#TRECE.

19.6K 1.1K 34
                                    

¿Qué atuendo tengo que elegir para ir a una cita con mi jefe?

He ahí la duda.

Me encontraba dando vueltas por el suelo de mi departamento, odiaba tener que vestir bonita.

Por eso evitaba tener citas, aunque a veces me aburría de estar sola y aceptaba una que otra.

Odiaba salir con personas que no me conocían, porqué al verme comer. Daba una mala impresión.

Y como importante abogada, debía cuidar mi imagen, y bla, bla...

Me serví un pedazo de pastel de doble chocolate, y me acosté en mi cama. Oh gloriosa soledad.

(***)

Desperté sobresaltada por el retumbante timbre, me levanté de mi cama y me dirigí hacia la puerta.

La abrí, y me sorprendí por ver al imbécil de mi insoportable jefe. Parado allí con ropa casual.

Levanté mis cejas asombrada, se veía tan... ardiente.— Oh calma tus hormonas chica, este hombre es un amargado.

Reaccioné al oírlo soltar una risotada. — ¿Volví a pensar en voz alta?

Cielos, yo no tenía remedio.

Me miró atentamente, agarrándose el estómago y riendo fuertemente.

Aún seguía perpleja.

Llevé mis dedos a mis labios, ahí comprendí que tenía embarrada la cara de chocolate.

Apreté los labios, y lamí alrededor de mi boca. Él poco a poco cesó su risa.

Se acercó a mí, sacó de su bolsillo una servilleta. Y limpió cuidadosamente mis mejillas.

– Srta. Bell, ¿Acaso ha olvidado nuestra cita? — habló, después de terminar de limpiarme.

Me sentí apenada, me había quedado dormida y andaba desarreglada.

– ¿Qué le parece tener una cita en mi departamento? — pregunté con la dignidad que me quedaba.

Él asintió sonriendo.

Entramos a mi acogedor. — Y desastroso hogar.

Él lo inspeccionaba detalladamente, mientras seguía mis pasos.

Me senté en un sofá y el hizo lo mismo, tomando asiento frente a mí.

– Lo sé, no es lo mejor. Pero es como mi guarida. — Dije a la defensiva.

Él sonrió y asintió comprendiendo.

Lo mire directo a sus ojos aceituna, eran tan lindos.

Él me miraba, también directamente.

¿Cómo eras que estaba en una cita con mi jefe?— Una pregunta mejor, ¿Cómo es que mi jefe está en mi departamento? Creí haber dicho una vez que esta no era una historia donde yo me enamoraba de mi jefe.


Teníamos más de una hora y media tratando de hacer una combinación de tarta.

Su favorita, la tarta de arándanos.

Y la mía la de limón.

Estuvimos discutiendo por cual haríamos, así que llegamos al acuerdo de que haríamos nuestra propia tarta.

Se llamaría Arali. — Hermoso lo sé.

Pero los ingredientes se nos mezclaron y teníamos un desastre en la cocina. Sin mencionar que estamos embarrados de crema de coco.— No pregunten que hacía eso allí.

Al final estábamos en la sala de nuevo, degustando nuestra creación.

Admitiré que tenía un sabor único, era deliciosa.

– Creamos lo mejor.— Dijo él llevándose un pedazo a su boca.

Asentí convencida.

– No hay que compartir la receta. — Dije comiendo de nuestra obra maestra.

– Será solo nuestra. — Eso sonó fascinante, más con la atmósfera que habíamos creado.

Estábamos muy juntos.

Sonreí y levanté mi cabeza. Él estaba bastante cerca de mi rostro.

¿Cuándo paso eso?

Miraba mis labios, no quitaba su mirada de ellos. — No estaba incómoda, pero solo quería que el espacio que nos separaba desapareciera.

Sentía una atracción peligrosa hacia él.

Quería sus labios sobre los míos. Los quería ahora. Los quería ya.

Reaccioné y me aparté como si me estuviese quemando. — En parte eso se podría describir así.

Una emoción ardiente.

– Momento incómodo.— Dije nerviosa.

Él sonrió, y siguió comiendo su tarta.

– Hablemos de nuestros gustos. — Propuso él.

Asentí y me senté a su lado.

Pero fue una trampa, porque en el momento en que me acomodé. Me vi rodeada de sus brazos y sus labios impactaron majestuosamente con los míos. Su cálido aliento en mis mejillas, y nuestros labios moviéndose en un magnifico compas. Además del sabor a tarta, era delicioso.

– Me gustan tus labios. — Fue lo dijo él, antes de volver a besar mi boca.












Alexandra Cuevas.

MI JEFE ES UN PERFECTO Imbécil.|COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora