Capítulo setenta y cinco.
—A la mierda con esto.— bufó Luke lanzando al suelo los pocos apuntes que tenía anotados. — Ahora me arrepiento de quedarme dormido en esa clase. — se quejó.
Michael echó una gomita más a su boca y rió suavemente tratando de que Luke no lo descubriera.
—No te rías, esto es serio. — gruñó el rubio entrecruzando sus brazos.
Michael sin aguantarse más soltó una carcajada y lanzó una gomita al rostro de Luke provocando que éste lo mirara de mala manera.
—Voy a reprobar esta materia, mierda. — murmuró asustado. — Y retrasaré toda mi carrera, joder. Mi mamá me cortará en trozitos ¡Este es el fin! — exclamó.
—Oye, relájate. Te irá bien, confío en ti. Eres muy inteligente. — calmó Michael con voz suave a su lado.
—Sí, pero tu confianza no me ayudará a responder correctamente Michael. — gruñó el rubio.
—Hey, yo no tengo la culpa Lukey. — murmuró el teñido bufando.
—Sí, sí. Lo siento. Es que, me pongo muy nervioso con esto. — se disculpó Luke jugando con sus dedos.
Michael asintió mordiendo su labio.
—Bien, hagamos algo.— dijo sentándose correctamente sobre la cama y de paso recogió los apuntes del rubio.— Relee esto un par de veces y trata de memorizarlo. Luego yo te preguntaré y si respondes correctamente te regalaré una gomita y un beso. Y luego te preguntaré nuevamente lo mismo e iré agregando más preguntas ¿te parece?
Luke lo miró sonriente y asintió con emoción.
—Con un beso tuyo me bastaba pero igual tengo hambre. — se encogió de hombros y tomó su cuaderno para estudiar.
Unos labios posándose en su cuello y barbilla lo distrajeron sintiendo como el bello de sus brazos y nuca se erizaban levemente.
—Pero si todavía no he respondido nada. — murmuró Luke con confusión.
—Es que eres muy besable, no me culpes. — se encogió de hombros el teñido alejándose levemente para dejarlo estudiar mientras sonreía.
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quiERO ESTO