Amentiam [Jikook]

By Bulletpr0of_

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- Significa Alma libre. - ¿De verdad eres libre? ••Basado en hechos reales•• More

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Epílogo.

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By Bulletpr0of_

JK

Había salido de la escuela en una tarde con un clima que era digno de envidiar. Sólo pensaba en que al día siguiente podría ir a la práctica finalmente y por sobretodo, podría ver a Jimin.

Mis pensamientos iban repletos de su nombre desde hacía unos meses y es que extrañamente ese chico me había tomado por sorpresa. Y estaba completamente enamorado de él, no existía una vuelta atrás.

Llegué a mi casa y saludé a mi abuela, que por cierto se había tomado la molestia de hacerme galletas. Mi padre no estaba en casa, como era común, así que simplemente subí a mi habitación a perder el tiempo como era usual.

Mientras miraba por la ventana hacia afuera sentí que mi abuela apreció en la puerta de mi habitación.

– ¿Qué pasa? –pregunté dudoso.

– Hace mucho no viene ese chico Jimin, ¿No lo traerás de nuevo?

– Puedo invitarlo este fin de semana si quieres.

– Sí, eso estaría bien, puedes invitar a Taehyung también o a cualquiera de tus amigos. Esta casa está muy silenciosa últimamente, has crecido mucho.

– ¿Pasa algo? –pregunté con la cabeza ladeada.

– Es solo que estuve abajo mirando algunas fotos de cuando eres un bebé y has crecido tanto. Vas a graduarte de la escuela.

– Bueno, seguiré aquí contigo por mucho tiempo más. –respondí.

– Acompáñame a la cena. –me pidió y bajó a la primera planta.

Cuando ella se fue pensé en decir lo único que no le había dicho a mi abuela sobre mí. Lo único que nadie de mi familia sabía. Eso por lo cual había comenzado a vestirme de negro, me había perforado las orejas y había intentado escuchar rock y metal; claramente lo último no funcionó, pero al menos el hiphop era el comodín a esa parte.

Mojé mi cara en el baño y me miré al espejo.

"Abuela, soy gay"

"Soy homosexual"

"No me gustan las chicas"

"Abuela, me gustan los chicos, me gusta Jimin"

¿Cómo pretendía decirle eso que había ocultado por casi veinte años? ¿Ella iba a entenderme? ¿Iba a decirme que era un desviado? Claro que iba a entender, era mi abuela, la mujer más fuerte y justa que conocí en mi vida, la mujer creyente que me llevaba a la iglesia los fines de semana, que al menos usaba parte de su creencia y perdonaba esos "pecados" porque nadie era perfecto y todos podían cometer errores.

¿Eso era yo? ¿Un error? ¿Mi condición sexual era un pecado?

Bajé a la primera planta con el corazón latiéndome a mil. Casi sentía que transpiraba. Apreté mis puños para que los leves temblores en mis manos no se notaran.

La observé sirviendo mi plato de comida, siempre tan tranquila.

– Oh, ya has bajado. Tu plato está servido, cariño. –me sonrió antes de que yo me sentara.

– Gracias. –solté y mi voz tembló.

– ¿Estás bien? –preguntó preocupada.

– Abuela tengo que decirte algo importante. –me sentía como si fuera a morir en ese momento. Sentía que iba a contarle cómo había cometido un crimen.

Ella no parecía inmutarse ante mis palabras, de hecho la vi más tranquila que nunca.

– Dime. –respondió duramente, sin mirarme.

– Yo... –tomé un respiro y cerré los ojos. – Abuela, yo soy...

– Ya lo sé. –dijo y me miró con una media sonrisa.

– Abuela no creo que sepas a qué me refiero. –dije sin poder creerlo.

Ella no podría saberlo, es decir, nunca había traído una chica a casa pero definitivamente había dicho que estaba con algunas.

– Termina. –me pidió.

– Me gustan los chicos.

Ella sonrió. – Ya te dije que lo sabía Jungkook.

– ¿Sabías que era homosexual?

– Por supuesto que sí. –respondió tranquila.

– Entonces tú...

– También sé que Jimin es tu novio. –me dijo elevando sus cejas.

– Bueno, no... eso es, Jimin no es mi novio. –aclaré. – Sólo nos gustamos.

– Entonces además de que se gustan son idiotas. –me dijo tomando un sorbo a su vaso.

– ¡Abuela! –medio grité y ella rió.

– Deberían serlo, él me agrada, sé que cuidará de ti.

– ¿Cómo sabías?

– Te eh criado toda mi vida, eh notado cosas.

– Pensé que lo había ocultado bien.

– Sí, lo has hecho pero eh oído tus conversaciones con Taehyung. –me atraganté con la comida.

– ¡Eso es privado! –grité desesperado.

– Ah, por favor, también fui joven ¿Cómo crees que existe tu papá?

– Bueno, esto se está desviando del punto central. –dije riendo.

– Puedes estar tranquilo.

– No puedes decirle a nadie ¿Está bien? Aún no estoy listo para que todos sepan que me gustan los chicos. Menos papá, creo que no se lo tomará bien.

– Tranquilo, respetaré tu tiempo. –me dijo.

– Pues qué pena chico, porque ya lo sé. –su grueso tono de voz retumbó dentro de la casa.

No quise darme vuelta, no quise mirarlo, sentía el olor a alcohol llegar a mí. Venía totalmente borracho.

– Pa...

– Deja de hablar y ve a la sala de estar. –Hablaba extraño, a tropezones. Pero eso no me importaba, sentía autentico miedo.

Sentí sus pasos tras de mí, así que antes de llegar por completo a la sala de estar me di vuelta.

– Escucha... –no me dejó terminar, me pegó en el ojo, tan fuerte que caí hacia atrás y estuve seguro de haber visto todo negro.  Sentí haber chocado con la mesa de centro y luego di directamente en el suelo.

– ¡¿Escuché bien?! –gritó cuando me puse de pie con mi mano sobre mi ojo adolorido. – ¡¿Mi hijo es un maricón?!

– N-no... no es así. –dije a punto de llorar.

– ¡¿Entonces qué?! ¡¿Qué mierda eres?! –una cachetada tan fuerte que sentí mi labio reventar.

Me quejé por el dolor y sentí el sabor metálico de la sangre invadir mi boca.

– Ya basta. –pedí suplicante y sintiendo as lagrimas inundar mis ojos.

Él me odiaba.

– Mírate... me das asco, llorando como una perra.

– ¡No me trates así! –grité, gruñí con fuerzas y valor que no supe de donde saqué. – ¡Me gustan los hombres! ¡¿Qué puedo hacer?! ¡Me gusta cuando un hombre me besa!

– ¡No te atrevas a gritarme! –otro golpe en la boca. – ¡No me vuelvas a faltar el respeto!

– Me iré de aquí. –dije en un intento de sonar fuerte, pero en realidad sólo quería irme, quería correr lejos de aquí, alejarme de él.

– ¡De seguro irás a que te la metan! ¡Asqueroso!

– ¡¿Y qué si lo hago?! ¡Voy directamente a casa de mi novio! ¿Sabes por qué? Porque me encanta como tiene sexo conmigo –solté envuelto en rabia, no iba a dejar que me gritara ni me tratara mal.

Pero me equivoqué.

Caí al suelo del dolor y observé la alfombra mancharse de sangre. Pero eso no me importó, el seco dolor que provocaron sus patadas sobre mi estómago y costillas fue lo que me hizo dejar de pensar en el exterior y me concentré en las abrumadoras ganas de huir.

– ¡Basta ya! ¡Detente! –escuché los gritos de mi abuela.

– ¡No te metas en esto mamá!

– ¡Déjalo ya! ¡Es una orden!

Él se detuvo y por primera vez tuve miedo de que le faltara el respeto, pero ella ni siquiera flaqueó. Y es que por extraño que sea, la única que no se veía afectada directamente por actos de mi padre era ella. Él nunca le hacía nada.

Lo observé, observé sus nudillos con sangre y luego su rostro, con el asco plasmado en cada una de sus facciones, autentico asco.

– A ver si con eso te arreglas, pervertido de mierda. –soltó antes de escupirme.

Quizás porque me sentí a salvo, o puede que haya sido porque las emociones azotaron en ese momento. Respiré casi sin sentir aire y comencé a sollozar con desespero.

Más que el dolor en mi cuerpo, en mi rostro, el dolor que inundaba mi pecho era insoportable. Me sentía ridículo, asqueroso y extraño.

– Cariño, ven, déjame ayudarte.

No respondí, sólo me levanté con su ayuda, caminé directo a mi habitación y mientras lloraba escribí un texto para Jimin.

Te molesta si adelanto la visita de mañana para ahora mismo en la noche?

Envié con dificultad, secando las lágrimas que empapaban la pantalla de mi móvil.

Ni se te ocurra salir a estas horas, son pasadas las doce! Podemos esperar a mañana, no quiero que te ocurra nada malo!

Contestó antes de lo que pensé, pero al parecer no le agradaría saber que salí de casa. Pensé en la única persona que me quedaba.

Tae estás en casa?

Estoy con un chico
Pasa algo?

No.. es que quería saber si querías ir a bailar un rato

Lo siento Jungkook pero estoy a punto de convencerlo de coger, lo lamento.

Si no podía ir a lo de Taehyung tenía que ir obligadamente hacia Jimin. No me quedaría aquí ni un segundo más.

Mi abuela estaba fregando la alfombra en el primer piso, vi que sus lágrimas caían directo hacia la mancha de sangre.

– Por favor no llores. –le pedí.

Ella me miró y secó sus ojos con su brazo.

– Iré a casa de Jimin, no quiero más problemas y necesito descansar.

– No te detendré. Pasas un infierno aquí y yo no puedo pelear conmigo misma para echarlo de aquí.

– Es tu casa abuela, puedes hacer lo que tu gustes, por eso me iré yo, y estaré bien con Jimin, él cuidará de mí. –respondí.

– Lo siento. –me dijo y me tendió un pañuelo que guardaba en el bolsillo de su delantal. – Al menos lleva esto contigo ¿Sí? Hazme saber cuándo llegues allá y ten cuidado. –besó mi mejilla con mucho cuidado y me abrazó sin realmente rodearme, ella sabía que estaba adolorido.

– Te quiero abuela. –susurré. – Gracias por hacerlo parar. –dije antes de irme.

Caminé varias cuadras, pasando numerosas paradas de autobús, pero sinceramente necesitaba ese viento golpear mi cara, necesitaba pensar un poco.

Nunca antes me había sentido mal sobre quién era, sobre mis gustos. Pero realmente él había logrado hacerme sentir asco de mí mismo, logró hacerme sentir ridículo por gustarme los hombres.

No dejé de caminar hasta que mis pies dolieron, y realmente ya no importaba si es que alguien me asaltaba, mi día no podría ir peor.

Mi teléfono no paraba de vibrar desde hacía un rato, pero realmente no quería hablar con Jimin, mi voz sonaría pésimo porque estaba llorando y él se preocuparía demasiado; así que esperé pacientemente el viaje en bus y hasta llegar a su casa para tocar el timbre y escucharle gritar desde adentro que era muy irresponsable por salir a estas horas de la noche.

————

No había notado que después de contarle todo esto a Jimin, mi cara estaba cubierta por lágrimas.

– Ni siquiera eh traído mí jodida ropa. –dije hostigado.

– Bueno, eso lo arreglaremos mañana ¿Sí? Por ahora lo más importante es que descanses, mañana sacaremos una copia de la llave de mi departamento. –lo miré sin llegar a creerme lo que estaba diciendo. – Vendrás a vivir conmigo.

– Pero Jimin...

– Estaremos bien Jungkook, tendrás que levantarte más temprano para lo que queda de escuela. Si quieres privacidad puedes usar el cuarto de invitados, no es necesario que tengas tus cosas con las mías, aún me queda reserva de dinero y empezaré a trabajar en un mes más y puedo conseguir un trabajo de medio tiempo en alguna tienda, en el peor de los casos puedo recurrir a mi familia.

– ¿Estás seguro de esto? –pregunté y vi su hermosa sonrisa adornar su rostro.

– Por supuesto que sí. –me miró y arregló mi cabello.

– Bueno, supongo que asaltaremos un banco o algo para comprarme ropa.

– Claro que no, recogeré el auto en casa de mis padres e iremos directamente a tu casa, tomarás lo necesario, ropa libros y cosas de la escuela, cosas personales; lo que quieras, puede ser todo lo que esté en tu habitación, ahora vivirás aquí y debes tener todo. Además aprovecharé de hablar con tu abuela. –lo miré casi con pánico. – Tranquilo, iremos en la mañana cosa que tu padre esté durmiendo.

– ¿Él te da miedo? –pregunté entiendo el sentimiento.

– Por supuesto que no Jungkook, lo que quiero evitar es asustarte a ti y decepcionar a tu abuela.

– ¿A mí?

– Si lo veo alguna vez sé que no podré controlarme y sé que lo golpearé hasta que sea demasiado tarde. –soltó mordiéndose los labios. – Así que por eso, cuando esté durmiendo, será mejor para ti y para él, para todos. –comentó. – Además podremos hablar con tu abuela sin inconvenientes,  sobre el que vivas acá hasta nuevo aviso.

– Jimin no sé si lo mejor sea vivir acá, Taehyung puede recibirme, esta es tú casa y no quiero ser el chico idiota que te quita la privacidad, en serio no quiero.

– Estaré bien, estoy más que bien contigo, no quiero que estés con Taehyung. Te quiero aquí conmigo, donde pueda protegerte.

– ¿Y es necesario ir mañana mismo? –pregunté intentando hacerle cambiar de opinión.

– Sé que aún estas asustado pero te prometo que mientras estés conmigo no dejaré que nadie te vuelva a poner una mano encima ¿Entiendes? Nadie te volverá a hacer daño Jungkook. –acarició mi mejilla lenta y delicadamente.

Su cariño y la protección me otorgaba era todo lo que necesitaba en este momento. En este momento de mi vida donde me sentía decepcionado de mí mismo y sentía asco de lo que era.

Él me ayudaba a sentirme mejor.

– Te quiero. –le dije muy sinceramente.

– Te quiero más bebé. –susurró sobre mi oído y besó mi cuello. – ¿Te sientes mejor?

– Sí, mi estómago no duele tanto como hace un rato.

– De todas formas mañana iremos al doctor, quiero que te revisen.

– No tengo dinero para pagar exámenes. –dije apenado.

– Puedo pedirle ayuda a Namjoon o a mi papá, no dejaré tu salud de lado por dinero.

– En verdad estoy agradecido de que hagas todo esto por mí. –le dije sinceramente.

– Ya te dije que haría lo que sea por ti Jungkook, porque te quiero. –dijo besando mi frente. – Te quiero más de la cuenta.

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