Joy miraba aquellos papeles con confusión y enojo, mientras golpeaba su lápiz grafito contra la mesa.
Pasaron unos pocos minutos hasta que lanzó el lápiz y se fue a tirar a su cama que se encontraba al lado del escritorio en que estudiaba, enterrando su cara en su almohada ahogando un grito. Estudiar realmente le estresaba, pero al terminar el pequeño gesto de desahogo se sentó a la orilla de la cama tapándose la cara con sus manos.
-Relájate Joy, este es un examen de muchos. No te estreses- se autocalmaba la rubia –Oww... no quiero reprobar el ramo, pero creo que un descanso estará bien, nada funciona bajo estrés-.
La joven universitaria se levantó yendo a la cocina.
Hace como un año comenzó a vivir en un apartamento, ya no soportaba vivir en aquella casa tan alejada de la sociedad, le traía mucha nostalgia y una profunda sensación de tristeza.
Se sirvió un trozo de un pastel que tenía ya que el dulce le relajaba. El lugar no era muy grande, era solo una sala de estar con una cocina americana, un balcón, su habitación y un baño que se conecta con su cuarto. Aun así, todo estaba muy bien organizado por lo que no parecía realmente pequeño, era bien agradable y todo con colores muy alegres.
Se sentó en el sofá que estaba en frente de la única televisión del hogar, y como quería dejar de pensar en estudios encendió el aparato poniendo una película infantil en Netflix para entretenerse y porque adoraba los finales felices.
Mientras comía se quedó un tiempo meditando.
-Creo que... he olvidado algo- decía girando un poco la cabeza hacia el lado.
Entonces agarro su celular para ver el calendario, desde que entró a la universidad comenzó a apuntar todo para que nada se le olvidara, y pudo ver qué se le había pasado de largo.
-Bon, visitar a Bon en dos horas. No tengo que olvidarme de esto nunca más- pensó en voz alta.
Terminó de comer y se arregló rápidamente, igual la oficina del cazador estaba algo lejos. Y como aún era incapaz de conducir correctamente solo tenía una bicicleta con la cual siempre se movilizaba, a muchos les resultaba muy cansador, pero a ella le servía para mantener su estado físico.
Ya que hace unos meses dejo el mundo de la caza, no en su totalidad, aun ayudaba a cazadores que le pedían ayuda, pero en si ella ya no trabajaba en eso. Actualmente mantenía su nuevo hogar y todos los bienes con dinero que ganaba siendo camarera en una cafetería cercana, mientras que su universidad, Bon había insistido en pagársela, aunque ella se negara.
Al estar en el baño se percató de lo largo que estaba su cabello, llegándole ya hasta un poco más arriba de las rodillas.
-Umm... creo que debo cortarlo pronto. Ya resulta tedioso el lavarlo y peinarlo- bufó ella agarrándose el pelo con una cola alta.
Luego tomó su bicicleta y bajó por el ascensor, ya que vivía en un séptimo piso. Al llegar al hobby saludó de manera rápida al recepcionista y partió.
Mientras tanto, en otro lugar en el bosque de los monstruos.
Deuz puso un montón de papeles sobre la mesa de reuniones de la elite. Todos los miembros lo miraron con duda.
-Ehh ¿Qué es esto?- pregunto el fénix.
-Verán, como ya me leí todo lo escrito con lenguaje moderno en el Diario del Cielo, solo me queda el lenguaje antiguo o codificado... que es como el 81% del diario. Y obviamente no puedo hacerlo solo, así que como soy el único que puede acceder absolutamente a todo escribí a mano todo un capítulo codificado que soy incapaz de descifrar. Así que me gustaría recibir ayuda de alguien que sabe sobre decodificación de códigos ¿Alguno de ustedes sabe?- explicó el antropomorfo.
Los restantes se miraron entre sí con incomodidad, ninguno sabia sobre eso.
-Bueno... yo sé sobre lenguaje antiguo, pero no decodificar- habló Felix.
-Lo sé, pero por ahora voy bien entendiendo el lenguaje antiguo, aunque si en una no comprendo te pediré ayuda- le contesto el moreno.
-Okey...-.
Silencio incómodo.
El hibrido miro detenidamente a sus compañeros con una sonrisa, pero al verles las caras la borro con confusión.
-¿...En verdad ninguno sabe?- volvió a preguntar.
-No, los seres oscuros sabemos más sobre signos de hechicería o religiones, no sobre literatura- dijo Bonnie.
-Yo en si solo soy un fénix de dos generaciones... igual son muchos años. Pero yo nací "después de Cristo" como dicen, así que no se nada sobre lenguaje antiguo, y hace poco tiempo aprendí a escribir, menos podre decodificar- aclaro el de cabellos rojos.
-Bueno, tú ya sabes mi respuesta- siguió el dragón.
-Entiendo ¿No tienen a algún amigo o compañero que sepa entonces? En verdad necesito ayuda con esto, si lo hago o solo debería aprender a como codificar y me tomaría años-.
Los presentes comenzaron a pensar en algún conocido de ellos que podría ayudar.
De repente al mayor de todos le brillaron los ojos al recordar una cosa.
-¡Lily!- grito con una sonrisa.
El de ojos azules dio un pequeño salto ante el grito.
-¿Quién es Lily?- decía curioso este.
-Una amiga mía, ella es como súper inteligente ¿sabes? Nunca me habla de lo que lee o estudia, pero la he visto descifrar pequeños códigos, no sé si realmente este a nivel de descifrar algo tan complicado, pero sería bueno preguntarle- informo.
-Poco es mejor que nada, como no la conozco y ando medio ocupado me gustaría que tú le entregaras estos papeles y le expliques todo- pidió el antropomorfo.
-¿Quieres que solo le diga "Ten, decodifica esto"?-.
-Pues si ¿O acaso quieres que ella dibuje en ellos? Solo dile lo que debe hacer, y si no logra un avance en dos semanas busquen a otras personas-.
-¿Quieres que le pregunte a Eak sobre esto?- ofreció el ser de fuego.
-Sí, y Bonnie. Tu empieza a buscar también a gente que nos sirva para la traducción, y escuchen todos. Deben ser personas confiables y que no difaman la información que obtengan del diario, todo lo conseguido deberá ser entregado a mi primero que nadie ¿De acuerdo? Y si no saben guardar discreción serán asesinados, nadie sabe que pueden hacer con la información que llegaran a tener- ordeno con mirada seria.
Los demás asintieron algo impávidos por como Deuz está liderándoles de cierta forma.
-¿Quieres que te acompañe a tu casa?- le pregunto el elfo oscuro.
-No, se cuidarme solo-.
-Claro, tanto te sabes cuidar que hace dos años te capturaron-.
-Sí, error mío. Mi asma me dificulto el sentir el aroma de los humanos por lo que me di cuenta de ellos demasiado tarde, sin embargo, ahora estoy bien. Aparte tenían a Fede en su lado, de más les dio algún tipo de perfume que hacia esconder el aroma de ellos, como sea, adiós y hagan lo que les dije-.
El moreno dejó los papeles y se fue caminando aceleradamente, como si estuviera llegando tarde a un lugar.
Felix miro los papeles con incredulidad.
-¿Cuántas hojas hay aquí?- decía levantándose para ponerse el frente del material -¿Unas 40?- aproximo.
-Ni idea, pero escribió todo eso a mano. No se cómo no se cansa, y duerme poco a causa del diario ¿Cómo es que ahora no se enferma tanto como antes?- le siguió Fox.
-Eso es gracias al mismo Diario del Cielo- inicio el de ojos rojos –El Diario protege a su portador, de seguro su forma de proteger a Deuz es evitándole enfermedades y sanándolo de las que ya tenía. Por eso ahora el perro se ve más sano y con más ánimos-.
-Ohh... y por eso los que son portadores nunca mueren por vejez ¿no?- concluyo el fénix.
-Exacto, solo pueden morir por homicidio, accidentes o suicidio-.
-No sabía eso, acabo de aprender algo nuevo-.
Felix por mientras agarro la gran cantidad de papeles con sus manos.
-Bueno, yo le llevare esto a Lily, de seguro quedara muy confundida- dijo con una sonrisa algo burlesca. Hizo un ademan de despedida y se marchó volando.
El ser de fuego y el ser oscuro se miraron con aburrimiento.
-Yo iré a hablar con Eak sobre esto ¿Tu que harás?- cuestionó el de ojos ámbar.
-Supongo que buscar a alguien que podría ser de ayuda. Por cierto ¿Cómo esta Eak?-.
-Ha estado bien, aunque las cosas que han estado pasando en el mundo últimamente le tienen algo estresado, muchas guerras entre los mismo humanos y cosas así-.
-Es entendible, ver humanos peleando entre ellos es aburrido- comento el de cabellos morados.
-No creo que sea por esas razones, pero tienes razón-.
-Ja, como sea, yo ya me voy. Hasta la próxima- el más alto saco sus alas de llamas rojas para así elevarse e irse dirección a la zona que mandaba.
Bonnie al ser incapaz de volar dio un chasquido molesto y se largó del lugar de reuniones caminando.
Por otro lado, en la zona Suroeste.
Loon se encontraba acostado con su cabeza apoyada en las rodillas de Usagi, mientras esta tenía sus manos sobre los ojos de él.
Desde hace un tiempo la de cabellos azules había comenzado a sanarle los ojos a su pareja, ya que en si los dementores no veían, solo percibían y se creaban una imagen mental de sus alrededores y de las personas por lo que devolverle la vista de lo físico al contrario era un gran reto y alegría.
Demoraba, pero por ahora iba bien, el chico había recuperado casi en su totalidad el ojo derecho, que poseía un bello color azul, sin embargo, en el izquierdo aún no había nada, porque la curandera estaba recién regenerándole lo más interno.
El recolector de almas al percatarse del cansancio de la chica se sentó.
-Ya estas cansada Usagi, sigamos otro día, no quiero que te sobre esfuerces- pidió.
-Supongo que tienes razón, okey, sigamos mañana ¿vale?-.
-Vale, ahora come algo y descansa. Yo iré a trabajar- decía levantándose.
-De acuerdo, vuelve pronto-.
La de ojos verdes se despidió dándole un beso en la mejilla, el dementor le devolvió el gesto y se largó levitando por el bosque.
Andaba pensando en muchas cosas a la vez, sin percatarse realmente en su alrededor. Entonces de la nada una guadaña de doble filo apareció al frente suyo que logró esquivar, pero se desequilibró y cayó al suelo que si no hubiera sido por protegerse con sus brazos hubiera caído de cara a la tierra.
En un inicio se asustó, pero después recordó a solo una "persona" que tiene ese tipo de arma y que ese metal puede tocar a un dementor.
-Ian, eso no fue gracioso- comento poniéndose de pie.
-Para mí si lo fue- dijo este acercándosele mientras desenfundaba su guadaña.
-Como sea ¿Qué haces aquí? ¿Solo viniste a molestarme?-.
-Ojalá, pero no vine solo para eso. Los dementores no podían comunicarse contigo y como sabían que yo trabajo en la misma zona que tu vinieron a conversar conmigo. Y tú sabes por qué- informo con una mirada seria.
Loon en un principio se mostró sorprendido, pero luego arrepentido.
-Perdón... ¿No te molestaron mucho?-.
-No, pero me pidieron que te pasara esto- le extendió una carta.
-Entiendo – el más bajo agarro el sobre algo deprimido –Espera... ¿Por qué está abierta?-.
-Porque la leí ¿Qué si no?- respondió como si nada.
-¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Esto es solo para mí y los dementores! ¡No para un chico parca como tú!- se molestó, enfrentándole.
-Tenia curiosidad. Y esa información era lo que necesitaba para el saber porque estas tan distante últimamente... Loon, no tenías por qué esconderlo de mi-.
-Es algo que no te incumbe-.
-¡Claro que me incumbe! Eres mi compañero, y no puedo dejar que te reemplacen-.
El de ojos rojos abrazo de costado al contrario, que tenía una expresión triste.
-Pero no puedo hacer lo que piden. Simplemente no puedo-.
-Loon, tu misión desde un principio era tomar el alma de Usagi, se eso. Y ellos al no ver resultados en todos estos años se molestaron contigo ¿Acaso creíste que nunca se darían cuenta de eso?-.
-Lo sabía en un principio, pero después simplemente me negué tanto a eso que se me olvido y... no sé qué hacer-.
-¿...Que te harán si es que te reemplazan?- interrogo con interés el parca.
-Los dementores que ya no pueden hacer su trabajo, no sirven, me mataran- respondió abrazando a su compañero –No quiero morir Ian, pero tampoco quiero matar a Usagi-.
Si los dementores pudieran llorar, Loon estaría llorando.
El de cabellos negros con mechón blanco correspondió el gesto algo deprimido por ver al otro en ese estado.
No iba a permitir que su amigo muriera.
Ahora, volviendo con Joy.
La rubia abrió la puerta sin tocar poniendo un poco alerta al líder cazador, que al notar de quien se trataba volvió a relajarse.
-Joy ¿Acaso nunca aprendiste a tocar la puerta?- se quejó este.
-Tu sabes que no ¿Cómo andas? Te compre unas papitas para levantarte el ánimo, sé que te gustan mucho, aunque no tanto como las papas fritas- decía mostrando la bolsa con la compra.
-Muchas gracias, necesitaba un poco de esto-.
El de cabellos turquesa estiro el brazo derecho para agarrar la bolsa, por ese movimiento la manga larga dejo de cubrir parte de su mano donde la chica pudo notar unas vendas algo escondidas bajo la tela.
Ella le agarro el brazo bruscamente mirándolo directo a los ojos de muy mala manera sosteniendo con la otra mano la bolsa.
-¡Auch! ¿¡Que te pasa Joy!? ¡Me lastimas!-,
-¡¿Qué significa esto?!- le interrogo la rubia subiéndole la manga mostrando una venda que empezaba desde la muñeca del moreno hasta terminar en el codo. El más adulto desvió la mirada con rabia.
-No es nada, solo me cayó agua caliente ¿Ahora me dejas en paz?- gruño quitando el brazo.
-Sé que mientes Bon, y sabes que esto no es sano para ti. Deja de cortarte de una maldita vez ¿Quieres que te dé una explicación con manzanas como a los niños para que entiendas?- vocifero enojada ya algo harta con ese asunto.
A intentado miles de maneras para que su amigo dejara de cortarse, y ninguna había funcionado. Daba todo lo que podía, pero nunca servía por lo que ya se encontraba agotada e impaciente respecto al tema.
-No tienes por qué ser tan directa, no ayudas mucho-.
-Perdón si te ofendí, pero es que nuca aprendes. Siempre te ofrezco mi ayuda y nunca sirve para nada-.
-Dilcuuulpame señorita ¡Por perder a personas que amo de una noche a la mañana!- le grito levantándose golpeando sus manos contra el escritorio.
-¡Tú no has sido el único que ha perdido a personas que ama de repente! ¡Yo también quería mucho a Freddy! ¡Y cuando solía ser esclava también perdí a mi padre, así que no me digas que nadie entiende tu dolor porque yo lo entiendo perfectamente!-.
El líder chasqueo molesto y se volvió a sentar.
-Joy, si lo únicos que venias a hacer era traerme comida y volver con este asunto otra vez, vete, tu forma tan directa de tratarme lo único que logra es que me estreses más. Así que te pido con amabilidad que te largues- dijo sin expresión alguna. Ordenándole.
La joven apretó los puños, dejo la bolsa en el mueble y se fue a pasos bruscos, le había enfadado mucho la actitud del de ojos verdes.
Bon miro el suelo suspirando, la chica había ocasionado otras grietas en el piso por la fuerza que tuvo al caminar.
Miro a su anillo que ahora tenía puesto en el dedo anular de la mano izquierda, tomo aire y siguió con su trabajo sin siquiera tocar la comida que le habían comprado.
Después de eso pasaron días sin hablarse.
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¡Parte 28!
E inicio del Arco Intermedio uwu
AVISO IMPORTANTE
Este arco se centrara en contar pasados de ciertos personajes o situaciones, para relevar muchas cositas para que en Arco de Fred ya conozcan bien a la gran mayoría de personajes. Y sera por votaciones. Así que decidan bien.
¿Que pasado quieres saber?
-Pasado de Joy
-Como se conocieron Freddy y Bon
-Las antiguas amistades de James
Esas son las opciones en este capitulo uwu Elijan sabiamente(?)
Hasta la próxima <3