Mío [Entrégate, Libro 2]

By AllisonScarwell

173K 14.1K 1.5K

¿Por qué quien dijo que después del "felices por siempre" habría paz? More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo Final
Epílogo

Capítulo 10

6.1K 412 41
By AllisonScarwell

Thomas se encontraba tan cómodo.

Se sentía cálido y acogedor, en ese lugar de felicidad, de ensueño donde te encuentras entre el sueño y aun así eres consciente de estar despierto. Se sentía como si tuviera que dormir más, pero de alguna manera se sentía feliz de estar despierto.

Hasta que su almohada cómoda se movió. Y la manta que le mantenía caliente fue retirada. Se quejó de ellos adormilado, y luego su almohada y la manta comenzaron a reír. Thomas miro hacia arriba, tratando de darle algún sentido a sus pensamientos, y lo vio.

Ethan.

Su almohada y la cálida manta eran Ethan; un medio dormido, Ethan, riéndose de él. Thomas gimió y dejo caer la cabeza sobre el pecho de Ethan, y los brazos del hombre se apretaron alrededor de él.

— Me estaba comenzando a preguntar por qué mi almohada había cobrado vida.

Ethan se rió de nuevo, y Thomas podía oír el sonido resonando en su oído a través del pecho del hombre. Se apartó de él y se estiro sobre la cama. Los dos estaban todavía completamente vestidos. Thomas apoyo la cabeza en su brazo doblado.

— ¿Cómo te sientes? —le pregunto.

— Con ganas de seguir durmiendo otro par de horas más. —gimió él— ¿y tú?

Thomas lo acercó y deslizó sus largos dedos a lo largo de la mandíbula de Ethan, lo que envío escalofríos por toda su columna vertebral.

— Thomas, —Ethan sopló su nombre, entonces Thomas lo acerco lo suficiente para poder besarlo. Y Ethan abrió la boca para él.

Fue un beso lento, perezoso, lánguido, labios suaves y lenguas sin prisas. La mano de Ethan se mantuvo en la mandíbula de Thomas mientras su otro brazo se aferraba alrededor de su espalda.

Sin romper el beso, Thomas se inclinó sobre él, por lo que estaba acostado en la parte superior. Descansando su peso en sus codos y las manos ahuecadas en el rostro de Ethan. Él gimió cuando Thomas acomodo sus caderas contra las suyas, y sus erecciones se mantuvieron juntas a través de la tela de los pantalones.

Ethan inclinó la cabeza obteniendo mejor acceso a la boca de Thomas, mientras pasaba sus manos sobre su espalda, alzando la tela de la camiseta que cubría a Thomas, y luego él pudo sentir las manos de Ethan sobre la piel de su espalda. Después subió la camiseta hasta poder deshacerse de ella. Ambos se encargaron de la ropa del otro hasta estar completamente desnudos. Thomas se presionó contra el cuerpo de Ethan, y sus labios se movieron lejos de su boca y bajaron por el cuello del hombre. Thomas lamió, mordió, y saboreo la carne expuesta en sus labios. Sus manos rozaban, acariciaban y frotaban el cuerpo de Ethan.

El placer irradiaba de Thomas y sus sentidos se tambalearon, como si hicieran cortocircuito cuando las manos de Ethan se deslizaron acariciando su culo. Ethan separó las piernas, luego las envolvió alrededor de las caderas de Thomas, con lo que sus duras erecciones quedaron juntas.

Reclamando los labios de Ethan, Thomas aplastó a el hombre contra él. Sus grandes manos, tomaron la cara de Ethan y la sostuvieron con suavidad. Su lengua exploró los recovecos de la boca del hombre. Ethan le devolvió el beso, enviándole escalofríos de placer quemando a través de él. Thomas podía sentir la presión acumulándose dentro de él. Un cosquilleo tibio lanzado por su espalda y que se instaló en la base de su pene.

— Thomas, te necesito, —masculló Ethan— No voy a durar... no voy a durar mucho más. —Gimió en protesta cuando los dedos y la lengua de Thomas dejaron su cuerpo.

— Mierda. —Thomas gruño en frustración recordando que no mantenía preservativos en su casa. Se maldijo internamente por ser tan estúpido.

— ¿Qué sucede? —pregunto Ethan, leyendo la frustración en los ojos de Thomas.

— No tengo nada. —dijo Thomas, áspero y ronco. Ethan frunció el ceño confuso— Quiero decir, no tengo condones, no aquí de cualquier forma.

Ethan dejó caer la cabeza sobre la almohada.

— No estás hablando en serio. —Dijo mirándole a los ojos por un segundo antes de notar que el hombre hablaba totalmente en serio—. ¿Lo haces? ¿En serio? ¿No tienes?

Thomas se rió al ver la expresión incrédula de Ethan, sintiendo una oleada ardiente de color teñir sus mejillas, hablo;

— Quizá puede ser difícil para ti creerlo tomando en cuenta mi pasado, pero no he traído a nadie aquí.

— ¿Nunca? —Ethan lo miro con ligero asombro en sus ojos.

— Nunca ha habido nadie en esta cama salvo yo.

Ethan sonrió, y el corazón de Thomas dio un salto peligroso. Se sentía como si hubiera ganado la lotería. Ethan de pronto lo atrajo hacia él y lo besó. La lengua de Ethan exploraba, sus labios dominaban y sus manos acariciaban cada pedacito de piel desnuda que podían alcanzar. Gimió cuando su pene se frotó contra el de Thomas, sin perder tiempo, Thomas envolvió su gran mano alrededor de ambas erecciones. Ethan tiro de su cabeza hacia atrás contra la almohada cuando sintió su piel caliente junto a la de él.

Y Thomas besaba su cuello y la piel que pudiese alcanzar con su boca. Ethan estaba gimiendo cuando la mano de Thomas, en lugar de simplemente acariciar la punta de su pene, presionó su pulgar contra la hendidura y frotó la humedad alrededor de su piel sedosa contra la textura áspera en la delicada apertura.

Ethan arqueo su espalda en la cama cuando su orgasmo llegó desde el fondo de su estómago y derramo su liberación en la mano de Thomas.

~***~

Thomas estaba recostado en el sofá mirando en su teléfono, leyendo algo en línea, y su rostro se iluminó.

— De acuerdo, creó que es tiempo de nuestra primera cita. —murmuro apartando la vista del teléfono y centrándose en Ethan que estaba al otro lado del sofá, acurrucado con su computadora portátil apoyada en las piernas colocando en orden su bandeja de correo electrónico. Él levanto la vista del ordenador mirándolo con el ceño fruncido. Después volvió su vista de nuevo al ordenador por una fracción de segundo.

— Son las nueve y es sábado, ¿A, dónde tienes planeado ir? —cuestiono.

— A un nigth-club, por supuesto. —respondió Thomas como si fuese la cosa más obvia del mundo. La mirada de Ethan fue de horror.

— Tienes que estar de broma. —Ethan le miro acusadoramente— ¿Es en serio? ¡Después de todo lo que hice para mejorar tu reputación y sacar tu trasero de los reportajes!

Thomas se rió.

— ¡Vamos! Tenemos veintitrés, ¿Qué quieres hacer en un sábado por la noche? ¿Comer avena mientras vemos películas antiguas por la televisión?

Ethan giro sus ojos dramáticamente tras el sarcasmo de Thomas.

— No creo que sea una buena idea.

— Yo creo que si lo es —dijo Thomas apartando la portátil de Ethan, para después besar sus labios —. Ahora lleva tu precioso culo arriba y vístete...

~***~

— Ethan —dijo Thomas, una vez más mientras, Ethan revolvía a través de su armario. — Vamos a hacer esto no importa cuánto te demores.

Los labios de Ethan estaban fruncidos en una línea delgada, y él resopló.

Ethan no quería ir, y Thomas podía ver eso, pero también podía ver lo mucho que le asustaba. No es que Ethan fuese admitirlo de todas formas, conociendo a Ethan probablemente el hombre jamás había asistido a un lugar como ese. O posiblemente solo estaba cabreado con él, pero fuera lo que fuese, se miraba jodidamente caliente cuando estaba molesto.

Ethan gruñó;

— Promete que estaremos de vuelta a las doce.

— ¿Acaso somos la jodida cenicienta? —Thomas respondió—. A las cuatro.

— Dos.

— Trato. —Thomas estuvo de acuerdo.

Cuando Ethan termino de vestirse llevaba vaqueros azules y una camiseta gris oscuro. No era nada extraordinario, pero verlo vestido con algo más que un traje o una camisa de botones era mucho mejor.

Especialmente porqué la camiseta se abrazaba perfectamente a su cuerpo. Thomas se quedó atrapado mirándolo.

— ¿Qué? —dijo Ethan a la defensiva.

— Nada. —Thomas le sonrió.

— Thomas... —dijo Ethan vacilante.

— Ethan, por favor, tienes que experimentar esto, sólo una vez. — Ethan negó con la cabeza.

— Pero yo no bebo, ni bailo. —se quejó.

— Nada de alcohol lo prometo —Thomas declaró, levantando dos dedos frente a él — Honor de Scouts.

Ethan se río.

— Son tres dedos. —Ethan corrigió el falso saludo de honor. La sonrisa de Thomas se amplió. Él se levantó de la cama donde había estado sentado anteriormente.

— Vamos, Ethan, —él susurró seductoramente en su oído, y Ethan sabía que no tenía ninguna oportunidad. Él sabía que Thomas acababa de ganar. — No te vas a decepcionar.

Por lo tanto, de mala gana Ethan lo siguió.

~***~

Thomas caminó en dirección a la puerta del club con confianza.

La sala, estaba iluminada por colores neón y luces estroboscópicas, y todo lo demás era oscuridad. Había un bar en la parte trasera y la pista de baile estaba llena. Hombres y mujeres bailando y de alguna manera había un perfecto balance entre el tipo de parejas que se encontraban en ese lugar. La música estaba muy alta y el suelo vibraba bajo sus pies.

Cuando habían traspasado la puerta, Ethan había estado como un niño pequeño en una tienda de dulces, mirando a todas las personas que había en la sala. Y ellos le estaban devolviendo el favor, observándolo también...

No es que Thomas podría decir que los culpaba. Era solo que Ethan, jodidamente destacaba entre todas las personas presentes en aquel reducido lugar. Sus ojos de un verde llamativo, su perfilada nariz o incluso su jodido cabello. Ethan ni siquiera tenía que tratar de llamar la atención de alguna forma porque él ya era jodidamente atractivo.

Él había estado tan nervioso cuando llegaron que casi se había escondido detrás de Thomas, como un niño pequeño.

Thomas todavía sostenía la mano de Ethan cuando tiro de él hacia la barra. Ethan no pudo escuchar lo que Thomas había pedido, pero el camarero volvió con dos grandes cócteles, muy azules. Thomas le dio uno y Ethan puso mala cara, pero aun así dio un sorbo con cautela.

Era dulce y sorprendentemente, no está mal.

Cuando Ethan separo la mirada de su bebida levantado la vista hacia Thomas, observando sus ojos que eran brillantes y sonrientes. Estaba tan cerca, presionándose contra él.

Dando un pequeño paso hacia atrás, Ethan, dio un sorbo a su bebida, tomando su tiempo para mirar por encima de la concurrida habitación. Había hombres, mujeres, hablando, con las manos en los muslos, besándose, acariciándose y otras personas como él, que solo estaban viendo a todos los demás.

Ethan se inclinó hacia Thomas de nuevo, presionando sus labios en la oreja del otro hombre.

— Hum... creo que ellos están mirándome.

Ethan se sentía como un bicho raro en aquel lugar, seguro las demás personas podían notar como no encajaba ahí.

— Claro que lo están haciendo, —respondió Thomas calmándolo. Ethan le miro, sorprendido—. Todos en la sala lo están haciendo.

Ethan negó con la cabeza, negándolo todo por completo.

— Creo que estás sesgado.

Thomas se inclinó contra Ethan, recostándose contra él, susurrando en su oreja.

— Creo que eres atractivo.

Ethan se rió entre dientes.

— Termina tu bebida, —Thomas le indico— así puedo arrastrarte a la pista de baile y mostrarles que estás aquí. Conmigo.

Thomas vio el horror en la mirada de Ethan y se rió momentáneamente.

Ethan entendió finalmente que Thomas era completamente diferente en ese lugar, él estaba en su elemento. Él estaba cómodo y tenía un aire de autoridad, y Ethan no podía negar lo mucho que le gustaba esa faceta de Thomas. Él termino su copa de una sola vez y se estremeció cuando el líquido se deslizo por su garganta. Thomas rió, tomó su mano y lo llevó al mar de cuerpos ondulantes.

Atrajo a Ethan hacia él, con sus caderas ajustando perfectamente contra las suyas. Ethan sintió como él alcohol comenzaba a sonar dentro de su cerebro, y su sangre era cálida, enrollando de deseo en sus venas. Thomas pasó sus manos sobre sus caderas, alrededor de su espalda y abajo en su culo. Apretándolo contra él, y la música latía dentro del pecho de Ethan.

Sus ojos se cerraron. Y Ethan podía sentir a Thomas en su contra, con el pecho contra el suyo y la nariz de Thomas se encontraba dando un paseo a lo largo de su mandíbula, y cuando él apretó los labios contra su cuello, Ethan gimió. Él lo sintió sonreír contra su piel, y Ethan no podía hacer nada en contra de lo que Thomas estaba haciendo en él.

Y Thomas lo sabía.

Entonces Thomas lo hizo girar de modo que Ethan tenía la espalda contra su pecho y cuando junto su ingle contra su culo, Ethan pudo sentir la dura erección contra él y su cuerpo le traicionó y se estremeció. Thomas mantuvo las manos en las caderas de Ethan y la boca en su cuello.

Y Ethan nunca se había sentido tan vivo.

Y un poco borracho.

Después de un largo tiempo bailando, Thomas le susurró al oído;

— Creo que necesitamos otra bebida, —Ethan sintió el aliento de Thomas contra su piel.

Esta vez en el bar, había más gente. Thomas ordenó dos bebidas azules nuevamente y lo arrastró a un lado, lejos de la barra donde estaba un poco más oscuro.

— Pensé que habías dicho que no bebías o bailabas, —dijo, claramente divertido. — ¿Te gusta esto?

Ya sea que Thomas estaba preguntando acerca de si le gusta la bebida o el baile, Ethan no estaba seguro, así que solo asintió.

— Sí. —respondió terminando su segunda copa, y Thomas le ofreció otra.

— Agua. — Ethan le dijo. Thomas rió y se dirigió a la barra. La cabeza le daba vueltas, o quizá era la habitación, Ethan no estaba seguro de eso.

— ¿Estás bien? —Ethan se encogió de hombros y asintió.

— Ahora es demasiado tarde, —le dijo—. Estoy demasiado borracho para prestar atención.

Thomas se rió.

— Entonces deberíamos bailar.

Terminaron sus aguas y volvieron a la pista de baile. Esta vez Thomas le mantuvo frente a él, a ras contra él, y seguramente pudo sentir lo excitado que Ethan se encontraba. Thomas lo besó. Y Ethan estaba perdido en el momento de estar con Thomas de aquella manera, en la pista de baile, en sus brazos. Eso se sentía bien. Oh tan jodidamente correcto.

Con el tiempo, necesitaron salir de la pista y dirigirse al baño. Al salir del baño, Thomas sugirió otra copa, y Ethan ya estaba lo suficientemente borracho como para pensar que era una idea fantástica.

Esta vez, cuando Ethan estaba de pie al otro lado de la pista otro hombre se acercó a él. Le miró de arriba a abajo como si fuera algo que pudiese comer, a él no le gusto la forma en la que el hombre lo miro.

— Bueno, hola, —él murmuró y Ethan momentáneamente se sintió acorralado. — Te ves un poco perdido. ¿Quieres venir a casa conmigo?

Ethan literalmente, sintió su piel de gallina.

— No me interesa, —le respondió.

Pero al hombre frente a él no le importó su respuesta, porque tomó a Ethan por el codo intentando a traerlo hacia él y Ethan comenzó a sentir el pánico surgir. Por lo general no se acobardaba por cosas tan estúpidas, pero él estaba fuera de su elemento en ese lugar y estaba algo borracho, comenzaba a dudar de su capacidad para defenderse. Busco a Thomas, y luego de repente él estaba allí. Deslizándose entre ambos hombres, así que estaba de espaldas a Ethan cuando se enfrentó al tipo.

— Creo que él dijo que no está interesado —Se quedó mirando al hombre y dio un paso hacia él. — Él es mío.

A Ethan le tomó un momento darse cuenta de lo que Thomas había dicho. Que él era suyo. — Que le pertenecía a él—.

Y aunque le sorprendió, no podía negar que le había gustado, mucho más de lo que debería.

Él es mío.

Las palabras resonaron dentro de su cabeza.

El chico desapareció, y Thomas se volvió hacia Ethan.

— Lo siento, —dijo.

Ethan lo beso, con fuerza, arrastrando su lengua dentro de la boca del otro hombre. Cuando se separó de sus labios, le dijo;

— No te disculpes. Me gustó.

Los ojos de Thomas se abrieron, pero él sonrió y arrastro a Ethan a su lado, llevándolo con él a la barra.

— Tienes que venir conmigo esta vez, parece que no puedo dejarte solo por más de dos segundos —se quejó.

Thomas se situó en el bar, y Ethan metió las manos en los bolsillos traseros de los vaqueros de Thomas. Él miro por sobre su hombro.

— ¿Vas a sacar tus manos de mis bolsillos? —Thomas preguntó con una ceja arrogante levantada.

— Sólo si te quitas los pantalones primero —respondió, aunque no debió de ser lo suficientemente silencioso como esperaba, ya que el barman se rió mientras colocaba dos bebidas más en la barra.

Thomas recogió las dos copas, y Ethan se vio obligado a sacar una de sus manos de los bolsillos para tomar su bebida. Él le sonrió mientras tomaba un largo trago de la bebida. El tercero sabía mucho mejor que los dos primeros, y Ethan lo bebió probablemente demasiado rápido.

Regresaron a la pista de baile, donde la habitación se había vuelto una masa bastante grande de color y sonido, estaba bombeando al ritmo de la música.

Ethan envolvió su mano alrededor del cuello de Thomas y lo besó.

No tenía ni idea de cuánto tiempo se habían mantenido bailando, pero Thomas estaba contra él, frotando su cuerpo contra el suyo, duros músculos frotándose contra él. Ethan pasó las manos por su espalda y su culo, hasta envolver sus brazos en el cuello del otro hombre. Atrayendo a Thomas contra él, besándolo como si no hubiera un mañana —y él correspondida. Besándolo con la misma intensidad que él lo estaba haciendo—. Las manos de Thomas se deslizaron por el cuerpo de Ethan, tocando tanto de él como pudiese alcanzar, Ethan gimió en su boca, y el cuerpo de Thomas se estremeció.

— Tenemos que salir, —Thomas sopló en el oído de Ethan.

Y fue cuando Ethan recordó donde ambos se encontraban; en un lugar lleno de gente. Él miro a su alrededor, y todo el mundo parecía ajeno a ellos... No es que le importara de cualquier forma.

Lo siguiente que supo, era que Thomas estaba dando al taxista la dirección de su casa, y que tiempo después estaban entrando en ella.

— Para alguien que no baila ni bebe, lo hiciste bastante bien esta noche —se rió Thomas entre dientes.

Tres cócteles eran, obviamente, lo suficiente como para hacer que Ethan dijera cosas que normalmente no diría, porque respondió;

— Puedo pensar en cosas mejores que hacer con tu boca, que hacer comentarios listillos.

Las manos de Thomas tomaron el rostro de Ethan, presionando sus bocas juntas y lo beso. No era educado, y no era dulce. Fue plagado de deseo, necesidad y profundo. Ethan se congeló contra Thomas, por sólo una fracción de segundo, sorprendido por el repentino ataque. Pero a medida que sus lenguas se encontraron, Thomas pudo sentir como Ethan se fundía contra él y lo rápido que él cedió, lo empujo contra la pared más cercana.

Sus manos todavía estaban sosteniendo el rostro de Ethan, sosteniendo su mandíbula mientras su lengua se abría camino exploradora a la boca del otro hombre.

Thomas empujó su cuerpo contra el de Ethan, duro y áspero. Luego, sus manos estaban sobre él, sosteniéndolo.

Su pene se endureció aún más contra Ethan. Y la idea de estar dentro de él lo hizo gemir — tenerlo debajo de él— como no había podido tenerlo horas antes, quería estar completamente enterrado dentro del hombre, sintiendo su pene dentro de su calor, el cómo se sentía el pulso a su alrededor, o en cómo se sentía cuando se corría dentro de él.

Ethan atrajo sus caderas aún más juntas moviéndose contra él. Thomas se estremeció mientras trataba de controlar su cuerpo y su respiración.

— Ethan, vas a hacer que me corra.

Ethan exhaló y sonrió, sus manos se abrieron camino a la bragueta de los vaqueros de Thomas, sus dedos se sumergieron dentro de su ropa interior y su mano se envolvió alrededor de su dura erección haciendo que Thomas siseara.

— Oh Dios, si...

Ethan le acaricio mirando el pene completamente erecto en su mano y después miro a Thomas a los ojos, sus ojos azules eran casi negros por sus pupilas dilatadas y Ethan no podía decir si era por la lujuria o la obscuridad, pero él estaba casi convencido que era por lo primero.

— Por favor. —Thomas gimió, siseo, empujo su erección en la mano de Ethan y rogó. — Por favor, por favor.

Ethan hundió su boca en la de Thomas y le bombeo, duro, rápido y tan malditamente bien y Thomas sabía que eso era todo.

Joder, fue todo.

Thomas tiro de su boca, y trato de advertirle. Pero Ethan parecía entender, porque él le apretó más fuerte, le bombeo, Thomas empujo sus caderas contra él y Ethan susurró contra sus labios:

— Eso es, córrete para mí.

Thomas se tensó cuando su orgasmo lo desgarró, sus caderas corcovearon involuntariamente y un gemido gutural escapo de su garganta acompañando el movimiento mientras se corría en ráfagas cortas, calientes y espesas. Los dedos de Ethan continuaron acariciándolo, y Thomas estaba perdido. Completamente perdido, no podía ver otra cosa, no había sonido alguno, sólo Ethan. Su cuerpo presionado contra el suyo, y su cabeza apoyada sobre el hombro de Ethan, y Thomas solo podía prestar atención a cómo se sentía, cómo olía.

Él miro hacia abajo entre ellos, a su semen en la mano de Ethan, sobre su estómago y manchando su camisa. Thomas tiro de su sucia camiseta por encima de su cabeza, y antes de que pudiera ofrecerla a Ethan para limpiarse la mano, él se llevó la mano a su boca y su lengua rosada lamió el semen de su piel.

Thomas gimió ante la visión, y Ethan gimió ante el sabor, su otra mano palmeó el bulto en sus pantalones. Ethan no podía apartar su mirada mientras veía como Thomas se movía hacia abajo deshaciendo el botón de sus vaqueros y bajando su bragueta yendo más allá de su ropa interior.

Thomas tomó su erección en su palma y llevó su boca hacia abajo cerrándose sobre la punta, girando la lengua. Ethan enredó su mano en el cabello de Thomas, amando la suavidad de esas hebras cortas contra sus dedos. Gimió cuando Thomas lo tomó profundo, un sonido largo y bajo que no recordaba haber escuchado salir de su propia boca, el sonido surgiendo de un lugar más profundo que sus pulmones.

Ethan gimió cuando la lengua de Thomas encontró el punto correcto. Un rayo de lujuria atravesó a través de él como nada que hubiera sentido antes. Sintió que empezaba en los dedos de sus pies y se movía hacia arriba por su cuerpo lentamente hasta que se disparó en su pene.

Oh Dios, Thomas, —Ethan gimió. La euforia pasó por la bruma de su orgasmo mientras escuchaba los gemidos de Thomas alrededor de él mientras tragaba todo lo que le daba.

Thomas se levantó sobre sus pies y se presionó contra Ethan, aprisionándolo contra la pared nuevamente. Se rió y tarareó contra su cuello mientras sus brazos se deslizaban alrededor del hombre.

Ethan comenzó a sentir que el alcohol lo estaba induciendo a un estado de sueño, y sabía más que bien que a la mañana siguiente iba a sentirse jodidamente enfermo.

~***~

Sus expectativas no le defraudaron.

Su cabeza dolía tan malditamente mal, entonces recordó el club nocturno de la noche anterior, el bailar y las bebidas que Thomas le había dado. Se giró en la cama para reprenderlo pero Thomas no estaba ahí.

Ethan lanzo sus pies sobre el borde de su cama y el sentarse parecía una buena idea... hasta que lo hizo. La habitación se inclinó en su contra y su cabeza latió con dolor y las náuseas recorrieron por su espina dorsal hasta su estómago.

Mierda.

¿En qué demonios había estado pensando para beber?

Él nunca lo hacía. Y esta situación solo reforzaba su renuencia al alcohol.

Ethan encontró algo de ropa en su armario y bajo las escaleras más lento de lo que lo había hecho alguna vez en su vida. Cuando llego a la planta baja, Thomas estaba ahí, todo brillante, fresco y burbujeante.

Thomas rió al ver a Ethan.

— ¡Por el amor de Dios, sólo fueron tres bebidas!, —dijo Thomas con una risa. El estómago de Ethan se revolvió ante la mención de ellas.

— No hables de ello. —Ethan advirtió yendo a la isla y subiendo en un banco, apoyo su cabeza sobre la encimera de la cocina.

Thomas camino hacia él y se puso a su lado, besando suavemente a Ethan en el cabello.

— Se lo que necesitas; una hamburguesa grasienta y una Coca-Cola, —le dijo.

Ethan negó con la cabeza y murmuro en la encimera de mármol;

— Necesito agua, vitamina B y electrolitos.

— Dios, suenas como un médico, —él se quejó. — Necesitas una ducha, una buena cantidad de grasas saturadas, sodio, y un golpe de cafeína y azúcar.

Ethan gimió, y Thomas se rió.

— Confía en mí. —añadió.

— Ya lo hice —se quejó Ethan. — Hacerlo nuevamente no es mi primera opción justo en este momento.

Ethan dirigió su mirada a Thomas y se dio cuenta que él estaba duchado, vestido y perfectamente a la luz del sol, cuando Ethan lo que quería era subir a la cama y taparse con las frazadas hasta la cabeza y dormir por el resto del día.

— ¡Ve! —Thomas le ordenó. — Anda, ve y dúchate, te sentirás mejor.

Ethan hizo un puchero como un niño caprichoso, pero hizo lo que Thomas le indico. Tenía razón, la ducha era un respiro, y Ethan se sentía mejor después de cepillarse los dientes. Se terminó de vestir y volvió abajo. Thomas le estaba esperando, y se dirigieron directamente afuera.

El sol estaba medio oculto por las nubes, pero todavía estaba lo suficientemente fuerte para que el calor se sintiera.

Thomas lo arrastro hasta un restaurante. Ethan se sentó frente a Thomas mientras maldecía el sol y lo mucho que aún seguía brillando en el cielo a pesar de las nubes tratando de ocultarlo, mientras Thomas ordenaba su desayuno-almuerzo.

Una hamburguesa con doble tocino y una Coca-Cola.

Cuando la mesera trajo su orden Ethan se dio cuenta de que la comida parecía repugnante pero era muy, muy buena.

Comió la mitad de su hamburguesa y abrió la lata de refresco dando un sorbo. Inclino la cabeza hacia atrás y cerró los ojos a la luz del sol.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó Thomas.

— Puedo sentir mis arterias endureciéndose por toda esa grasa —le respondió— Y estoy bastante seguro de que después de la bebida ahora soy pre-diabético.

Thomas se rió y el sonido musical retumbo en los oídos de Ethan haciéndolo sentir momentáneamente mejor, hasta que recordó que era culpa del hombre frente a él, el por qué se encontraba en esas condiciones.

— Suenas más como un médico que como un asesor de imagen —Thomas se rió— Pero esto te hará sentir mejor, te lo prometo —él dijo con una sonrisa de suficiencia.

— Cállate. —Ethan le dijo y Thomas rió nuevamente.

Continue Reading

You'll Also Like

307K 46.7K 27
Al diablo las tradiciones y costumbres. No todo es lo que parece. ¿Seguro que quieres leer mi historia? Estas advertido. AlfaxAlfa
498K 34.4K 49
Aarón Thompson es conocido en la escuela por su fama de chico malo, y dentro del ring, como el mejor boxeador de la ciudad. Y Dylan White, Dylan simp...
286K 18K 33
[Yaoi/Gay] Un chico de cabellera castaña, sin ninguna cosa llamativa mas que su alegre sonrisa, su impulsiva actitud y sus ridículos comentarios. O...
24K 953 26
Anthony, enfrentará su lado confuso, diferente y a la vez totalmente nuevo, mientras Garry seguirá viviendo en su normal y tranquilo mundo, algo, las...