Una papa frita saltó en mi plato, lo cual me desconcentró de la pantalla el móvil. Elevé mi mirada y observé a Jungkook mirarme con las cejas alzadas y una media sonrisa.
– Lo siento. – me excusé.
– Seguro es tu ex. – intuyó.
– Sí, es ella. – Admití sin tapujos. – Necesitaba de mi ayuda. Problemas con su novio
La verdad es que llevaba todo el día hablando con ella, otra vez problemas con su novio o lo que fuera ese chico que la traía totalmente loca pero que aun así le daba problemas casi cinco de siete días de la semana. No me molestaba eso, era su vida, pero me volvía loco que me hablara a mí para escapar de sus problemas, sobre todo cuando tenía a Jungkook en frente.
– Wow, Jimin esta celoso del nuevo novio.
– No.
– Es totalmente normal que no te agrade el chico nuevo.
– No es el caso, créeme.
– ¿Sigues queriéndola? –me preguntó.
– Creo que nunca podría dejar de quererla. –respondí algo avergonzado. –Pero sí sé que no quiero nada con ella en el ámbito amoroso. Es sólo que pasamos tanto juntos que no creo que pueda dejar de tenerle aprecio.
– Eres tan maduro. –se burló.
– Y tú tan niño.
– Ya quisieras tener mi sentido del humor y la cantidad de preocupaciones que tengo yo.
– No tienes idea. –respondí sincero.
– Deberías olvidarte de ser abogado.
– Eso no es una opción.
– Debería serlo. – en cuanto dijo eso su rostro se tornó preocupado. – Ah, por favor no. –suplicó. – Cúbreme o algo. – se escondió sutilmente detrás de mí y me iba a mover para ver quién era la persona que provocaba esto, pero tomó mi brazo con fuerza, obligándome a mirarlo a los ojos. – ¡No te atrevas a mirar!
Sonreí algo confundido. No sabía si me estaba bromeando o todo esto iba en serio. – ¿Qué te pasa?
– Esa chica de los arcades me está rondando de hace días y joder, sé que me pedirá salir y no quiero hacerlo.
Rodé los ojos y negué. – Solo dile que no.
– ¿Cómo hago eso sin tratarla mal?
– Oh, vamos. –dije sin poder creerlo. – ¡¿Nunca has dicho que no a una invitación para salir?!
– ¡Lamento ser tan poco llamativo, pero la gente no suele hacerme ningún tipo de invitación! ¡Y las veces que lo han hecho ha sido gente que me gusta! –medio sonreí por su inocente acotación.
La verdad es que Jungkook era increíblemente llamativo y yo más que nadie sabía eso. Él destacaba de una manera poco normal entre las demás personas y si no tenía un historial contundente de invitaciones a citas es porque en general las chicas son tímidas y no invitan a los chicos a salir y por sobretodo es porque Jungkook causaba ese sentimiento de "miedo al rechazo". Había que tener demasiada confianza para siquiera hablarle al chico y peor aún invitarlo a salir. Así que, la respuesta a sus lamentos no era por ser poco llamativo, era de hecho lo contrario, era excesivamente llamativo y resultaba una rareza de la naturaleza por lo que nadie se atrevía a dirigirle palabra.
– ¡No seas marica y recházala, no quieres salir con ella! Piensa en esto, si realmente quieres deshacerte de la chica dile que no, de otra forma te perseguirá porque le estas dando falsas esperanzas.
– No sé si sea buena id...
– ¡Jungkook! – habló una detestable voz a mi espalda.
– MinHee. – saludó Jungkook, con una cara que al menos a mí me hubiera echo decir adiós en ese instante.
Ella sonrió y se giró a mirarme. – Hola, ¿Jimin, verdad? – Preguntó enanchando su sonrisa.
– Un gusto. – respondí intentando sonar sincero.
Saqué mi celular y sentí la penetrante mirada de Jungkook sobre mí, estaba matándome por no ayudarlo.
A pesar de que realmente intentaba prestar más atención a mi móvil no podía omitir el tono de voz de MinHee.
– Jungkook, yo quería hablarte sobre algo.
– ¿Qué cosa?
– Bueno, esto es algo vergonzoso pero quería saber si quisieras salir a comer conmigo algún día.
Un silencio sepulcral sacudió nuestra mesa y yo simplemente abrí los ojos con sorpresa y me apegué al móvil, fingiendo de la mejor manera que en realidad no estaba escuchándolos.
– MinHee, en serio esto es muy lindo y tierno de tu parte pero... –esperé el "no" casi con ganas, pero seguí con mi actuación esta vez bebiendo soda. – la verdad es que no puedo aceptar tu invitación. – Observé la reacción de la chica aun dando el sorbo a la lata. – La verdad es que Jiminie es mi novio.
Decir que perdí el aliento, que sentí un infarto atacarme, sería decir poco.
Una especie de electricidad me sacudió, hubiera sonreído de no ser porque hubiera sido una respuesta incorrecta para este momento. No sabía realmente si lo que sentí al escuchar eso fue algo bueno o malo, pero aseguro que lo más acertado era algo que superaba con creces a la vergüenza.
Jungkook expresaba disculpas con su rostro, la chica tenía una cara de espanto terrible y yo... yo estaba rojo, más avergonzado no podía estar, pero intenté mantener la compostura por él.
– Dios, esto es terriblemente vergonzoso. –llevó una mano a su cabeza y jugueteó con su cabello. – No lo habría imaginado.
– No te preocupes. – La tranquilizó Jungkook. – No tendemos a demostrarnos afecto mientras estamos en público.
En seguida él tomó mi mano y le dio una leve caricia. Yo lo miré insistente, debía detenerse, pero no paró incluso cuando la chica se ruborizó.
– Jimin, lamento hacer esto. En serio estoy muy avergonzada. – bajó su cabeza con la vergüenza atacando su persona.
– No te preocupes. – respondí con el tono más amable que pude emplear. Ella no tenía la culpa de que Jungkook soltara semejante noticia.
– En serio me vuelvo a disculpar, no molestaré más y me iré. – se disculpó nuevamente y se dio media vuelta para partir lejos de nosotros.
Me quedé mirando a Jungkook sin poder creerlo, él estaba más bien embelesado con la chica dejándolo.
– ¿Qué? – me preguntó desconcertado.
– ¡¿Qué?! – me escandalicé.
– ¿Existe la posibilidad de que te calmes?
– ¡Acabas de decir que soy tu novio!
– Lamento ofender tu sexualidad. – elevó una de sus cejas.
– Tengo que fingir ser tu pareja frente a ella ahora ¡Trabaja con nosotros! ¡Les contará a todos!
– Relájate, no va a decir nada.
– Me enteré de que la gente viene a verte bailar, ni siquiera van por la atracción y todo el maldito personal lo sabe.
– ¿Ahora dices que soy una especie de bailarín exótico o algo así?
– ¡Yo no dije eso! ¡Y el punto es que ahora debemos parecer una pareja!
– Lo parecemos. – afirmó con seguridad. – Estamos discutiendo y no es como que la gente con pareja del mismo sexo vaya por ahí dándose la mano o besándose en público.
Pasé una mano por mi rostro y me eché sobre la mesa. – Me estás matando y todo por la estúpida cita.
– No es para tanto.
– Ni siquiera era fea, de hecho era lo contrario, realmente era bonita.
– Ya. Pero no me gustaba. – volvió a tomar mi mano y me miró con una sonrisa. – No llegaremos a nada más que esto. Incluso si se enteran.
– ¿Cuándo vamos a romper?
– ¿No llevamos ni media hora y ya quieres terminar lo nuestro?
– Eres un idiota, espero que nadie diga nada.
•••
– Nunca creí que fueras bisexual. – Hoseok estaba bebiendo su café matutino y me miraba casi con rareza.
Suspiré, estaba llegando de mi día libre y comenzaba así la mañana. – Hoseok, te eh dicho desde que te vi hace un rato, que no es cierto.
– Siempre noté tensión sexual entre ustedes pero en serio no pensé que fuera real.
– No te eh preguntado esto aún pero ¿Cómo te enteraste? – pregunté al dejar de revisar todos los carritos.
– Oh, una de las chicas de planta que está en la casa embrujada lo dijo esta mañana cuando compraba café.
Miré al cielo y mentalmente pregunté por qué tenía que pasarme esto.
– Jimin, no está mal, es decir, somos una generación nueva, no es un tabú. – le dediqué una mirada de disgusto y se retractó. – Bueno, sí es tabú, pero podemos convertirlo en algo trivial.
– No sé si debo escribirlo o gritarlo. –me acerqué a él y negué ya sin ánimos. – Jungkook, no es mi novio.
– Vas a tener que darme una buena razón para creerte.
– Es sólo un niño, una chica que no le gusta quería invitarlo a salir y para no romperle el corazón con un rotundo y poco esperanzador no, le dijo que éramos novios.
Hoseok sonrió y sacudió mi cabello. – Jimin, se supone que deberías ser el tipo de persona que investiga el actuar extraño de las personas y busca pruebas de los hechos.
– No, mi vida privada no es mi trabajo. Pero gracias por el dato.
– Tienes a Jungkook peor que una chica de secundaria.
– ¿Cómo dices?
– Según mi experiencia, le gustas a Jungkook, pero aún no lo nota.
– ¿Cómo puede gustarte alguien sin que lo sepas? –pregunté divertido. Era ridículo.
– No lo sé, quizás porque no quiere que le gustes.
– Ni siquiera sé si es que es homosexual. – negué.
Me dio una mirada acusadora y luego rió. – Asumamos que personas heterosexuales no juegan a pasarse el humo con sus amigos.
– Todos alguna vez han hecho eso. – afirmé.
– ¿Tú lo has hecho? –preguntó alzando sus cejas y pasó de mí para abrir la reja.
Quizás Hoseok tenía razón, pero no lo creía posible ¿Por qué yo iba a gustarle a Jungkook? Además eso sería raro, no me gustaba tener que compartir con personas que tenían alguna fijación en mí, sobre todo si en esta ocasión era un hombre. O al menos eso quería creer, porque la verdad era que, mi corazón latía con fuerzas desde que la mera idea de Jungkook mirándome como un hombre había cruzado por mi cabeza.
Tenía que convencerme de lo que esto era realmente, un enamoramiento pasajero.
Jungkook tenía libre ese día y por suerte, pues a la hora del almuerzo todo el mundo me miraba. No sé con qué propósito no estaba seguro de si querían que les mostrara una foto mía con mi novio falso o si les fascinaba la idea de tener un homosexual entre ellos.
– Jimin, sinceramente creo que asustas a la gente.
– ¡¿Yo asusto a la gente?! – pregunté irritado, con un tono de voz suficientemente alto para que me escucharan todos a mi alrededor.
Taehyung rodeó mi cuello y me sacó de ahí, directo hasta los comedores.
– Escucha, sé que estás molesto y sé que dije que eras tierno, pero justo ahora tu rostro comienza a asustarme. – él me miró con miedo y una media sonrisa ocupaba su rostro. – Por favor, parece como si quisieras matar a alguien.
– Quiero hacerlo, de verdad quiero, pero no hay forma de salir libre después de matar a alguien.
– Sé que Jungkook tomo una decisión algo apresurada.
– Me involucró en algo lindo.
– Y lo es, de hecho, es emocionante. – sonrió como si fuera una chica emocionada porque sus mejores amigos se aman.
– ¿Por qué lo es?
– Porque pueden besarse y nadie diría nada. –me regaló un guiño.
Rodé mis ojos y apresuré el paso pero él no tardó en alcanzarme.
– Oh, no seas así, yo lo aprovecharía, si tienes algo por él tomaría su mano, le daría abrazos, qué sé Yo.
– Romántico, Taehyung, increíblemente romántico.
– Deberían salir, ustedes dos son la pareja del año, todos hablan de ustedes y no porque sean una pareja de hombres, es porque realmente causan un sentimiento de emoción al verlos juntos. La tensión entre ustedes se siente a kilómetros, tienen sin duda más química de lo normal.
– ¿Has estado hablando con Hoseok?
– Usualmente hablo con él.
– Están compartiendo demasiados pensamientos.
– Deja de preocuparte, no es la gran cosa. –dijo con un tono tranquilizador. – No es como que todo el mundo esté hablando de eso.
– Ahí está. –susurraron dos chicas frente a nosotros. Me paré en seco y miré a Taehyung con mala cara.
– Bueno, ya ¿Qué se supone que dijera? "Jimin, la verdad es que todo el parque está hablando sobre quién es pasivo y quien es activo entre ustedes dos" –bufó.
– No están hablando de eso realmente ¿Cierto? –pregunté espantado.
– Las apuestas van sesenta sobre cuarenta, Jungkook lleva la delantera de activo.
– ¡¿Qué?! – exclamé. – ¿Cómo es eso posible?
– Bueno, Jungkook es algo más oscuro.
– ¿Estás tratando de decirme que porque no tengo pinta de niño rebelde automáticamente pasé a ser pasivo?
– Sí, es eso más o menos.
– Grandioso. Ahora mi culo fue profanado por un niño. Increíble.
– Puedes cambiar la perspectiva de todos si te vuelves algo más demandante con él. – lo miré con una ceja alzada, sin llegar a entender su punto. – Me refiero a que podrías tomarle de la mano, hacer que se vea nervioso cerca de ti, no que sea al contrario. – se encogió de hombros y cogió una bandeja para llenarla con comida. – Súbelo en tu hombro y dale una nalgada.
– Qué masculino. – bufé. – No sé ni para qué me molesto, es suficientemente homosexual el tener a un chico de novio, no quiero mendigar dignidad por demostrar quién muerde la almohada.
– Supongo que eso está bien. De todas formas no es tu novio, sólo tienen que fingir por lo que queda de vacaciones de invierno, lo cual es por menos de una semana, y serás libre de tener fama de culo sociable.
–De todas formas, debo fingir que me gusta un chico.
– Te quejas demasiado, ni siquiera tienen que besarse, tienes un montón de chicas para calmar tus deseos sexuales y el estrés. Ya relájate, Jungkook no es cáncer, es sólo un niño que no puede decir que no a una mujer. – Taehyung se acercó a mí en exceso. A este chico le encantaba invadir mi espacio personal. – Jungkook le tiene pánico a las chicas.
Sonreí levemente, porque si no se tratara de una broma sería lo más tierno del mundo. – No es cierto, eh visto como juega con las chicas de aquí.
– Son mis amigas, no les hablaría jamás por su propia cuenta. – él sonrió, como recordando algo. – Y una vez que ya se hace alguien de confianza lo único que hace es ignorarlas.
Me lo pensé un momento. Jungkook sólo tenía facha de rebelde, al parecer era aún niño. Pero toda esa farsa podía conmigo, más atrayente que cualquier chico realmente malo.
Esa tarde me la pasé conversando con mis compañeros de atracción, sin más que un par de preguntas injustificadas sobre mi sexualidad y mi inexistente relación. Creía que sólo una larga siesta o bien una película de terror podría quitarme semejante estrés. Aunque si lo pensaba bien, Taehyung tenía razón sobre el tiempo que me quedaba en el parque. A pesar de que llevaba ya suficiente aquí me quedaba menos de una semana de trabajo y cualquier posibilidad que tuviera para compartir con Jungkook debía aprovecharla, pues existía la posibilidad de no volverlo a ver. Ni siquiera habíamos intercambiado número, no tenía idea sobre su apellido, con suerte sabía dónde vivía y podría encontrarlo bailando, pero más allá de eso, con el tiempo que me iba a dar la universidad, veía difícil la posibilidad de buscarlo por Seúl.
No decía que fuera algo malo, de hecho nunca pensé que fuera malo que Sungye me sacara del estrés normal. Pero es que cuando me encontraba pensando en ese chico, no me interesaba en absoluto saber de ella, no quería hacerlo tampoco.
¿Cuándo nos vemos?
Leí su mensaje con una media sonrisa, era más bien un sentimiento de burla el que afloraba de mí.
No sé si a tu novio le agrade la idea.
Envié casi con desagrado y guardé el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón entre lo que le quitaba el seguro a mi automóvil, pero no pasaron más de treinta segundos cuando sentí vibrar el móvil. Cansado y con muy pocas ganas de continuar una conversación con ella observé la pantalla y en vez de leer un nombre femenino, uno masculino figuró en ella.
– Hola.
– Estuve pensando, seriamente ¡Ah, Jin quítate! – Namjoon se detuvo y simplemente sonreí al imaginar que Jin nuevamente estaría obligándolo a limpiar.
– Tú dejaste el desorden, es mi puta casa.
– Hombre, no molestes ahora, es Jimin...
– Namjoon, estoy a tan poco de cortar la llamada. – me quejé. – ¿Qué pasa?
– Este fin de semana es el último fin de semana antes de que vuelvas a la universidad, deberías dar una fiesta en tu casa.
– ¿Y por qué haría eso?
– No has dado una fiesta en tu casa, queremos inaugura... ¡Maldición Jin!
– Namjoon, eh tenido un par de días de mierda, si sigues hablándole así a Jin voy a imaginarme cosas que no debería.
– ¿Qué tan mierda han sido tus días como para que tengas fantasías homosexuales?
– Muy, muy mierda.
– Con mayor razón, haz la fiesta... ¡Ah!
– ¡Basta ya, eso sonó como un gemido!
– ¡Namjoon si no te levantas te juro que te besaré!
– Bésame.
– Esto no es una fantasía. – bufé y cerré los ojos con cansancio. – ¿Si te digo que la haré cortaremos esta perturbadora y desagradable llamada?
– Nos vemos el sábado.
Sólo escuché como cortaba el celular y dejaba la llamada hasta ahí.
Sabía de sobra que ni Jin ni Namjoon harían algo extraño, sí sabía que pasaban mucho tiempo juntos debido a que eran muy buenos amigos, pero extrañamente la mayor parte de su tiempo lo gastaba discutiendo, porque Namjoon era un cerdo o porque Jin era muy exagerado. Entre los tres el único que podía controlar la situación era Yoongi, y Yo a veces.