábamos tan bien. Pero se trataba del fallecimiento de su padre.
Había subido a mi habitación, prepare una maleta con ropa limpia y baje para ir hacia el aeropuerto. Pero cuando salía de casa Haley me tomo por sorpresa—¿Que hacía allí?—dije confundido.
Las chicas le avisaron que estaba solo en casa y Valentina no estaba en el país—Que crueles son—pensé. Ni en un momento así dejaban de hacerles maldades.
Haley dijo que no le importaba que me haya casado, que lo nuestro podía seguir sin que nadie se enterará. Traté de evadirla creí que sería lo mejor. Pero ella insistió, comenzó a besarme y fue allí cuando no me pude resistir, todavía sentía cosas por ella. Fue estupido lo que hice. Accedí a lo que ella me planteaba y me quede en Los Angeles con ella, pasamos la noche juntos.
Cierto remordimiento llego al día después, cuando Adam regreso de Argentina sin ella. Me puse a pensar que no fui acompañarla cuando ella estuvo en todo momento conmigo, se suponía que era su marido y debía estar con ella.
Adam dijo que se quedaría unos días con su familia, lo entendía y a la vez me ponía feliz. Tener unos días libre sin ella fingiendo todo el tiempo.
Narra Valentina
La muerte siempre llega de repente. Cuando nadie la espera. Ni siquiera los pacientes terminales saben cuándo llegará. Nunca estamos listos para recibirla. Nunca es el momento adecuado.
Tuve un padre que era al mismo tiempo firme y divertido. Él me besaba la frente todas las noches antes de dormir cuando era pequeña-un hábito que gustaría después les transmitir si llegase a tener hijos–. Un padre que amó a mí hermano, a mí y a mi madre como nunca alguien nos podrá amar.
Después de la muerte de papá me quede unos días con Lisandro y mamá. Ella estaba muy mal y nos necesitaba más que nunca.
Cada rincón de la casa me recordaba a él. Los primeros días serían así, de a ratos estabas "bien" y luego otra vez llorabas de los recuerdos. De bonitos recuerdos. Yo misma tenía la teoría de que eran tan hermosos los recuerdos que vivimos que llegaban a ser tristes cuando lo recordabas.
Mi madre me había dicho que en los últimos días que mi padre estuvo en el hospital, a pesar de la enfermedad y de lo casando que salía de las quimioterapias, se había convertido en un gran escritor. Había dejado dos cajas llenas de pequeñas cartas. Una para Lisandro y otra para mí, de las cuales estaban prohibidas que lea mi madre.
–Tu padre me pidió que te entregará esto cuando el momento hubiera llegado. Pasó toda la semana escribiendo, y él quiere que leas la primera. Sé fuerte –dijo mí madre.
El primer sobre decía: "Cuando me haya ido". Lo abrí y comencé a leer.
Hija:
Si estás leyendo esto quiere decir que he muerto. Lo siento. Yo sabía que iba a suceder.
No quería decirte lo que estaba pasando porque no quería verte llorar. Fue mi decisión. Creo que un hombre que está a punto de morir tiene el derecho de actuar un poco egoísta.
Bueno, como puedes darte cuenta, todavía tengo muchas cosas que enseñarte a pesar que ya hayas crecido y seas 'Mi pequeña niña' y ya estés casada. Al menos me voy feliz de haber presenciado tu casamiento y haber llorado como un viejo idiota. Tengo que decir que me sorprendió que hayas elegido a Andrew, pero a la vez me hace muy feliz. Sé que ese chico te quiere mucho, lo note en la forma en que te miraba cuando no te dabas cuenta. Al igual que yo lo hacía con tu madre, recuerdo que la molestaba todo el tiempo, fingiendo que no me importaba. Pero ya ves, ahora es mi gran y único amor. En fin quiero decirte que estoy orgulloso de mi pequeña.
No voy a estar para cuando tengas hijos, pero aún tengo que compartir contigo momentos importantes como lo es ese. Así que escribí estas cartas para ti. Nunca estarás sola mi pequeña. Debes abrir cada una en el momento adecuado, ¿de acuerdo? Es un trato.
Te amo. Cuida a tu mamá y a tú hermano, sé muy estricta con tú hermano en tema de novias, cuídalo muy bien, ve a todos los partidos que puedas, acompáñenlo con tu mamá siempre, sumen momentos juntos. Ahora sólo serán ellos dos y tú.
Con gran amor, papá.
PD. No le escribí ninguna carta a tu mamá. A ella le deje él auto con nafta y dinero suficiente para sus compras jajaja
Me hizo dejar de llorar con su mala letra. La impresión no fue fácil en aquel momento. Su fea letra, que apenas entendía, me hizo sentir calma. Me hizo sonreír. Sentí que papá estaba a mi lado, rodeándome con su brazo, y susurrándome al oído que todo estaría bien. Sólo a mi papá se le pudo haber ocurrido algo tan original.
Esa caja se convirtió en el objeto más preciado para mí. Le dije a mi madre que nunca la abriera. Esas cartas eran para mí y nadie más podía leerlas. Aprendí cada título que estaba en el sobre de memoria.
Días después creí que ya era momento de regresar a Los Angeles para seguir cumpliendo mi rol de "esposa".
No le avise nada a Adam y muchos menos a Andrew, no sería necesario.
Cuando llegue a la ciudad era de noche, tome un taxi para llegar a la casa. Ya tenía mis propias llaves, entre sin hacer ruido, ya era de madrugada, creí que Andrew estaba durmiendo o directamente no estaba. Pero escuche unas risas que venían de la sala, me acerqué despacio y lo vi a él con una chica rubia acostados en el sillón besándose.
—¡Se nota que me extrañó!—pensé. Me había molestado aquella actitud. Después de todo habíamos firmado un contrato que se suponía que nadie debía saber y él ya me estaba engañando. No me vieron y muchos menos se dieron cuenta que estaba en la casa, tome mis valijas y subí a encerrarme en mi habitación.