Catorce

1K 85 18
                                    

Moví mis caderas al ritmo de la música, con la misma coreografía que las noches anterior, viendo los mismos rostros excitados y asqueroso. Cerré mis ojos sintiendo la música lenta y dejándome llevar con ella, quizás no es de lo más puro ni recatado, pero al fin era un baile y sea como sea dabas a entender algo con la música, en este caso era sensualidad, y lo demostraría bien.

Guarde el dinero recaudado en mismo lugar, lo acomodé y salí al salón. Como ya no estaba Tony, Chantal se encargaba de vigilarnos junto a los guardias, también decidía que candidato ofrecía mayor dinero para acostarse con nosotras.

La noche anterior se llevaron a Amanda a una de las habitaciones, la drogaron y la violaron, la dejaron en la habitación totalmente pálida, hicimos que vomitara para que así sacara todo de su interior y tuvimos que calmarla durante toda la noche, la pobre no paraba de llorar. La entendía más que nadie.

A lo lejos la observe, callada y apenas tocaba a quienes se le acercaban. La habían dañado de la peor forma.

-Habitación trece -miré a Chantal horrorizada. Sabía que iba a pasar, pero jamás estarías preparada para cuando llegara el momento de tener que acostarte con un desconocido.

Caminé a paso lento con las manos temblorosas, llegué a la habitación y tomé la perilla mirándola con miedo a quien estuviera al otro lado de la habitación.

Cuando entre ésta estaba cubierta por una luz muy tenue, y más adelante había un hombre alto y de cabello castaño, mi corazón latino fuerte al pensar que era Justin.

-¿Justin? -avance ilusionada pero hasta ahí quedaron mis esperanzas.

Quien estaba frente a mi no era Justin, era un total desconocido que me obligaría meterme en la cama con él, sin importar si lloraba o le suplicara que no hiciera nada. Mi corazón cayó directo al suelo y cualquier esperanza de fue a la basura.

-No sé quién es Justin, querida. Pero la pasarás bien conmigo, no te preocupes -estiro su mano y con recelo la tomé.

En comparación a la primera experiencia que tuve en esto, no fue tan horrible como la anterior, al menos no me golpeó ni fue tan abusivo, a pesar de no disfrutar ni un solo segundo de lo que estaba haciendo, debía mantenerlo conforme porque no quería un regaño y menos un castigo de Chantal. Hice cada cosa que me pedía y me avergonzaba de mi misma al estar haciendo ésto con alguien desconocido. Con tu novio sería de lo más normal, pero tener que tocar a alguien que le paga a una chica para estar con él, que te trata como si fueras solo un juguete.

-Fue un placer muñeca -beso mis labios dejándome arropada en la cama.

En ningún momento fui capaz de mirarlo a los ojos, sentía que si lo hacía la realidad me golpearía en pleno estómago y no podría seguir y me ganaría más de un par de palabras ofensivas.

Me di una ducha rápida y volví a poner mi ropa, arregle mi cabello y mi rostro del rastro de maquillaje y salí nuevamente al salón donde Clari me esperaba con el rostro acongojado. La abrace por unos segundos y luego nos separamos

Justin intento hablar conmigo varias veces pero lo que menos quería hacer era hablar, porque si hablaba todo el dolor se haría aún más real, y si lo mantenía dentro de mi, sería solo mío.

...

Otra noche llegó rápidamente, otra noche donde tenía que meterme en la cama con un hombre distinto, otra noche donde debía aguantar golpes y besos en mi piel, sin ninguna queja.

Cada roce su mano, cada toque de su piel con la mía, eran quemaduras, quemaduras que lastimaba hasta la fibra mas profunda de mi piel, haciéndome sentir sucia y asquerosa. Odiaba sentirme tan débil, no poder elevar la voz y decirle a quien en tenía frente a mi que se fuera a la misma mierda de donde vino.

Dollhouse (Terminada - SIN EDITAR)Where stories live. Discover now