Guerreras

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Hace 15 años de la actualidad.

Dos niñas caminaban hacia el bosque con sumo entusiasmo.

Ellas no tenían familia, sus padres había muerto de forma desconocida y adoptadas por una monja que las vio cerca de la iglesia. Esta mujer era amante de la vida y de todos sus seres, ahí fue cuando empezaron a ver que los monstruos no eran realmente malos como todos decían, ya que, a pesar de que humanos y monstruos según el público viven en armonía, impiden el contacto entre ellos a toda costa, diciendo que los seres del bosque eran muy violentos porque las leyes humanas no les afectan a ellos.

Sin embargo, personas como los defensores de monstruos, ellas y la mujer que las adopto; no tenían miedo a ellos, y los trataban como un amigo más.

-Puppet, ¿crees que esta vez veamos un monstruo?-.

-¡De seguro que sí! En la zona a la que íbamos siempre parece que está algo abandonada por una razón, pero en este lugar se ve que nada raro ha pasado-.

-¿Cómo sabes eso?-.

-Pues... intuición femenina-.

Mai cruzó sus brazos, no muy feliz por la respuesta de su gemela.

En eso escuchan un sonido muy fuerte.

La de cabellos cortos miro adonde se escuchó aquel gran estruendo.

-¿...Eso fue un balazo?-decía preocupada.

-Se escuchó muy parecido al de las películas ¿Deberíamos ir a ver?- pregunto la de mechón violeta con algo de miedo.

-No lo sé... se ve muy peligroso-.

-¿Qué pasa si es un monstruo el que está en peligro? ¡Deberíamos ayudarle!- alentó Mai dejando su temor de lado.

-Tienes razón... pero quédate detrás mío. No quiero que te lastimen-.

-Se cuidarme sola ¡Yo seré la que te proteja!-.

Antes de empezar a discutir, escucharon otro balazo.

Se miraron entre si y asintieron a la vez, se pusieron en marcha con las piernas temblorosas.

-Por fin pude capturarte, pedazo de basura- decía un cazador mientras pisaba el estómago de un ser que ya parecía adulto.

El que se encontraba en el suelo solo tosía sangre, una de color azul para la sorpresa de las niñas que miraban el espectáculo sin saber cómo reaccionar.

-Mi cliente ya me tiene asfixiado contigo, en verdad te quiere- seguía hablando el humano mientras sacaba un tipo de cadenas.

Las pequeñas de pelo blanco se escondieron detrás de un arbusto sudando del terror.

-Tenemos que ayudarle- susurraba Puppet.

-¿Estas segura? En un adulto, nos puede regañar-.

-Yo seré el señuelo, tu saca de aquí al monstruo-.

-¿Qué? ¡Esp- antes de que dijera algo, su hermana ya había saltado sobre el arbusto provocando un gran ruido.

Los dos hombres, confundidos por la interrupción, miraron a la niña.

-Pelo blanco...- decía el cazador pensando en monstruos con esas habilidades, podría ser un elfo, pero no tenía las orejas puntiagudas, o un pegaso o unicornio, pero no poseía ni alas ni un cuerno. Por lo que pensó que en un cambiaformas.

Saco una navaja de plata.

A los cambiantes les arde la piel al tocar algo de plata.

-Quédate quieto o verás- amenazo al monstruo y camino hacia la niña.

FNAFHSHUNTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora