POV SEHUN
Finalmente me habían dado de alta y era hora de que nuestro pequeño retorno, conociese su nuevo hogar.
Yeol me ayudó a bajar del auto mientras que yo sostenía en brazos a nuestro pequeño Liè y él llevaba el pequeño equipaje que ocupamos mientras estuve esos dos días en el hospital.
Subí a nuestra habitación dejando con sumo cuidado a nuestro hijo en la cama, y me acomodé a su lado mientras acariciaba su pequeña pero regordeta mejilla. Le vi removerse y sentí como mi corazón se encogía de la alegría al verle tan sereno, pensando que quizás así se veía mientras estaba en mi vientre.
Yeol se asomó en el marco de la puerta y nos observó con una sonrisa para luego acercarse en silencio y sentarse a mi lado, dejando un beso en la pequeña cabecita de Liè.
— Se parece a ti al dormir. -Musitó sobre mi oído sacándome una sonrisita que no dude en mostrar. -
Tomé su mano entrelazando nuestros dedos para luego hacer amagos de querer levantarme. Yeol me ayudó y acarició los costados cuando estuve de pie. Enredé mis manos en su cuello con una sonrisa, dejándome guiar por un compás inexistente y las suaves risas de Yeol en mi cuello. -Algo que amaba de nuestra estatura era que estábamos hechos a la medida, aunque Yeol me pasara en unos cuantos milímetros, así nos sentíamos conformes.-
ChanYeol se detuvo unos cuantos segundos para así capturar mis labios y no me negué a su tacto.
Separé mis labios dejando que su lengua entrara en mi cavidad, para luego enredarse con la mía. Suspiré entre sus belfos y se separó dejando varios besos cortos hasta quedar a una distancia prudente.
Me relamí los labios y acaricié sus cabellos para luego mirar a nuestro pequeño retoño dormir. Al parecer sería una buena noche.
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— ¡SeHun! ¡Se acabó la fórmula! -Gritó ChanYeol desde el segundo piso.
— Ya casi está.
Suspiré frotando mis ojos con cansancio para luego mirar la hora.
A penas eran las tres de la madrugada y XunLiè no dejaba de llorar desde hace dos horas.
Apague el fogón y asegurandome de que estuviese bien la fórmula, decidí subir. Al llegar estaba Yeol sentado en la cama mientras arrullaba a Liè con una canción de niños. Y al parecer surgía efecto, ya que este parecía quedarse dormido a momentos.
Finalmente, le dimos su biberón hasta que cayó dormido en su cuna.
Habíamos optado dejar la cuna de Liè en nuestra habitación ya que si despertaba era más fácil atenderlo, sin embargo, el sueño de nuestro pequeñito era bastante susceptible, ya que despertaba ante cualquier ruido.
Al final de cuentas, Yeol y yo, nos volvimos a acomodar en la cama, suspirando al sentir nuevamente aquel calor tan cómodo. Me acomodé en su pecho y decidí dormir, ya nos esperarían unos ajetreados años.
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Ya había transcurrido un mes desde el nacimiento de XunLiè, y al parecer, todos estaban felices con la llegada de un nuevo ser a casa, en especial mis padres.
Por un lado, YiFan y TaoZi, venían a visitarnos cada vez que tenían la oportunidad y se quedaban un par de horas hasta la llegada de Yeol.
Mientras que por el otro, estaba mamá y MinHo. Quienes venían esporádicamente junto a NaNa y se quedaban un par de días en casa.
Además de eso, JongIn, KyungSoo y DongHae venían a visitarnos seguido.
Había sido algo incómodo al inicio el reencuentro de KyungSoo y JongIn, sin embargo, pudieron manejarlo y acabaron como buenos amigos. Y al parecer DongHae había encontrado pareja.
Miré a Liè babear al ver la televisión mientras movía sus deditos intentando agarrar a Nemo.
Sonreí y besé su cabecita para luego acomodarme a su lado y ver la película junto a él.
Sin dudas, Liè era mi todo.
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Diez meses después.
—¡YEOL! ¡YEOL VEN RÁPIDO! -Gritaba con fuerzas mientras le hacía señas a Liè de que se quedara en la misma posición-. No te muevas, mi vida. Quédate así hasta que venga papá, ¿Sí?
Moví mi cabeza hacia todos los lados, con ansias, mientras repetía el nombre de Yeol y le hacía caras graciosas a mi pequeñín.
— ¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ PASÓ?! -LLegó Yeol con una toalla enredada en su cintura mientras caminaba con pasos torpes hacia nosotros.- ¿Estás bien, SeHun?
Me miró preocupado mientras yo señalaba a Liè con mi índice, emocionado. Yeol le miró y luego me miró sin comprender.
— ¿Que pasa? -Musitó mirándome sin entender. -
Reí ante su torpeza.
— Ya se levantó, Channie.
— Ah, eso. -Murmuró con desdén para luego quedarse helado por unos segundos.-
Me reí ante su expresión, al igual que Liè quien solo miraba divertido la escena.
— ¡JODER! ¡SEHUN SE HA COLOCADO DE PIE! -Gritó consternado, asustando a Liè quien cayó de bruces al suelo y comenzó a llorar.
Yeol lo tomó en brazos y llenó su rostro de besos mientras reía, orgulloso de que su pequeño al fin pudiese colocarse de pie tras casi un año.
Giró su mirada a mí y levanté mis hombros divertidos al ver como el pequeño se dejaba mimar.
Me levanté estirando mis piernas para luego tomar a Liè en brazos mientras hacía morritos.
— Ve a terminar de ducharte. -Dije dejando un corto beso en los labios de Yeol. - No quiero que mi cita llegue tarde.
Yeol, sonrió con lascivia y besó mis labios suavemente para luego hacer lo mismo pero en la cabecita de XunLiè.
Ese día YiFan y Tao se quedarían con Liè con la excusa de que Yeol y yo necesitábamos un espacio para nosotros. Y ante la necesidad, no cabía duda de que íbamos a aceptar, sin embargo, no queríamos dejar a nuestro pequeño.
Ya había arreglado las cosas de Liè mientras Yeol se arreglaba; luego, él se quedaría con Liè para finalmente salir juntos a dejar a Liè con YiFan.
Esperé a que Yeol saliera de la habitación mientras jugaba con el pequeño Xunnie, haciéndole cosquillas mientras el se tiraba en el suelo y se revolcaba. Al salir Yeol decidí entrar a arreglarme, optando por no demorarme mucho.
Me duché y elegí un buzo manga larga de rayas blancas y azules junto con unos vaqueros entallados negros, mis zapatos de mezclilla favoritos, una bufanda y finalmente un abrigo negro.
Al bajar las escaleras Yeol sonrió tontamente con Liè en sus brazos, haciéndome sonrojar. Al llegar a su lado tomé a nuestro pequeñito en brazos.
— Mira como se ve de hermoso tu mami. -Dijo Yeol, posando una de sus manos en mi espalda baja mientras dejaba un beso en mi barbilla. -
Xun rió aplaudiendo y salimos de casa para ir a dejar a Liè.
El trayecto fue corto, ya que afortunadamente la nueva casa no quedaba tan lejos de la de YiFan, así que al llegar ellos ya estaban afuera esperando por Xunnie con los brazos abiertos y una gran sonrisa plasmada en su rostro.
YiFan se acercó a mi para saludarme y de paso saludar a su nietecito que se veía alegre de volverle a ver, mientras que Tao se acercó a saludar a Yeol y a tomar las cosas del bebé.
Conversamos durante un rato, para luego despedirnos mientras les dejaba un sinfín de recomendaciones en caso de emergencia y llenaba de besos las regordetas mejillas de mi pequeñito. Yeol hizo lo mismo durante unos segundos y luego nos subimos al auto.
Yeol encendió el motor y tomó mi mano mientras nos dirigíamos al lugar de nuestra cita. No sabía dónde sería, ya que según él, era sorpresa. Además de que era una noche importante, aunque no fuese nuestro aniversario.
No le tomé importancia, así que cuando llegamos al restaurante le miré sorprendido y divertido.
¿Realmente estábamos en Starbucks? Bajé del auto y entrelazamos nuestros dedos sonriendo como colegialas.
Aunque no fuese mi ideal de cita, estaba bien. Si era con Yeol todo estaba bien.
Pedimos unos cafés descremados y nos sentamos a hablar por horas. Como en los viejos tiempos. Contando anécdotas o simplemente relatando nuestros días y cómo cambió nuestra vida desde la llegada de nuestro pequeño.
El celular de Yeol sonó y le miré confundido. Él se levantó por unos segundos y luego volvió a mi lado haciéndome levantar.
— Si creías que solo era esto, estás muy equivocado, nalguitas. -Susurró en mi oído antes de cubrir mis ojos con una venda y llevarme hasta el auto.
— Falta la cena. -Musitó sobre mis labios al abrocharme el cinturón. - Y una sorpresa.
Unió nuestros labios por unos segundos para luego alejarse y sentir como cerraba la puerta del auto y encendía el motor.
Decir que estaba nervioso, serían meras falacias. Quería ahogarme en un mar de nervios pero no podía, quería ver a dónde íbamos, pero cada vez que preguntaba Yeol respondía con un: "Ya casi llegamos, tranquilo". Y sinceramente eso no me bastaba como para calmarme.
Agudizo mis sentidos y percibo el olor a sal, arena. ¿Estábamos en la playa? Siento los brazos de Yeol soltar el cinturón y me aferro a él para no caer.
Sacó mis zapatos con cuidado y algo en mi interior decía que mis intuiciones eran acertadas, sin embargo aún quería verlo con mis ojos.
Me tomó en brazos delicadamente haciendo que terminase de perder mi sentido de ubicación. ¿Dónde carajos estábamos?
Escuché el cerrojo de una puerta y luego un delicioso olor a pastas y vino. Sentí la madera crujir bajo mis pies cuando Yeol me dejó en el suelo, hasta que sus manos quitaron la venda y sus labios se posaron en mi cuello por breves segundos.
Cuando abrí mis ojos sonreí ampliamente.
No podía creerlo, me acerqué lentamente hasta la barandilla y sonreí con mis ojos llenos de lágrimas para luego girarme a ver a Yeol.
Me acerqué a él y dejé un largo beso en sus labios mientras me aferraba a su cuello con una sonrisa amplia.
— Esto es hermoso, Yeol. -Musité agitado al separarme de sus labios para luego rozar nuestras narices.-
— Y falta la mejor parte. -Respondió antes de tomar mi mano y guiarme hacia la mesa donde estaba la comida, apartando mi silla para luego correrla cuando ya me había sentado.
Tomó lugar frente a mi y entrelazó nuestras manos sobre la mesa.
— Espero te guste, amor. -Dijo con un brillo singular en sus ojos que no pasó desadvertido para mi. Asentí y comenzamos a comer.
A veces Yeol se quedaba callado y miraba hacia el mar, o se distraía fácilmente cuando hablábamos. Al terminar de comer tomé su mano llamando su atención.
— ¿Pasa algo? -Pregunté con cautela mientras le miraba con calidez y acariciaba su mano.
Él negó y de la nada apareció un muchacho que se llevó los platos.
Reí nervioso y luego miré a Yeol jugar con su servilleta. ¿Pasaba algo?
Se levantó rápidamente, como tomando valentía, y me miró sonriente. Extendió su mano hacia mi, y ladee la cabeza confundido, aún así, tomé su mano y me levanté.
Sostuvo mis caderas con sus brazos y rodee su cuello con los míos hasta que comenzó a sonar una suave balada.
Le miré a los ojos mientras nos movíamos al compás de la música. Quizás Yeol un poco más lento que yo, pero lo entendía. Lo suyo no era el baile, y quizás por eso estaba nervioso.
Esta vez, decidí dar el primer paso y junté nuestros labios delicadamente durante unos cuantos segundos. Me separé con una sonrisa al ver como esos labios que tanto amaba tomaban nuevamente los míos en un beso cálido, y lleno de amor.
Moví a la par mis labios, ladeando un poco mi cabeza sin dejar de bailar. Sintiendo como dentro de mi, revoloteaban un sinfín de mariposas hasta llegar a mi garganta.
La música cesó y permanecimos así durante unos cuantos minutos más.
Yeol abandonó mis labios y sonreí con los ojos cerrados.
— SeHun... -Habló y decidí mirarle para que supiese que le prestaba atención. Tomó aire y me dedicó una sonrisa que devolví.
"Desde que te vi, caí profunda y ciegamente enamorado de ti. Simplemente, mi corazón revoloteó y se ancló a ti. Cada minuto, hora, día, mes, año, que he pasado contigo, han sido los mejores de mi vida. Y desde hace que te perdí una vez, me juré nunca dejarte ir.
Había preparado esto desde antes, sin embargo, llegó a nuestras vidas un hermoso regalo, un lindo retoño que cuidaré con mi vida igual que nuestro amor. Así que a pesar de mis prontas ganas, debí aplazarlo, por miedo a no ser suficiente para ambos, porque sé que en algún momento, tendremos dificultades, y llevar un hogar no es fácil.
Sigues siendo joven, no perderás tu gracia ni belleza a pesar de que tengas siglos, mientras que yo envejeceré más rápido, y los pensamientos llegaban como bombas a mi.
Sin embargo, una mañana al despertar sin ti, entendí que no podía vivir sin ver tu sonrisa en las mañanas, ni tus hermosos pucheros. Quería verte despertar, quería abrazarte en las noches y despertar así contigo.
Y me haz dado una nueva oportunidad que no voy a desechar. Prometo hacerte feliz todos los días, y demostrarte que mi amor por ti, le daría la vuelta al mundo infinitas veces. Prometo estar contigo en las buenas y en las malas, así que..."
En ese instante mis mejillas estaban empapadas y sólo sollocé al ver como ChanYeol se arrodillaba frente a mi y sacaba de su abrigo una pequeña caja de terciopelo.
— Oh SeHun, ¿Quieres... casarte conmigo?
Me limité a mirarlo y asentir de manera desenfrenada para luego lanzarme a sus brazos entre sollozos. Junté nuestros labios repetidas veces y reí al sentir como me elevaba por los cielos.
Me dejé colocar la argolla y la miré con los ojos brillosos y una gran sonrisa.
Yeol me abrazó por la cintura, dejando varios besos en mi cuello y reí tomando sus hebras entre mis dedos.
Junté nuestros labios nuevamente para luego caminar entre besos hacia la habitación mientras nos deshacíamos de la estorbosa ropa.
Sin duda sería una maravillosa noche.
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N/A:
¡Regresó Popoto! Eeeeh. Okya:v
Sin duda alguna es el capítulo más largo de la historia. SDFDFGJJK.
¿No se han fijado de que Popoto siempre actualiza en la noche? SSDGFGH. En estos momentos son las 12:38 am y tengo clase de 6 am, pero todo sea por ustedes. (Si no lo hacía ya, no lo hacía después:'v )
Sinceramente desde hace mucho venía con la idea de escribir este capítulo, sin embargo no me salían las palabras para hacerlo. Hasta hoy.
Y AQUÍ ESTA. ¡EL PENÚLTIMO CAPÍTULO! Escrito con sudor y lágrimas.
Les he cortado el lemon, porque creo que se cagaría el momento. Todo romántico y luego sexo salvaje no cuadra. :'V
Pero, eso lo dejo a su imaginación. De que tuvieron salseo, lo tuvieron. 7u7
Para compensarlo, los extras traerán LEMON o salseo. (Aunque me salga pal perro, pero lo traerá).
Ya saben el eterno mensaje. ¿Dudas, opiniones, reclamos, quejas? :v
Ya saben, se aceptan criticas constructivas. Además de que están en su derecho de avisar de algún horror ortográfico.
*Espacio para madrear a Popoto por no actualizar pronto*
Ya falta un capítulo:'c
#MeEmputristece.