Juno.
Mi rostro lentamente se iba transformando con el maquillaje, y yo no podía dejar de sonreír.
— Se ven preciosas, son las damas más preciosas que he visto — les dije a mis damas.
— Tú te miras aún más preciosa, sin maquillaje o con maquillaje — respondió Helena.
— Siempre estuve esperando este momento, de ser dama de bodas de una de mis mejores amigas — dijo Emma casi llorando.
— ¡Ni se te ocurra llorar ahora! Harás a Juno llorar — la regañó Kate haciéndome reír.
Mamá ayudo a colocarme el vestido y el velo, inevitablemente una pequeña lágrima cayó de sus ojos. Mi peinado consistía en un chongo y un poco de fleco, mi maquillaje hacía contraste con el vestido, tenía que admitir que habían hecho un muy buen trabajo.
— No puedo esperar a ver la cara de Dylan — dijo Clara casi brincando de la emoción.
— Será una boda espectacular, con una novia espectacular — comentó Amber.
— Gracias a todas por estar aquí, se los agradezco con todo mi corazón.
— Siempre estaremos a tu lado, a pesar de los mal entendidos que tuvimos te prometo que a partir de ahora que estaré a tu lado — dijo Valery acercándose para abrazarme, las demás se acercaron y así fue nuestro abrazo grupal.
No dejaba de dar vueltas por la habitación, preguntando si me miraba bien, si se notaba mi vientre de embarazada, estaba tan nerviosa. Al inicio estaba muy positiva, muy confidente conmigo misma, y no fue hasta que llegó papá cuando logré tranquilizarme un poco.
— Los invitados se encuentran emocionados, ya están casi todos aquí. Cariño, te miras divina.
— Gracias papá — respondí abrazándolo —. ¿Hay muchas personas?
— No te preocupes por eso, solamente imagina que estás nada más con Dylan, míralo y todo estará bien.
— ¿Ya lo viste?
— Sí, está nervioso pero contento — suspiré.
— Tengo miedo.
— Esto te lo quitara, Samantha acércate por favor — mi madre se colocó a lado de mi padre tomando su brazo, y juntos me entregaron una caja. La abrí y había un hermoso y brillante collar.
— Yo lo use la primera vez que me casé con tu padre, fue el primer regalo que me dio cuando cumplimos dos meses de novios, es algo bastante valioso.
— Tal vez si te lo pones, sentirás menos nervios — miré a mis padres con una sonrisa, tratando de no llorar y arruinar mi maquillaje.
— Es hermoso, gracias — me volteé y dejé que mi padre lo colocará alrededor de mi cuello, y al mirarme al espejo me sentí completa —. Enserio son los mejores — dije antes de abrazarlos con todas mis fuerzas.
Allison, quién había hecho toda esta boda posible, entró a la habitación.
— ¡Te miras preciosa! Eres la novia más hermosa que he visto, y créeme que he visto muchas.
— Gracias Allison, sin ti esta boda no hubiera sido posible.
— No me agradezcas aún, esto es sólo el comienzo.
— ¿Te quedarás en la fiesta verdad?
— ¡Claro! No me la perdería por nada. Muy bien Juno, me complace anunciarte que Dylan ya está abajo esperándote, llegó la hora — Clara me entregó mi ramo, mis damas se colocaron en fila frente a mí, respiré profundamente y mi padre tomó mi brazo, me dedicó una sonrisa que me dio toda la confianza del mundo.
— Quiero que sepas que te amo — me dijo a mi oído cuando salimos de la habitación —. Siempre serás mi pequeña ¿okay? Y jamás te dejaré caer.
— Gracias por estar aquí.
Las puertas del salón se abrieron, y pude ver cómo la multitud se levantaba. Entraron mis damas, mi madre; y entonces seguimos nosotros. Les dediqué una leve sonrisa a todos, y mis ojos se dirigieron a Dylan, quién se encontraba ahí esperándome, cómo siempre lo había hecho. Sus ojos se encontraban en lágrimas pero la felicidad y el amor eran bastante notorios, su mirada hizo que todo fuera perfecto. Y tal cómo dijo mi padre, imaginé que nada más éramos él y yo, así cómo debe ser.
Le di mi ramo a Clara, mi padre le entregó suavemente mi mano a Dylan no sin antes darme un beso en la mejilla y susurrarme un "te quiero". Tocar la mano de Dylan luego de haber caminado hasta el altar tenía un significado para mí, el camino hacia el altar era todo lo que habíamos pasado desde el momento en que nos conocimos, y al final encontrar su mano significa que habíamos logrado pasar un camino lleno de obstáculos, para así finalmente estar juntos el resto de nuestras vidas.
— Hoy estamos aquí para unir a esta pareja frente a los ojos de Dios, de la sociedad de Nueva York y de todos ustedes. Hoy estamos aquí para unir a Juno Stuart y a Dylan Carrison cómo marido y mujer.
Mi madre trajo los anillos, los tomamos y con mis labios le dije "te amo". Mis ojos volvieron a los ojos de Dylan y el padre continuó.
— Repita después de mí, señorita Stuart.
— Yo, Juno Stuart, te tomo a ti Dylan Carrison, cómo mi esposo y compañero de vida, en las buenas y en las malas, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte nos separe — coloqué el anillo en el dedo de Dylan, quién me miró con ojos de amor.
— Ahora usted, señor Carrison.
— Yo, Dylan Carrison, te tomo a ti Juno Stuart, cómo mi compañera de vida, en las buenas y en las malas, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte nos separe — cuando Dylan colocó el anillo en mi dedo sentí algo difícil de explicar, pero estaba segura que ese algo era amor incondicional.
El padre nos dio unos minutos para nuestros votos personales, y tenía que admitir que no los había preparado, quería que todo fuera desde mi corazón.
— Creo que no necesito decir mucho para expresarte lo mucho que te amo, porque simplemente no me alcanzan las palabras o las acciones, solamente quiero que sepas que te amo con toda mi alma, te amo cómo no tienes una idea. Nunca pensé que aquel chico al que comencé a prestarle atención es ahora el hombre que está frente a mí, mi esposo. Ahora sé que te ame desde el primer momento y estábamos destinados a estar juntos, gracias a ti pude creer nuevamente en el amor y que la vida nos tiene un gran destino por delante, me alegra que tu seas mi gran destino. Eres el amor en el que siempre soñé, la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida de una manera u otra, prometo estar contigo eternamente y amarte a pesar de todo. Hemos pasado por mucho pero eso no impidió nuestro amor, y estoy segura que no hay nada en el mundo que lo pueda impedir. Te amo Dylan Carrison, por siempre y para siempre.
— Me has robado las palabras Juno, al igual que me robaste el aliento la primera vez que te vi, y también te has robado mi corazón. Mi corazón siempre ha sido tuyo, y siempre lo será, no importa que. Te amo y siempre te voy a amar, también me hiciste creer en el amor y nunca necesite besarte o hacer algo más allá para saberlo, con el simple hecho de mirarte sabía que sería difícil dejar de amarte, y hasta el momento no he dejado de amarte. Concuerdo contigo respecto al destino, ahora sé que no era un simple pensamiento de un joven ingenuo el hecho de querer estar contigo el resto de mi vida, ahora sé que era mi destino. Recuerdo haberte visto y dicho "wow, esa chica es preciosa" ¿y quién lo diría? Esa chica preciosa ahora es mi esposa, y la madre de mis hijos. Te amo Juno Stuart, por siempre y para siempre — sonreí mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla.
— Ahora, si alguien está en contra de este matrimonio, hable ahora o calle para siempre — nadie dijo nada. Se los dije, nadie podía impedir nuestro amor —. Muy bien, ahora, firmen aquí por favor — ambos firmamos una hoja que nos hacía oficialmente marido y mujer frente a lo civil —. Por el derecho que me da el registro civil de Nueva York; Estados Unidos, y el derecho que me da Dios, los declaro ahora marido y mujer — los aplausos se escucharon mientras Dylan y yo unimos finalmente nuestros labios, dándonos así nuestro primer beso cómo marido y mujer, esposa y esposo, cómo almas gemelas.
Aunque bueno, almas gemelas nosotros ya éramos, desde el primer momento.
Nota de la autora: FINALMENTE JUNO Y DYLAN AHORA SON EL SEÑOR Y LA SEÑORA CARRISON.
No saben lo feliz que me pone esto, la emoción que me da y espero que ustedes también sientan lo mismo.
El próximo capítulo ya será el capítulo final, luego será el epílogo y esta historia se acaba, pero los extras nos van a salvar<3
Los amo y espero leerlos muy pronto:)
Capítulo editado