Dos semanas después
JungKook tenía que reconocer que las visitas diarias que hacía en el instituto donde trabajaba NamJoon no eran por su primo ni una mera casualidad del destino.
Había estado visitando el lugar con la intención de encontrarse siempre a Seok Jin y lo lograba con total éxito. A pesar de que sólo podía acompañar al alfa a la salida y cruzar pocas palabras, aun así no le molestaba. Por alguna razón, que reconocía no intentaba descifrar, el aroma cautivador del mayor calmaba a su omega ansioso por verlo. Incluso los pequeños roces y apretones en el brazo eran un bálsamo personal. Sin embargo estaba consciente que cada día que pasaba, su omega se volvía más exigente y le pedía que el contacto fuera más seguido y algo mejor que su mano prendida del antebrazo de Jin. Necesitaba abrazarlo y sentir su característico olor oculto en su cuello.
-Eso sería raro...y fuera de mí-murmuró en el receso, terminando un dibujo que el paisaje de la universidad lo había inspirado a hacer.
Y pensaba seriamente que, desde que conoció a Seok Jin, no había vuelto a ser el mismo. Él jamás se hubiera tomado demasiada confianza con un alfa, mucho menos lo hubiera buscado para estar a su lado y deleitarse con su presencia. Ese no era JungKook.
-¿Por qué cambié?-se preguntó en un susurro.
La respuesta estaba ahí mas su terquedad la nublaba. No podía reconocer aquello que por tantos años evitó. No, no podía.
Cerró su bloc de dibujos con brusquedad, casi odio. Su mente divagando en recordar si había alguna tarea o trabajo que pudiera distraerlo lo suficiente como para dejar de lado aquella desagradable realidad. Pero pronto recordó que ese día no tenía nada en específico que lo distrajera. El día sería largo, al menos hasta que se librara de sus horas en la universidad.
Tal y como había pasado en los días anteriores, Kook se encaminó de nuevo a la escuela. Ingresó como de costumbre y subió la escalera. A esa hora acababan las clases de Jin así que podría verlo.
Las risas fuertes de alguien lo hizo alzar la mirada. Unos metros más adelante de él, recién saliendo del salón donde Jin daba clases, vio salir a TaeHyung junto a dos chicos, un omega y un alfa a los que había visto una vez pero no recordaba sus nombres. Incluso recordaba haberlos visto en compañía de un omega menor y cachetón.
Bajó la mirada, intentando pasar desapercibido por ellos, sobre todo por Tae (a quien veía por primera vez en esas dos semanas). Pero parecían demasiados distraídos como para notarlo por lo que Kook podía observarlos sin temor a ser descubierto, viendo como el alfa mayor tomaba de la cintura al omega de gran sonrisa y tras unas palabras (que no podía entender) le guiñaba un ojo. Sospechaba que el chico coquetearía así con cualquier omega que se le cruzara en el camino. Era el tipo de personas que detestaba.
Apuró su paso y esperó a que los últimos alumnos salieran mientras sentía el aroma de eucalipto y flores que lo cautivaba.
Se removió ansioso hasta que vio su oportunidad de entrar y estar a solas con el alfa.
Lo vio guardando sus cosas en su maletín. Estaba seguro que pronto se marcharía y apenas tendría tiempo para preguntarle como le había ido ese día. Por lo que comenzó a pensar en una forma para pasar más tiempo a su lado, una excusa que lo atara a él. Seok Jin se había vuelto necesario en su vida, no sólo para mantener a su omega tranquilo, sino también como inspiración para sus trabajos. El alfa lo había inspirado lo suficiente como para finalizar muchas de sus obras y empezar otras (muchas de las cuales lo tenían de protagonista). JungKook siempre que pensaba en eso se avergonzaba, parecía colegiala enamorada.
-JungKook, buenas tardes.
La voz del mayor lo sacó al instante de sus pensamientos.
Sonrió, aun sabiendo que él no podría verlo y le contestó:
-Buenas tardes hyung ¿qué tal el día de hoy?
-Oh, maravilloso. Tae vino a ayudarme... Bueno, su ayuda es sólo una excusa.-su sonrisa hizo sonreír a Kook quien se animó a acercarse unos pasos más a él.
-¿Excusa?
-Digamos que a Tae le gusta un omega.-casi al instante la imagen del omega de gran sonrisa apareció en su mente-bien, ya debo irme. Mi hermano me debe estar esperando. Nos vemos mañana, JungKook.
El menor comenzó a maquinar una excusa para retenerlo un poco más. Pero con cada paso que daba, su desesperación crecía y su mente trabajaba más rápido.
Hasta que, segundos antes de cruzar la puerta, lo tomó del brazo.
-JungKook...
-¿Le molestaría enseñarme a leer en braille?
Pronto se dio cuenta, al ver la cara del mayor, que su pregunta había sido extraña. Él ya tenía a su primo quien podría enseñarle.
Sin embargo, el alfa rió suavemente y tomó su mano con delicadeza para separarla de su brazo.
-Mañana a esta hora, sé puntual JungKook.
El omega simplemente sonrió viendo al mayor alejarse.
A esto quería llegar señores 😎
Próxima actualización: 3/08
Nos vemos mañana! Besos💋💋💋