Capítulo setenta.
—Qué gusto que estés aquí, te extrañé. ¿Cómo ha ido todo? —dijo Luke abrazando el cuerpo de Healy.
La chica soltó un suspiro y correspondió el abrazo.
—Ha ido bien, creo. Te venía a invitar al funeral de mi mamá. Ya sabes, mi familia está muerta y mi padre ni idea de su paradero. — susurró separándose. —Así que, como tu has sido mi familia todo este tiempo quería pedirte que me acompañaras, tú y tú familia si quieres. Sería raro estar de pie sola mientras entierran a mi madre. — se encogió de hombros.
Luke asintió repetitivamente.
—Por supuesto Healy. Estaré ahí, le diré a mi madre para que venga. Sabes que ella te tiene mucho cariño. — suspiró Luke. Aunque no lo iba a admitir, sentía lástima por la chica. No de mala manera, sino que si él pudiera, cambiaría todos los malos momentos que ha pasado.
Healy asintió y se sentó en el sofá del departamento.
—¿Quieres ver una película o algo?— preguntó en rubio encendiendo la televisión.
—Sí, claro.
—Bien, entonces busca una que te guste y yo prepararé unos cafés. — Luke le sonrió y le entregó el control remoto mientras iba hacia la cocina.
Luke sacó su teléfono del bolsillo e intentó llamar nuevamente a Michael. Lo había llamado cinco veces anteriormente y por más que marcaba en la línea no había ninguna contestación por parte del teñido.
Luke bufó cuando no contestó y lanzó suavemente su celular en la encimera de la cocina.
—¿Y cómo va todo con tu chico?— escuchó a Healy exclamar desde la sala. Luke rodó los ojos con frustración pensando en Michael.
—Terrible.— exclamó de vuelta Luke.— Lo he llamado toda la tarde y no responde. Ha estado actuando muy raro últimamente.— bufó.
—¿Por qué lo dices? — preguntó Healy apareciendo en la entrada a la cocina.
—¿Recuerdas a ese chico Will que te conté antes?— preguntó Luke.— Pues ayer por accidente vi unos mensajes de él en el celular de Mike y decía algo sobre que le gustaba y que esperaba verlo hoy. Así que estoy completamente seguro que está con él ahora mismo y por eso no me contesta. — gruñó el rubio mordiendo sus uñas.
Healy alzó las cejas con sorpresa.
—¿Entonces me estás diciendo que... crees que te está engañando?— preguntó la castaña.
—¡No!— exclamó Luke. —No... No lo sé. — titubeó. —Es que... es complicado.
Healy suspiró y arregló su cabello echándolo hacia atrás.
—Mira Luke, es muy fácil. Tu sabes perfectamente que una relación funciona a base de confianza. Así que, ¿Confías en él o no? ¿Crees que él sería capaz de engañarte?