-¿Jungkook?
–Hola, tiempo sin verte ¿puedo entrar?
Muchos de ustedes se preguntarán que hacía fuera de la casa de Jimin, bueno, en realidad ya estaba allí desde hace horas: ví por la venta como Yoon Gi abrazó a Jimin por la espalda, noté que ambos se sonrojaban y se susurraban cosas al oído como si fueran... ¿pareja? Ugh, como lo detesto. No crean que estaba ahí a propósito, fue todo lo contrario; aquel día llegué a su casa por accidente ya que me cautivó su llamativa arquitectura, quería verla más de cerca, pero me temo decir que fue un grave error acercarme en ese momento.
–Cla-Claro, entra.
Por el dolor en mis ojos sabía que se encontraban bastante hinchados, creí que Jimin se preocuparía por mi o que por lo menos me preguntaría la razón de mi llanto, sin embargo, no le importó. Tenía bastantes ganas de abrazarlo, de decirle que me gustaba más que a nadie y que me había herido verlo en brazos ajenos sólo que las palabras no salían de mi boca.
–¿Quieres una soda ó ...
–Perdóname... —caí vencido a sus pies—.
–¿Por qué? ¿qué estás haciendo?
Jimin quería levantarme pero yo no lo haría hasta que él me perdonara.
–Perdóname por hacerte enfadar en el hospital, lamento haber hecho un berriche con Suga, lamento mucho haberte dicho que visitarte era aburrido... En verdad lo lamento mucho.
Pueden no creerme, pero nunca antes había rogado un perdón.
Después de decir eso, no me pude contener y comenzé a llorar, Jimin sólo me miraba asombrado.
—Pero, ¿por qué lloras? —dijo arrodillandose a mi altura—.
–Quería suplicarte que me perdonaras, que no dejaramos de hablar, que las cosas mejoren entre tú y yo.
Tomé sus manos ya que en ese momento estaba decidido a decirle que me gustaba, sin embargo, cuando las tomé, se alejó de mi. Tiempo después me pidió que me levantara pero como dije antes, no lo haría hasta tener su perdón.
–¡No! ¡No te quiero perder! —fue en este punto cuando mi llanto fue más desesperado—.
–Está bien, ponte de pie... —me tomó por el brazo y me llevó al sofá donde estuvo con Suga— ¿Por qué estás mojado? ¿Te quedaste en la lluvia?
No podía delatarme acerca de que lo estaba espiando desde su ventana por lo que mentí diciendo que había olvidado mi sombrilla en casa, cuando en realidad, se encontraba tirada en su césped.
–Te traeré algo para que no te resfries, espera —fue rápidamente por un suéter y me lo extendió— toma, ¿por qué actúas así, sucedió algo?
–Desde la última vez, reflexioné lo que dije y pienso que fuí muy cruel, tú eres alguién muy especial y no me gustaría que te fueras de mi lado... —simplemente dejé hablar a mi corazón —.
–Pero no tienes que preocuparte, siempre seremos buenos amigos, tu lo dijiste...
Después de tantas veces que le dije esa palabra, no podía escucharla sin ponerme de mal humor.
–¡No lo entiendes! ¡Cada vez estás más cerca de Yoon Gi y lejos de mi!, ¿no te das cuenta que me haces a un lado?
–Sólo pasó tiempo con él...
–¡¿Y POR QUÉ NO CONMIGO?!
Fue hasta después que me dí cuenta que fuí bastante infantil ya que estaba gritándole a Jimin mientras lloraba como un niño.
–Pasaremos tiempo juntos, lo juro, también te perdono pero deja de llorar.
Sus palabras me dieron aliento, creí que habría una segunda oportunidad.
–Gracias, prometo no hacerte enojar nunca más.
Procedí a ponerme el suéter de ChimChim (ya sé, es un apodo muy cursi pero creo que le sienta bien) y al cabo de un rato me dieron ganas de ver una película también, le dije a Jimin pero creo que no quería, supuse qué porque era algo temeroso; le insistí un gran rato pero al final no quiso y puso una de comedia, creo que para tener algo más de ambiente, después una idea algo ingeniosa pasó por mi mente.
–Jimin...
–¿Qué pasó?
–Si en algún momento yo necesitara ayuda ¿tú me la brindarías?
–¿Por qué preguntas eso? –me miró confundido—.
–Curiosidad, entonces... ¿Sí?
–Sí, ahora veamos la película.
No sé si me lo dijo para callarme o si en realidad me daría su ayuda, de cualquier modo, ya está atado a mi plan. Cuando di la vuelta para ver el televisor recordé la posición en la que estaban y quise imitarlo poniendo mi mano sobre la suya sólo para ver si se comportaría igual conmigo.
–Jimin, tengo frío.
–¡Traeré otra manta!
Se levantó del sillón y subió las escaleras sin mirar atrás, en ese momento, mi instinto me dijo que lo siguiera y así lo hice; quedé frente a la puerta de su cuarto y acerqué mi oído para escuchar lo que decía.
–...¡Aish! Estoy sonrojado ¿No se² supone que ahora me gusta Yoon Gi?
¿Gustar?, ¿Yoon Gi?, ¿La persona que lo golpeó brutalmente?, ¿Cómo fue que... Dios, todo era un asco, no debí haberle tomado la mano.
–Bien, no hay que dejar que lo que siento por Jungkook crezca más.
Él ya sentía algo por mi... ¿Cómo fue que lo perdí tan rápido? Yo a él le gustaba y ahora quería suprimir sus sentimientos hacia mí. Era ahora o nunca decirle mis sentimientos, bajé las escaleras cuidadosamente para no hacer ruido, tras unos minutos, Jimin ya había llegado con las mantas.
–Toma.
–Gracias, perdón por hacer eso...
–Sólo veamos la película.
Pasaron dos horas las cuales disfruté estando con él, cuando terminó, vi el desastre que quedo.
—¿Te ayudo a recoger?
–No, yo lo haré.
Poniéndose de pie se dirigió a la mesa y tomó una caja donde metió las películas. Nunca le había prestado atención a su estatura, en verdad era pequeño y tierno.
–¿Te puedo llamar "pequeño"?
Jimin se volteó y con una mirada que nunca antes había visto me dijo:
–Dobla las mantas.
Entendí la indirecta y sólo me dediqué a recoger para no causar más problemas. Pasaron las horas y tiempo después nos sentamos en el sofá, observé atento su hermoso rostro, sus labios, ojos, nariz, todo.
–Tengo que ir por mi hermano, lamento que debas irte —dijo interrumpiendome—.
–Te puedo acompañar si quieres...
–No, mejor ve a casa, no te preocupes.
–Vamos, así pasaremos más tiempo juntos.
Seguía insistiendo ya que quería salir un rato con él, tiempo después de rogarle, aceptó y emprendimos camino, estaba muy contento pero no todo lo bello perdura.
–¿Yoon Gi? ¿No habías salido hace unas horas? —mi mejor amigo estaba en la entrada—.
–Regresé pero veo que haz estado muy entretenido con alguién...
Ese engreído solo me miraba con asco y despreció.
–Hola Suga, tiempo sin verte —extendí mi mano cortés—.
–¿Qué haces aquí? —preguntó haciendola a un lado—.
–Vine a ver a Jimin, de hecho ibamos a ir por su hermano, ¿no es así?
Quería ver la expresión de celos en su cara pero creo él ya sabía lo que estaba sucediendo.
–Creí que tus padres irían por él.
Miramos a Jimin ya que le había mentido a alguno de los dos, él estaba nervioso pero nos contestó muy rápido.
–Mi mamá me envió un mensaje de último momento y Jungkook me iba a acompañar ya que él estaba muy insistente, mejor ambos vayan a casa, los veo el lunes.
Jimin se fue evitando el contacto con alguno de los dos, cuando ya estaba lejos, olfateé su suéter ya que sabía que debía devolverlo pronto.
–¿Es tuyo? —me dijo Suga sacandome de mis pensamientos—.
–Es de ChimChim —respondí sin pena—.
–¿"ChimChim", qué clase de apodo es ese?
Me enojó mucho que se burlara del apodo que le había dado, así que para dejar claro que Jimin era mío le contesté:
–Uno que le he puesto con mucho cariño.
–¿Qué te pasa? ¿Por qué sigues fastidiando a Jimin después de lo que paso en el hospital? —noté su brusco cambió de humor—.
–No lo fastidio, creo que hasta ahora me dí cuenta de mis verdaderos sentimientos; por más que negara la idea, siempre regresa...
–¿De que estás hablando, Jeon?
Me armé de valor y le dije a Suga todo:
–Me gusta Jimin y me molesta que siempre estés tú con él.
–Ah con que es eso, bien, tus sentimientos a mi no me importan y yo no voy a dejar a Jimin sólo porque tú me lo pides, ahora me voy, eres una molestia.
Suga se alejó hasta su auto dejándome sólo en la entrada, estaba enojado y quería golpearle pero de que me servía, no iba a arreglar nada.
No me quedó otra alternativa y caminé a la parada de buses de la zona, tenía que buscar a Jimin y era seguro que tomaría el autobús, cuando llegó y emprendió camino, yo miraba por la ventana vigilando si ChimChim estaba caminando por las calles que aún eran desconocidas para él. Pasaron unos cuantos minutos y comenzó a llover nuevamente, luego recordé que nosotros no llevábamos algo con que cubrirnos y me preocupé. Comencé a llamarle y a mandarle mensajes pero no me respondía, me angustie y la lluvia estaba más agresiva, yo sólo rogaba porque él estuviera a salvo, de pronto cuando miré hacía la avenida vi su silueta, estaba debajo de un local cerrado refugiándose; rápidamente bajé del autobús y a pesar de que la lluvia era feroz, corrí lo más rápido que soportaban mis piernas hasta llegar a él.
–¿Jungkook? ¿cómo sabías que estaba aquí?.
–Te busqué por todas partes y me preocupé por ti cuando comenzó la lluvia, vámonos, ponte el suéter que me diste —dije quitándomelo—.
–No no, esperemos a que termine, no quiero mojarme.
–Bien pero vayamos a la parada de buses, para esperar e irnos —tomé su mano—.
–No quiero —la apartó—.
–Vamos ChimChim, si nos quedamos aquí... ¡Te besaré!
Lo que dije me resultó tan natural, pude ver como se sonrojaba.
–Me voy a otro lugar, tú sólo me incómodas.
Después de eso, a Jimin ya no le importó la lluvia y salió de su refugio arriesgandose a enfermarse, sólo lo miré irse y después lo seguí, era el momento indicado.
–Jimin —lo tomé por el brazo—.
–¿Qué quieres? ¿no ves que me estoy mojando?
–Tengo algo muy importante que decirte.
–¿No puedes decirmelo luego? Ahora me estoy mojando y...
–¡Me gustas!
Cuando dije eso, ni siquiera podía escuchar las gotas de lluvia. Incluso, noté la sorpresa e incredulidad de Jimin.
–¿Qué...dijiste?
–Que me gustas, que eres todo para mi...
–¿Estás jugando conmigo, cierto? Ya déjame Kook, ésto no es gracioso... —continuó caminando—.
Lo tomé nuevamente del brazo y lo giré bruscamente.
–Estoy hablando en serio, me gustas...
–¡ESTÁS MINTIENDO!
—...Y ya sé que yo a ti también te gusto o bueno, gustaba...
–DEJA DE DECIR TONTERIAS, DÉJAME EN PAZ...
Jimin cubrió sus oídos, creo que fuí muy cruel al decirlo todo de golpe.
–Hablo en serio Jimin, tú me gustas y quiero saber si podría existir un "nosotros"...
–Pero Jungkook, ahora me gusta otra persona... —dijo a punto de llorar—.
–Es Yoon Gi, ya lo sé, también lo escuché...
–No es él...
–Es él, ya no lo ocultes...
Cuando menos sentí, ya estaba llorando otra vez, mis ojos y todo mi rostro estaba rojo como nunca antes. Detuve un momento nuestra plática ya que ví un auto parecido al de Suga, lo contemplé por un rato y luego dije a Jimin:
–Sé que te gusta él... —tomé su mano— y créeme que haré todo lo posible por que regresen tus sentimientos hacía mi, pero por favor, espérame.
Después lo abracé contra mi pecho con mucho cariño, cuando noté que no se movía o luchaba por soltarse, me sentí bien, con más esperanzas. Creo que Suga nos vió y se decepcionó ya que se fue en su auto haciendo mucho ruido, ojalá deje de molestar. Tras esto, solté a Jimin pero éste sólo veía como Suga se iba.
–Espérame...
–¡¿Qué?! ¡¿A pesar de lo que hice sólo piensas en Suga?!
Me decepcioné mucho ya que después de confesarme, sólo pensaba en Yoon Gi.
–Está bien, te diré después, hora me tengo que ir —me respondió cabizbajo—.
Ese "te diré después" me hizo pensar que quizás me iba a dar una oportunidad y como estaba muy impaciente, pregunté:
–¿No me vas a dar una respuesta hoy?
–Necesito pensarlo, he estado confundido estos últimos días...
¿Confundido? Creo que si lo apresuro me dará una respuesta demasiado obligada, yo no quiero forzarlo a quererme y salir herido.
–Jimin, sólo prométeme que si no tienes una respuesta concreta, no me ilusiones y sigamos siendo...
–Amigos, ya lo sé, ahora me voy.
Jimin caminó en medio de la lluvia sin cubrirse mirando el suelo, después de que doblara en una calle, regresé hacía la parada de autobuses pensando en lo que hice, después me pregunté:
¿Lastimé a Jimin?
¿Habré hecho lo correcto?
¿Es más importante mi felicidad que la suya?
No lo sé pero de algo estoy seguro, a partir de ahora no soltaré a Jimin, no lo dejaré y mucho menos con Suga ya que ahora él es mi rival. Tengo algunos planes futuros pero no sé si funcionen, espero que sí ya que los he hecho para que no fallen. Soy capaz de todo con tal de tener a Jimin en mis brazos.