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Nuevos enigmas

Cuando Bon se tuvo que ir a su trabajo, Freddy se quedó totalmente solo en el departamento. Y como no quería estar ahí sin hacer nada, decidió ir a su antigua casa que compartió con Joy, solo por curiosidad, llevando una mochila por si acaso.

Al llegar, noto como el lugar en verdad se veía abandonado, había maleza creciendo por los alrededores y todo estaba lleno de polvo.

Intento abrir la puerta, pero estaba bloqueada y sus llaves las había perdido hace años, así que solo derribo la puerta. Entando dentro, vio con nostalgia y algo de sorpresa todo el lugar, viendo como solo las cosas de su amiga no estaban, todo lo que era de él seguía intacto.

Fue a su habitación, todo seguía exactamente como lo había dejado, solo que estaba lleno de polvo y había unas cuantas ratas y telarañas en todo el lugar, algo común ya que vivían cerca de los bosques.

-Es extraño... solía amar este lugar, pero ahora ni siquiera siento que es mi casa- se dijo con lastima.

Busco entre sus cosas encontrando su celular, que, por supuesto estaba sin batería, la casa tampoco parecía tener electricidad así que agarro también el cargador, los guardo en la mochila y se dijo que lo cargaría en la casa de su prometido.

-Creo que debería llevarme algo de ropa también-.

Y como mencionó, abrió su armario y guardo la ropa que necesitaba, y fue al sótano. Obviamente no había nadie, pero agarro unas espadas que tenía de repuesto.

-Oww, me apena haber perdido las otras, pero al menos las tengo a ustedes- las abrazó teniendo cuidado con no cortarse.

En eso, ve que donde tenía sus armas guardadas, había una foto pegada en la pared. La tomo con duda.

-¿Quién es esta mujer?- dudo –Agh, como desearía recordar más. Pero si lo hago, de nuevo tendré un ataque de crisis existencial-.

Agarro la foto y se la llevo, subió y salió de la casa, mirándola desde afuera un poco frustrado.

-No sentí que este lugar fuera mi casa, y tampoco sentí que el mar fuera mi casa ¿Por qué será eso? Nadie puede darme respuestas concretas... espera ¡Si hay alguien! ¿¡Como pude haberlo olvidado!?- grito alegrándose, y aún con su mochila puesta, se adentró al bosque con una sonrisa.

Corrió un montón, y luego quedo pensativo.

-Espera ¿Dónde era que vivía?-.

Se detuvo bruscamente quedando pensativo, los monstruos a los alrededores le miraban algo raro, pues a pesar de que ahora humanos y seres mágicos ya no eran enemigos, era raro ver a alguien parecido a un humano caminando como si nada por esas zonas.

Se sentó en una roca poniendo un semblante enojado.

-¡Vamos cabeza! ¡No puedo olvidarme de eso!-.

-¿Buscándome a mí?- se escuchó una voz arriba suyo, al levantar la cabeza. Vio al que estaba buscando acostado en una rama de un árbol cercano.

-¡Felix!- grito poniéndose de pie -¿Sabías que iba a estar aquí?-.

-Yo no lo sabía, tú lo sabías- comento el dragón tocando tierra firme.

-¿Yo? No creo, últimamente solo ando perdido-.

-Bueno, no tú. Pero Mar lo sabía, él sabía absolutamente todo, incluso en que en unos años tu llegarías aquí buscándome- corrigió el de cabellos rosas cruzándose de brazos, con un tono algo triste.

Fred al notar eso se rasco la cabeza algo incómodo.

-Bueno, entonces tuve que haberte dicho que te haría muchas preguntas sobre mi pasado. Te recuerdo un poco, tú eras como mi mano derecha-.