El ruido de una alarma me despertó y sentí a Derek ponerse de pie de la cama con rapidez, dirigiéndose directamente hacia una de las columnas para apagarla. Me puse de pie también, pero no me dirigí al mismo lugar que Derek, sino que mis ojos se fijaron en el ventanal donde se podía ver el símbolo de la manada de alfas pintado en negro sobre los cristales.
Un nudo se formó en mi estómago. Todo el ambiente romántico y dulce que Derek y yo habíamos tenido la noche anterior se había roto por completo gracias a la realidad que nos rodeaba. Él seguía siendo un blanco de la manada de alfas e iban a ir tras él, justo como Ethan nos advirtió.
— ¿Qué significa? —Escuché la voz de Cora en el loft.
Casi me sentí avergonzada de estar en el mismo lugar que ella mientras vestía la camisa de su hermano. Era incómodo —bastante— y tenía ganas de marcharme de allí para ocultarme, pero el hecho de que yo hubiese pasado la noche con Derek no era muy relevante en estos momentos. Lo que importaba en realidad era el mensaje que habían dejado los alfas para él; para nosotros.
— Significa que vienen —dijo Derek—. Esta noche —añadió.
Apreté mis labios en una fina línea. No estaba para nada conforme con el hecho de que fuesen a venir los alfas esta misma noche a matarlo. Apenas acababa de recuperarlo como para tener que perderlo nuevamente.
— No pienses en ello —pidió Derek, acercándose a mí.
Fruncí mis labios en una mueca.
— ¿Cómo no quieres que no lo haga, Derek? —cuestioné, negando con mi cabeza.
Era difícil.
Yo no había manejado muy bien cuando casi lo perdí unas noches atrás. Mi inestabilidad mental de ese momento fue demasiado y no creía ser capaz de soportarlo dos veces. Sería demasiado. No podía permitir que eso sucediese, sin importar lo egoísta que sonase.
— Ve a la escuela, Scarlett. Puedo manejar esto —aseguró.
Lo miré sin creerme sus palabras. Estaba claro que él no podía manejarlo. Si Kali iba tras él, era obvio que no vendría sola y Derek solo quería evitar que yo estuviese en el loft porque así no podían utilizarme en su contra.
— Derek —pronuncié su nombre en un tono de advertencia.
— Ve —pidió, depositando un beso en mi frente.
Reprimí mis ganas de gruñir de frustración y comencé a cambiarme para ponerme mi ropa normal antes de salir del loft a regañadientes. No quería irme, pero Derek sería capaz de cargarme fuera para obligarme a estar fuera cuando Kali y los alfas llegaran, aunque apenas comenzara el día.
— Tú no vas a ir a la escuela, ¿no es así? —escuché la voz de Cora una vez me encontraba caminando hacia mi auto.
Volteé a verla con una ceja arqueada.
— De hecho, sí iré —admití—. Pero antes debo hacer unas llamadas.
— ¿Llamadas?
— Sí, ya sabes, esas que haces con el teléfono —comenté, buscando mi teléfono en los bolsillos de mi chaqueta.
Cuando lo encendí pude ver muchas llamadas de parte de Payton. Quizá había olvidado llamarla para dejarle saber que le haría una pequeña visita a Derek ayer. Había sido una decisión bastante apresurada para mi gusto, aunque no me arrepiento. Fue una muy buena reconciliación y estaba feliz por ello. Sin embargo, la preocupación reinaba en estos momentos.
— Sé lo que es una llamada, Scarlett. No soy una salvaje —masculló.
— Llamaré a Boyd y a Isaac —le notifiqué—. Ellos protegerán a Derek.
Cora alzó sus cejas.
— ¿Cómo? —cuestionó.
— Boyd es un chico inteligente. Estoy segura de que podrá idear algo —aseguré.
De verdad esperaba que mis palabras fueran ciertas porque sino estaría perdida. Tal vez debería reducir mi esperanza en las personas o la forma en la que les pongo esas presiones. Siempre lo hago con Scott y ahora lo estoy haciendo con Boyd. Demonios.
— A veces me pregunto qué mi hermano vio en ti.
— ¿Mi gran sentido del humor? —sugerí.
— Luego haces cosas así y me recuerdas que eres exactamente su tipo —rodó sus ojos.
Elevé mis cejas con una expresión confusa.
— ¿Su tipo?
— A Derek siempre le han gustado las chicas que lo desafían —me dejó saber.
Eso explicaba muchas cosas.
* * *
Al llegar a la escuela, supe que había cometido un gran error. No era el hecho de que mi primera clase fuese la que había impartido Harris antes de su desaparición, sino que la persona que eligieron para sustituirlo fue a Jennifer Blake. ¿Acaso el mundo quería que yo la asesinase? Porque estaban probando mi —casi inexistente— paciencia al ponérmela de frente después de que Derek me confesara que ella lo había besado.
Mi profesora había besado a mi novio.
Demonios, ¿se puede poner peor esta situación?
— Buenos días —comenzó a decir con su habitual tono cantarín y amable de mosquita muerta que todos se tragaban menos yo—. Como todos saben, el señor Harris sigue desaparecido. Quiero decir, enfermo —se corrigió a sí misma.
— ¿Notaste eso? Es la razón por la que pienso que es el Darach —le susurré a Payton.
Ella me dedicó una mirada de '¿es en serio?'.
— Hueles a celos, Scarlett —me dejó saber.
Gruñí por lo bajo.
— Besó a Derek, ¿cómo no quieres que huela a celos? —pregunté.
— Anoche estuviste con él —acusó mi prima dejando su boca abierta sin poder creer que yo hubiese pasado toda la noche con Derek—. Al menos dime que utilizaron protección —pidió.
Mis mejillas adquirieron un color carmín al escuchar las palabras de Payton. Ella sabía lo que Derek y yo habíamos hecho y no tenía vergüenza alguna en dejármelo saber, cosa que me incomodaba. Lo que él y yo hicimos era algo privado que no quería andar compartiendo con el mundo entero, más por pudor que por cualquier otra cosa. Eso sin contar que era bastante ilegal lo que habíamos hecho.
— Cállate —pedí y la escuché reír por lo bajo.
— En fin, lo sustituiré mientras esperamos y rezamos por un sustituto más calificado para ocupar mi lugar —continuó diciendo la profesora. Alcé mi mano para llamar su atención—. ¿Sí, señorita Brann?
— ¿A qué hora van a estar haciendo el grupo de oración para eso? ¿Llevo mi rosario y mi Biblia? —pregunté fingiendo una sonrisa inocente.
Casi pude ver un 'tic' en su ojo izquierdo cuando me escuchó hablar. Una sonrisa falsa y forzada se asomó en su rostro, mirando a los demás estudiantes con incomodidad.
— Empecemos, ¿de acuerdo? —ignoró mis preguntas y comenzó a dar la clase.
— Eso fue irrespetuoso —me regañó Payton.
Cerré mis manos en puños y apreté mi mandíbula con fuerzas porque no me había parecido tan irrespetuoso como ella pensaba. Yo no confiaba del todo en Jennifer Blake y no solo por el hecho de que ella hubiese besado a Derek, sino porque siempre estuvo haciendo comentarios extraños y también tiene conductas extrañas. Además, ¿de dónde demonios ella salió? En Beacon Hills no solemos cambiar tanto de profesores y siempre que se hace tienden a ser ciudadanos locales. A ella nunca la había visto antes.
Mi teléfono vibró con un mensaje de Isaac.
De: Cachorro de Payton.
El plan está en marcha. No te preocupes. Funcionará.
Era más fácil decirlo que hacerlo, pero lo intentaría. El plan de Boyd, el cual incluía convertir el loft de Derek en una piscina llena de agua electrificada, sonaba lo suficientemente bueno como para que funcionase. Generalmente nuestros planes siempre salían mal, pero no podía ser tan pesimista. Tenía que pensar con optimismo. Si era optimista, aumentaría la posibilidad de que todo funcionase, ¿no?
No, solo aumenta tus esperanzas y la decepción termina siendo más grande, me recordó mi subconsciente.
Inhalé y exhalé varias veces intentando calmarme y encontrar mi tranquilidad y paz interior. Funcionaría. Tenía que funcionar. Era la única oportunidad que teníamos ante los alfas.
— Scarlett, puedo oler tu preocupación desde el otro lado de la escuela —me dijo Payton.
Suspiré.
— No puedo evitarlo. No puedo perderlo otra vez —dije.
En ese momento vi a Scott ponerse de pie y salir corriendo del salón de forma desesperada. Miré a Stiles en busca de respuestas. Él estaba llamando a alguien, ignorando por completo lo que Blake estaba diciendo.
— Deaton va a ser el siguiente —anunció.
Y esas palabras solo aumentaron mi preocupación.
— ¿Qué?
— Deaton es el siguiente sacrificio. Llamó a Scott antes de que se lo llevaran —explicó, moviendo sus manos de forma desesperada—. Voy a encontrarme con Scott. Tú quédate aquí en la escuela.
— Stiles —me quejé.
— Solo hazlo, Scarlett.
Golpeé la mesa con furia. Me sentía impotente al no poder ayudar a ninguna de las personas que me preocupaban. Se encontraban dejándome de lado y eso no era lo que yo quería.
— Señorita Brann, ¿tiene usted un poco de respeto por la propiedad de la escuela? —preguntó la profesora.
Reí con ironía. Hablando de personas irrespetuosas, ella es la primera de todas. De hecho, cuando inventaron la irresponsabilidad estoy segura de que la señorita Blake había hecho la fila unas cinco veces.
— Claramente no —mascullé en respuesta.
— ¿Está buscando una detención a la hora del almuerzo?
— Gustosa —repliqué rodando mis ojos.
* * *
Caminé fuera de la escuela sintiéndome completamente inútil allí. Realmente quería ayudar a alguien y si Scott y Stiles me estaban manteniendo alejada del asunto de los sacrificios y de buscar a Deaton, entonces buscaría otra forma de liberar mis preocupaciones y me iría al loft de Derek donde podría ser de más utilidad que tomando clases.
Entonces sentí que alguien estaba quemando algo. No sabía con exactitud de qué se trataba, pero podía oler el fuego, sentía las llamas moviéndose de un lado al otro, consumiendo algún tipo de material que no conocía. Dejé que mis instintos trabajaran por sí solos y me dirigí hacia la llama que me estaba invocando. Era un mensaje dirigido a mí, de eso no me cabía duda alguna.
El fuego provenía del área que daba hacia el bosque y me dirigí hacia el lugar, sacando la daga de mi bota como protección. Algo no estaba del todo bien, podía sentirlo en mis huesos, pero eso no me detuvo de seguir mis impulsos curiosos queriendo llegar al fondo de todo lo que se encontraba ocurriendo en general.
— Si tan solo pudiésemos acorralar a Derek solo como acabamos de hacer contigo, todo sería mucho más fácil.
La voz de la alfa, Kali, se escuchó a mis espaldas y estuvo a punto de empujarme, pero mis reflejos fueron más rápidos, evitando sus manos. Pude ver que ella se encontraba con los gemelos y me pregunté a mí misma qué demonios estaban haciendo los tres alfas acorralándome cuando el objetivo era Derek al final de la noche.
Entonces la realidad me golpeó de repente. Yo sería la carnada para hacer que Derek cayera en su trampa. Ellos sabían que él no estaría solo y me utilizarían para distraerlo.
Mis ojos brillaron y escuché que Kali rió. Sus ojos también brillaron, pero de un color rojo.
— ¿Crees que puedes contra nosotros? —inquirió.
Hice un gesto con mis manos.
— Ven por mí —dije.
Kali sacó sus colmillos y me lanzó un zarpazo que evité por unos cuantos centímetros. Clavé mi rodilla en su costado y la empujé, creando llamas en mis manos para quemar su pecho. Rugió de dolor en ese momento.
Intentó golpearme nuevamente, pero detuve sus manos, bloqueando sus golpes con mis brazos en la forma en la que Derek me enseñó. Le propiné una patada en el abdomen y ella dio una vuelta en el aire antes de continuar intentando de golpearme. En una ocasión, logró rasguñarme la mejilla y siseé de dolor.
— Perra —mascullé.
Agarré la daga y la clavé en su brazo, haciéndola gruñir de dolor. Sus garras se clavaron en mi brazo y giró mi muñeca, casi al punto de quebrármela. Me dio un rodillazo y caí al suelo de rodillas, intentando reprimir un gemido de dolor. Su golpe me había dejado sin aliento.
— Puedes ser buena en peleas, pero no puedes vencernos —dijo y me agarró del cuello, casi perforando mi piel con sus garras. Los gemelos me agarraron de los brazos y quise librarme de sus manos—. Sosténganla con fuerza.
— ¿Sabes que puedo quemarlos a todos ustedes vivos si quisiera? —pregunté.
Kali sonrió.
— Y es por eso que utilizaremos esto contigo. Ethan aprendió algo en estos días, algo que te afecta y te debilita —mencionó y buscó algo en su chaqueta. Entonces sopló un poco de polvo frente a mi rostro, haciéndome toser.
Muérdago.
Entonces todo se volvió cada vez más lejano y confuso. Mis extremidades se sentían bastante pesadas y entumecidas. Estaba débil y eso les permitía tener control sobre mí para utilizarme a su favor.
Yo era su arma.
* * *
Kali abrió la puerta del loft de Derek y entró, mientras los gemelos me sostenían del cuello, obligándome a caminar. En la posición que estábamos, ellos —Derek, Isaac y Boyd— en el interior no podían vernos, pero yo sí podía verlos y quería advertirles. Sin embargo, estaba fuera de mi alcance hacerlo dado a que ellos mantenían mis boca cerrada.
— Voy a ser sincera, Derek. Cuando Ennis murió, me dije a mí misma que me vengaría, que te encontraría y te mataría donde fuera que estuvieras. Entonces recordé que te rodeas de estos adolescentes y te escondes detrás de ellos. Y pensé: "¿qué tiene que hacer una chica para tenerte a solas?".
Esa era la señal para que los gemelos me arrastraran hacia la entrada del loft donde fui visible para Derek y sus betas. La expresión de Derek cambió por completo al verme.
— Tú y yo, Derek, o la destrozarán —continuó diciendo Kali—. ¿Qué dices? ¿Crees que puedes vencerme?
Derek les hizo un gesto con la cabeza a Boyd y a Isaac. Ellos se alejaron de él caminando por el agua hasta una de las esquinas.
— Te arrancaré la garganta con mis dientes —le dijo Derek.
Ambos rugieron y Derek fue el primero en lanzar el primer zarpazo de la pelea. El lugar se llenó de rugidos, el ruido del agua salpicando con sus movimientos y también de la piel rasgarse cuando uno de ellos lograba hacer un corte. Kali rasgó el pecho de Derek con sus garras y me removí entre los agarres de los gemelos, intentando librarme.
— ¡Derek!
Kali se impulsó de una de las columnas y le raspó el rostro con las garras de sus pies. Podía sentir que el aire me faltaba, estaba impotente en esta posición y mis poderes se sentían demasiado lejanos para poder alcanzarlos.
Yo era débil.
Kali se trepó en la mesa y continuó peleando con Derek, lanzándolo al suelo donde él resbaló por el agua. Eso no lo detuvo a la hora de continuar peleando. La alfa saltó al agua y empujó a Derek con una de sus piernas.
Él estaba en desventaja y necesitaba ayuda, pero ninguno podíamos hacerlo. Volví a intentar zafarme, pero Ethan clavó sus garras en mi cuello lo suficiente para crearme unas marcas, mientras Aiden me jaló del cabello en un intento de inmovilizarme.
Jadeé de dolor y pude ver que Isaac intentó de salir a mi ayuda.
— ¡No! —le gritó Derek.
Si salían a mi ayuda sería peor. Me matarían antes de que Isaac pudiera ser capaz de llegar a mi lado.
Derek y Kali continuaron peleando entre ellos. De vez en cuando ella lograba hacerle algún corte o darle algún rodillazo mientras él intentaba de bloquear todos sus golpes. Ella le propinó una patada en el pecho y él cayó de espaldas sobre el agua. Lo agarró del cuello y fue cuando vi que Isaac salió corriendo hacia mí, agarrándome cuando el agua se electrificó y los gemelos me soltaron.
— ¡Derek! —grité, pero Isaac me sostuvo con fuerzas.
Pude ver la electricidad recorrer los cuerpos de Kali, Derek y también de Boyd, quien había salido a socorrer a su alfa. Todos cayeron al suelo, Kali siendo la única que logró ponerse de pie.
— ¡Sosténganlo! —les ordenó a los gemelos.
Ellos salieron corriendo para agarrar a Derek y Kali agarró a Boyd. Los gemelos obligaron a Derek a alzar sus manos y Kali alzó a Boyd para clavarlo en las garras de Derek. Lo habían obligado a matar a su propio beta, a matar a alguien que lo había estado protegiendo.
Un sollozo salió de mis labios al presenciar esa escena. Las lágrimas cayeron de mis ojos al ver que Derek se había quedado inmóvil sin saber cómo sacar sus garras de Boyd sin herirlo aún más.
— Te doy hasta la próxima luna llena, Derek —anunció Kali—. Toma la decisión correcta. Únete a la manada o la próxima vez los mataré a todos, comenzando por tu novia —amenazó antes de marcharse junto a los gemelos.
Isaac me soltó, pero no pude moverme. Solo podía ver a Derek temblar mientras intentaba de hacer algo para ayudar a Boyd, pero no había nada que pudiese hacer.
— E-Está bien —pronunció Boyd.
— No, no lo está. No lo está —repitió Derek, moviendo su cabeza en gestos negativos.
— Está todo bien, Derek.
El corazón se me quebró en miles de pedazos al ver la expresión de Derek. Sus ojos estaban llenos de dolor y culpa. Él no había querido hacer eso.
— Lo siento —se disculpó con voz ahogada y eso me desgarró aún más.
— La luna llena. Esa sensación valió la pena —dijo Boyd en un hilo de voz—. ¿Supiste que es un eclipse lunar? Siempre me pregunté cómo...cómo se sentiría para nosotros. Para los hombres lobos —continuó diciendo hasta quedarse en silencio. Entonces cayó al agua como peso muerto. Algo que ya era.
Una vez más había querido ayudar a alguien y había terminado en una muerte. Otro inocente que había perecido ante este imparable fuego cruzado en el que nos encontrábamos todo el tiempo.
Me puse de pie y corrí hacia Derek. Él necesitaba de mí en esos momentos. Lo abracé por la espalda sin importarme que su ropa estuviese completamente mojada. No me importaba nada. Solo quería hacerlo sentir mejor, aunque dudaba que eso fuese posible. No había forma de aminorar o recuperarse de haber causado una muerte. Era algo que siempre se quedaba con nosotros, oscureciendo nuestras almas, recordándonos la crueldad del mundo y también de nuestros errores.
Cora entró al loft y corrió hacia el cadáver de Boyd, sollozando. Ella se había encariñado con Boyd en el tiempo que estuvieron juntos. Después de todo, habían estado encerrados en una bóveda durante tres meses.
Stiles, Payton y Lydia también llegaron con Cora y se quedaron paralizados al ver la escena frente a sus ojos. Era algo que dolía ver.
Agarré las manos de Derek, las cuales temblaban sin control y las apreté, en un intento de calmarlo. No me importaba que sus dedos estuviesen llenos de sangre porque a él tampoco le había importando la sangre que estaba en mi cuerpo cuando asesiné a mi padre.
Escuché la respiración entrecortada de Derek y supe que él se estaba conteniendo para no llorar de la misma forma en la que su hermana lo estaba haciendo. A Derek le importaban sus betas, se preocupaba por ellos y siempre había intentado de protegerlos. Él también los sufría y esa era una de las cualidades que más adoraba de Derek.
Él no era como otros alfas. Quizá no había sido el mejor en un principio y había cometido muchos errores, pero había mejorado con el tiempo. Había pasado de ser un alfa buscando poder a uno que se preocupaba por cada uno de sus miembros y que haría cualquier cosa para salvarlos. Y Deucalion y su manada se encontraban arrebatándoselos uno por uno, dejándolo incluso más solo que cuando lo conocí.
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Había olvidado lo mucho que me dolía la expresión de Derek en ese episodio 💔
Mi nov-*mira a Scarlett* *aclara su garganta* Perdón, el novio de Scarlett necesita un abrazo. :( Es en la 3A donde se ve el gran cambio de Derek, su preocupación por los miembros de su manada y los demás también. #DerekNecesitaSerProtegido
De todas formas, el siguiente capítulo va a ser un poco confuso para ustedes, tiene cambios de narrador de forma constante. Narrador omnisciente y Scarlett, pero prometo que les gustará. También resolverá muchas dudas respecto al pasado de Scar y Payton. ❤️
Chau y hasta la próxima ❤️