Contando estrellas

By KarlaKassapian

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La vida da segundas oportunidades por alguna razón, quizás no sea tu momento de partir porque aún hay cosas p... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19

Capítulo 20

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By KarlaKassapian

Habían sido dos meses de arduo trabajo de producción, Ji Ho creyó que sólo le tomaría uno pero no pensó en los contratiempos que siempre se podían presentar. Pero ya había terminado y había dejado todo en orden en Seúl para mudarse por fin a Londres con Jaehyo. Ya desde hace días tenía acomodado su equipaje y cuando la fecha llegó, temprano fue al aeropuerto para tomar de nuevo un avión que lo llevara a su nueva vida. Le dolía tener que dejar a Ji Seok y no poder verlo si no hasta que pudiera ir a visitarlo en vacaciones pero estaba tranquilo porque no estaría solo, conoció a una buena chica que llenaría el vacío que le quedaría una vez que se fuera. Ji Ho esperaba que todo marchara muy bien con ella y en un futuro se casaran y formaran una linda familia.

Se despidió de Ji Seok con un fuerte abrazo acompañado con palmaditas de ánimos en la espalda para ambos y una vez que pasó migración, dejó atrás su vida en el país para hacer una nueva al lado de Jaehyo. El avión estuvo a tiempo y cumplió las horas establecidas de viaje para llegar a Londres; cuando Ji Ho se dirigía a la salida después de buscar su equipaje, estaba emocionado por ver a Jaehyo que debía estar esperándolo en la puerta así como le dijo que haría a pesar de tener trabajo. Salió y vio a un montón de gente que esperaba recibir a sus seres queridos pero no lograba encontrar a su novio entre todos. Se hizo un lado de la multitud para poder llamar el chico pero la llamada no le caía.

-No puede ser que lo haya olvidado.

Jaehyo no había olvidado que Ji Ho llegaba ese día, lo había estado esperando mucho como para hacer eso pero estaba tan ocupado y concentrado en su trabajo escribiendo un informe que no se había detenido en ver la hora. Dejó de teclear por un momento y se estiró en su silla, vio el reloj de la computadora y se espantó al ver lo tarde que era, no se dio cuenta lo rápido que pasó el tiempo. Guardó el documento y agarró sus cosas para luego salir corriendo de su oficina, casi chocó con su amigo en su carrera.

-¿Qué sucede? ¿Por qué tanta prisa?

-Ji Ho llega hoy y ya voy tarde al aeropuerto.

-Tranquilo, los vuelos siempre se retrasan, tal vez aún no ha llegado.

-Es verdad, pero igual debo apurarme. Vuelvo más tarde- siguió corriendo hasta la salida y tomó un taxi.

Iba en el camino rogando porque el vuelo se haya retrasado pues le había prometido a Ji Ho que lo recibiría y no quería que se decepcionara al no verlo en el aeropuerto. Le decía al taxista que fuera más rápido pero nada podía hacer con la gran cantidad de carros que había en una avenida a causa de un accidente que apenas estaban levantando. Tuvo que tener paciencia y fueron quince minutos después que pudieron avanzar pero habían parecido horas. Jaehyo por fin llegó al aeropuerto y corrió hasta la puerta de salida por la que Ji Ho debía de pasar; chequeó el itinerario pero no veía nada sobre algún vuelo desde Seúl por lo que asumió que aún no llegaría. Su teléfono celular sonó y era Ji Ho.

-Hola Ji Ho ¿Ya están llegado?-

-Sí, acabamos de aterrizar, pronto saldremos-

-Se retrasó bastante el vuelo ¿No?-

-Así es ¿Has esperado mucho tiempo?-

-Uhmm, no mucho, sólo tengo media hora aquí pero está bien-

-Ya veo. Debo dejarte, no puedo esperar para verte-

Jaehyo estaba más tranquilo porque logró llegar a tiempo y no tardó en ver a pasajeros saliendo del vuelo que acababa de llegar pero estaba tan seguro que ese era el de Ji Ho que no se detuvo a ver que no venía desde Seúl. Sí se extraño al no ver a ningún asiático salir y tampoco vio a Ji Ho; vio la pantalla con el itinerario y supo que el vuelo venía desde Berlín. Llamó a Ji Ho para saber qué pasaba y enseguida le atendió.

-No veo nada sobre un vuelo desde Seúl ¿En serio ya llegó el avión?- le preguntó Jaehyo.

-Sí, ya llegó-

-Pero...No entiendo ¿Es en otra salida? ¿Me confundí?-

-No-

Jaehyo se sobresaltó al escuchar a Ji Ho detrás de él y al darse la vuelta se sorprendió al verlo allí pues no lo vio pasar.

-¿En qué momento llegaste?- preguntó Jaehyo confundido - No te vi salir.

-Llegué hace más de veinte minutos. El vuelo no se retrasó, fuiste tú el que lo hizo y lo peor es que me mientes diciendo que llevabas aquí media ahora- negó decepcionado pero en realidad no lo estaba, sólo bromeaba con Jaehyo para que creyera que de verdad estaba disgustado.

-Uhmm...Yo...

-No, no tienes excusas- tomó sus maletas, le dio la espalda y se alejó.

-¡Espera!- fue tras Ji Ho- Lo siento, se me hizo tarde, no me di cuenta.

Ji Ho lo ignoraba y continuó hasta afuera del aeropuerto.

-¡Ji Ho! No te molestes conmigo.

Ji Ho se detuvo y se volvió hacia Jaehyo, se mantenía con una expresión sería pero enseguida sonrió y abrazó a Jaehyo.

-Claro que no estoy molesto, bobito- dijo Ji Ho.

-¡Ji Ho! ¿Por qué siempre tienes que hacer eso? No me gustan esas bromas.

-Ya deberías saber cómo soy. No me tomes muy en serio - rió levemente pero a Jaehyo no le hacía gracia. Lo alejó de él y se marchó a paso apresurado - ¡Oye!- lo llamó - ¿Se habrá molestado?- lo siguió hasta la parada de taxis donde se detuvo - ¿Sí te molestaste?

-Sí- respondió sin mirarlo.

-No te creo.

Jaehyo lo miró y le sacó la lengua para luego volver su vista al frente. Ji Ho vio a su alrededor y la poca gente que había estaba alejada y ocupada en sus asuntos por lo que abrazó a Jaehyo por detrás y dejó un largo y profundo beso en su cuello que no evitó que el mayor esbozara una sonrisa a pesar de que pretendía fingir estar molesto también. Ji Ho después le dio otro beso en la mejilla y se detuvo cerca de su oído.

-¿Ya no estás molesto?- le preguntó en un susurro.

-No pero no has estás cosas n público, espera a que lleguemos a casa.

Cuando un taxi se acercaba, Ji Ho se separó de Jaehyo y abordaron el transporte después de que su anterior ocupante lo dejara. Al llegar al departamento, lo primero que hizo Ji Ho fue irse directo al cuarto y lanzarse en la cama, estaba muy exhausto por el largo viaje y quería descansar. Estiró sus brazos para que Jaehyo lo acompañara.

-Debo volver al trabajo, no puedo quedarme mucho tiempo - dijo Jaehyo subiéndose a la cama.

-No importa, unos minutos estará bien por ahora- abrazó a Jaehyo estrechamente a él y suspiró tranquilo y feliz por la sensación de poder estar con él de nuevo- Te extrañé tanto. Siento mucho haberme quedado dos meses en vez de uno.

-Está bien, debías terminar bien ese trabajo. Pero ya estás aquí para quedarte.

Ji Ho asintió y se alejó un poco para ver a Jaehyo a la cara, compartieron una sonrisa y el menor se acercó para besar los labios que tanto añoró. Ambos deseaban poder quedarse así por más rato pero Jaehyo debía regresar a su trabajo, así Ji Ho podría descansar y cuando el mayor regresara, tendrían todo el tiempo del mundo para ponerse al día con sus vidas. Ji Ho tomó una ducha rápida y se cambió para luego acomodarse en la cama y dormir; Jaehyo regresó a la galería y se ocupó de terminar el informe que estaba escribiendo. Intentó hacerlo lo más rápido posible para salir temprano pero debía concentrarse o si no tendría que arreglar todo después. Cuando acabó hizo algo más pendiente que su jefe le dio y a las seis de la tarde pudo regresar a casa. Aún vio a Ji Ho durmiendo cuando se asomó a la habitación pero era comprensible que estuviera tan cansado así que no lo molestaría y prepararía una deliciosa cena para los dos.

Durante el tiempo viviendo en Londres había estado muy ocupado con su trabajo pero encontró espacio para aprender algunos de los platos que típicamente se comen en el país; le encantaba preparar asado en salsa con patatas y vegetales, pastel de papa relleno con carne o postres como trifle o crumble. En esa oportunidad prepararía algo ligero, normalmente la cena para los ingleses es la comida más grande del día pero no se acostumbraba a eso porque le caía pesado el comer mucho en la noche.

Ji Ho se despertó y se dio cuenta lo mucho que durmió al ver la oscuridad en el cuarto, estiró su cuerpo y se levantó para ir al baño pero antes escuchó ruido afuera. Se asomó y vio prendida la luz de la cocina por lo que supo que Jaehyo estaba cocinando. Se lavó los dientes y la cara y luego se reunió con su novio; olfateó el delicioso olor a queso que salía de las papas horneadas rellenas que Jaehyo sacaba del horno y su estómago tronó de hambre.

-Son papas rellenas con maíz, champiñones y queso y también estoy preparando un pudín de frutas con crema- le explicó Jaehyo a Ji Ho.

-Huele muy bien, no puedo esperar a probarlo.

Se sentaron a la mesa y cenaron mientras conversaban; aún cuando terminaron no se levantaron y seguían hablando y riendo y luego se mudaron a la cama para mirar un poco de televisión. Ji Ho aún seguía algo cansado del viaje y Jaehyo también por causa de su trabajo, estaban tan cómodos acostados que cayeron dormidos pasados tan sólo unos minutos. Al día siguiente ya era sábado por lo que podían pasarlo juntos fuera dando un paseo y ya era primavera por lo que el clima estaba perfecto como para quedarse en casa. Ji Ho por fin pudo ver con sus propios ojos lo bella que era la estación allí pero Jaehyo seguía extrañando mucho cómo era en Corea con los hermosos cerezos que no sería capaz de ver de nuevo al menos que pidiera vacaciones en primavera.

Pasaron la tarde en un centro comercial visitando las tiendas, Ji Ho quería ir a una en especifico para comprar algo pero no quería que Jaehyo supiera lo que era por lo que se separaron por un momento. El mayor dio una vuelta viendo las vitrinas y luego esperó a Ji Ho en la plaza central del centro comercial; lo vio al poco rato cargando una gran caja forrada en papel marrón.

-¿Qué fue lo que compraste? ¿Un instrumento musical?-preguntó Jaehyo.

-No, es otra cosa.

-¿Por qué no puedo saber? ¿Es un regalo?

-Sí y no. Ya verás, en la noche.

Estuvieron fuera hasta la noche, ya en casa, Ji Ho desenvolvió la caja con lo que había comprado y a Jaehyo se le quitó la curiosidad y la duda por saber qu'w era.

-¿Un telescopio? ¿Por qué compraste uno?

-Para ver las estrellas ¿Qué más?

Ji Ho sacó todas las partes del telescopio y lo armó, no fue difícil. Luego puso el artefacto en el pequeño balcón del departamento y apuntó el lente al cielo, ajustándolo hasta encontrar las coordenadas que estaba buscando. El cielo estaba completamente despejado y se veían claramente las estrellas por lo que era el mejor momento de usar el telescopio.

-¡Allí está!-dijo Ji Ho mirando por el ocular. Se hizo a un lado y dejó que Jaehyo viera.

-Veo una estrella ¿Tiene algo en especial?

-Es la más especial de todo el cielo ¿Puedes adivinar su nombre?

-¿Cómo podría...?-se enderezó y miró a Ji Ho que reprimía una sonrisa- Ji Ho ¿Acaso tú...? No.

-¿Qué?

-¿La compraste y le pusiste mi nombre?

-Qué bien me conoces-sonrió ampliamente-¿Recuerdas cuando hablamos sobre eso antes de que vinieras aquí? No es exactamente la que te dije pero al final de cuentas hay una estrella en el cielo que lleva tu nombre.

Jaehyo estaba muy sorprendido, a cualquiera le encantaría que le regalaran una estrella y le pusieran su nombre, es un presente muy original y fuera de éste mundo, literalmente. A Jaehyo no le disgustaba para nada, significaba mucho y le hacía ver lo mucho que Ji Ho lo ama pero aunque no quería, no dejaba de pensar en lo costosa que pudo haber sido.

-¿Cuánto costó?-preguntó Jaehyo apenado por su pregunta porque no se debe saber el precio de un regalo pero tenía curiosidad.

-No fue tan cara como pensé, sólo fueron cien mil wons.

-¿En serio? –se asombró- Creí que costaría millones- miró al cielo- Wow, podrías comprar muchas si quisieras-volvió su atención a Ji Ho y sonrió serenamente-Muchas gracias, es el mejor regalo que me han hecho. Yo nunca podría darte algo tan especial, una estrella supera cualquier regalo.

-Yo no te pido que me des nada-acarició la mejilla de Jaehyo con ternura y le dio un corto beso en los labios-Sólo no te alejes de mí.

-Nunca lo haré-miró la hora en su reloj-Es temprano, salgamos. Vayamos a ese pub al que fuimos varias veces hace dos meses.

-Oh sí, el pub irlandés, es muy bueno. Vayamos allá.

La noche era joven y era sábado, además no habían celebrado propiamente la llegada de Ji Ho ¿Y qué mejor que ir a un pub a beber mientras disfrutan de algo de música también? Ya habían ido a ese establecimiento la primera vez que Ji Ho estuvo en Londres y les gustó mucho el buen ambiente que ofrecía además del gran servicio. El lugar estaba bastante lleno pero por suerte encontraron puesto en la barra, pidieron un par de cervezas y brindaron. La música en vivo era animada y el ambiente muy ameno y festivo a pesar de no estar celebrando nada pero siempre era así en ese lugar.

-Ahora que vivirás aquí y dejaste tu trabajo como productor en Corea ¿En qué piensas trabajar?-le preguntó Jaehyo a Ji Ho mientras disfrutaban de sus cervezas.

-No lo sé. Por falta de dinero no tengo por qué preocuparme pero buscaré algo para no quedarme aburrido en casa sin hacer nada. Sabes, siempre me llamó la atención el ser bartender.

-¿Pasarás de un productor musical a bartender? ¿En serio?

-Eso es un arte, sólo mira-señaló al bartender que hacía un pequeño espectáculo de malabares con una botella prendida en fuego-Es divertido, sobre todo en un lugar como éste.

-Hmm, busca otras opciones. Apégate a tu música.

-Seré cantante de bodas entonces-dijo bromeando causando que Jaehyo escupiera un poco de su cerveza por la risa que le causó.

-Podría ser, podría ser-rió para sí. Tomó un poco más de su cerveza antes de continuar- Ji Ho ¿No te arrepientes o no te arrepentirás de haber dejado toda tu vida atrás y comenzar desde cero aquí?

-Sí la extrañaré pero no es arrepentimiento lo que siento- tomó la mano de Jaehyo, acariciando su dorso con su pulgar - Yo decidí esto por mi cuenta para poder estar contigo y estoy feliz con la decisión que tomé.

Cerraron el tema y pasaron un rato más en el pub hasta que se hizo tarde y ya no pudieron seguir bebiendo o se levantarían con resaca. Decidieron irse a pie a casa, sólo eran unas cuantas cuadras y aún había gente en la calle disfrutando de la vida nocturna de la zona por lo que era seguro. Llegaron a casa ya con mucho sueño gracias a los efectos del alcohol que consumieron y se sentaron en el sofá al no poder llegar al cuarto por el cansancio. Ji Ho se acomodó con su cabeza recostada en el espaldar y cerró los ojos; pronto sintió la mano de Jaehyo acariciar su abdomen y seguidamente al chico subiéndose sobre él. No separó sus párpados pero sonrió al sentir los labios del mayor besando tranquilamente su cuello y mordiendo levemente su piel; la forma tan suave en que lo hacía lo relajaba y le daba un toque erótico al momento donde sólo la luna los bañaba con su luz que atravesaba la ventana. Y por si fuera poco, Jaehyo presionaba su entrepierna contra la de Ji Ho estimulándolos así a ambos. Sin embargo, Jaehyo dejó de presionar y besar, entonces Ji Ho lo escuchó roncar y abrió los ojos.

-¿Jaehyo? No me digas que te quedaste dormido- le pellizcó levemente a un costado y Jaehyo se enderezó de golpe.

-¿Qué pasó?

-Te estás cayendo del sueño. Mejor te hubieses ido directo a dormir y no me ilusionabas.

-Lo siento- cubrió su bostezo con su mano.

-Vayamos a la cama mejor- le dio unas palmaditas a Jaehyo en el muslo para que se levantara y fueron al cuarto.

Eran las nueve de la mañana cuando Jaehyo despertó gracias a la melodía lejana de un teléfono, se revolvió bajo la sábana y sintió un vacío en el estómago al casi caer al piso. Seguía escuchando la melodía, salió del cuarto cerrando la puerta con cuidado para no despertar a Ji Ho y vio el teléfono del menor en el sofá que estaba sonando. Era la señora Kim, por lo que atendió.

-¿Aló?- atendió Jaehyo con un bostezo.

-¿Eres tú Jaehyo?-

-¡Hola señora Kim! Sí, soy yo, Ji Ho está durmiendo en éste momento-

-Oh ¿Llamé muy temprano?-

-No, son las nueve de la mañana pero siendo domingo se nos pegaron las sábanas - rió levemente y se sentó en el sofá - ¿Y cómo está todo?-

-Todo está muy bien. Se siente un pequeño vacío ya que Ji Ho no vive aquí ahora pero sé que él está bien y feliz allá contigo. Me alegro mucho por ustedes dos que ya pueden estar juntos como querían.-

-Gracias- sonrió-Es algo que nunca pensé que pasara pero ambos somos más felices que nunca.-

-Es bueno escuchar eso. Ji Ho contigo y Ji Seok ahora con su adorable novia- suspiró- Ya se merecían un poco de paz y felicidad luego de todo lo que pasaron. Ha sido un tiempo difícil para ambos.-

-Oiga señora Kim ¿Y qué es de su vida? ¿Cómo está su hijo?-

-En mi vida todo igual, trabajando como me gusta y Yu Kwon está muy bien, ya terminó de hacer el servicio militar hace unos meses y comenzará la universidad en el próximo período. No sabes lo feliz que estoy que haya logrado cambiar y reflexionar sobre sus acciones, ya lo había notado desde que ayudó a Ji Seok a salir de la cárcel y a Ji Ho de ese hospital psiquiátrico.-

-Disculpe ¿Qué dijo sobre ayudar a Ji Seok salir de la cárcel y a Ji Ho de un hospital?-

-¿No recuerdas? Fue el año pasado, unos pocos meses después de que te fue...-se dio cuenta de que había metido la pata- Oh no...Uhmm, de-debo colgar, tengo que ocuparme de unas cosas. Mándale saludos a Ji Ho, adiós.- trancó.

Jaehyo se encontraba sorprendido, creyó que no había escuchado bien pero el nerviosismo de la señora Kim al darse cuenta que habló de más le confirmó que había recibido bien la información. Volvió a la cama, se acostó boca arriba manteniendo sus ojos abiertos y meditó sobre la reciente revelación. Estaba indignado porque se le ocultó algo tan serio por todo un año, él había estado tranquilo y feliz en su trabajo mientras Ji Ho y Ji Seok estaban pasando por una difícil situación la cual aún no sabía cómo pudo haber pasado.

Ji Ho despertó y se arrimó hacia Jaehyo, le dio un beso de buenos días en la mejilla y descansó su cabeza en su hombro aún con mucha flojera de levantarse.

-Buenos días ¿Cómo amaneciste?- preguntó Ji Ho.

-Bien- respondió secamente, cosa que a Ji Ho le extrañó.

-¿Ocurre algo? Siento un poco de tensión en ti.

-Sí, sí pasa - se sentó, Ji Ho lo imitó-¿Por qué no me dijiste que Ji Seok estuvo preso y tú en un hospital psiquiátrico?

Ji Ho abrió los ojos ampliamente.

-¿Cómo sabes eso?

-La señora Kim acaba de llamar, hablábamos y se le escapó ese pequeño secretito que me escondiste-dijo con un tono sarcástico- ¿Podrías explicarme ese asunto porque aún me siento muy confundido?

-Sí. Fue unos meses después de que te fueras, mi tío planeó todo para quedarse con la empresa. Un edificio del que se encargaba la constructora, colapsó, hubo heridos y hasta muertos y mi hermano tuvo que tomar la responsabilidad de eso y por eso lo metieron preso. Yo supe que había sido todo un complot de mi tío y fui a reclamarle pero me encerró en un manicomio para deshacerse de mí también. Yu Kwon nos ayudó, pudimos desenmascarar a mi tío y se hizo justicia. Como ves, todo acabó bien-sonrió pero borró la sonrisa viendo que Jaehyo aún seguía disgustado.

-No puedo creer que no me hayas dicho nada. Pensé que había confianza entre nosotros.

-Claro que la hay y de verdad lo lamento pero no quería que te preocuparas estando aquí tan lejos. Conociéndote sé que te hubieses sentido mal por no poder hacer nada para ayudar y quién sabe si hasta hubieras tomado el primer avión a Seúl. No lo tomes a mal y no te molestes conmigo. Lo hice por tu bien.

Jaehyo entendía por qué Ji Ho le ocultó la verdad pero no podía evitar pensar en lo que pudo haber sufrido y como no estuvo a su lado para servirle de apoyo. Sabía que tenía la ayuda de la señora Kim, de Kyung y hasta de Yu Kwon, lo cual agradecía mucho pero igualmente creía que debió haber estado al tanto a pesar de no poder hacer nada desde tan lejos.

-Jae...

-No estoy molesto, sólo impresionado pero no vuelvas a ocultarme algo y aún más si es tan serio.

-Claro que no pero no volverá a pasar nada malo-besó cortamente sus labios-Iré al baño y luego prepararé el desayuno, tú sigue descansando.

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Habían llegado las tan esperadas vacaciones de verano y Jaehyo por fin podía ir a ver a su familia después de más de un año. Les pidió que no lo recibieran en el aeropuerto porque no quería ponerse a llorar en público así que cuando llegaron, Jaehyo y Ji Ho se fueron en taxi a casa de éste primero donde sus padres, hermano, cuñada, sobrina y amigos lo estaban esperando. Había sido tanto tiempo que estuvo lejos de su querida ciudad que Jaehyo miraba el paisaje con melancolía a través de la ventanilla del taxi; sentía cómo la playa a lo lejos, los edificios, las personas paseando en las calles y los establecimientos-sobre todos los de comida tradicional que tanto extrañaba- le estaban dando la bienvenida de vuelta a su hogar. Cuando llegaron a su destino, varias lágrimas corrieron por las mejillas de Jaehyo al ver su casa y al entrar, rompió en llanto. Estaba muy feliz pero lloraba de tal manera que parecía que estaba en un funeral hasta que alguien hacía algún comentario que le sacaba una sonrisa, sobre todo Ji Hoon que sabe cómo hacer un chiste o con su típico comportamiento juguetón lo hacía reír.

-¡Mongie!-exclamó Jaehyo contento cuando vio a su sobrina. La cargó y abrazó-No sabes cuánto te extrañé. Has crecido mucho durante mi ausencia, ya hasta casi no puedo cargarte-bromeó-Mongie, saluda a tu tío Ji Ho.

Ji Ho la saludaba con entusiasmo con su mano y le sonreía, la niña lo miraba serio pero enseguida mostro una dulce sonrisa y levantó su manito para saludarlo a su manera.

-Qué linda es-dijo Ji Ho estrechando la mano de la niña-No me imaginé que tendría una sobrina tan pronto, si espero por mi hermano seguro pasarán años.

-Bueno, pero ya tiene novia, con suerte pronto se casarán y tendrán hijos.

Era un gran día para todos, lleno de lágrimas de felicidad que luego sólo fueron sonrisas. Estuvieron reunidos por pocas horas porque no quisieron alargar la celebración pues sabían que Jaehyo y Ji Ho debían descansar luego del largo viaje que tuvieron. El menor se fue a su casa donde la señora Kim lo esperaba con los brazos abiertos y más tarde Ji Seok volvió del trabajo con su novia y cenaron juntos. A Ji Ho le agradaba mucho la chica que su hermano conoció y le gustaba que hubiese alguien más en la mesa con ellos. Con suerte, pronto la familia volvería a crecer y se mantendría el linaje de los Woo gracias a Ji Seok.

Por su parte, Jaehyo cayó rendido en su cama en cuanto todos se marcharon, planeaba hacerlo sólo por un rato para luego pasar la noche junto a sus padres pero el cansancio pudo más con él y durmió hasta la mañana siguiente. El delicioso olor que llegó a su nariz lo hizo despertar y al asomarse fuera de su cuarto reconoció lo que se estaba cocinando. Bajó una vez que se aseó y el desayuno ya estaba puesto en la mesa, Jaehyo quiso llorar al poder disfrutar de nuevo de esos deliciosos platos típicos de su país que su madre siempre prepara.

-Come despacio, te ahogarás- le advirtió el señor Ahn a su hijo.

-Es que extrañaba mucho ésta comida- tragó- Creo que aumentaré unos cuantos kilos antes de volver a Londres.

-Hijo ¿Y cómo está yendo todo ya que ahora Ji Ho y tú viven juntos?- le preguntó su madre.

-Perfecto-sonrió confirmando así lo feliz que lo hace vivir con Ji Ho- Antes me sentía tan solo cuando estaba en casa, cuando llegaba del trabajo y no había nadie para recibirme o despertaba y nadie me daba los buenos días, pero ahora estoy más tranquilo y feliz, no puedo tenerlos a todos allá pero por lo menos Ji Ho está conmigo.

-¿Y él aún está bien con la decisión que tomó? - preguntó su padre- Él tenía su vida y su carrera aquí, desprenderse de eso es difícil.

-Más que bien- aseguró Jaehyo honestamente- Al principio también estaba preocupado pero ha logrado adaptarse a la vida en Londres. Tiene un trabajo que le gusta y amigos también. Ambos estamos bien, él lo hace fácil para mí y yo para él.

-Estoy feliz que las cosas estén bien entre ustedes y que Ji Ho siempre haga que mantengas tu sonrisa- dijo su madre y sonrió.

-Gracias a los dos por apoyarme en esto, sé que al principio fue una gran sorpresa para ustedes cuando les conté lo que sentía por Ji Ho pero que lo hayan entendido significa mucho.

-Eres nuestro hijo, te apoyaremos en lo que sea que te haga feliz- dijo el señor Ahn y siguieron comiendo y hablando de otros temas para luego alistarse y salir a pasear como siempre han solido hacerlo los fines de semana.

El siguiente día era el turno de Ji Hoon y Taeil de estar con Jaehyo, Ji Ho por supuesto se les unió y tenían planeado estar fuera hasta que sus cuerpos no aguantaran más. La mañana la pasaron en una playa en Incheon, después fueron a almorzar y continuaron de paseo por un distrito comercial.

-Más tarde vamos a un karaoke –dijo Ji Hoon más que sugiriendo a como un hecho que lo harían.

-Esos dos sí que tienen energía-le comentó Ji Ho a Jaehyo en voz baja-Yo ya estoy cansándome.

-Así son esos dos, sobre todo Ji Hoon, no sé qué come para estar tan enérgico-respondió Jaehyo y Ji Ho reprimió una risa por algo que pensó -¿Qué? Dime.

-Tú preguntaste qué se comería y...-le dijo al oído. Jaehyo se sorprendió y reprimió una risa.

-Ji Ho, por Dios-le había sorprendido su chiste sucio pero también le había causado mucha gracia.

Ji Hoon y Taeil que caminaban delante de ellos voltearon a verlos al escucharlos reír por lo bajo y enseguida se callaron.

Entraron a varias tiendas para mirar, en una de ropa Ji Hoon tenía intenciones de comprar y cada uno se separó para ver los percheros y probarse lo que les gustaba, con excepción de Ji Ho que no se quedó en el local porque quería ir a ver algo en otro. Jaehyo sin embargo no fue con él. Ji Hoon ya había decido qué comprar y al buscar su billetera en sus bolsillos no la encontró, le preguntó a Taeil y Jaehyo si la tenían pero ellos en ningún momento la habían tenido en sus manos. Antes de ponerse nervioso y creer que se le cayó en la calle, el chico fue hasta al auto para buscar la cartera allí pero en su camino, se detuvo frente a una joyería cuando vio a Ji Ho adentro y frente a un mostrador que miraba con interés; se asomó desde la vitrina y pudo ver que lo que el otro veía eran anillos.

-No puede ser-enseguida corrió de vuelta a la tienda de ropa.

-¿Ya encontraste la cartera?-le preguntó Taeil al ver a Ji Hoon entrar.

Ji Hoon negó en silencio y miró a su alrededor en busca de Jaehyo, lo vio bastante alejado mirando unas chaquetas.

-A qué no sabes lo que acabo de ver-dijo Ji Hoon.

-Ni idea ¿Qué?

-Vi a Ji Ho en una joyería viendo anillos.

Taeil abrió los ojos sorprendido y miró hacia donde estaba Jaehyo para percatarse que no se acercara ni los escuchara.

-¿Acaso crees que...Que busca un anillo de compromiso?- preguntó Taeil.

-No lo sé ¿Pero por qué más compraría un anillo?

.No, no creo que sea eso, ya tienen más de un año juntos pero aún sería pronto para casarse. Quizás sólo busca anillos de pareja, hay unos que hacen eso. Pueden ser anillos, algún brazalete o ropa. No creo que Ji Ho tenga pensado comprometerse con Jaehyo.

-Sí, tienes razón. Aunque sería algo lindo.

-Pero apresurado.

-No si se aman.

No siguieron hablando cuando Ji Hoon alertó que Jaehyo se acercaba a ellos con una chaqueta que había escogido comprar para regalarle a su padre en su cumpleaños que pronto sería. A los pocos minutos Ji Ho regresó a la tienda y Taeil y Ji Hoon se alejaron para dejarlo solo con su novio pero los miraban curiosos después de saber sobre su visita a la joyería.

-¿A dónde fuiste?-preguntó Jaehyo a Ji Ho.

-Sólo fui a ver algo, nada de importancia-lo decía con una sonrisa que podía delatarlo.

Ji Hoon y Taeil desde donde estaban veían a Ji Ho y suponían que había hecho la compra en la joyería pero Jaehyo no podía imaginarse lo que pudo estar haciendo y tampoco le preguntó qué fue a ver con exactitud. Jaehyo pagó la chaqueta y Ji Hoon encontró su billetera en el carro luego de ir a buscarla, dejaron las compras en el vehículo y cuando comenzó a anochecer, fueron al karaoke como Ji Hoon había propuesto más temprano. Ji Ho y Jaehyo fueron los primeros en cantar y luego los otros dos se adueñaron de los micrófonos y cantaban canción tras canción con mucho entusiasmo y ni siquiera habían bebido mucho, sólo tenían demasiada energía. Pero esa energía era motivo de risas de Jaehyo y Ji Ho donde hasta lagrimeaban por las tonterías que hacían, sobre todo cuando Taeil se puso a cantar heavy metal o Ji Hoon quiso entonar una balada romántica pero se convirtió en una tragedia por su desafinación.

-Arruinaste completamente la canción-le reclamó Taeil a Ji Hoon.

-Te la acaba de dedicar, no seas malo-dijo Jaehyo riendo y defendiendo la buena intención que Ji Hoon tuvo al cantar la canción a pesar de que no lo hizo muy bien.

-Ya vengo, voy al baño-le dijo Ji Ho a su novio y salió de la sala.

Saliendo del baño, casi tropieza con alguien que quería entrar. Se trataba de Kyung.

-¡Ji Ho! ¿Qué haces aquí?-preguntó Kyung sorprendido porque hacía a su amigo en Londres.

-¿Qué no te dije que venía? ¿Ya se te olvidó? Llegué ayer.

-¿Ah sí?...Digo, sabía que venías pero pensé que era en una semana ¿Por qué no me avisaste para recordarme?- le dio un leve puñetazo en el brazo a Ji Ho mostrando así su descontento por no haber sido informado de su llegada.

-Porque pensé que te acordabas-hizo una mueca-Ese Min Hyuk te tiene demasiado distraído, sólo piensas en él y te olvidas de tus amigos.

-No exageres, he estado ocupado y no sé en qué día estoy parado-terminó de entrar al baño sólo para lavar sus manos - Y supongo que Jaehyo está aquí también ¿No?

-Sí, estamos con sus amigos. Desde la mañana estamos fuera y no se cansan-rió en silencio - ¿Y estás con Min Hyuk?

-Sí. La ventaja de los karaokes es que se puede estar en una sala privada y nadie te molestará-sonrió pícaramente.

-Váyanse a un hotel mejor-rodó los ojos.

-No pienses mal, no hacemos esas cosas aquí...Tal vez después en su departamento.

Salieron del baño y Kyung quiso ir a ver a Jaehyo a quien le dio un gran y fuerte abrazo como parte de su saludo. Fue a buscar a Min Hyuk para que también pudiera ver a Jaehyo y ambos se quedaron con los otros cuatro charlando por un rato antes de volver a su sala y tener su tiempo a solas. Habían muchos días por delante por lo que tendrían tiempo de volver a verse.

Jaehyo, Ji Ho, Taeil y Ji Hoon dieron por terminado el día una vez que el cantar tanto en el karaoke se volvió agotador. Se divirtieron mucho pero ya era tiempo de volver a casa y descansar. Antes de irse a acostar, Ji Ho llamó a Jaehyo para darle las buenas noches y luego de acomodarse en su cama, los pensamientos en su cabeza no lo dejaban dormir. Intentaba callarlos pero no dejaba de pensar en la decisión que había tomado y que ahora veía como una locura muy apresurada. Encendió la luz de la lamparita de su mesa de noche y buscó en la gaveta de la misma lo que había comprado ese día; abrió la cajita de terciopelo purpura y observó las dos argollas de plata con un listón dorado que rodeaba el centro. Una era para él y otra para Jaehyo pero no eran simplemente anillos de pareja. Quería poder hablar sobre ese tema con Ji Seok al día siguiente para que lo aconsejara pero aún tratándose de su hermano sentía un poco de pena al creer lo que podía decirle al respecto.

Ji Ho meditó lo que debía hacer y estaba dispuesto a hablar con Ji Seok por la mañana cuando desayunaran pero ya estando sentados juntos a la mesa, no dijo nada. En los siguientes días fue igual y luego decidió por su cuenta que su idea no fue muy inteligente y la descartó por esa vez, tal vez en un futuro tendría mayor convicción de llevarla a cabo.

Un mes de vacaciones terminó, Jaehyo y Ji Ho lo aprovecharon al máximo para estar con sus familias y amigos pero ya debían regresar a la rutina. Jaehyo apenas entró de nuevo a trabajar, ya tenía cosas que hacer, debía prepararse para una próxima exposición que presentarían en la galería; tenía que redactar el informe sobre la misma, contactar a los artistas, seleccionar las obras, diseñar el montaje de ellas y todas las tareas de las cuales es responsable. Estaría ocupado. Por otro lado, Ji Ho que había estado trabajando durante esos meses tocando la guitarra en un pub junto con otros músicos con los que formó una especia de banda, tenía pensado en dejar ese trabajo si lograba entrar a una pequeña compañía discográfica donde el director de la productora en la que trabajaba en Seúl tiene unos contactos y de esa manera podía continuar con su carrera. "Tú no te preocupes, yo te ayudaré" Le había dicho el director a su productor estrella que ya no estaba con él pero deseaba que siguiera cosechando los frutos de su talento fuera donde fuera.

-¿Ya te reuniste con el director de la compañía? ¿Cómo te fue?-le preguntó Jaehyo a Ji Ho por teléfono.

-Sí, acabo de salir. Me fue bien, el director Seo le habló maravillas sobre mí y le envió una constancia de mi trabajo-rió en silencio-Ese hombre, siempre fui su consentido. Tuviste que haberlo visto cuando le dije que me iría, casi se echa a llorar.-

-Jajaja, puedo imaginármelo...Debo dejarte, me reuniré ahorita con un artista. Nos vemos más tarde.-

Ji Ho regresó a casa, sacó algo de la nevera para comer y se relajó mirando televisión pero una vez que se aburrió de hacerlo, decidió limpiar el departamento aprovechando el tiempo libre. Buscaba ropa sucia para lavar y revisando el closet, algo cayó fuera de éste. Recogió la cajita con los anillos que había comprado hace un mes y recordó lo que estuvo a punto de hacer. Abrió la tapa, miró los anillos y la volvió a cerrar para guardarla de nuevo donde Jaehyo no pudiera encontrarla. Tomó la ropa sucia que había reunido y la llevó a la lavandería en el sótano del edificio.

Por la noche Ji Ho no tenía trabajo y él y Jaehyo planearon un paseo nocturno. Ji Ho salió de casa y se reunió con su novio fuera de la galería pero el clima no estaba en óptimas condiciones y tuvieron que quedarse en una cafetería a esperar a que escampara.

-Éste es el problema de Londres, es una ciudad muy lluviosa- comentó Jaehyo mirando por la ventana la lluvia caer- Pero es bonito aquí-refiriéndose a la cafetería.

-Creo que nos quedaremos por un buen tiempo- dijo Ji Ho y tomó un sorbo de su café caliente -¿Y cómo estuvo tu día?

-No muy pesado. Ya he adelantado muchas cosas para la exposición por lo que no queda mucho que hacer. En dos semanas será y tú me acompañarás.

-Por supuesto que lo haré.

Ji Ho miró a un lado al escuchar la puerta del local abrirse y una pareja entró apresurada y riendo por haberse mojado bajo la lluvia. No tenían nada en especial, era una pareja común pero el chico notó las argollas en los dedos anulares de ambos y pensó en las que tenía en casa. Se distrajo mirando el café humeante en su taza y Jaehyo notó lo pensativo que estaba.

-¿Ocurre algo?- preguntó Jaehyo.

-No, nada.

-Creí que sí, te quedaste muy serio.

-Sólo pensaba en la reunión que tuve ésta mañana con el director de la productora-miró hacia la ventana y pudo ver que la lluvia había disminuido un poco. Esperaba que no volviera a aumentar y ya escampara.

Pudieron dejar la cafetería en cuanto escampó media hora después y continuaron con su plan de dar un paseo. Fueron a una plaza y la capa de agua en el suelo, iluminada por las luces de las farolas, hizo que Ji Ho recordara aquel cuadro que compró y que seguía colgado sobre su cama en su casa. Jaehyo también se dio cuenta de la similitud una vez que Ji Ho lo mencionó, sólo faltaban los brillantes colores que creaban un ambiente mágico en la obra de arte. Como si fuera un hermoso sueño. Le dieron la vuelta completa a la plaza, cada uno compró una barquilla de helado en un puesto y se sentaron en una banca de la que tuvieron que secar el agua. Fue una agradable y tranquila velada la que pasaron fuera y no tuvieron que esperar a que se hiciera el fin de semana para poder salir. Regresaron a casa y Ji Ho se quedó mirando televisión mientras Jaehyo tomaba una ducha pero no le hacía mucho caso a lo que veía.

-¿Qué miras?-preguntó Jaehyo al volver al cuarto, sentándose en la punta de la cama y mirando la televisión mientras secaba su cabello con una toalla. Volteó a ver a Ji Ho al éste no responderle-¿Seguro no sucede nada? De nuevo estás muy pensativo.

-Sólo tengo sueño-bostezó, se metió bajo la sabana y acomodó su cabeza en la almohada- Buenas noches.

-Ji Ho, son las nueve y cuarto ¿En serio ya te vas a dormir?

-Hoy lave la ropa y limpié el departamento, ese trabajo me dejó agotado.

A Jaehyo no le convencía la excusa de Ji Ho y su seriedad le preocupaba. No sabía si algo había pasado o había hecho alguna cosa que lo disgustó y no se dio cuenta. De todas formas no quiso agobiarlo con preguntas así que apagó el televisor y la luz y salió del cuarto cerrando la puerta para dejarlo dormir. Aún era temprano y aunque Jaehyo trabajó desde la mañana, no tenía sueño aún; se sirvió un plato de cereal con leche para cenar y luego sacó el telescopio al balcón para mirar de nuevo la estrella que Ji Ho había comprado para él y que ahora llevaba su nombre. También curioseaba qué más podía ver aprovechando que las nubes se habían despejado un poco. Estuvo un rato explorando el extenso firmamento cuando sintió tras él cómo la luz de la sala se apagó. Volteó y sólo salía un tenue resplandor del cuarto cuya puerta estaba abierta.

-¿Ji Ho?

Sin preocuparse por encender la luz de la sala, se asomó a la habitación y vio a Ji Ho sentado en el centro de la cama. Éste le dijo que se sentara frente a él y así lo hizo.

-Ji Ho ¿Qué...?

Ji Ho lo calló poniendo su dedo sobre los labios del chico.

-Sabes Jaehyo, yo siempre he creído en el amor, lo pude ver con mis padres pero nunca imaginé que eso me pasaría a mí. Creía que no era lo suficientemente bueno para que alguien sintiera algo tan fuerte por mí pero llegaste tú y me quisiste con todos mis defectos y problemas. Ha pasado más de un año que estamos juntos y aunque mucho de ese tiempo estuvimos separados, fue suficiente para darme cuenta que no tengo ni tendré ojos para más nadie más que tú. Tal vez suene algo apresurado ya que uno no sabe lo que puede pasar en el futuro pero estoy cien por ciento seguro que no encontraré a alguien mejor.

Las conmovedoras palabras de Ji Ho dibujaron una sonrisa en los labios de Jaehyo y formaron también lágrimas en sus ojos que rebosaron hasta salir. Ji Ho entonces sacó de detrás de él la cajita con los anillos y la abrió. Jaehyo se sorprendió y su corazón comenzó a latir muy rápido.

-No me arrodillaré y tampoco te pediré que te cases conmigo pero estos anillos no simplemente son algo que nos represente como pareja, son un compromiso y una muestra de lo mucho que quiero estar contigo. Y sí, sí me gustaría casarme contigo algún día pero ahora es algo pronto, no quiero apresurar mucho las cosas y nos encontramos bien así como estamos-sacó uno de los anillos de la caja y se lo puso a Jaehyo en su dedo anular.

Jaehyo aún sorprendido, observaba la argolla en su dedo sin poder creerlo, Ji Ho no le había pedido matrimonio pero podía verlo como un primer paso para eso y le mencionó que quería hacerlo en un futuro. Una vez que volvió en sí, sacó el otro anillo y se lo puso a Ji Ho para luego mirarlo a los ojos.

-Como dices, ahora estamos bien, pienso igual que aún es pronto para embarcarnos a una aventura más grande como lo es casarse pero espero por el día en que eso se dé. Con estos anillos ya estamos comprometidos para un futuro y nada romperá éste compromiso.

-Nada-reafirmó y abrazó a Jaehyo- Esto fue más fácil de lo que pensé, lo medité tanto hasta el punto de pensar que era una idea descabellada y descartarla pero pude quitarme el miedo de encima y hacerlo.

-¿Por qué miedo? Sabes que puedes confiar en mí.

-Lo sé pero uno siempre está lleno de inseguridades hasta con la persona más cercana-sin romper el abrazo, se alejó para mirar a Jaehyo a la cara-Ahora, creo que deberíamos celebrar éste compromiso-le hizo una llave a Jaehyo para dejarlo bajo él contra el colchón.

Jaehyo rió ante el repentino movimiento de Ji Ho y su risa fue callada por el profundo beso que el otro le dio y que los guió a revolver las sabanas y sacudir la cama en un acto de amor puro.

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A Jaehyo le era imposible dejar de ver su anillo, desde que se levantó lo contempló, luego en el transporte y también en su oficina cuando debería estar concentrado en su trabajo. No significaba que se casarían y la idea de casamiento no había pasado por la mente de Jaehyo hasta que Ji Ho la mencionó pero no le desagradaba, aunque también sentía algo de nervios por si llegaba ese momento.

-Jaehyo ¿Puedo pasar?-uno de sus compañeros de trabajo se asomó a la oficina. Jaehyo dejó que entrara y el otro sólo le entregó unos papeles-Hoy desde que llegaste te ves muy contento, todos lo notaron.

-Algo pasó –dijo sonriente y le mostró su anillo.

-¿Te casarás?

-No pero estoy comprometido. Por ahora no habrá casamiento, es pronto pero quizás en un futuro.

-Bueno, felicitaciones entonces por tu compromiso-le dio unas amistosas palmaditas en el hombro y se fue de la oficina.

Jaehyo continuó con su trabajo, los ánimos que tenía ese día lo ayudó a avanzar más rápido pero fue interrumpido por una llamada de Taeil. Apenas atendió, su amigo casi lo deja sordo.

-¡¿Te casaste?! – preguntó Taeil exaltado al otro lado de la línea.

-Oye, no grites.-

-Dime, te cásate sí o no.-

-No ¿De dónde sacas eso?-

-Ji Ho subió una foto de su mano usando un anillo que se ve costoso, no decía de qué pero puso que estaba muy feliz.-

-Ah, eso. No es un anillo de matrimonio, es de compromiso pero no quiere decir que nos vayamos a casar ahora. No hay planes de boda.-

-Menos mal, te iba a matar si te hubieses casado y no nos invitaste-rió ligeramente- Sabes, hace un mes, el primer día en que salimos, Ji Hoon me dijo que había visto a Ji Ho en una joyería mirando anillos, pensamos que no había comprado nada porque en los siguientes días no te lo dio pero ahora veo que sí lo compró.-

-¿Tardó todo un mes en dármelo? Sí qué estaba bastante inseguro.-

Ya que Taeil había llamado, conversó un rato con él y también lo hizo con Ji Hoon pero tuvo que cortar la llamada porque se estaba extendiendo y tenía que volver a trabajar. Cuando fue la hora del descanso, los colegas de Jaehyo le invitaron a ir a almorzar juntos pero al salir, Ji Ho lo esperaba y sus amigos dejaron que se fuera con él. Mientras comían, Ji Ho propuso un viaje para ese fin de semana a algún condado que fuera tranquilo y lleno de hermosos paisajes donde pudieran relajarse, principalmente quería ir por Jaehyo para que descansara de esa semana tan ocupada que tuvo. El mayor estuvo de acuerdo y entusiasmado con la idea.

El sábado hicieron el viaje planeado, se registraron en una acogedora posada, dieron un paseo por el pueblo con estilo colonial y hasta se anotaron a un tour para conocer uno de los puntos turísticos del condado que era un antiguo palacio. Tomaron fotos para el recuerdo, compraron suvenires y probaron la comida del lugar que tenía muchas influencias alemanas pero a Ji Ho no le cayó bien y tuvieron que volver a la posada por su dolor de estómago. Jaehyo tuvo que comprar medicina para su malestar porque a ambos se les olvidó llevar y también compró unas manzanas para que comiera después de sentirse mejor. Ji Ho se quedó dormido después de quejarse tanto por el dolor y eso le ayudó a reponerse; cuando se levantó, bebió un poco de agua y tomó una manzana grande y roja. Notó que Jaehyo no estaba en la habitación pero lo vio por la ventana en el campo trasero que era parte de la posada.

-¿Mirando las estrellas?

Jaehyo volteó al escuchar a Ji Ho hablarle.

-¿Ya te sientes mejor?-preguntó Jaehyo. Ji Ho asintió y le dio un corto beso, luego miró al cielo.

-Wow, aquí se pueden ver las estrellas mucho mejor.

-Es un campo abierto y no hay muchas luces como en la ciudad que opaquen el brillo de las estrellas-se acostó en la grama y Ji Ho igualmente lo hizo a su lado-¿Podrías contarlas todas?

-Es una tarea difícil –se hizo un silencio en cuanto comenzó a contar las estrellas pero eran tantas, unas al lado de otra que perdía la cuenta rápidamente-Me rindo, no puedo.

La brisa soplaba frescamente, moviendo ligeramente los mechones de sus cabellos y en ningún momento sintieron frío por lo que estar fuera de noche era agradable. No contaban las estrellas, sólo las observaban resplandecer como diamantes mientras hablaban y en un momento no dijeron ni una palabra más y sólo se sumieron en la inmensa tranquilidad. Jaehyo cerró los ojos e inhaló profundamente, con su mano tanteó a su lado hasta encontrar la de Ji Ho y tomarla, entrelazando sus dedos. Ji Ho miró el perfil de su novio y se acercó para besar su mejilla.

-Jaehyo...

-¿Hmm?-seguía con los ojos cerrados.

-Te amo.

Jaehyo lo miró y sonrió.

-Y yo te amo a ti-respondió Jaehyo.

-¿Qué tanto?

-Del tamaño del universo.

-Eso es bastante-fingió sorpresa y rió para sí-Gracias por estar a mi lado, por tenerme paciencia, por ser mi amigo y mucho más que eso.

-Sí que tuve bastante paciencia contigo ¿Recuerdas cuando me apuntaste con esa escopeta? Creí que ya no la contaría.

Ji Ho rió recordando ese momento, se había excedido bastante aunque sólo quiso darle un susto. Ahora que pensaba en el comienzo accidentado de su relación como paciente y cuidador, se sentía bastante mal por todos los dolores de cabeza que le dio a Jaehyo pero también podía reír ya que todos sus problemas desaparecieron y de nuevo había luz en su vida. Le sorprendía cómo terminó todo, jamás hubiese imaginado en lo que se convertiría ese chico al que recibió con un grito cuando se asustó al verlo y hasta se desmayó, pero en la vida hay muchas sorpresas, uno no sabe lo que pueda pasar mañana y cómo las cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos. En el camino habrán inconvenientes, algunos peores que otros pero siempre habrá algo o alguien que te jale fuera de ellos para seguir adelante.


FIN

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Otro fic que se acaba y primeramente quiero decir, muchas gracias por leerlo y espero que les haya gustado ésta historia que quise hacer principalmente como una retribución por Pecado, incluso, puse algunos aspectos de ese fic como que miraban las estrellas juntos (aunque en Pecado no las contaban) o el hecho de que terminaron viviendo en Londres, donde se desarrolla Pecado (y es mi ciudad favorita así que bue...xD) y al final ese pequeño detalle de la manzana. Al principio pensé en hacer que ellos eran una reencarnación de los de Pecado pero no quise meterme con nada fantasioso así que descarté esa idea jajaja.

Bueno, entonces hasta aquí llega Contando Estrellas, de nuevo gracias por leer y los invito a leer mis otros fics y pronto en un futuro vendrán otros que tengo en mente. Chau.

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