MI JEFE ES UN PERFECTO Imbéci...

By alexa_cuevas

666K 34.2K 891

NUEVA VERSIÓN/EDITADA Lara Bell, es una excelente abogada que trabaja para un reconocido arquitecto. y cuando... More

Prólogo.
#UNO
#DOS
#TRES
#CUATRO
# CINCO
#SEIS.
# SIETE.
#OCHO.
#NUEVE.
#DIEZ.
#ONCE.
#DOCE.
#TRECE.
#CATORCE.
#QUINCE.
#DIECISEIS.
#DIECISIETE.
#DIECIOCHO.
# DIECINUEVE.
# VEINTE.
#VEINTIUNO.
#VEINTIDOS
#VEINTITRES
# VEINTICUATRO.
# VEINTICINCO.
# VEINTISÉIS.
#VEINTISIETE.
#VEINTINUEVE
#TREINTA.
#TREINTA Y UNO
#TREINA Y DOS.
#TREINTA Y TRES
#EPILOGO
#ESPECIAL.
#EXTRA.
#EXTRA 2.
#AGRADECIMENTOS Y EXPLICACIÓN.

#VEINTIOCHO

14.4K 705 17
By alexa_cuevas

– Deberías hablarle, ella te ha buscado por mucho tiempo, piénsalo, Lara.

Sigo comiendo el tarro de mermelada de frutillas sin prestarle atención a lo que dice Nick.

– Y tu deberías ponerte unos shorts, o tan siquiera una camisa. —ruedo los ojos y disfruto de la delicia que degusto mientras leo unos casos.

– Por supuesto que no, enfrente de tu departamento hay unas vecinas que uff, además mi cuerpo es un manjar de los dioses. Envidiosa. —se sienta a mi lado y besa mi mejilla para ponerse a ver la televisión.

– Son lesbianas— Digo mirándolo por un breve momento, despega su vista del televisor y me mira incrédulo.

– No es verdad. —Lo dice no muy convencido. –Dime que no es verdad.

Casi suplica, suelto una carcajada.

Pues claro que lo son y él es lo bastante tonto como para no darse cuenta de que son novias.

Me voy con mi tarro de mermelada, salgo del departamento olvidándome de los gritos de Nick.

Me encamino hacia mi auto, necesito ver a las luciérnagas.

Al llegar a casa de Matilde me encuentro con las pequeñas sentadas en unos columpios, al verme bajar del auto sonríen eufóricas y corren hacia mí.

Las abrazo en cuanto llegan hasta mí, ambas se aferran a mí y yo no puedo evitar abrazarlas fuertemente.

– Lara te extrañamos, papá es un tonto. Pero nosotras si te amamos. —las miro con una implacable sonrisa y caminamos hacia el interior de la acogedora casa.

– Yo le dije a Papi que era un tonto y que yo te quería de regreso. Lara por favor ya no nos dejes— dice la pequeña Casey para apretar mi mano.

– Eso nunca volverá a pasar. —respondo con toda la sinceridad.

– ¿Lo prometes con el corazón?— Pregunta Darice para dibujar un corazón en su pecho, para luego seguirle Casey.

Sonrió y dibujo el corazón en mi pecho.

– Lo prometo con el corazón, ahora. ¿Quién quiere ir por unos helados y hacer enojar al gruñón de su padre?

Ambas sonríen asientes contentas, amamos molestar al gruñón de Killian.

Matilde se nos une y salimos por unos deliciosos helados.

– ¿Acaso debería preguntar por qué hay un tarro de mermelada en tablero?— dice Matilde con una sonrisa burlona.

Niego con la cabeza y conduzco tranquilamente.


(***)

– ¿Por qué tienen todas las caras manchadas de chocolate? —Killian entra a la sala con el ceño fruncido tratando de ocultar una sonrisa.

– Papi, creo que la pregunta que deberías hacerte es, ¿Por qué tú no tienes la cara manchada de chocolate? —contesta con una pequeña sonrisa Casey.

Suelto una risita, eso lo aprendió de mí.

– Muy lista Casey, pero sin mesada por una semana. —ambas se quejan y voltean a verme para que las defienda.

Qué les puedo decir, un abogado nunca descansa.

– Mis clientas piden que les rebaje la condena o se las anule. Ya que se declaran inocentes.

– Dígales a sus clientas que no hay trato, o se les duplicara la condena.

Las niñas resoplan y asienten, me da la sensación de que estamos en un juzgado.

– Mis clientas aceptan el primer trato.

Asiente y después todos estallamos en carcajadas.

– Pero si se quedan sin mesada por una semana. —argumenta y sale de la sala al oír las protestas de las pequeñas luciérnagas.

Me quedo a cenar con ellos y me siento como en una familia.

Una real.

Una propia.

Mi propia familia.

Sonrió sin poder evitarlo, Killian me sonríe y toma mi mano sobre la mesa acto que no pasa desapercibido por nadie.

Y todas sonríen.

– Por fin podré llamar a Lara mamá libremente. — suelta eufórica Casey.

Me quedo paralizada, sin palabra alguna. Killian esta igual que yo, mientras que Matilde le sonríe tiernamente.

– Yo también quiero llamarte mamá— dice un poco bajo Darice, me sorprendo aún más y no puedo evitar que lágrimas salgan de mis ojos.

Quieren llamarme mamá, a quién no le gustaría ser madre de estas hermosas luciérnagas.

Asiento eufórica y les sonrió aun con lágrimas.

– Pueden llamarme como quieran, las amo luciérnagas.— ellas sonríen y me abrazan.

– Nosotros te amamos a ti Lara, dicen amabas al unísono.

Killian se une al abrazo y todos sonreímos.

Mi propia familia, lo que siempre soñé.

– Las amo— dice Killian con una sonrisa.


(***)


Al llegar a mi departamento, fuera se encuentra a quien menos quería ver.

Mataré a Nick.

Camino de regreso al ascensor, cuando siento que toman mi antebrazo.

Se quien es, y siento unas enormes ganas de esfumarme.

– No quiero hablar con usted, suélteme. —hablo antes de que suelte alguna palabra.

– Lara, déjame explicarte. —Dijo con los ojos nublados. – Yo he cambiado, y al igual que tú, solo te tengo a ti.

Mi garganta se secó, yo ahora tenía una familia.

– Te equívocas, yo tengo una familia. Y esta si me ama por como soy, por lo que valgo. — me suelto de su agarre. –No necesito nada de ti Olga.

– Lara, soy tu abuela. Eres mi sangre, mi heredera.

Solté una risa.

– Olvídalo, yo no soy nada tuyo. Tú lo dejaste muy claro al echarme de tu casa, y culparme por el accidente de mi hermana, pero sabes qué. No te guardo rencor, porque gracias a eso hoy soy lo que soy. Y estoy orgullosa de mí. Así que, Olga vete porque no quiero verte nunca más.

Ella me miró con nostalgia.

– Te pareces tanto a tu madre, ella estaría orgullosa de lo que ahora eres. Una reconocida abogada, me siento orgullosa de ti Lara. Y sólo quiero pedirte perdón, perdón por todo lo que tuviste que vivir conmigo. Yo no sabía lo que hacía, lo lamento tanto. Me recordabas tanto a Lindsey y Morgan, sé que tu no tuviste la culpa de aquel trágico accidente, perdón... Lo siento tanto.

Lloró, jamás la había visto llorar. En los veinticinco años de mi vida, jamás había llorado frente a mí.

Y era como si todo el odio que sentía se esfumará, a veces era demasiado buena persona.

Sin poderlo evitar la abrace, y fue un sentimiento inigualable. Me sentí en casa.

Como en mi niñez, lo cálido de mi niñez.

– Oh moye solntse.— me abrazó de vuelta y recordé como solía decirme a veces.

Mi sol, papá solía decirme así. Mamá también y había olvidado que mi abuela me decía así.

– Por favor perdóname, sólo pido tu perdón.

Sonríe y caminé junto a ella hacia mi departamento.

– Abuela, puedes quedarte en mi vida todo lo que gustes. No hay nada que perdonar, a ninguna le hubiera gustado que estuviéramos así, por eso te perdono.

Ella sonrió, pero siguió llorando más.

– moye solntse, tengo tantas cosas que contarte.

– También yo abuela, hay un maldito imbécil del que te quiero contar.

Ella sonrió y se sentó a mi lado en el sofá.

Ahora tenía una familia, nada podía salir mal.




















Hola😂❤
Soy una mala escritora, pero los amo❤
Gracias por leer y comentar.
Ya casi acabo de escribir esta historia, aproximadamente sólo quedan tres capítulos...
Espero les haya gustado el capítulo❤

Continue Reading

You'll Also Like

570K 30.7K 71
Ella tiene dieciséis años. Él tiene veinte. Ella jamás se ha metido en problemas. Él vive para eso. Ella se asusta con mucha facilidad. Él piensa...
391K 23.4K 78
segunda temporada de "Isabell". obligatorio leerla para entender este libro +++ portada echo por: xbluehoodiex. **** #440-15-04-2018- novela juvenil.
49.3K 5.2K 54
Pobre Joseph, alguien debió advertirle que se estaba equivocando al contratar a Lexy como su nueva secretaria, pero se "emocionó" demasiado y la mesa...
833K 38.3K 44
En todas las historias el chico persigue a la chica. Pero en esta, la chica no dejará de perseguir su felicidad. Un hombre más malo que el pecado, le...