Matrimonio por contrato (Drew Taggart)

Capítulo 42

Narra Drew

Juró por lo más sagrado de mi vida que no sabía que Valentina estaría en ese evento. Antes cuando aún no, nos conocimos jamás nos hubiésemos cruzado y ahora nos cruzamos en todas partes. Supongo que ahora más que debemos asistir a la mayoría de eventos posibles para nuestra fundación.

Después de lo que ocurrió con Valentina y de que le haya pedido que me perdone no volvimos hablar, ni si quiera por Sophie. Me quede muy mal, sentía que otra vez hice algo malo. Cuando llegamos al lugar y la vi a lo lejos se me detuvo el corazón ¿Nunca les pasó? Cuando están enamorados de un persona y su sola presencia les revuelve el estómago y más si lo ven por sorpresa. Eso era lo que me ocurría en aquel instante, incluso después de todo lo que pasamos y de tener una hija con ella.
Quizás era por qué nuestro amor fue bastante apresurado, lleno de mentiras. No fue la mejor manera de conocernos pero se dio de esa forma. Hoy tenía aún más claro que nunca pude olvidarla y me replanteaba mi situación con Christine.

El lugar era grande y se dividía en diferentes sectores para actividades con los niños y jóvenes. Donde estaba ella se veía que estaba mayormente lleno de adolescentes, podíamos recorrer el lugar. Obviamente que fui consciente que quería ir allí apenas la vi a ella de lejos. A medida que nos íbamos acercando y todos la vieron incluyendo Adam que me mato con la mirada la situación comenzaba a ponerse más tensa. Ni hablar cuando me vio Antoine, todos estaban leyendo y se detuvieron para saludarnos a Alex y a mí. Los chicos estaban muy emocionados de que estemos allí, todos quedaron sorprendidos.

Valentina apenas se voltio a verme. Voltio la mirada hacia Antoine que se puso muy serio y fijó su mirada en su teléfono. Para poner aún más tensa la situación me senté al lado de Valentina, aunque me vieran bastante relajado por fuera por dentro me estaba muriendo, y muriendo de los celos también. Sin embargo me senté y disimulando murmuré:

—¡Parece que el destino quiere que nos encontremos!—dije riendo por lo bajo.

Obviamente que ella ni si quiera me miró, muchos menos me respondió. De todas formas había bastante gente allí, supongo que alguno se dio cuenta de lo raro que era esa situación sabiendo que antes estuvimos casados.
Después de que todos se calmarán continuaron sus lectura. Lo hicieron leer a Alex, nos hizo divertir mucho a todos con su historia inventada. Después insistieron en que leyera algo yo. Debo admitir que me pongo nervioso cuando todas las miradas se centran en mí, no soy tanto como Alex en ese sentido. Tome un libro sin mirar que agarraba, lo abrí y por el título no era tan interesante, además que no me gustaba leer, pero ya todos me estaba mirando y debía decir algo. Mi gran genio no tuvo otra idea que inventar un historia, pero esa historia se centraba en nuestra historia. Mi historia con Valentina...

—Para todos en algún momento es difícil pedir perdón—agregué nervioso mientras fingía leer el libro, el cual en realidad estaba abierto en una hoja en blanco, solamente tenía sentada a mi lado a Valentina que podía ver que nada allí estaba escrito—Todos hemos tenido que hacerlo alguna vez. Todos hemos fallado porque absolutamente nadie está libre de fallar. Todos fallamos y muchas de las veces fallamos a las personas que más nos importan en la vida, les fallamos en ocasiones sin pensarlo, sin darnos cuenta.
Es difícil pedir perdón después de fallarle a esa persona que verdaderamente nos importa, porque cuando le fallamos a una persona que nos importa duele en el alma y comenzamos a sentir esa angustia que nos lleva a recuperarla. Pedir perdón no es tan fácil y menos cuando dentro de tu corazón existe un poco de orgullo—dije esas palabras porque la recordaba de una publicación que había visto en instagram—Esta es la historia de un hombre que no tomó las fuerzas necesarias para pedirle perdón a esa persona que en verdad le importaba, a esa persona que estuvo ahí para él a pesar de todo a pesar de todas las veces que él le fallo. Ella permaneció a su lado por todo el tiempo que la fuerza de su corazón pudo soportar, ella se canso y estamos de acuerdo que algún día tenia que pasar porque todos fallamos, pero también todos tenemos un límite, un tope en el corazón que cuando se llena ya no hay marcha atrás.
Sabemos el final de esta historia. Sabemos que él quizá lo intentó pero nunca fue lo suficiente, quizá al pedirle perdón nunca hizo el esfuerzo para no volver a fallarle. Sabemos que al final ella termino yéndose de su lado porque su corazón se había llenado, porque su paciencia y amor habían llegado al límite que acabo de mencionar. Sabemos que en las historias de amor no siempre existe un final feliz y menos cuando los protagonistas no lucharon por encontrarlo. Quizá él estaba arrepentido y quizá era sincero cada vez que intentaba pedirle perdón, pero la realidad es que en esta vida debes arriesgarte por las personas que amas, por las personas que existen en tu corazón y que sabes que serán difíciles de borrar. Todos debemos esforzarnos lo suficiente por luchar por esa persona a la que amamos y queremos para toda la vida a nuestro lado. Aún tiene oportunidad, quizá, si ella se lo permite.
Ella se fue y quizá no quiera regresar, pero si ella verdaderamente lo amo al ver el esfuerzo de ese hombre que por mucho tiempo estuvo a su lado y que le demostró en ocaciones que ella le importaba. Quizá ella recapacite y quiera volver a lado de esa persona a la que ama porque todos, sin excepción debemos hacer un esfuerzo por permanecer a lado de esa persona. La realidad es que tanto ella como él deben luchar el uno por el otro, él por recuperarla y demostrarle cuanto le importa y ella abrir su corazón para recibir un perdón sincero y olvidar todas las ofensas.
Y este es el final de la historia donde aprendimos que todos los seres humanos de este planeta tienen el derecho del error, pero que una vez que se comete debe ser corregido lo más rápido posible. Aprendimos que tenemos que esforzarnos por las cosas y las personas que amamos. Además aprender a abrir el corazón al perdón y ser capaces de olvidar cada una de las ofensas...—termine diciendo. Levante la vista y todos me estaban mirando atentos, hasta incluso emocionados, la historia quizá le había llegado al corazón. De pronto Alex haciendo el chistoso comenzó a aplaudir y todos siguieron aquel aplauso, menos Valentina y Antoine. Valentina apenas se voltio a mirarme anonadada.