Seguro como el infierno que en compañía de su hermano había actuado de una pésima manera con quien debería estar bajo sus brazos siendo pareja de los dos.
Estaba más que claro que las cosas se habían ido por el borde y que su actuar había sido completamente horrendo.
Un error por un pensamiento estúpido.
Consiguiendo sentir cada fibra de vello corporal en la base de su cuello y la larga extensión de sus brazos. Un revoltijo en la base de su estómago, una agonizante punzada en el centro del pecho, el dolor ensordecedor situándose tras sus parpados. Era muy posible que todo el malestar que su cuerpo estaba sufriendo tuviera una muy coherente explicación.
Resumido en apenas un par de palabras.
Todo ese desasosiego teniendo una fuente comprobada y verificada luego de casi una hora de examen meticuloso a su estado.
Lo que padecía, no era más que un coctel de culpa y arrepentimiento.
Aquellas emociones apoderándose con firmes garras de su estado mental y físico. Atormentándole y llenándolo de la súbita necesidad por solucionar las cosas, por rogar, si era necesario, el perdón de su omega, conseguir que él estuviese con él... y con su hermano.
Claro.
Se supone que también es parte del trato, ¿o no?
Exacto. Aunque su parte más animal estuviera enseñando los colmillos y mostrándose completamente en desacuerdo con la idea de tener que compartir a su omega, era, precisamente, eso lo que había que hacer.
Sí, Harry, no hay una maldita alternativa frente a esto.
Con la voz de lo que parecía un alter-ego la frase resonó y rebotó por su cabeza varias veces.
Y, él lo entendía, si conseguían que las cosas con Louis mejoraran tenía que ser para los dos, no iba a haber una oportunidad de que el omega eligiera entre ambos.
Nop.
Todo este asunto de su brillante idea, con los limitantes y las chances variantes había culminado. Ahora las cosas en su cabeza estaban en el punto de blanco o negro, adiós a una posible escala de grises. El asunto es que o bien Louis elegiría estar con los dos o, jodidamente, iba a escoger mandarlos, de nuevo, al carajo.
De esa manera estaban las cosas.
Lo único que podría resaltar medianamente bueno, consideraba él, era que había demostrado que la crianza brindada por su padre era buena. Síp. El hombre había hecho un muy buen trabajo con ellos, la familia ante todo.
Yei. Asombroso. Si. Eso era primordial. No importaba, en serio que no, el hecho de que pareciera estar a punto de tener un paro cardíaco, tampoco que el aire entraba en una muy reducida manera a sus pulmones, nada de eso tenía mayor importancia que su hermano.
Pero, de nuevo, valorando el hecho de que Louis era su omega y no solo una parte fundamental de su vida sino su vida propia, su corazón era el que latía en el pecho del ojiazul. Sí, era difícil solo decirle Hey, lo siento, pero si no nos quieres juntos, no puedes tener a ninguno.
¡Jodida mierda!
Sin embargo, él estaba dispuesto a sufrir ello, definitivamente, que le den una patada a su alfa vinculado, iba a estar con su hermano sin importar nada más.
Dentro del revoltijo de pensamientos que estaba rebotando por toda su cabeza por poco no divisa el negro sobre negro del chevy camaro para el que las puertas enrejadas y brillantes de dos metros y medio de altura estaban abriéndose lento, automatizadas y sin la producción de ruido alguno.
Harry por poco cae al dar un salto volando fuera de su camioneta, las piernas enredándosele, aleteando como un ave en busca de equilibrio, dos segundos y corrió, sacudiendo los brazos y gritando el nombre de su omega, un par de enormes alfas aparecieron en la parte frente del vehículo, el rizado no se detuvo, ni ante el brillo que las culetas de las armas enseñaban.
Y, sabía, muy internamente, que el omega no se encontraba en ese carro, no conseguía sentirlo en absoluto. Aun con eso, la idea de poder conseguir aunque fuese algo de información sobre Louis valía la pena.
...
"¿te sientes mejor?" La voz de Roger era baja, un tanto confidencial, la tranquilidad fluyendo hacía el otro omega
El médico observa a Louis asentir luego de unos segundos en respuesta a su pregunta, tiene el ceño fruncido y muestra algo de confusión en las delicadas facciones.
Roger tiene que admitir que Louis es un muy hermoso omega, con esos preciosos ojos del más bello azul oceánico que se adornaban con encantadoras arruguitas cuando sonreía, cosa que sucedía especialmente cuando se trataba de su pequeña niña, la nariz afilada, los pómulos marcados suavemente, los labios delgados y sumamente rosáceos, los lentes le hacían lucir adorable, Louis tenía un rostro absolutamente hermoso, muchas veces se encontró parpadeando varias veces buscando corroborar que aquel chico era real, y míralo por donde, él había visto muchas, en verdad muchas, personas realmente bellas, dentro de los estándares sociales y de los que él mismo llevaba en su cabeza, y sin embargo, Louis era diferente, especial de muchas maneras, con esa belleza divina y ese carácter, forjado en poco tiempo, tan firme, el omega era noble, humilde, una hermosa persona. Es que, muchas veces, cuando recién le conoció consideró firmemente que aquel omega era un ángel. No solo era un rostro hermoso, era inteligente, firme, de un gran corazón, y además tenía un cuerpo perfecto y él era testigo de que muchas de esas curvas se formaron durante el tiempo que la niña estuvo en su interior. E interiormente rogaba que a su cuerpo le sucediera algo similar, él definitivamente no quería verse en la necesidad de un nuevo guarda-ropa.
"Lo estoy... solo algo shockeado, creía que... ya sabes" La suave voz de Louis hizo que parpadeara para prestarle atención.
"Sí, entiendo, y aún con eso es afortunado que no haya una vida gestándose en tu interior, ¿no?" Se encontró a sí mismo hablando, dejando de ver al castaño para comenzar a guardar todo el equipamiento del eco-sonógrafo que no era de más utilidad.
Fue luego de un par de minutos cuando escuchó de nuevo a Louis hablar "Es solo... de alguna manera estaba pensando, no puede ser posible, no puedo estar embarazo ¿sí? Pero muy en el fondo, en serio, muy muuuuuy en el fondo, me estaba dando a la idea de que podría suceder, de que podría yo tener un bebé en mi interior" Un fuerte suspiro, consiguió un vistazo del curveado cuerpo de Louis en el interior de la bata dirigirse al otro extremo del consultorio y desaparecer luego tras una delgada cortina verde mientras hablaba, luego la voz fue alta desde allá "Entonces, necesito tomar algo para que el celo no se dé, ¿qué medicamento me recetarás?" y al final de la pregunta ya el omega estaba apartando la cortina y asomando la cabeza "Considera mi presupuesto, por favor"
Roger en serio que se contuvo de rodar los ojos y resoplar fuerte con un claro, testarudo millonario. Muy sarcástico. Y sin embargo se halló frunciendo el ceño, terminando de acomodar los cables en la parte alta de la máquina se apoyó contra la camilla y lamió sus labios "Louis no hay cómo detener el celo" Dijo despacio y alto para que el otro consiguiera escuchar y entender sus palabras. La cortina se sacudió violentamente y un Louis muy acelerado, con la camiseta mal puesta, el jean desabrochado y los zapatos en la mano apareció a su visión.
"¿Qué quieres decir con que no se puede?" Y una sonrisa nerviosa acompañó esa pregunta
El pelirrojo subió los hombros e hizo una leve mueca "No puedo darte ningún medicamento para detener el celo porque no hay ninguno que vaya a funcionar eficazmente, ya te lo he mencionado, tu cuerpo está sufriendo un bombardeo hormonal y no existe ningún medicamento, pastilla o supresor que vaya a ser lo suficientemente fuerte como para detenerlo o hacer algo para menguarlo, todo lo que puedo hacer es recetarte los anticonceptivos para que los tomes antes y después del celo si vas a pasarlo con alguien, de misma manera te queda abierta la oportunidad de pasarlo aquí sedado y controlado, o tan solo pasarlo solo, es absolutamente tu decisión" Le explicó tranquilamente, tratando de ser lo más claro posible.
...
Edward se estaba sintiendo mareado con el fuerte olor a alcohol que circulaba por las paredes de cada pasillo del hospital, y aún con eso estaba transitando de un lado al otro observando fija y discretamente todo el lugar en busca de su omega, tratando de no parecer ningún sospechoso loco psicótico frente al personal del hospital, los que pocamente le daban una mirada, los pacientes y sus acompañantes ni siquiera lo veían así que no estaba en su cabeza la idea de preocuparse sobre ellos o que consideraran que él debía estar fuera del complejo médico.
Fue en el tercer piso, luego de dar dos vueltas por los pasillos cuando caminó hacia el ascensor, fijándose siempre un par de minutos en las escaleras no queriendo perderse de absolutamente nada, ni nadie por supuesto. Había presionado el botón del ascensor ya dos veces, estaba balanceándose en sus piernas, los labios fruncidos levemente y la mirada vagando alrededor y frente a las personas que transitaban por el limpio lugar, ingresó al elevador viéndose en la obligación de parpadear varias veces, sintiendo el ahogamiento instantáneo por la dulce y a su vez picante esencia que salía en suaves, y a su vez, poderosas ráfagas desde el interior metálico, las puertas se cerraron y fue cuando lo vio.
Louis ya lo miraba, perdido en la belleza del alto muchacho, con su omega absorto en el alfa con el que quedaba encerrado en aquel reducido espacio cuadrado.
Instantáneamente floreció un choque de sentimientos a través de sus miradas fijas, la piel de los dos se erizó, los corazones bombearon velozmente, el aire escaseo y ellos inspiraron la esencia del otro a la misma vez.
"Louis"
"Hola"
Hablaron a la vez, las voces fundiéndose en una lenta exhalación, Edward sintió su pecho inflarse y a su alfa rasguñar su tórax, empujándolo para que alcanzara al omega. Fue un instante de ensoñación, uno donde los dos permitieron de la manera más inconsciente la dominación por parte de sus instintos. Por un momento, fueron solo un alfa y un omega destinados a estar juntos donde tras un período de soledad volvían a encontrarse. Un segundo de eternidad en la basta capacidad el universo.
Las almas buscaban la combinación esencial de sus vidas, la necesidad de convertir en realidad lo que sus destinos traían arraigados.
Edward dio un paso adelante justo como lo hizo el omega. Se encontraron en la mitad de la brillante caja, la cabeza de Louis estaba ligeramente levantada y sus ojos, a través del cristal de sus lentes, miraban fijamente los refulgentes esmeraldas que estaban en el rostro del alfa.
La mejilla del omega fue acariciada reverentemente con la cálida mano de Edward "Joder. Te hemos buscado demasiado" le habló en un susurro
Y la voz del alfa fue lo que rompió el encanto, Louis se alejó abruptamente, moviéndose hasta el rincón más alejado del otro, tanteando bruscamente la pared del ascensor en busca de los botones "¡No te me acerques!" Le chilló extendiendo la otra mano frente a su cuerpo.
Impactado y confundido el rizado levantó sus manos "no voy a herirte" moduló lentamente, moviendo la mano derecha hasta la pared para detener el ascenso del ascensor, el cambio desigual de la estabilidad del elevador duró solo un par de segundos, el rostro de Louis se oscureció y el nerviosismo voló por el aire, siendo expulsado lejos de su cuerpo "Solo quiero que hablemos, por favor escúchame, sólo eso te pido" Dijo rápido y aun así manteniendo el tono calmado en su voz, tratando de sonar suave y tranquilo. Aguantando las ganas de ir a abrazar al mayor y calmar su miedo.
"Noquiero saber absolutamente nada de ti o de tu hermano, quien quiera que seas tú, déjame salir de aquí" su voz exigente no flaqueando en ninguna palabra.
"Soy Edward, hablaste primero conmigo, en las gradas de la cancha"
Los índigos del omega se estrecharon "El primero en mentir. Bien. Queda claro. Ahora abre las puertas"
"No, Louis, escúchame, tú tienes q..."
"¡Yo no tengo qué nada!" Le gritó interrumpiendo su palabrería "Aléjate de mí, es eso lo único que hay por hacer, tú y tu hermano tienen que jodidamente largarse de mi vida, háganlo antes de que ponga una restricción judicial... antes de que mi alfa se entere de todo lo que me hicieron y mucho más" Su barbilla estaba elevada, las cejas levemente fruncidas, todo su cuerpo tenso.
Edward negó lentamente "No tienes un alfa, deja de utilizar esa mentira" sus brazos y su voz se elevaron "No hay necesidad de que sigas con eso, ya todos sabemos que las cosas no son así, no debes sufrir el menester de este continuo invento"
La barbilla del omega se levantó más "No tengo ninguna necesidad de fingir nada. Mi alfa está esperando por mis dos pisos más arriba, ¿Quieres conocerlo? ¡Bien! Le diré que estás acosándome." Habló rápido, moviendo las manos a los lados, manteniéndose alejado del alfa
No obstante, el rizado pudo ver claramente el trasfondo de aquellas palabras, y un gruñido emergió desde su pecho "Basta con ese maldito invento. Deja eso a un lado, yo te quiero, de verdad qu"
Y de nuevo la voz de Louis lo estaba interrumpiendo "No me interesa nada de ti. Déjame salir de aquí" Esa vez si hubo un muy débil flaqueo en su voz
"Por favor, solo escúchanos, sé que la jodimos de la peor manera, no te merecemos pero solo... te ruego por tu atención, que nos dejes explicar"
Louis cerró los ojos.
Un grande nudo atrofiando su respiración porque la voz del alfa fue tan lenta y suave, repleta de un dolor asfixiante que se vio obligado a apretar las manos en puños para no obedecer a los mandatos de su omega, aquel fiero instinto que lo estaba obligando a correr hacia los brazos del alfa y calmarle.
Porque hubo tanto en la voz de Edward que sencillamente no podía ser ignorado.
Y aun así fue capaz de sobrellevar todo eso y permanecer estable.
"Lo único que quiero escuchar es la puerta abrirse. Déjame salir de aquí" le exigió apretando los labios, manteniéndose firme, al menos tanto como podía.
Visualizó los parpados del rizado cubrir sus ojos y las largas pestañas casi acariciarle los pómulos, también vio como la mano se extendía y el botón era presionado, un segundo después el elevador sacudiéndose y reiniciando su ascenso.
"Solo te pido que me escuches, por favor, Louis"
Había ruego en su voz, pero él no podía permitirse flaquear, no más, ya había sufrido por ello lo suficiente en el pasado, la vida le había dejado una muy fuerte experiencia y tenía que aprender de sus errores, más cuando dejaban un precio tan alto por pagar.
Por lo que cuando las puertas dobles se separaron cruzó a un lado del alfa y salió apresurado por en medio de las tres personas que estaban frente a las puertas platinadas. Se movió por el pasillo de manera apresurada, girando a la izquierda, a la derecha y luego caminando rectamente hasta ingresar a la habitación donde su pequeña omega reposaba, al irrumpir en el cuarto, dejando la puerta abierta, se encontró a un par de enfermeras hablando con su niña y el alfa, el de espesa barba estaba aplicando con los dedos, de una muy delicada y cuidadosa forma una blanca crema sobre el brazo blanco y delgado de la pequeña, ella volteó el rostro y sus azules ojos, algo rojizos por el llanto brillaron cuando le miró, y aún con eso hizo un puchero y estiró la otra mano para llamarlo hasta ella.
El bello rostro de Zayn giró a verle y una sonrisa ladeada estaba en sus labios rosados, Louis apuró su camino a través de la habitación para llegar a la camilla donde la omega estaba recostada, las enfermeras le saludaron con un lento asentimiento, fue cuando besó la frente de la pequeña que vio que el alfa de oscuro cabello mantenía la mirada fija en la puerta, el ceño fruncido y la mandíbula tensa.
Giró y vio al alfa de pie de brillante cabello chocolate y mirada esmeralda de pie en el umbral de la puerta, la boca ligeramente abierta, el ceño fruncido y la confusión exudando fuera de él.
"¿Quién es ese?" La voz del alfa a su lado fue grave y seria.
El castaño mordió sus labios y el gimoteo a su lado lo hizo parpadear y volver la atención a su pequeña, los ojos se llenaban de nuevo de lágrimas y el puchero estaba mucho más marcado "Casa, papá, quiero la casa" Y con eso ella sollozo, las gotitas transparentes del llanto saliendo de sus ojos en un ancho afluente.
Guiado por el instinto agarró el pequeño cuerpo cuidadosamente y le colocó la manta de seda blanca alrededor para luego levantar a su princesa en brazos y besar su mejilla "Enseguida iremos a casa, mi amor, tranquila" Le susurró, sus labios besando el reguero mojado que circulaba por sus mejillas.
Edward sintió que el aire estaba faltando en sus pulmones, en su sangre. Joder, no había nada de oxígeno en su cerebro.
Aquellos brillantes ojos marinos saturados en lágrimas tan exactos a los que el omega que la portaba en brazos cargaba en su propio rostro.
Su atención quedó prendada en aquel tierno y angelical rostro enrojecido y lastimado que hacía pucheros contra el hombro que le soportaba.
Y no podía creerlo. La pequeña niña había llamado papá a Louis, aquello era... Sí, joder. ¿Qué? Porque no comprendía absolutamente nada.
¿Louis con una hija?
Era algo completamente increíble.
"He preguntado quién eres ya dos veces" La voz lo hizo apartar la mirada del omega con la pequeña niña, tan solo para encontrarse con la dureza del rostro de otro hombre, uno de oscuro cabello, tupidas cejas, largas pestañas y abundante barba negra. Un alfa.
¡Un jodido alfa!
Entonces Louis no había mentido, el omega también había jugado y al parecer ellos fueron los que perdieron al enamorarse de él. Pero es que, aquel castaño era su pareja, contra cualquier cosa, estaba plenamente seguro de que ese omega era su compañero.
El gritito hizo que girara la cabeza por el lugar, desviando su atención del alfa frente a él, un extraño sentimiento de protección abarcando su ser.
Era la pequeña.
Ella lloraba más alto y trataba de cubrirse las enrojecidas orejas con las manos, una ráfaga de miedo brotando de su cuerpo hacia la habitación. Ahí la confusión llenó más su cuerpo, ¿esa pequeña produciendo tan altas feromonas de pánico?
No era nada probable.
Louis dio la vuelta, sus ojos se encontraron como en minutos pasados, pero ya no hubo un choque de emociones, no existió cabida a una especial conexión, no fue de ninguna de esas maneras, el omega, solo le miró furioso. Incluso estaba rojo.
"¡Largo!" Le siseó en voz baja, dura y firme, mirándole con latente odio "La estás asustando"
En ese preciso instante fue cuando Edward se dio cuenta de que desde su pecho brotaba un gruñido fuerte y enojado. También se descubrió siendo empujado lejos de la puerta con la fuerza de las manos del otro alfa.
Cuando la puerta se cerró a su disposición, Zayn miró inquisitivo al omega mayor, las enfermeras estaban junto a la ventana, bastante juntas, el alfa sacudió la cabeza "Salgan, por favor" les dijo separándose apenas de la puerta, tan solo lo suficiente como para que el par saliera, y volvió a cerrar cuando ellas quedaron fuera "¿Quién era ese?" Preguntó poniendo el seguro en la puerta y caminando hasta Louis, colocando una silla contra las rodillas del omega para que se sentara, la pequeña aun sollozando en sus brazos.
Louis desvió la mirada antes de susurrar "Nadie importante. ¿Se fue o seguía afuera?"
Zayn evaluó a su primo de manera lenta y meticulosa, los ojos entrecerrados y las cejas casi juntas "¿Fue el motivo por el que me pediste quedarte en mi apartamento? ¿Te ha hecho algo? ¿A ti o a la niña?" Y si resultaba ser una respuesta afirmativa él iba a salir y golpear a ese maldito hasta que sus tripas volaran fuera.
"Ni siquiera sabía que tengo una hija" Louis negó lentamente, acunando a Hope contra su pecho, tratando de calmarla "Él y su hermano han estado buscando acostarse conmigo, eso es todo... no vas a ir a golpear a nadie, no necesito que me defiendas Zayn, suficiente haces por mí, por nosotros, con brindarnos un lugar donde quedarnos. Puedo resolver esto, ¿vale? No quiero que te entrometas, no tú y no nadie, Así que tampoco pienses en ese par tuyo" Advirtió, tragando saliva, tan calmado y tranquilo como podía estar "Yo puedo con esto, no soy un niño pequeño y me puedo hacer cargo"
"¿Mi tío sabe de esto?" Zayn preguntó, sintiendo la rabia circular por todo su cuerpo, conteniéndola por el bien de la pequeña omega
Los índigos de Louis fueron cubiertos por sus parpados, una profunda inhalación y asintió luego "Lo sabe, y no va a hacer nada, tampoco tú, no Liam y no Niall, ¿estamos?"
Él refunfuñó cruzando sus brazos y caminando alrededor de la habitación, tratando de conservar la calma "No estoy de acuerdo con eso. No quiero que nadie te haga daño, ese tipo no luce confiable, permíteme dudar de tu capacidad de auto protección, pero no se trata solo de ti, tienes a Hope, y él ya estaba gruñendo aquí, como si fuera que, no es nada tuyo y hay que hacer que comprenda ese hecho"
"Le dije que tengo un alfa" La voz de su familiar generó que diera una vuelta para encararle, parpadeó dos veces y ladeó la cabeza, mirándole fijo "Es solo para alejarles, y tengo una marca para comprobar cualquier cosa"
Zayn se pasó la mano por el rostro, desordenando su tupida barba "Estás loco. Esa maldita marca que tienes es una cicatriz, ni siquiera una marca echada a perder por falta de cuidado de un alfa. Es una maldita cicatriz lo que tienes, ¿y eso vas a mostrarles? No van a ser tan idiotas como para creer eso"
Y mira tú, si son las personas más imbéciles del planeta.
Fue lo que Louis quiso responder, se contuvo, no necesitaba que Zayn cayera a la cárcel, ni aunque fueran un par de horas, porque iba a armar una riña dentro del hospital. "¿Viste su mirada? Él piensa que tú eres ese alfa, no hay ningún dilema. Estoy seguro de que ni él ni su hermano van a querer volver a aparecer. Además se enteró que tengo una hija, ¿Quién en su sano juicio va a tratar de acercarse a mí? Y solo tienen diecisiete años. Es obvio que no buscan más que sexo, él viene, descubre que tengo una niña y asume que mi alfa es verdadero y que ese eres tú. No habrán más problemas con ellos" Le aseguró, apretando los labios y mirando fijo al alfa frente a él.
Y es que él estaba completamente convencido de que las cosas iban a resultar de ese modo, que aquel par de idénticos alfas no iba a volver a aparecerse nunca más en su vida. Bajo ninguna puta circunstancia.
xx
Zayn.
Hope