Dollhouse (Terminada - SIN ED...

By ItsDenissse

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"Entró a la habitación y nos quedó mirando. Su sonrisa diabólica heló mi sangre e hizo que mi miedo aumentara... More

Prólogo.
Uno
Dos
Tres
Cuatro.
Cinco.
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Veinte
Veintiuno
Veintidós (Final)
Epílogo

Diecinueve

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By ItsDenissse

—Vamos, debemos encontrar la manera de salir de aquí —la miré con súplica— si nos arriesgamos quizás jamás saldremos.

—Es que eso es, Ara —sus ojos demostraban el miedo que sentía— nos estamos arriesgando demasiado al hacer ésto. Una vez salgamos de aquí estaremos solas allá afuera, no sabes donde están lo agentes, si es saben de nuestro paradero... No sabemos ni dónde estamos —suspire y cerré mis ojos mientras la escuchaba. Tenía razón, tenía toda la razón del mundo y salir de aquí era arriesgarnos demasiado— nos matarán al primer paso que demos fuera de ésto y no podemos permitir que una de las dos muera.

—Confía en mi —tome sus manos y les di un leve apretón— una vez salgamos de aquí nadie nos parará. Encontraremos quien nos ayude y volveremos a casa como lo llevamos soñando hace meses. Afuera nos están buscando, Justin no parará hasta encontrarnos y necesitamos dar una señal de que estamos vivas, si lo hacemos vendrán por el resto de las chicas y al fin estaremos libres.

—Arabella...

—Lo lograremos —mire a mi mejor amiga con súplica— dime qué estás conmigo en ésto.

Sus ojos brillaban con miedo dentro de ellos, sabía lo aterrada que estaba de ésta idea, pero a pesar de saber que tenía razón en que nos estábamos arriesgando demasiado, algo en mi decía que lo lograríamos. No podía explicar el qué, pero sentía que saldríamos de aquí.

—Bien, lo haremos —la abracé mientras soltaba el aire retenido y la escuchaba sollozar en mi hombro. Ambas estábamos muertas de miedo, pero éramos fuertes y saldríamos de esto juntas.

Teníamos planeado escaparnos durante la noche, mientras todos estaban pendientes de los clientes y todo eso, nosotras escapariamos. Cuando había gente en el lugar, los guardias se dispersaban y dejaban varias puertas sin ser vigiladas, por lo tanto deberíamos escapar por una de esas. Ambas teníamos un bolso con algo de ropa y todo el dinero que habías guardado durante estos meses, estaban escondidos detrás de un mueble y cuando viéramos la oportunidad de escapar lo haríamos.

—En diez minutos —me paro a un lado de mi amiga mientras limpio la barra— sales primero tú y después yo.

Asintió mientras servía coñac en un vaso y  luego lo ponía sobre una bandeja. Se alejó de la barra contoneando sus caderas hasta llegar a la mesa donde debía servir. Necesitabamos actuar de lo más normal si no queríamos levantar sospechas. Dejé el paño debajo de la barra y observé a mi alrededor. Las chicas, algunas arriba en el escenario y el metro atendiendo a la manga de ineptos que hay en el local. Una vez que saliéramos de aquí buscaríamos donde quedarnos y trataría de encontrar a Justin, después de eso irían tras las chicas y luego todas estaríamos libres.

La hora había llegado.

Vi caminar a Clarissa a los camarines, me guiño un ojo en señal de que todo estaba bien y cinco minutos después caminé yo. No había nadie. Agarré mi bolso y lo colgué sobre mi hombro, cambié los tacones por las sucias zapatillas que tenía y caminé lo más cuidadosa que podía hasta el lugar donde habíamos quedado con Clarissa.

Mi pulso estaba demasiado acelerado y sentía que en cualquier momento un guardia lo escucharía y vendrían por mi. Apoyé mi cuerpo en una esquina viendo si había algún guardia, cuando iba a dar un paso uno de estos salió de lo que parecía una habitación y camino en dirección a donde estaba yo, comencé a desesperarme y entré en la primera puerta que había, parecía un baño abandonado ya que todo a mi alrededor estaba realmente asqueroso. Cuando vi la sombra pasar, esperé unos segundos y salí nuevamente vigilando si había alguien en el pasillo. Cuando estuve segura, corrí hasta la puerta que daba a uno de los patios y una vez fuera me sentí casi tranquila, corrí nuevamente hasta la pared que daba a la que sería nuestra libertad, metí el pie en el espacio vacío donde antes había un ladrillo y con impulso subí y pase mi pierna al otro lado, pegada a esta estaba Clarissa, miré por última vez aquél horrible lugar, estaba dejando a las chicas, pero muy pronto las volvería a ver, me encargaría de que las sacaran de aquí.

Con Clarissa corrimos por no se cuanto tiempo, parábamos cada ciertos minutos para recuperar el aliento y luego volvíamos a correr para alejarnos lo más posible del lugar. A estas horas ya nos deberían de estar buscando.

Un día antes de escapar, me encargue de engatusar a un guardia y robe su reloj, solo necesitabamos estás al tanto con la hora y todo estaría bien. Con el pasar de los días me encargaría de comprar un teléfono, nada moderno, pero que sirviera para estar comunicada con Clarissa y luego veríamos el resto. Lo importante ahora era escapar lo más que podamos y mezclarnos en la ciudad.

Eran casi la cinco de la mañana y ya habíamos llegado a una carretera, nos paramos detrás de un árbol y nos cambiamos de ropa, si queríamos que alguien nos llevara a la ciudad, con ropa de striper dudo que esas sean sus primeras intenciones. Nos abrigamos lo más que pudimos ya que a esta hora el frío era horrible y seguimos caminando en busca de algún auto que nos pudiera llevar.

Seguimos caminando por la orilla de la carretera mientras algunos autos pasaban pero ninguno se detenía en nuestra ayuda, hacía mucho frío y si nos deteniamos a descansar, el calor de nuestro cuerpo se iría y seria peor, pero para nuestra buena suerte, lo que parecía ser una camioneta comenzó a detenerse hasta llegar a nuestro lado.

Quién conducía nos hablo en un idioma totalmente desconocido para nosotras, afortunadamente hablaba inglés, por lo tanto Clarissa fue la intermediaria entre nosotros. Nos subimos en la parte de atrás y según mi amiga dijo que nos llevaría a la ciudad y que gracias a Dios nos había encontrado él y no los malditos que raptaban chicas para prostituirlas, ya que en esta parte de la ciudad era muy común. No tenía ni la más mínima idea de que veníamos de un lugar como ese.

Aquel hombre de nombre Amer nos dijo que el camino a la ciudad era largo, por lo que podíamos dormir un par de horas, y sin esperar más, ambas estábamos profundamente dormidas en los asientos traseros.

Lo que parecían días después fueron apenas dos horas, el cielo estaba claro y ya se veían casas a los lados de la carretera, aquél hombre seguía conduciendo como si nada y cuando noto que ambas estábamos despiertas nos ofreció una bolsa, dijo que habían dos cafés y un par pasteles para que desayunaremos. Apenas sentí el olor del café mi estómago rugió y un revoltijo producto de la fatiga me invadió, comimos todo en un santiamén y le agradecimos infinitamente por ser tan amable con nosotras. Aparcó en una bomba y nos dio tiempo para ir al baño y estirar las piernas ya que quedaba más viaje por delante.

—Mira mi cara —toque mis mejillas que tenían líneas negras producto del delineador corrido que tenía.

—Y yo tengo las pestañas en la cejas prácticamente.

La miré y me largué a reír al verla toda desaliñada.

La necesidad de escapar era tan inmensa que apenas nos importa el maquillaje exagerado que traíamos, las inmensas pestañas postizas estaban pegoteadas y el delineador esparcido por nuestro rostro. Pobre hombre al tener que ver estos rostros a primera hora en la mañana. Lavamos nuestra cara y nos deshicimos de todo el maquillaje que traíamos quedando totalmente limpias, podía hasta mirarme más pálida de lo normal. Ate mi cabello y cuando ya estuvimos presentables salimos nuevamente.

Nos montamos en la camioneta otra vez y seguimos el rumbo hasta la ciudad. Mientras volvíamos a la carretera no podía dejar pasar el paisaje que había a nuestro lado, era realmente hermoso la cantidad de vida que había. Las orillas estaban cubiertas por palmeras y distintos tipo de flores, realmente era maravilloso, pero de un momento a otro recordé que ni siquiera sabíamos en qué ciudad estábamos. Me acomodé en el asiento y miré a mi amiga.

—¿En donde mierda estamos? —al parecer ella tampoco había recordado ese pequeño detalle.

Aclaró su garganta y puso una mano en el asiento del copiloto con algo de temor, lo podía notar.

Where we are?.

In Ajman, this city it's amazing really —nos miró a ambas con una sonrisa— are you ok?.

Yeah thanks, don't worry.

¿Ajman?, ¿Donde?.

—Emiratos Árabes, no hemos salido del país pero si de Dubai. No sé a cuantas horas estaremos.

Amer nos dejó cerca de una estación de policía donde podíamos pedir ayuda si estábamos perdidas, pero no podíamos fiarnos de ellos ya que ellos mismos pagaban por acostarse con nosotras, así que hablar con la policía no era una buena opción.

Bye.

La camioneta avanzó por las concurridas calles de Ajman y luego nos vimos totalmente pedidas. Las personas pasaban por nuestro lado felices de la vida y nosotras debatiendo para donde ir primero.

—Debemos buscar dónde quedarnos y estar unos días ahí. Deben estarnos buscando y no es bueno andar por la calle ahora, debemos dejar pasar unos días hasta que todo se calme.

Comentó Clarissa a lo cual le encontré toda la razón, el dinero que ambas teníamos era más que suficiente para estar aquí las dos, encontraríamos un lugar donde dormir y pasar estos días tranquilas y luego veríamos que hacer primero.

Terminamos encontrando un hotel en una parte de la ciudad mucho más "pobre" por así decirlo, aquí todo era demasiado lujoso y no nos podíamos permitir pagar tanto dinero por un par de noches. En la habitación habían dos camas, un baño algo grande y una televisión en medio, nada extraordinario. La habitación incluía desayuno todos los días, el resto de la comida se pagaba aparte. Me senté en la cama y me dejé caer entre las almohadas que habían detrás de mi, mi amiga se había metido al baño para darse una ducha así que estaba sola en la habitación. Cerré mis ojos y dejé escapar un suspiro cuando me di cuenta de que estábamos afuera, no había hombres esperando para acostarse conmigo, no había malos tratos de parte de Chantal, ni Christina, ni de los guardias, solo yo y Clarissa, con la meta de dar con los agentes y volver a casa.

...

A la mañana siguiente a penas nos despertamos pedimos el desayuno a la habitación, me di un largo baño, sentía que no me bañaba en años con agua así de tibia. Salí de la ducha y me puse la misma ropa que traía ayer, abri la puerta del baño y el desayuno de las estaba sobre un carrito y Clarissa ya se estaba devorando todo.

—Veo que amaneciste con hambre —sonreí divertida. Sentía que hace mucho no sonreía de verdad.

—Siento que llevo años sin probar un buen desayuno —sus ojos tenían un brillo muy peculiar. Ahora sus ojos azules estaban aún más azules— al fin estamos libres Ara, no más Chantal, no más Tony... Sólo las ganas de volver a casa.

Me acerque a ella apunto de llorar y nos abrazamos por lo que parecieron horas. Me encantaría decir que éramos libres del todo, pero hasta no pisar mi tierra, me seguiría sintiendo igual de prisionera que hace unos meses.

—Desayunemos. Luego iremos por algo de ropa y compraremos celulares.

—Si llamamos a mi mamá o la tuya, ellas se pueden comunicar con la policía y podrían dar aviso de nuestro paradero —hablo tan rápido que apenas logré entenderle, pero era una idea que ni siquiera había pasado por mi cabeza.

Sólo pensaba en poder encontrar a los agentes a cargo del caso y poder informales donde estaban el resto de las chicas y que pudieran detener a todos los que estaban involucrados en ésto, jamás se me pasó por la cabeza dar aviso a mi mamá o la de Clarissa, ¿Como tan idiota?.

—¿Como no se me ocurrió antes? —la abracé con la idea en la cabeza y viendo en mi mente un montón de situaciones después de realizar esa llamada.

—No eres tan inteligente como yo.

Se burló cuando nos separamos haciéndome reír. Segundos después de las risas solo hubo silencio, silencio que me hizo recordar a Justin. Antes de que nos trasladaran aquí, pasamos un montón de noches juntos. Conversando, riendo en secreto o simplemente abrazados. No sé si podía llamar amor esto que siento por él, porque las circunstancias en dónde estábamos no me dejaban mucho espacio para pensar en eso, pero si me remecia el piso de una forma impresionante. Con tan solo verlo sentado a unas mesas de donde estaba yo, una tranquilidad me invadía porque sabía que esa noche la pasaríamos juntos.

Lo extrañaba demasiado.

—¿Piensas en Justin? —la voz de mi amiga me hizo salir de mis pensamientos y la quedé mirando— ya lo volverás a ver —su mano agarró la mía y le dio un suave apretón— ya verás que en menos de lo que piensas volverás a estar en los brazos de ese agente que te tiene loca.

Sonreí de medio lado ante sus palabras y baje mi mirada.

Deseaba con toda mi alma que eso fuera así.

...

Justin

Dos meses y aún no sabíamos del paradero de las chicas, a este paso quizás ya las habían sacado del país o la subasta ya se había realizado. La frustración, el enojo y el cansancio me tenían al borde del colapso. Varias noches la pasaba en vela recordando a Arabella y las noches que pasamos juntos. Habían algunas ocasiones en que me hacía pasar por cliente y pagaba por estar con ella, aúnque no hicieramos nada y solo conversar de nosotros. Me contó casi toda su vida y yo le conté la mía, me habló sobre sus sueños una vez que saliéramos de aquí. Hablamos de que una vez estuviéramos bien, podríamos tener una primera cita y ver que pasa con el tiempo. Y es que a pesar de estar en esta situación, a pesar de que no era profesional el meterme con ella, se coló dentro de mi como nadie más lo pudo hacer. No sé que tiene ella, pero daría todo por volverla a  tener en mis brazos.

Subí a la azotea y puse un ladrillo entre la puerta para que está no se cerrará, saqué la cabellera que guardaba en mi bolsillo y saqué un cigarro, di un suspiro y lo encendí dando la primera fumada para luego dejar que el humo salga por mi nariz y boca. Ya comenzaba atardecer y no podía negar que de donde estaba el atardecer se veía maravilloso, pero todo seria mucho mejor si supiéramos donde están, donde está ella.

Di otra fumada y me senté en una columna que había cerca, pasé las manos por mi creciente barba y dejé el humo escapar por mi boca. Todo esto era estresante.

Aquí había mucha corrupción, y sabíamos que varios de los policías de la ciudad estaban involucrados en este caso, solo necesitabamos que uno de esos bastardos hablara y por fin daríamos con el paradero de las chicas.

Cerré mis ojos y a lo lejos sentí como la puerta era abierta y unos pasos se acercaban a mi, un mano se posó sobre mi hombro y el suave apretón que dejó me dijo que era Mark. A él le había contado todo lo que pasaba entre Arabella y yo, solo él sabía y me había apoyado en eso. Claramente lo primero que me dijo no eran palabras de apoyo, pero al verme tan demacrado con toda esta situación, me dio la fuerza para seguir adelante y encontrarlas a como diera lugar.

—Hay noticias.

Al instante en que esa frase salió de sus labios me voltee para encontrarme con su rostro y una diminuta sonrisa.

—¿Hablaron?.

Asintió— logramos sacarle información a uno de estos imbéciles. Prepara tus cosas que a las diez nos vamos a Ajman.

—¿Que?, ¿Ajman? —pregunté sin entender y con el corazón corriendo a filo dentro de mi pecho. El asintió con una sonrisa.

—Los tenemos Justin, estoy seguro que para mañana esas chicas estarán libres y con nosotros... Y Arabella contigo.

Palmeo mi espalda y salimos tan rápido de la azotea que no quedo ni rastro de que estuvimos aquí en algún momento.

Al fin una buena noticia había, al fin logramos sacarle información a uno de estos corruptos de mierda. No nos gusta trabajar con la extorsión ni con amenazas, pero ya se nos estaba escapando de las manos la última oportunidad para saber el paradero de las chicas, no la podías simplemente desaprovechar.

A eso de las nueve de la noche ya estábamos montados en un avión militar en camino a la ciudad de Ajman, solo esperaba que las cosas salieran tal cual lo hemos planeado, solo esperaba volver a ver a Arabella y poder llevarla sana y salva a su hogar tal como se lo prometí.

***

Hola❤

Gracias por los votos y los comentarios en el capítulo anterior, por ustedes estoy aquí subiendo otro capítulo.

Puede que muchas vengan con las ganas de leer una historia de amor entre la secuestrada y el agente que busca salvarla, lo hay, pero busco más centrarme en todo lo que pasa con Arabella mientras está en ese infierno que es la prostitución. Intento hacerles sentir todo lo que ella siente estando ahí atrapada y ojalá lo este logrando.

Ahora viendo los votos me di cuenta que estamos a nada de llegar a los 1k🎉 llegar a eso no se me ha hecho nada fácil. Si comparamos la cantidad de leídos que hay y los votos, estamos muy lejos de igualarlo, pero de igual modo se los agradezco de todo corazón ❤ saber que estamos pasando una meta me hincha el corazón de alegría.

¡Gracias!

Me gustaría saber qué piensan de todo lo que ha pasado 🙄 el final de ésta historia está cada vez más cerca 🙁 (no será una historia muy larga, creo que ya se los había dicho 😝) así que les agradecería mucho si me dejaran saber lo que piensan de todo ésto.

Las adoro.

F.

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